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Modifican material para acelerar reacciones químicas

 
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Manizales, nov. 22 de 2013 – Agencia de Noticias UN- En la U.N. se realizó la modificación de una zeolita comercial, material que contribuye a generar métodos más eficientes en la transformación de metano a metanol.
La zeolita es un mineral que tiene múltiples usos, entre ellos como descontaminante por su poder de adsorción en ambientes acuosos y  gaseosos, e igualmente en medicina como antiácido.
En este caso se utilizó una zeolita tipo A (que contiene sodio y calcio) como medio para realizar catálisis, es decir acelerar la reacción química para hacerla de manera directa, o sea en un solo paso y, por tanto, en menor tiempo. Esto se lleva a cabo mediante un proceso de oxidación parcial que busca alternativas más rentables para producir metanol, material que se  usa como combustible o para obtener otras sustancias químicas.
“En cuanto a los materiales zeolíticos, existen tanto naturales como sintéticos. Para este trabajo se optó por una zeolita comercial eslovaca, que desde el punto de vista estructural tiene unas cavidades que se acoplan perfectamente con el tamaño y forma (de 4 a 5 angstrom) de la molécula de metano para capturarla y contribuir a su oxidación al agregarle vanadio, y así mejorar el proceso de transformación a metanol”, indicó el profesor Luis Fernando Cortés Henao, de la Sede Manizales.
El proceso de modificación, explicó el investigador, se realiza vía hidrotérmica, es decir que se introducen los materiales en un recipiente cerrado herméticamente y se calienta a 100 grados centígrados a presión, durante ocho días. Posteriormente, se enfría el recipiente, se extrae el material, se seca, se calcina y se procede a cargarlo en pequeñas cantidades (medio gramo) en un  reactor pequeño a escala de laboratorio, para efectuar el proceso de transformación de metano a metanol en presencia de aire.
Con la zeolita modificada se logra mayor rapidez y economía, lo que puede disminuir costos de equipos y proceso, además de facilitar el transporte del compuesto final, en este caso del metanol en forma líquida.
Créditos: UNAL/657/2013

UNAL23112013-2Manizales, nov. 22 de 2013 – Agencia de Noticias UN- En la U.N. se realizó la modificación de una zeolita comercial, material que contribuye a generar métodos más eficientes en la transformación de metano a metanol.

La zeolita es un mineral que tiene múltiples usos, entre ellos como descontaminante por su poder de adsorción en ambientes acuosos y  gaseosos, e igualmente en medicina como antiácido.

En este caso se utilizó una zeolita tipo A (que contiene sodio y calcio) como medio para realizar catálisis, es decir acelerar la reacción química para hacerla de manera directa, o sea en un solo paso y, por tanto, en menor tiempo. Esto se lleva a cabo mediante un proceso de oxidación parcial que busca alternativas más rentables para producir metanol, material que se  usa como combustible o para obtener otras sustancias químicas.

“En cuanto a los materiales zeolíticos, existen tanto naturales como sintéticos. Para este trabajo se optó por una zeolita comercial eslovaca, que desde el punto de vista estructural tiene unas cavidades que se acoplan perfectamente con el tamaño y forma (de 4 a 5 angstrom) de la molécula de metano para capturarla y contribuir a su oxidación al agregarle vanadio, y así mejorar el proceso de transformación a metanol”, indicó el profesor Luis Fernando Cortés Henao, de la Sede Manizales.

El proceso de modificación, explicó el investigador, se realiza vía hidrotérmica, es decir que se introducen los materiales en un recipiente cerrado herméticamente y se calienta a 100 grados centígrados a presión, durante ocho días. Posteriormente, se enfría el recipiente, se extrae el material, se seca, se calcina y se procede a cargarlo en pequeñas cantidades (medio gramo) en un  reactor pequeño a escala de laboratorio, para efectuar el proceso de transformación de metano a metanol en presencia de aire.

Con la zeolita modificada se logra mayor rapidez y economía, lo que puede disminuir costos de equipos y proceso, además de facilitar el transporte del compuesto final, en este caso del metanol en forma líquida.

Créditos: UNAL/657/2013

Sistemas silvopastoriles, rentables para producción y ambiente.

 
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9 de Noviembre del 2012
Mayor productividad, reducción de insumos y menor emisión de gas metano al ambiente, son las principales bondades del establecimiento de sistemas silvopastoriles (SSpi) en la ganadería.
Así lo revela estudio realizado por investigadores del Departamento de Producción Animal de la UN en Medellín. “Encontramos que hay una reducción de aproximadamente el 30% en la emisión de gas metano por cada kilogramo de dieta fermentada que consume el animal. Además, también se duplica la producción del ganado y se reduce el uso de fertilizantes nitrogenados de síntesis química, lo que hace más sustentable el ejercicio de la ganadería en el país”, explicó Rolando Barahona, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias.
Con este sistema de producción la dieta que se le suministra a cada animal contiene entre 16 y 18% de proteína y alrededor de 60% de fibra, mientras que con la forma tradicional  se brinda entre 8 y 10% de proteína y 72% de fibra. “Entre menos fibra tenga una dieta es mejor para el ganadero”, afirmó el investigador.
Según el experto, los sistemas silvopastoriles son una nueva forma de hacer ganadería en la que se combinan árboles, praderas y gramíneas (pastos tradicionales), con el fin de lograr una actividad más ecológica y sustentable. “La presencia de los árboles reduce la necesidad de fertilización, disminuye el impacto del calor sobre los animales, mejora la dieta, aumenta el número de cabezas de ganado por hectárea e incrementa la productividad individual”, precisó.
Y es que esta alternativa es muy significativa para el país, puesto que desde el 2006 el gremio de ganaderos de Colombia reconoció la necesidad de intensificar la producción bovina en el país y propuso aumentar el hato de 24 millones de cabezas de ganado que pastorean en 38 millones de hectáreas, a por lo menos 40 millones de cabezas en 20 millones de hectáreas.
El proyecto es financiado por Colciencias y cuenta con la participación además de la UN, del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (Cipav) y de varias empresas ganaderas.
Los resultados de la investigación se dieron a conocer durante el II Simposio en Producción Animal, realizado durante la celebración de los 50 años del pregrado en Zootecnia de la UN en Medellín.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Mayor productividad, reducción de insumos y menor emisión de gas metano al ambiente, son las principales bondades de los sistemas silvopastoriles.

Mayor productividad, reducción de insumos y menor emisión de gas metano al ambiente, son las principales bondades de los sistemas silvopastoriles.

9 de Noviembre del 2012

Mayor productividad, reducción de insumos y menor emisión de gas metano al ambiente, son las principales bondades del establecimiento de sistemas silvopastoriles (SSpi) en la ganadería.

Así lo revela estudio realizado por investigadores del Departamento de Producción Animal de la UN en Medellín. “Encontramos que hay una reducción de aproximadamente el 30% en la emisión de gas metano por cada kilogramo de dieta fermentada que consume el animal. Además, también se duplica la producción del ganado y se reduce el uso de fertilizantes nitrogenados de síntesis química, lo que hace más sustentable el ejercicio de la ganadería en el país”, explicó Rolando Barahona, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias.

Con este sistema de producción la dieta que se le suministra a cada animal contiene entre 16 y 18% de proteína y alrededor de 60% de fibra, mientras que con la forma tradicional  se brinda entre 8 y 10% de proteína y 72% de fibra. “Entre menos fibra tenga una dieta es mejor para el ganadero”, afirmó el investigador.

Según el experto, los sistemas silvopastoriles son una nueva forma de hacer ganadería en la que se combinan árboles, praderas y gramíneas (pastos tradicionales), con el fin de lograr una actividad más ecológica y sustentable. “La presencia de los árboles reduce la necesidad de fertilización, disminuye el impacto del calor sobre los animales, mejora la dieta, aumenta el número de cabezas de ganado por hectárea e incrementa la productividad individual”, precisó.

Y es que esta alternativa es muy significativa para el país, puesto que desde el 2006 el gremio de ganaderos de Colombia reconoció la necesidad de intensificar la producción bovina en el país y propuso aumentar el hato de 24 millones de cabezas de ganado que pastorean en 38 millones de hectáreas, a por lo menos 40 millones de cabezas en 20 millones de hectáreas.

El proyecto es financiado por Colciencias y cuenta con la participación además de la UN, del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (Cipav) y de varias empresas ganaderas.

Los resultados de la investigación se dieron a conocer durante el II Simposio en Producción Animal, realizado durante la celebración de los 50 años del pregrado en Zootecnia de la UN en Medellín.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Lagos del Amazonas emiten gases de efecto invernadero

 
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El IRD de Francia y la UN desarrollaron una iniciativa sobre la cuenca amazónica para estudiar la cuantificación en los lagos de Yahuarcaca, en inmediaciones de Leticia (Amazonas).
El IRD de Francia y la UN desarrollaron una iniciativa sobre la cuenca amazónica para estudiar la cuantificación en los lagos de Yahuarcaca, en inmediaciones de Leticia (Amazonas).

14 de Agosto de 2012

Expertos de la UN encontraron, por primera vez, emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) en los lagos de Yahuarcaca en el Amazonas.

Según los tradicionales modelos globales del ciclo del carbono, propuestos por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), los ríos son los principales ecosistemas acuáticos que actúan como drenajes naturales del elemento químico (en sus formas orgánica e inorgánica) al llevarlo desde los continentes hasta los océanos.

Sin embargo, diversos estudios han mostrado que los lagos, ciénagas, represas y zonas inundadas también podrían almacenar y liberar gran cantidad de carbono en sus formas de CO2 (dióxido de carbono) y CH4 (metano), pero, por el momento, estos cuerpos de agua no son considerados dentro de los balances propuesto por el IPCC.

“Teniendo en cuenta que estos modelos subestiman el aporte de CO2 y CH4 en ecosistemas acuáticos diferentes a los ríos, se buscó aportar información adicional para contribuir a los esfuerzos internacionales para cuantificar sus emisiones en zonas húmedas tropicales”, dice el profesor Juan Gabriel León, doctor en Dominio de las Ciencias de la Tierra y el Medioambiente y profesor de la UN en Palmira.

Toma de muestras

Por esta razón, el Institut de Recherche pour le Développement (IRD) de Francia y la UN desarrollaron una iniciativa sobre la cuenca amazónica que se centró en efectuar dicha cuantificación en los lagos de Yahuarcaca, en inmediaciones de Leticia (Amazonas).

En la actualidad, según los investigadores, estos son alimentados por el arroyo del mismo nombre, que no representa más del 10% de las aguas que ingresan al sistema, las cuales dependen del régimen de precipitación local. El aumento del nivel del río Amazonas inunda todo el sistema lagunar durante casi cuatro meses al año.

Según Dora Martín, magíster en Estudios Amazónicos de la UN: “esta dinámica les confiere a los lagos una característica esencial, que tiene que ver con la enorme variación del nivel del agua con respecto al régimen hidrológico propio del cauce principal, es decir, una gran importancia ambiental por almacenar el agua”.

Así, cada quince días, en estos cuerpos de agua se tomaron las muestras para cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

“En cada punto se escogieron zonas de máxima profundidad para medir también características físicas y químicas, así como los GEI disueltos en el agua y los flujos. Igualmente, en la zona litoral de los reservorios donde la profundidad es inferior a 10 metros, hicimos el mismo trabajo adicionando la cuantificación de los GEI que salen por ebullición”, afirma el profesor León, director de la investigación.

Sí hay emisión

Si el IPCC no tiene en cuenta estos cuerpos de agua continental para la medición de los GEI porque la hipótesis es que estos lugares no los expiden, la investigación comprobó que los lagos de Yahuarcaca sí contribuyen de manera significativa a su emisión.

“En todas las estaciones, la evolución de concentraciones de CO2 y de CH4 es la misma y se comporta de la misma manera: en aguas altas estos gases se acumulan en el fondo de la columna de agua en cantidades considerables”, explica el profesor León.

En contraste, en épocas de poca agua, como en sequía, se halló que las concentraciones de oxígeno son más elevadas y las de CO2 más débiles. Esto, según el profesor Frederic Guerin, investigador del IRD en Francia, “puede resultar de un aporte mínimo de materia orgánica que viene de la cuenca, lo que limita la respiración del sistema acuático”.

Así, el experto afirma que los lagos estudiados liberan considerables cantidades de GEI, pues su zona de inundación expide entre 13 y 370 milimoles por metro cuadrado por día de CH4 y de CO2, así como 38 de CH4 por ebullición, que constituyen el 75% de los flujos de metano hacia la atmósfera.

Esta información ayudará a caracterizar mejor los ecosistemas que también contribuyen a las emisiones, los cuales, por lo general, son achacados solo a la actividad humana. Así, se tendrá un panorama real del papel que cumple la naturaleza en el calentamiento global, un fenómeno que, según esta clase de investigaciones científicas, es más normal de lo que se pensaba.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co