


Bogotá D. C., nov. 27 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Las innovaciones tecnológicas han mejorado la gestión de desastres en todas sus etapas (mitigación, preparación, intervención y recuperación), pero su incidencia debe ser más amplia y positiva.
Durante el foro “Conocimiento y reducción de desastres naturales” organizado por el Instituto de Ingenieros Electrónicos de la Universidad Nacional de Colombia, en el que participaron representantes de la Corporación Autónoma Regional (CAR), la Cruz Roja, el CEPRAE y la Secretaría Distrital de Ambiente, se dio a conocer el papel que desempeña la Universidad en la toma de medidas correctivas y preventivas en cuanto a desastres naturales y la importancia de los avances tecnológicos.
En la actualidad, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la acción humanitaria permiten identificar las necesidades con mayor prontitud y predecir las crisis de forma más adecuada, lo que favorece intervenciones más eficaces.
Las comunicaciones dirigidas a las comunidades en peligro han mejorado gracias a los avances en la conectividad en las redes sociales, pero los cambios significativos para la acción humanitaria no solo surgen de las tecnologías sino también de la convergencia de actividades más eficaces y de los recursos necesarios para realizarlas.
Colombia, tierra con un sinfín de amenazas
Las inundaciones son el desastre al que más está sometido y expuesto el país, debido al fenómeno de El Niño y de La Niña y a la gran cantidad de viviendas situadas en zonas de alto riesgo.
Colombia, además de inundaciones, debe prestar atención a sismos, volcanes (con cuatro activos: Galeras, Ruiz, Huila y Cerro Machín), tsunamis, derrumbes, huracanes (sobre todo en San Andrés Islas), incendios forestales, vendavales y problemas de orden público.
Retos de las universidades en esta materia
Para Marinson Buitrago, subdirector Operativo de la Cruz Roja, Colombia es un país en donde la colaboración proveniente de las instituciones de educación superior es poca debido a los altos riesgos de desastres naturales.
“Nosotros trabajamos permanentemente con universidades y son grandes aliadas en nuestra lucha por mejorar la calidad de vida de las personas, y por potenciar la eficacia de nuestros proyectos y la prevención de desastres. Sin embargo, no se han dado cuenta de que su papel debe ser el de líderes y, por tanto, su aporte también debe ser mayor al que actualmente brindan”, afirmó Buitrago.
Créditos: UNAL-702-2013
Bogotá D. C., nov. 27 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Las innovaciones tecnológicas han mejorado la gestión de desastres en todas sus etapas (mitigación, preparación, intervención y recuperación), pero su incidencia debe ser más amplia y positiva.
Durante el foro “Conocimiento y reducción de desastres naturales” organizado por el Instituto de Ingenieros Electrónicos de la Universidad Nacional de Colombia, en el que participaron representantes de la Corporación Autónoma Regional (CAR), la Cruz Roja, el CEPRAE y la Secretaría Distrital de Ambiente, se dio a conocer el papel que desempeña la Universidad en la toma de medidas correctivas y preventivas en cuanto a desastres naturales y la importancia de los avances tecnológicos.
En la actualidad, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la acción humanitaria permiten identificar las necesidades con mayor prontitud y predecir las crisis de forma más adecuada, lo que favorece intervenciones más eficaces.
Las comunicaciones dirigidas a las comunidades en peligro han mejorado gracias a los avances en la conectividad en las redes sociales, pero los cambios significativos para la acción humanitaria no solo surgen de las tecnologías sino también de la convergencia de actividades más eficaces y de los recursos necesarios para realizarlas.
Colombia, tierra con un sinfín de amenazas
Las inundaciones son el desastre al que más está sometido y expuesto el país, debido al fenómeno de El Niño y de La Niña y a la gran cantidad de viviendas situadas en zonas de alto riesgo.
Colombia, además de inundaciones, debe prestar atención a sismos, volcanes (con cuatro activos: Galeras, Ruiz, Huila y Cerro Machín), tsunamis, derrumbes, huracanes (sobre todo en San Andrés Islas), incendios forestales, vendavales y problemas de orden público.
Retos de las universidades en esta materia
Para Marinson Buitrago, subdirector Operativo de la Cruz Roja, Colombia es un país en donde la colaboración proveniente de las instituciones de educación superior es poca debido a los altos riesgos de desastres naturales.
“Nosotros trabajamos permanentemente con universidades y son grandes aliadas en nuestra lucha por mejorar la calidad de vida de las personas, y por potenciar la eficacia de nuestros proyectos y la prevención de desastres. Sin embargo, no se han dado cuenta de que su papel debe ser el de líderes y, por tanto, su aporte también debe ser mayor al que actualmente brindan”, afirmó Buitrago.
Créditos: UNAL-702-2013