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Desarrollan en la UNAM pomada de propóleos para combatir micosis en animales.

 
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20 de Diciembre del 2012
Un producto de interés para la medicina y la industria farmacéutica es el propóleos, resina natural elaborada por las abejas, cuya función es recubrir las fisuras que se producen en sus panales; se le atribuyen efectos antiinflamatorios, inmunoestimulantes, hepatoprotectores, carcinoestáticos, antibacterianos, antivirales, anestésicos, de regeneración tisular y antifúngicos, principalmente.
En esta última propiedad centran sus estudios investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, encabezados por Tonatiuh Cruz y Amparo Londoño, que han desarrollado una pomada que, en combinación con otros productos, también elaborados con la sustancia (jabón sólido o líquido y champú), eliminan hongos causantes de enfermedades en la piel de algunas especies animales.
Además, el ungüento ha sido probado con éxito en humanos, por lo que los universitarios, basados en evidencias científicas, trabajan en el registro de su desarrollo como medicamento, y no sólo como un producto natural.
El propóleos es considerado uno de los mejores antibióticos naturales contra bacterias y parásitos como tricomonas vaginales, candida y estafilococo, así como en aquellos hongos causantes de tiñas. En laboratorio, los investigadores observaron que al colocar una dilución de la resina en las micosis en estudio, se deformó su pared y membrana celular.
Para eliminarla en piel de animales, la pomada se elaboró a base de las concentraciones que Amparo Londoño obtuvo del estudio con cepas micóticas, y en las formulaciones sugeridas por Liborio Carrillo, otro de los investigadores de esa unidad multidisciplinaria que participan en el proyecto.
El desarrollo ha sido probado con resultados positivos sobre Staphylococcus aureus (causante de mastitis) en bovinos, así como en dermatofitos (tiñas) en perros y caballos. Estos últimos fueron sometidos a protocolos de investigación y se les realizaron evaluaciones antes y después de higienizar la zona afectada con un jabón comercial a base de la misma sustancia natural, para posteriormente aplicar, por vía tópica, la pomada elaborada por los universitarios, con recuperación total.
El propósito de esta indagación, explicó Tonatiuh Cruz, es tratar y prevenir ese padecimiento en bovinos, cánidos y equinos, principalmente; pero también prueban el uso en enfermedades que afectan a conejos, ovinos, cerdos y especies silvestres como ajolotes afectados por Saprolegnia, “hongo que provoca que se enlamen y mueran”.
“Esta enfermedad afecta a 50 por ciento de los ajolotes, los tratamientos que les dan son de violeta de genciana o naranja de acridina, o algún antimicótico en pomada, lo que provoca que se irriten y mueran”, indicó.
En las pruebas de laboratorio se evaluó la actividad del propóleos y del itraconazol, antimicótico para ese hongo, y se observó que el primero lo inhibió en mayor medida.
Londoño es la encargada del estudio químico para determinar los componentes de la resina natural, producida en apiarios de la FES Cuautitlán, así como de los estados de Puebla, Guanajuato, Querétaro y Veracruz.
Como parte de esos análisis, los investigadores determinaron que por sus componentes, el producido en la entidad universitaria tiene buena actividad antifúngica, entre otras propiedades.
Se ha observado que el tratamiento tópico, previo lavado de la zona afectada con un jabón a base de esa resina natural, por un lapso de entre dos o tres semanas, permite que los animales se curen. “También, hemos manejado heridas y lesiones cutáneas en personas, que se han recuperado totalmente”.
Cruz apuntó que este producto también tiene un factor de crecimiento, demostrado en pollos, conejos, becerros y cerdos. Si se administra constantemente en dosis pequeñas, podrían desarrollarse mejor y se evitaría el suministro de hormonas y vitaminas para acelerar ese proceso.
En el país, la producción de propóleos, a diferencia de la miel, no es muy grande, por lo que con este proyecto se pretende estimular su obtención y uso, “pero también generarlo químicamente a través de los extractos de plantas que sirven de alimento a las abejas”, añadió.
Por último, detalló que el plus de la pomada elaborada por los universitarios son los estudios de control microbiológico y de estabilidad a los que se somete, que se aplicarán al jabón sólido y liquido, así como al champú, que aún se encuentran en fase de prototipo para estar en posibilidades de ofrecer productos de calidad, respaldados por esta casa de estudios.
Boletín UNAM-DGCS-782
Ciudad Universitaria.
Basados en evidencias científicas, los universitarios trabajan en su registro como medicamento, y no sólo como un producto natural.

Basados en evidencias científicas, los universitarios trabajan en su registro como medicamento, y no sólo como un producto natural.

20 de Diciembre del 2012

Un producto de interés para la medicina y la industria farmacéutica es el propóleos, resina natural elaborada por las abejas, cuya función es recubrir las fisuras que se producen en sus panales; se le atribuyen efectos antiinflamatorios, inmunoestimulantes, hepatoprotectores, carcinoestáticos, antibacterianos, antivirales, anestésicos, de regeneración tisular y antifúngicos, principalmente.

En esta última propiedad centran sus estudios investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, encabezados por Tonatiuh Cruz y Amparo Londoño, que han desarrollado una pomada que, en combinación con otros productos, también elaborados con la sustancia (jabón sólido o líquido y champú), eliminan hongos causantes de enfermedades en la piel de algunas especies animales.

Además, el ungüento ha sido probado con éxito en humanos, por lo que los universitarios, basados en evidencias científicas, trabajan en el registro de su desarrollo como medicamento, y no sólo como un producto natural.

El propóleos es considerado uno de los mejores antibióticos naturales contra bacterias y parásitos como tricomonas vaginales, candida y estafilococo, así como en aquellos hongos causantes de tiñas. En laboratorio, los investigadores observaron que al colocar una dilución de la resina en las micosis en estudio, se deformó su pared y membrana celular.

Para eliminarla en piel de animales, la pomada se elaboró a base de las concentraciones que Amparo Londoño obtuvo del estudio con cepas micóticas, y en las formulaciones sugeridas por Liborio Carrillo, otro de los investigadores de esa unidad multidisciplinaria que participan en el proyecto.

El desarrollo ha sido probado con resultados positivos sobre Staphylococcus aureus (causante de mastitis) en bovinos, así como en dermatofitos (tiñas) en perros y caballos. Estos últimos fueron sometidos a protocolos de investigación y se les realizaron evaluaciones antes y después de higienizar la zona afectada con un jabón comercial a base de la misma sustancia natural, para posteriormente aplicar, por vía tópica, la pomada elaborada por los universitarios, con recuperación total.

El propósito de esta indagación, explicó Tonatiuh Cruz, es tratar y prevenir ese padecimiento en bovinos, cánidos y equinos, principalmente; pero también prueban el uso en enfermedades que afectan a conejos, ovinos, cerdos y especies silvestres como ajolotes afectados por Saprolegnia, “hongo que provoca que se enlamen y mueran”.

“Esta enfermedad afecta a 50 por ciento de los ajolotes, los tratamientos que les dan son de violeta de genciana o naranja de acridina, o algún antimicótico en pomada, lo que provoca que se irriten y mueran”, indicó.

En las pruebas de laboratorio se evaluó la actividad del propóleos y del itraconazol, antimicótico para ese hongo, y se observó que el primero lo inhibió en mayor medida.

Londoño es la encargada del estudio químico para determinar los componentes de la resina natural, producida en apiarios de la FES Cuautitlán, así como de los estados de Puebla, Guanajuato, Querétaro y Veracruz.

Como parte de esos análisis, los investigadores determinaron que por sus componentes, el producido en la entidad universitaria tiene buena actividad antifúngica, entre otras propiedades.

Se ha observado que el tratamiento tópico, previo lavado de la zona afectada con un jabón a base de esa resina natural, por un lapso de entre dos o tres semanas, permite que los animales se curen. “También, hemos manejado heridas y lesiones cutáneas en personas, que se han recuperado totalmente”.

Cruz apuntó que este producto también tiene un factor de crecimiento, demostrado en pollos, conejos, becerros y cerdos. Si se administra constantemente en dosis pequeñas, podrían desarrollarse mejor y se evitaría el suministro de hormonas y vitaminas para acelerar ese proceso.

En el país, la producción de propóleos, a diferencia de la miel, no es muy grande, por lo que con este proyecto se pretende estimular su obtención y uso, “pero también generarlo químicamente a través de los extractos de plantas que sirven de alimento a las abejas”, añadió.

Por último, detalló que el plus de la pomada elaborada por los universitarios son los estudios de control microbiológico y de estabilidad a los que se somete, que se aplicarán al jabón sólido y liquido, así como al champú, que aún se encuentran en fase de prototipo para estar en posibilidades de ofrecer productos de calidad, respaldados por esta casa de estudios.

Boletín UNAM-DGCS-782

Ciudad Universitaria.

Medicamento para la epilepsia, en observación

 
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En la investigación, la doctora Rodríguez encontró problemas en toda la cadena de suministro de la carbamazepina.
En la investigación, la doctora Rodríguez encontró problemas en toda la cadena de suministro de la carbamazepina.

28 de marzo de 2012
El 77% de los pacientes pediátricos que sufren epilepsia y que son tratados con carbamazepina tienen problemas con su suministro, lo que los hace vulnerables a una crisis de la enfermedad.

A esta conclusión llegó Blanca Doris Rodríguez Clavijo, neuropediatra de la UN. En su trabajo de grado efectuó una farmacovigilancia intensiva para identificar, evaluar y proponer soluciones a los problemas de eficacia y seguridad que se presentan entre los pacientes pediátricos tratados con este fármaco antiepiléptico.

“En el estudio se evaluaron 181 pacientes con epilepsia focal. Se encontró que el 77% de los evaluados tuvo problemas con el suministro del medicamento: un 62% necesitó interponer tutela para que se lo entregaran; el 55% tuvo problemas con la fórmula médica; y un 50% no reclamó los medicamentos por enfermedad”, revela la médica. Asimismo, durante su práctica del ejercicio médico en Urgencias de la Liga Central Contra la Epilepsia, identificó que el motivo de consulta más frecuente era la solicitud del cambio de los medicamentos.

Por esta inquietud, la neuropediatra realizó la investigación, que arrojó que el 61,3% de los pacientes interfiere la toma de la dosis por problemas de uso como falta de adherencia, olvido o dificultad para cumplir los horarios. La médica agrega que el 49,7% consume los medicamentos de forma adecuada y un 9% los guarda o transporta de manera inadecuada, lo que puede afectar la eficiencia de la droga.

“Al evaluar cómo les iba a estos niños con la carbamazepina (con la prescripción, la dosis y el uso racional de esta), se encuentra que los pacientes no le dicen toda la verdad al médico y que el corto tiempo de consulta no le permite al galeno preguntarles tampoco”, manifiesta. Y añade que en la investigación se encontraron problemas con el suministro del medicamento en toda la cadena.

De los evaluados en el estudio, el 71% de los pacientes corresponde al régimen de beneficiarios, mientras que un 14% no tienen ningún tipo de vinculación con el sistema de seguridad social. “Por su condición socioeconómica, quienes tienen dificultad para el acceso a los beneficios de la seguridad social son más vulnerables a un descontrol de la enfermedad”, anota la médica.

Estado de crisis

En el estudio se evaluó el control de crisis desde el comienzo del tratamiento con carbamazepina: 8 pacientes presentaron un 60% de control de crisis;  53 pacientes, un 70%; 43 pacientes, un 80%; 37 pacientes, un 90%; y 40 pacientes, un 100%.

Respecto de las reacciones adversas al medicamento (RAM), según la investigación, el 18% de los evaluados presentaron erupción cutánea (que puede modificar el color o textura de la piel). “Esta cifra, aunque aparentemente baja, puede ser preocupante porque la aparición de erupción cutánea (rash) asociada a la carbamazepina está entre un 5% y un 8% de los pacientes y, en raros casos, esta podría progresar a una dermatitis exfoliativa o reacción diseminada”, precisa la neuropediatra.

Recomendaciones

Rodríguez Clavijo destaca la necesidad de que las empresas farmacéuticas no cambien la presentación de los medicamentos, pues esto puede significar un riesgo de crisis: “Se les debe plantear a las instituciones, a las farmacias y a los médicos especialistas tratantes la necesidad de mantener una misma marca comercial, por lo menos durante un año, para evitar el descontrol de la enfermedad por cambios en la biodisponibilidad”.

Para contrarrestar estos resultados y lograr un cambio significativo en toda la cadena del medicamento, la neuropediatra resalta que, en cuanto a los aspectos sociales, se debe hacer algo ante la falta de grupos de investigación, la desmotivación por razones económicas y la necesidad de interponer tutela para que el medicamento sea entregado.

“Proponemos crear un programa de educación de epilepsia que contribuya a aumentar significativamente el conocimiento sobre la enfermedad, así como las actitudes positivas, del grupo de intervención. Asimismo, proponemos una adecuada orientación en el suministro, uso y detección temprana de problemas farmacológicos”, afirma la neuropediatra.

Resalta, además, la importancia de hacer seguimiento a los medicamentos, para evaluar su efectividad, adherencia y efectos  secundarios y, de ese modo, contribuir a mejorar la calidad de vida de la población pediátrica con epilepsia. “El seguimiento farmacoterapéutico permite identificar, prevenir y resolver los problemas que se pueden presentar en toda la cadena del medicamento, así como proponer estrategias de solución individuales”, concluye la médica, que en la investigación contó con la dirección de Julián López, docente de Farmacia de la UN.

Otras cifras

Los problemas de suministro se identificaron en el 75% de los pacientes entrevistados: un 22% tiene problemas porque alguna enfermedad diagnosticada no tiene tratamiento farmacológico; un 35% afirma que tiene que interponer tutela para que le entreguen el medicamento; el 1% de los pacientes no tenía dinero para movilizarse a reclamar los medicamentos; el 24% estaba enfermo y no había quién se los reclamara; un 27% no dispone de tiempo para ir a reclamar los medicamentos; a un 12% no le entregaron los medicamentos por problemas en la fórmula médica; un 28% no encontró el medicamento en la farmacia; y un 18,2% tuvo problemas con la entrega completa y oportuna de la droga.

Los principales problemas con el uso de la carbamazepina son su falta de adherencia (60%), el que ocasionan alguna RAM (que desmotiva al paciente), el incumplimiento de los horarios y problemas sentimentales, familiares o económicos.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Método preciso para detectar atropina en la sangre

 
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La atropina es un alcaloide que se encuentra en las semillas de ciertas plantas como la Atropa belladonna.
La atropina es un alcaloide que se encuentra en las semillas de ciertas plantas como la Atropa belladonna.

20 de enero de 2012

Estudiantes del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional desarrollaron un método para hallar atropina en la sangre y así poder identificar casos de intoxicación con esta sustancia.

La atropina es un alcaloide que normalmente se encuentra en las semillas de ciertas plantas, como la Atropa belladonna, y que se usa como medicamento.

En casos donde se hacen fumigaciones con pesticidas hay personas que resultan intoxicadas; en estas circunstancias, se utiliza la atropina como antídoto. También es usada en los exámenes oftalmológicos para dilatar las pupilas y, en pocas ocasiones, es empleada para algunas cardiopatías.

Sin embargo, como medicamento en exceso o sin estar formulado puede producir intoxicación. Hasta ahora, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses no tenía la forma de determinar si una persona había sido afectada por esta sustancia.

En este caso, se desarrolló y validó una metodología altamente sensible para la detección de atropina en la sangre, empleando condiciones cromatográficas en las que se separan sus  distintos componentes para identificarlos y determinar sus cantidades precisas. Bajo estas condiciones, el método permite la cuantificación precisa del alcaloide, si lo hay, en el orden de nanogramos (cantidades muy pequeñas), y un resultado exacto si la persona tiene (o no) una concentración terapéutica o letal, resultado altamente útil en el análisis forense.

La atropina, al igual que la escopolamina, es una amina terciaria lípido soluble capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y ejercer algunos efectos sobre el sistema nervioso central. Del mismo modo, puede causar un síndrome central anticolinérgico, que se caracteriza por una progresión de síntomas, que van desde la desazón y alucinaciones hasta la sedación e inconsciencia.

Emilse Vargas, estudiante de Farmacia de la UN, y quien ayudó a desarrollar este método, explicó cómo puede afectar la atropina: “Tiende primero a deprimir y luego a excitar el sistema nervioso. Primero hay una inhibición de la frecuencia cardiaca y después un aumento. Puede presentarse visión borrosa, así como una disminución del movimiento intestinal y del control sobre la vejiga y el estómago”.

En los niños se puede presentar intoxicación por atropina en un caso de destilación conjuntival (así se llama cuando se aplican gotas en los ojos). Es probable que el alcaloide pase del ojo al conducto lagrimal, de aquí a la mucosa nasal y que, posteriormente, se absorba al cuerpo. Para un niño, 10 miligramos –dosis muy pequeña– pueden ser letales.

Desde ahora, Medicina Legal podrá –a través de este método–, determinar y decir, ante los jueces o la entidad correspondiente, si hubo o no una intoxicación por atropina.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co