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Desarrollan en la UNAM nuevas técnicas para detectar clembuterol en ganado bovino

 
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El uso del clembuterol para la engorda de ganado bovino es un riesgo para la salud de los consumidores.
El uso del clembuterol para la engorda de ganado bovino es un riesgo para la salud de los consumidores.

16 de Agosto de 2012

El uso del clembuterol para la engorda de ganado bovino es un riesgo para la salud de los consumidores. En México está tipificado como delito por la Ley Federal de Sanidad Animal, por tener propiedades que modifican la masa muscular y acumularse en el tejido de estos mamíferos.

Un caso vinculado con esta sustancia ocurrió en julio de 2010. España celebraba el campeonato del Mundial de Sudáfrica hasta que una noticia cimbró la península ibérica: el ciclista Alberto Contador fue sancionado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo al dar positivo en los controles antidoping del Tour de Francia. La medida significó una expulsión de dos años de toda competencia y el despojo de sus triunfos en la justa gala y el Giro de Italia 2011.

Al ser utilizado para obtener ejemplares más grandes y con menos grasa, el clembuterol provoca intoxicación de quienes se alimentan con carne y vísceras. Por ello, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y la Secretaría de Salud (SSA) trabajan en medidas de vigilancia sanitaria coordinadas para desalentar su uso.

De 2002 a 2008, según los datos disponibles, se registraron dos mil 130 casos de intoxicación en el país. En este contexto, Luis Ángel Marbán Escamilla, de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, desarrolla un método amigable con el ambiente, económico y con resultados confiables para determinar su presencia en el hígado bovino, mediante técnicas de microextracción.

Al respecto, Francisco Rojo Callejas, asesor del proyecto e integrante del Departamento de Química Analítica de esa entidad, explicó que su uso se debe a la necesidad de los ganaderos de incrementar el lucro en el menor tiempo posible, en detrimento de la salud de los consumidores. Su utilización está relacionada con problemas cardiovasculares, entre otros padecimientos, advirtió.

La técnica

En su niñez, Marbán Escamilla se asombró al ver a un toro demasiado grande, de musculatura exagerada. Al preguntar a su abuelo por qué tal aspecto, se enteró de que existían procedimientos ilegales para engordar al ganado, como el uso de la sustancia referida. “Al integrarme al laboratorio, decidí realizar mi tesis de licenciatura sobre esta problemática”, recordó el universitario.

Rojo Callejas adelantó que la investigación Determinación de Presencia de Clembuterol en Hígado de Bovinos mediante Técnicas de Microextracción, está en fase de desarrollo. La parte analítica ya concluyó y en esta etapa trabajamos en el tratamiento de las muestras, agregó.

El procedimiento puede realizarse en fase sólida y líquida. En la primera, se utiliza una fibra de polidimetilsiloxano/divinilbenceno (PDMS/DVB) con baja polaridad; con ella es posible cuantificar su presencia en las muestras.

La fibra de PDMS/DVB es colocada en un recipiente con la muestra tomada del hígado del animal, expuesto al calor. Después de este proceso, es analizada en el cromatógrafo de gases acoplado a un espectrómetro de masas.

Rojo Callejas explicó que en el caso de la técnica en fase líquida se utiliza fibra hueca, de paredes muy delgadas, colocada en la punta de una jeringa de cromatografía llena de disolvente. El líquido contenido en el dispositivo, al entrar en contacto con la muestra, intercambia los compuestos de interés, en este caso, el clembuterol.

Los métodos oficiales utilizan grandes volúmenes de disolventes y resultan muy costosos y poco amigables con el ambiente. “Lo que buscamos en el laboratorio es proponer al sector salud técnicas más rápidas y económicas para analizar un mayor número de muestras y tener mayor control para evitar la venta clandestina del compuesto”, concluyó.

Boletín UNAM-DGCS-503
Ciudad Universitaria.

Logra Alfonso Mondragón, del Instituto de Física, predecir la masa de los neutrinos

 
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Alfonso Mondragón, del Instituto de Física, recibió el Premio a la Investigación Científica de la Sociedad Mexicana de Física.
Alfonso Mondragón, del Instituto de Física, recibió el Premio a la Investigación Científica de la Sociedad Mexicana de Física.

30 de noviembre de 2011

• Por la originalidad y relevancia de ese trabajo, así como por su vasta trayectoria ligada a la UNAM desde 1954, recibió el Premio a la Investigación Científica de la Sociedad Mexicana de Física

Los neutrinos son partículas subatómicas que no se pueden ver y son difíciles de detectar, pues no tienen carga eléctrica y casi no tienen masa. Hay tres especies que difieren entre sí sólo por el valor de las masas.

“Nos atraviesan constantemente, pero no son afectados por las fuerzas electromagnéticas, no los podemos manipular fácilmente aunque se produzcan en un reactor nuclear”, explicó Alfonso Mondragón Ballesteros, investigador del Instituto de Física (IF) de la UNAM, desde 1954.

Por un trabajo teórico en el que calculó las masas de los neutrinos, que no son nulas como se pensaba, y por desarrollar una predicción de sus valores, el universitario recibió el Premio a la Investigación Científica 2011 de la Sociedad Mexicana de Física (SMF), a la que pertenece desde su fundación, en 1951.

“Yo era estudiante de segundo o tercer año en la UNAM y se fundó la Sociedad. Recuerdo que en Guadalajara se celebró su Primer Congreso de Física, al que asistimos un grupo de alumnos que nos anotamos como miembros de número. Así que me siento muy contento y satisfecho de ser reconocido por mis compañeros”, dijo, en entrevista.

Del experimento a la teoría

Hasta hace 11 años se pensaba que los neutrinos tenían masas nulas, pues así lo indicaban los datos experimentales. “Pero se descubrió que no es así, que tienen volúmenes muy pequeños, y se hicieron esfuerzos por incluirlos en la teoría”, recordó.

Junto con Jizuke Kubo, de la Universidad Kamagawa de Japón; su hija Myriam Mondragón y su discípulo Ezequiel Rodríguez, del Instituto de Física, encabezó uno de los primeros grupos que publicaron una extensión mínima basada en la simetría de un triángulo equilátero llamado Modelo Estándar, la teoría actualmente vigente de las partículas y las fuerzas elementales.

“Para evitar que el número de parámetros de la teoría aumentara, incluimos una simetría que había encontrado previamente al estudiar las masas de los quarks (uno de los constituyentes fundamentales de la materia). Así supimos que los datos experimentales eran compatibles con las propiedades de simetría de un triángulo equilátero. Es un hallazgo importante porque simplifica la teoría”, indicó.

En el Modelo Estándar los neutrinos estaban considerados sin masa. “Se consideraba que no tenían, pues ésta era muy pequeña comparada con las de otras partículas. Y no fue sino hasta que las técnicas experimentales se desarrollaron, que finalmente se descubrieron las oscilaciones de neutrinos entre estados de “sabor”, fenómeno interesante que da una indicación muy clara de que tienen masa, aunque sólo se pueda medir de forma indirecta”, señaló.

Vocación por la física

Interesado desde niño en la física, descubrió su gran facilidad para las matemáticas y Alfonso Mondragón afianzó su vocación en su natal Toluca en la preparatoria del Instituto Científico y Literario Autónomo, con un profesor que era ingeniero, pero daba clases con temas actuales como la física nuclear, la estructura de la materia y la mecánica cuántica.

“Decidí aprender más. Ya en la Ciudad de México me inscribí en la UNAM como ingeniero y supe que existía la carrera de Física en el Palacio de Minería, en la Escuela de Ingenieros. Luego nos cambiamos a Ciudad Universitaria, y los de Ciencias fuimos los primeros estudiantes en tomar clases en la nueva sede”, recordó.

Como alumno lo contrataron en el IF, donde es investigador desde 1957. “Entré a la UNAM y no volví a salir de ella. Sólo me falta el número de inventario. Yo soy de aquí”, finalizó.
Créditos: unam.mx/boletin/705/2011