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Apoya la UNAM proyectos semilla de transferencia

 
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25 de octubre de 2013

Desarrollo de empaque proteínico bioactivo
Desarrollo de empaque proteínico bioactivo

Uno para desarrollar empaques proteínicos bioactivos para conservar alimentos y otro para incrementar el potencial aromático de vinos blancos mexicanos, ganaron el concurso abierto 2013 de la FQ

Por su calidad académica, alto potencial de factibilidad técnica y comercialización en el corto plazo, dos proyectos, uno para desarrollar empaques proteínicos bioactivos para conservar alimentos y otro para incrementar el potencial aromático de vinos blancos mexicanos, fueron los ganadores del concurso abierto 2013 del Fondo de Proyectos Semilla de Investigación Aplicada, de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.

El objetivo es apoyar, cada año, dos propuestas de investigación multidisciplinarias, con alto potencial de aplicación y desarrollados por grupos interdisciplinarios de académicos de la FQ, seleccionados mediante concurso abierto.

Los resultados del concurso fueron dados a conocer por el Comité Científico ad hoc, integrado por miembros del Consejo Asesor de Investigación de la entidad universitaria e investigadores externos, así como por miembros del Patronato de la FQ, quienes fungieron como expertos en tópicos de vinculación.

Desarrollo de empaque proteínico bioactivo

El proyecto Desarrollo de empaques proteínicos bioactivos para conservación de alimentos, encabezado por María de los Ángeles Valdivia López, adscrita al Departamento de Alimentos y Biotecnología, se hizo acreedor al estímulo.

Además de realizar funciones básicas como contener y proteger esos suministros, dichos empaques se caracterizan por interactuar con ellos, es decir, el producto está en un ambiente que se modificará de manera benéfica a través de cambios inducidos gracias a su recubrimiento, que permite la liberación o actividad controlada de los agentes incorporados, explicó la investigadora.

Los empaques se han desarrollado mediante el uso de proteínas provenientes de piel de pollo y de pescado y se han establecido las condiciones para elaborar películas con buenas propiedades mecánicas y de barrera frente a la permeabilidad al oxígeno, así como condiciones y concentraciones de plastificantes, a fin de formar una película plástica de fácil digestión o biodegradación.

Para llevar a cabo esta tarea, los especialistas de la FQ han trabajado alrededor de dos años con el propósito de establecer las condiciones óptimas para la extracción y separación de proteínas con propiedades adecuadas.

Ahora, con el fin de tener un sistema funcional activo, los investigadores buscan incorporar a estos empaques proteínicos, antioxidantes polifenólicos de origen natural, provenientes de la semilla de la chía, pues se ha comprobado que retardan la formación de radicales libres y los subsecuentes procesos de oxidación.

Estas reacciones se caracterizan por la formación de peróxidos y compuestos carbonílicos que provocan la pérdida de lípidos y, eventualmente, de proteínas; producen sabores y olores objetables, así como la pérdida del valor nutrimental de los alimentos, lo que los hace no aptos para el consumo, señaló Valdivia López.

Dichas películas, detalló, deben tener propiedades mecánicas adecuadas, como resistencia, elasticidad, flexibilidad y permeabilidad para cumplir la función de protección, es decir, ser una barrera protectora contra la entrada de microorganismos, oxígeno y vapor de agua.

Al incorporar los polifenoles vía enzimática y química, se determinará la cantidad de antioxidantes por integrar en las películas plásticas, se evaluarán las propiedades físicoquímicas y mecánicas del recubrimiento, así como su eficacia en la protección de sistemas alimentarios.

De esta forma, añadió, al adicionar los nuevos componentes al empaque bioactivo, se tendrá una actividad dentro del sistema alimentario y funcionará de manera dinámica en el sistema para protegerlo de los procesos oxidativos.

En el proyecto participan, como corresponsable, Alfredo Vázquez Martínez, del Departamento de Química Orgánica, encargado de la caracterización de los grupos funcionales; Alberto Tecante Coronel, del Departamento de Alimentos y Biotecnología, para evaluar las propiedades mecánicas de las películas y Miquel Gimeno Seco, del mismo departamento, en la incorporación de antioxidantes vía enzimática.

Vinos blancos mexicanos

El grupo de investigación que encabeza Araceli Peña Álvarez, del Departamento de Química Analítica, obtuvo el apoyo por el trabajo Influencia de diferentes técnicas enológicas para incrementar el potencial aromático en vinos blancos mexicanos, con el cual busca mejorar el perfil organoléptico de estos productos, elevar su calidad y aumentar la aceptación entre los consumidores.

Se busca probar la influencia de diferentes técnicas enológicas en la elaboración tradicional de vino blanco para potenciar su aroma. Para determinar los compuestos volátiles y semivolátiles, se aplicarán técnicas analíticas como la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, entre otras.

Con ello, se plantea trabajar con cepas cultivadas en México como Chenin Blanc, Sylvaner y Sauvignon Blanc, elegidas por su potencial aromático mediano, las cuales, pese a ser las mismas que se usan en otros países para producir vino blanco, tienen características propias en nuestro territorio.

Con más de 15 años de realizar investigación en el área, Araceli Peña comentó que si bien en México no se ha consolidado una cultura enológica, “el consumo de estos productos va en aumento y las vitivinícolas existentes buscan consolidar su calidad internacional”.

En esta propuesta participan Patricia Severiano, del Departamento de Alimentos y Biotecnología, especializado en análisis sensorial, así como Rodrigo Alonso, Pilar Cañizares y Rocío Juárez, del Departamento de Química Analítica.

El grupo de investigación, explicó Peña Álvarez, elaborará vino a partir de mosto (zumo de uva, base para fabricar la bebida) proporcionado por la vitivinícolaFreixenet, ubicada en Querétaro. Asimismo, construirá una base de datos de los vinos comercializados en el mercado procedentes de estas mismas cepas “para comparar la preparación tradicional con la micro-vinificación. Con ello, se tendrá una referencia de los perfiles químicos. Hasta el momento no existe un perfil químico de los vinos mexicanos, éste será el primero”.

También se harán las determinaciones establecidas en la norma oficial en la materia, en términos de acidez, pH y alcoholes superiores en vinos blancos jóvenes mexicanos. “Representa el inicio de una línea de investigación multidisciplinaria sobre esos productos en la FQ”, refirió.

Finalmente, detalló que el apoyo proporcionado permitirá adquirir los materiales necesarios para la elaborar el vino y analizar los diferentes procesos de vinificación.

Créditos : (UNAM-DGCS-642)

Usan microorganismos para hacer fertilizantes ecológicos

 
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06 de marzo del 2013

Medellín, mar. 05 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Una nueva solución natural, amigable con el medioambiente, proponen científicos de la UN para mejorar la productividad de los suelos tropicales con carencia de fósforo.

Los problemas de fertilidad que limitan el crecimiento y que impiden la alimentación esencial para el desarrollo de plantas y cultivos agrícolas en Colombia, se remedia en la actualidad, con el uso de fertilizantes químicos a gran escala. Estos, además de costosos son contaminantes, porque originan gases de efecto invernadero, dado que sus compuestos principales: son el ácido sulfúrico y ácido fosfórico.

Como alternativa científica, la investigadora Laura Osorno  Bedoya, del grupo en Microbiología del Suelo de la UN en Medellín, trabajó en una propuesta que aprovecha dos microorganismos que viven en el suelo y “son capaces de producir ácidos, no tan fuertes como el sulfúrico, pero sí orgánicos; con propiedades para solidificar la roca sulfúrica con la cual se obtiene un biofertilizante fosfórico”.

Tradicionalmente, la fertilización de los suelos colombianos se hace a través de las bondades de la roca fosfórica pero, debido a su baja solubilidad, es necesario generar la “acidulación” química (integración de ácidos). En ese caso, los especialistas de la UN proponen “bioacidulación” de este mineral —del cual Colombia posee riqueza en sus minas de Boyacá, Santander y Cúcuta a bajos costos—, además de los microorganismos Martierella SP y Asperguillus Niger, en los que se encontraron bondades para la “biofertilización” de los suelos.

Además de las ventajas ambientales, Osorno Bedoya destaca que los microorganismos tienen la capacidad, una vez incluidos en los suelos, de seguir generando fósforo para la alimentación lenta de las plantas, a diferencia de los procedimientos químicos en los que el 90 % del fósforo se queda en la superficie de las arcillas o tierras, sin beneficio alguno.

El proyecto se está adelantando in vitro, es decir, a escala de laboratorio con recipientes erlenmeyer. De ese modo, se cuenta con los medios de cultivo de los microorganismos en las condiciones apropiadas para que crezcan, y se buscan las circunstancias en las que cada uno muestre su mejor “acidulación”, con los nutrientes y las muestras de roca fosfórica. A partir de esto se podría considerar el escalado del biofertilizante para aplicarse en campo.

El impacto ambiental y para el sector agronómico, de dicha propuesta de producción de biofertilizantes, fue tenido en cuenta por el programa gubernamental Antioquia E, como generador de conocimiento, distinción obtenida por la ingeniera biológica de la UN Laura Osorno Bedoya para apoyo del proyecto.

El trabajo investigativo ya se encuentra en la etapa final y por el momento su experta representante adelantará una pasantía durante tres meses en la Universidad de Haway, Estados Unidos, para reforzar conceptos a favor de su propuesta en cuanto a técnicas de microorganismos solubilizadores de fósforo.

Creditos

http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Optimizan aguas residuales en pequeñas agroindustrias.

 
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12 de Febrero del 2013
El sistema de manejo integral de aguas residuales para microempresas agroindustriales diseñado en la UN, brinda alternativas de aprovechamiento que generan valor agregado y rendimientos económicos.
Por las deficiencias en el apoyo técnico y las implicaciones financieras para las pequeñas y medianas empresas, no resulta sencillo contar con esquemas para manejar el agua que utilizan en sus procesos. Ante esta necesidad, Jorge Adrián Castaño Henao, estudiante de Maestría en Ingeniería Química de la Sede Manizales, quiso hacer su aporte.
“La idea es que las empresas puedan tener acceso a ese tipo de información de manera fácil y económica, de modo que obtengan beneficios de sus mismos residuos, se eliminen vertimientos y puedan certificarse en normas de calidad de gestión ambiental como ISO 9000 o 14000”, indicó el investigador.
Para este proyecto, que fue realizado como tesis de grado de su maestría, se trabajó con una empresa que produce agentes de control biológico que son sustitutos de agroquímicos convencionales; en este caso, con hongos que son promotores de crecimiento y que, a su vez, atacan plagas de cultivos.
Inicialmente, se caracterizaron las corrientes de agua residual para identificar cuál tenía potencial (carga de nutrientes y de residuos sólidos de esos mismos hongos) para el crecimiento de estos microorganismos.
Luego se revisó si el contenido de hongos en el agua permitía la   reproducción de las especies deseadas, y allí se observó que estaba contaminada con otros microorganismos que limitaban su crecimiento.
Por este motivo se probó adicionándole al agua algunos antibióticos,  pero la carga de bacterias era muy alta, por lo cual esta alternativa no era  suficiente. Por ello, se procedió a esterilizarla, logrando así condiciones en las que se vieron resultados positivos para el desarrollo de los microorganismos.
Una vez logrado el medio adecuado y con base en las concentraciones planteadas por la empresa, se inoculó el agua con distintas especies y aditivos para obtener el producto que les interesaba ofrecer en el mercado.
“Con respecto a la producción convencional, el rendimiento del proceso con el agua residual mejora en un 60% a 70% en algunas de las especies trabajadas”, indicó Castaño Henao.
Se busca replicar esta metodología para el tratamiento de aguas en otras empresas del sector agroindustrial, brindando la posibilidad no solo de optimizar sus procesos sino también de aumentar sus ingresos con la creación de nuevos productos.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Su aplicación reduce costos a las empresas del sector agroindustrial.

Su aplicación reduce costos a las empresas del sector agroindustrial.

12 de Febrero del 2013

El sistema de manejo integral de aguas residuales para microempresas agroindustriales diseñado en la UN, brinda alternativas de aprovechamiento que generan valor agregado y rendimientos económicos.

Por las deficiencias en el apoyo técnico y las implicaciones financieras para las pequeñas y medianas empresas, no resulta sencillo contar con esquemas para manejar el agua que utilizan en sus procesos. Ante esta necesidad, Jorge Adrián Castaño Henao, estudiante de Maestría en Ingeniería Química de la Sede Manizales, quiso hacer su aporte.

“La idea es que las empresas puedan tener acceso a ese tipo de información de manera fácil y económica, de modo que obtengan beneficios de sus mismos residuos, se eliminen vertimientos y puedan certificarse en normas de calidad de gestión ambiental como ISO 9000 o 14000”, indicó el investigador.

Para este proyecto, que fue realizado como tesis de grado de su maestría, se trabajó con una empresa que produce agentes de control biológico que son sustitutos de agroquímicos convencionales; en este caso, con hongos que son promotores de crecimiento y que, a su vez, atacan plagas de cultivos.

Inicialmente, se caracterizaron las corrientes de agua residual para identificar cuál tenía potencial (carga de nutrientes y de residuos sólidos de esos mismos hongos) para el crecimiento de estos microorganismos.

Luego se revisó si el contenido de hongos en el agua permitía la   reproducción de las especies deseadas, y allí se observó que estaba contaminada con otros microorganismos que limitaban su crecimiento.

Por este motivo se probó adicionándole al agua algunos antibióticos,  pero la carga de bacterias era muy alta, por lo cual esta alternativa no era  suficiente. Por ello, se procedió a esterilizarla, logrando así condiciones en las que se vieron resultados positivos para el desarrollo de los microorganismos.

Una vez logrado el medio adecuado y con base en las concentraciones planteadas por la empresa, se inoculó el agua con distintas especies y aditivos para obtener el producto que les interesaba ofrecer en el mercado.

“Con respecto a la producción convencional, el rendimiento del proceso con el agua residual mejora en un 60% a 70% en algunas de las especies trabajadas”, indicó Castaño Henao.

Se busca replicar esta metodología para el tratamiento de aguas en otras empresas del sector agroindustrial, brindando la posibilidad no solo de optimizar sus procesos sino también de aumentar sus ingresos con la creación de nuevos productos.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Posgrados en Biotecnología, 15 años y nuevos retos en Colombia.

 
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28 de Noviembre del 2012
El país tiene problemas que pueden ser resueltos con este conocimiento. En el sector alimentario se busca, entre otras alternativas, mejorar plantas para tener cosechas más resistentes a plagas.
Así lo aseguró César Augusto Velásquez Ruiz, director del Área Curricular en Biotecnología de la Sede Medellín. Es así como, la especialización y la maestría de la Universidad Nacional de Colombia, tras 15 años de labores, buscan su proyección para apalancar sectores como el alimentario y medioambiental, a partir del mejoramiento de sus procesos.
Según plantea esta rama, se busca el mejoramiento de procesos para la industria a partir de tecnología aplicada con metodologías biológicas; por ejemplo, con microorganismos para potenciar bienes y servicios de diversa índole.
En la UN se ha venido trabajando en proyectos direccionados a combatir plagas y enfermedades con bioinsecticidas, procesamiento de microorganismos para obtención de xilitol, (un producto que tiene similitud con la sacarosa), descontaminación en minería, entre múltiples proyectos funcionales para la demanda industrial del presente siglo.
En países como Argentina, la biotecnología es una opción de alto calado en la economía local, según indicó Claudio Enrique Voget, investigador de la Universidad de La Plata, dado que en el país gaucho el 98% de las empresas biotecnológicas son de origen nacional y “la exportación es marcada en el tema de semillas con el 60% de productos biotecnológicos”.
El experto comenta que, además, se trabaja en alternativas como la obtención de bioetanol a partir de maíz y caña de azúcar, propuestas que al igual en Colombia pueden tener un alto valor.
Asimismo, Domingo Cantero Moreno, investigador de la Universidad de Cádiz (España), compartió con los docentes de la UN su experiencia en el diseño de biofiltros, es decir, técnicas para la desulfuración de gases y descontaminantes, “procesos amigables y sostenibles con el medioambiente, que requieren menos insumos y reactivos para la eliminación de contaminantes”, dijo.
Cantero Moreno asegura que se podrían establecer proyectos conjuntos con la UN que utilicen estas técnicas, teniendo en cuenta la fortaleza de la alma máter en áreas afines como la biotecnología ambiental y de procesos, además de sus otras áreas, como la vegetal, animal y microbiana.
A través de sus posgrados en Biotecnología, la UN tiene una proyección académica que cada vez incrementa su calidad y cantidad, pues de esta rama han surgido la especialización y la maestría, además del doctorado de la misma área, que completan más de 150 egresados y que actualmente cuenta con 69 estudiantes.
El director del Área Curricular en Biotecnología de la UN en Medellín considera que desde los posgrados de la Facultad de Ciencias “se fortalecerán los grupos de investigación, especialmente, el área ambiental, así como el crecimiento en infraestructura y laboratorios”.
Se espera que la Maestría en Biotecnología tenga la acreditación por parte de la Consejo Nacional de Acreditación (CNA) para mediados del 2013.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
La Especialización y la Maestría en Biotecnología cumplieron 15 años y se proyectan como programas de alto interés para el país.

La Especialización y la Maestría en Biotecnología cumplieron 15 años y se proyectan como programas de alto interés para el país.

28 de Noviembre del 2012

El país tiene problemas que pueden ser resueltos con este conocimiento. En el sector alimentario se busca, entre otras alternativas, mejorar plantas para tener cosechas más resistentes a plagas.

Así lo aseguró César Augusto Velásquez Ruiz, director del Área Curricular en Biotecnología de la Sede Medellín. Es así como, la especialización y la maestría de la Universidad Nacional de Colombia, tras 15 años de labores, buscan su proyección para apalancar sectores como el alimentario y medioambiental, a partir del mejoramiento de sus procesos.

Según plantea esta rama, se busca el mejoramiento de procesos para la industria a partir de tecnología aplicada con metodologías biológicas; por ejemplo, con microorganismos para potenciar bienes y servicios de diversa índole.

En la UN se ha venido trabajando en proyectos direccionados a combatir plagas y enfermedades con bioinsecticidas, procesamiento de microorganismos para obtención de xilitol, (un producto que tiene similitud con la sacarosa), descontaminación en minería, entre múltiples proyectos funcionales para la demanda industrial del presente siglo.

En países como Argentina, la biotecnología es una opción de alto calado en la economía local, según indicó Claudio Enrique Voget, investigador de la Universidad de La Plata, dado que en el país gaucho el 98% de las empresas biotecnológicas son de origen nacional y “la exportación es marcada en el tema de semillas con el 60% de productos biotecnológicos”.

El experto comenta que, además, se trabaja en alternativas como la obtención de bioetanol a partir de maíz y caña de azúcar, propuestas que al igual en Colombia pueden tener un alto valor.

Asimismo, Domingo Cantero Moreno, investigador de la Universidad de Cádiz (España), compartió con los docentes de la UN su experiencia en el diseño de biofiltros, es decir, técnicas para la desulfuración de gases y descontaminantes, “procesos amigables y sostenibles con el medioambiente, que requieren menos insumos y reactivos para la eliminación de contaminantes”, dijo.

Cantero Moreno asegura que se podrían establecer proyectos conjuntos con la UN que utilicen estas técnicas, teniendo en cuenta la fortaleza de la alma máter en áreas afines como la biotecnología ambiental y de procesos, además de sus otras áreas, como la vegetal, animal y microbiana.

A través de sus posgrados en Biotecnología, la UN tiene una proyección académica que cada vez incrementa su calidad y cantidad, pues de esta rama han surgido la especialización y la maestría, además del doctorado de la misma área, que completan más de 150 egresados y que actualmente cuenta con 69 estudiantes.

El director del Área Curricular en Biotecnología de la UN en Medellín considera que desde los posgrados de la Facultad de Ciencias “se fortalecerán los grupos de investigación, especialmente, el área ambiental, así como el crecimiento en infraestructura y laboratorios”.

Se espera que la Maestría en Biotecnología tenga la acreditación por parte de la Consejo Nacional de Acreditación (CNA) para mediados del 2013.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

“Microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”.

 
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13 de Noviembre del 2012
Según Javier Vanegas Guerrero, existe la posibilidad de aprovechar que los microorganismos pueden formar consorcios bacterianos eficientes y funcionales para la actividad biotecnológica.
La biotecnología involucra la participación de varias disciplinas como la biología, la química, la ingeniería y otras, con el fin de aprovechar organismos o compuestos vivos para el desarrollo de productos que mejoren las condiciones de vida de los seres humanos. Es aplicable en los campos de la agricultura, la medicina, los alimentos, la industria farmacéutica y medioambiente, entre otros.
En su visita a la Sede Medellín, el investigador –que es doctor en Biotecnología de la UN en Bogotá– expresó que por largo tiempo los trabajos en microbiología del suelo, se han centrado en el aislamiento y caracterización de cultivos puros de microorganismos, pero que en la  naturaleza estos casi nunca actúan individualmente, sino que viven en sistemas ecológicos complejos, con altos niveles de interacción.
“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros para cooperar y trabajar en conjunto, no hay que buscar la mejor cepa para promover el crecimiento vegetal, ni para biorremediar (proceso de recuperación del medioambiente contaminado)”, explicó.
Relató que, por ejemplo, “para los procesos de biodegradación se busca un microrganismo que sea capaz de degradar un compuesto muy complejo, cuando realmente existen muchos otros con una amplia diversidad metabólica que tienen las enzimas que podrían hacerlo de forma eficiente”.
Así, la idea es que con nuevas investigaciones se pueda llegar al desarrollo de productos que aporten soluciones a la microbiología del suelo con aplicaciones biotecnológicas. “La idea es continuar evaluando microorganismos para ver cuáles son las condiciones óptimas de funcionalidad y hacer estudios en parcelas experimentales y campo”, precisó Vanegas Guerrero.
El académico fue invitado a la Institución por la Dirección de Investigaciones de la Sede (Dime) y la Dirección de Extensión Universitaria.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”, dijo experto.

“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”, dijo experto.

13 de Noviembre del 2012

Según Javier Vanegas Guerrero, existe la posibilidad de aprovechar que los microorganismos pueden formar consorcios bacterianos eficientes y funcionales para la actividad biotecnológica.

La biotecnología involucra la participación de varias disciplinas como la biología, la química, la ingeniería y otras, con el fin de aprovechar organismos o compuestos vivos para el desarrollo de productos que mejoren las condiciones de vida de los seres humanos. Es aplicable en los campos de la agricultura, la medicina, los alimentos, la industria farmacéutica y medioambiente, entre otros.

En su visita a la Sede Medellín, el investigador –que es doctor en Biotecnología de la UN en Bogotá– expresó que por largo tiempo los trabajos en microbiología del suelo, se han centrado en el aislamiento y caracterización de cultivos puros de microorganismos, pero que en la  naturaleza estos casi nunca actúan individualmente, sino que viven en sistemas ecológicos complejos, con altos niveles de interacción.

“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros para cooperar y trabajar en conjunto, no hay que buscar la mejor cepa para promover el crecimiento vegetal, ni para biorremediar (proceso de recuperación del medioambiente contaminado)”, explicó.

Relató que, por ejemplo, “para los procesos de biodegradación se busca un microrganismo que sea capaz de degradar un compuesto muy complejo, cuando realmente existen muchos otros con una amplia diversidad metabólica que tienen las enzimas que podrían hacerlo de forma eficiente”.

Así, la idea es que con nuevas investigaciones se pueda llegar al desarrollo de productos que aporten soluciones a la microbiología del suelo con aplicaciones biotecnológicas. “La idea es continuar evaluando microorganismos para ver cuáles son las condiciones óptimas de funcionalidad y hacer estudios en parcelas experimentales y campo”, precisó Vanegas Guerrero.

El académico fue invitado a la Institución por la Dirección de Investigaciones de la Sede (Dime) y la Dirección de Extensión Universitaria.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html