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Roya blanca afecta cultivos de crisantemo en Antioquia.

 
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22 de Enero del 2013
Científicos de la UN reportaron esta enfermedad en el oriente antioqueño. Dadas las repercusiones económicas y sociales que tendrá en el sector floricultor, se avanza en su erradicación.
El oriente antioqueño es el principal productor y exportador de crisantemo a Estados Unidos. En sus predios hay alrededor de 800 hectáreas cultivadas. Hasta hace poco, estas flores se encontraban libres de roya blanca, pero investigadores de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín detectaron la presencia de la enfermedad en la región.
El mal es producido por el hongo Puccinia horiana henn, que se alimenta de la planta y, después de varios días, produce pústulas (sarpullido similar a la viruela). Se manifiesta con manchas circulares de color verde amarillento y, en las hojas, con un pequeño hundimiento en el haz y gránulos blancos y cremosos en el envés, en los cuales se producen las esporas (que pueden contagiar nuevas plantas). Los síntomas se presentan entre siete y diez días después de ocurrida la infección.
El hongo se dispersa hacia otros materiales vegetales vivos por la capacidad de las esporas de adherirse a la ropa y a la piel o de propagarse por el agua, el viento y herramientas que hayan estado en contacto con partes infectadas de la planta. El patógeno invade los tejidos hasta debilitarlos.
Desde hace varios años los expertos de la UN asesoran y acompañan en cuestiones técnico-científicas a los floricultores agremiados en Asocolflores. Precisamente, fue gracias a la pericia de los docentes Pablo Buriticá Céspedes y Mauricio Salazar como se pudo descubrir, de manera inmediata, la presencia de la roya blanca y emprender acciones para erradicarla.
“Gracias al liderazgo de la UN en el estudio de las enfermedades de las plantas, se han logrado identificar alrededor de 500 especies de roya, entre las cuales se encuentran, además de la roya blanca del crisantemo, la de la cebolla y la del gladiolo”, cuenta el profesor Buriticá Céspedes.
Detección del patógeno
Según el docente, el hongo fue identificado con base en sus características morfológicas. “Son parásitos obligados (que atacan únicamente al crisantemo y a la planta viva) y altamente epidémicos”, explica.
El brote se presentó en diez fincas dedicadas a la exportación y en una que abastece el mercado nacional, ubicadas en veredas del municipio de La Ceja. El hallazgo oficial se reportó en un predio de Rionegro, que corresponde al mismo corredor de distribución de la enfermedad, según cuenta Emilio Arévalo Peñaranda, director técnico de Epidemiología y Vigilancia Fitosanitaria del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
“En su momento, todos los sitios afectados fueron puestos en cuarentena; pero, a la fecha, solo hay dos. Esperamos levantarla una vez que se cumplan todas las medidas que aseguren la protección de los cultivos. Ya han pasado varias semanas sin que observemos la enfermedad, y confiamos en mantener la condición de Antioquia como un área libre de roya blanca del crisantemo”, afirma.
Y agrega: “Como consecuencia de las clausuras temporales, algunas fincas perdieron su producción y sus empresas sufrieron pérdidas cuantiosas. No obstante, los propietarios y sus equipos técnicos emprendieron todas las acciones pertinentes, lo que ha permitido avanzar significativamente en su eliminación”.
Medidas de control
Erradicarla es el principal objetivo. Para lograrlo, floricultores, investigadores y autoridades desarrollan diferentes iniciativas. “Una de ellas es muestrear toda la zona, porque el patógeno no está en toda la región ni en todos los cultivos. Entonces, queremos apoyar a quienes no lo tienen para que no los afecte”, señala el profesor Buriticá Céspedes.
Al respecto, Arévalo Peñaranda informa que el plan de monitoreo y contingencia establecido por el ICA contempla, entre otras medidas: destruir las plantas de pompón y crisantemo, en sus diferentes fases de desarrollo, sembradas en las áreas afectadas; y prohibir la comercialización total de los cultivos afectados, en cualquiera de sus etapas fenológicas.
Asimismo, se avanza en acciones preventivas: utilizar siempre esquejes (fragmentos de plantas con fines reproductivos) de procedencia conocida; evitar la humedad relativamente alta dentro del invernadero; aplicar plaguicidas y efectuar el riego temprano en la mañana, para que las plantas estén secas al anochecer; mantener en buen estado el invernadero, con buena ventilación y plásticos completos (sin rotos ni goteras); e implementar estrictamente controles sanitarios y prácticas culturales de carácter general.
“Es indispensable eliminar los residuos vegetales (soca) dentro y alrededor de los invernaderos; usar fungicidas curativos y preventivos; monitorear permanentemente todo el cultivo; y tener alejadas las plantas madres del cultivo de flor para corte”, explica Arévalo Peñaranda.
Según el profesor Buriticá Céspedes, es fundamental tener en cuenta que Estados Unidos no acepta crisantemos con roya blanca. Por eso, todas las acciones están orientadas a garantizar que la flor no tenga ni el más mínimo brote. “Si no nos compran el crisantemo, este negocio, de gran provecho para la región, se acaba, porque no tendremos clientes”.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El hongo Puccinia horiana henn causa manchas en las hojas de la flor.

El hongo Puccinia horiana henn causa manchas en las hojas de la flor.

22 de Enero del 2013

Científicos de la UN reportaron esta enfermedad en el oriente antioqueño. Dadas las repercusiones económicas y sociales que tendrá en el sector floricultor, se avanza en su erradicación.

El oriente antioqueño es el principal productor y exportador de crisantemo a Estados Unidos. En sus predios hay alrededor de 800 hectáreas cultivadas. Hasta hace poco, estas flores se encontraban libres de roya blanca, pero investigadores de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín detectaron la presencia de la enfermedad en la región.

El mal es producido por el hongo Puccinia horiana henn, que se alimenta de la planta y, después de varios días, produce pústulas (sarpullido similar a la viruela). Se manifiesta con manchas circulares de color verde amarillento y, en las hojas, con un pequeño hundimiento en el haz y gránulos blancos y cremosos en el envés, en los cuales se producen las esporas (que pueden contagiar nuevas plantas). Los síntomas se presentan entre siete y diez días después de ocurrida la infección.

El hongo se dispersa hacia otros materiales vegetales vivos por la capacidad de las esporas de adherirse a la ropa y a la piel o de propagarse por el agua, el viento y herramientas que hayan estado en contacto con partes infectadas de la planta. El patógeno invade los tejidos hasta debilitarlos.

Desde hace varios años los expertos de la UN asesoran y acompañan en cuestiones técnico-científicas a los floricultores agremiados en Asocolflores. Precisamente, fue gracias a la pericia de los docentes Pablo Buriticá Céspedes y Mauricio Salazar como se pudo descubrir, de manera inmediata, la presencia de la roya blanca y emprender acciones para erradicarla.

“Gracias al liderazgo de la UN en el estudio de las enfermedades de las plantas, se han logrado identificar alrededor de 500 especies de roya, entre las cuales se encuentran, además de la roya blanca del crisantemo, la de la cebolla y la del gladiolo”, cuenta el profesor Buriticá Céspedes.


Detección del patógeno

Según el docente, el hongo fue identificado con base en sus características morfológicas. “Son parásitos obligados (que atacan únicamente al crisantemo y a la planta viva) y altamente epidémicos”, explica.

El brote se presentó en diez fincas dedicadas a la exportación y en una que abastece el mercado nacional, ubicadas en veredas del municipio de La Ceja. El hallazgo oficial se reportó en un predio de Rionegro, que corresponde al mismo corredor de distribución de la enfermedad, según cuenta Emilio Arévalo Peñaranda, director técnico de Epidemiología y Vigilancia Fitosanitaria del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

“En su momento, todos los sitios afectados fueron puestos en cuarentena; pero, a la fecha, solo hay dos. Esperamos levantarla una vez que se cumplan todas las medidas que aseguren la protección de los cultivos. Ya han pasado varias semanas sin que observemos la enfermedad, y confiamos en mantener la condición de Antioquia como un área libre de roya blanca del crisantemo”, afirma.

Y agrega: “Como consecuencia de las clausuras temporales, algunas fincas perdieron su producción y sus empresas sufrieron pérdidas cuantiosas. No obstante, los propietarios y sus equipos técnicos emprendieron todas las acciones pertinentes, lo que ha permitido avanzar significativamente en su eliminación”.


Medidas de control

Erradicarla es el principal objetivo. Para lograrlo, floricultores, investigadores y autoridades desarrollan diferentes iniciativas. “Una de ellas es muestrear toda la zona, porque el patógeno no está en toda la región ni en todos los cultivos. Entonces, queremos apoyar a quienes no lo tienen para que no los afecte”, señala el profesor Buriticá Céspedes.

Al respecto, Arévalo Peñaranda informa que el plan de monitoreo y contingencia establecido por el ICA contempla, entre otras medidas: destruir las plantas de pompón y crisantemo, en sus diferentes fases de desarrollo, sembradas en las áreas afectadas; y prohibir la comercialización total de los cultivos afectados, en cualquiera de sus etapas fenológicas.

Asimismo, se avanza en acciones preventivas: utilizar siempre esquejes (fragmentos de plantas con fines reproductivos) de procedencia conocida; evitar la humedad relativamente alta dentro del invernadero; aplicar plaguicidas y efectuar el riego temprano en la mañana, para que las plantas estén secas al anochecer; mantener en buen estado el invernadero, con buena ventilación y plásticos completos (sin rotos ni goteras); e implementar estrictamente controles sanitarios y prácticas culturales de carácter general.

“Es indispensable eliminar los residuos vegetales (soca) dentro y alrededor de los invernaderos; usar fungicidas curativos y preventivos; monitorear permanentemente todo el cultivo; y tener alejadas las plantas madres del cultivo de flor para corte”, explica Arévalo Peñaranda.

Según el profesor Buriticá Céspedes, es fundamental tener en cuenta que Estados Unidos no acepta crisantemos con roya blanca. Por eso, todas las acciones están orientadas a garantizar que la flor no tenga ni el más mínimo brote. “Si no nos compran el crisantemo, este negocio, de gran provecho para la región, se acaba, porque no tendremos clientes”.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Desecho de hongo puede nutrir pollos e incluso seres humanos.

 
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1 de Octubre 2012
Investigadores de la UN encontraron propiedades nutricionales, anticancerígenas y antimicrobianas en el estípite del hongo shiitake, que actualmente es desechado por los fungicultores.
“El estípite es lo que la gente ve como el tallo del hongo, que no lo es en realidad porque este no es una planta. Es tremendamente fibroso, pero no se consume. Así que los fungicultores lo tienen que botar y lo dejan descomponer. Y eso trae contaminación ambiental y malos olores, entre otros”, explica la profesora Ivonne Nieto Ramírez, del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias de la UN en Bogotá.
El shiitake es un hongo que se está añadiendo a los ingredientes que usan los restaurantes gourmet, y tiene un sabor más fuerte que el del champiñón. Dadas las propiedades de su estípite, los investigadores pensaron en utilizarlo como alimento de pollos de engorde y de aves en general.
La docente indica que la investigación buscó determinar si funcionaba nutricionalmente, si ayudaba a proteger la salud del animal y si contribuía a su desarrollo y crecimiento.
Así, estudiaron su actividad biológica, y encontraron que tiene propiedades antibióticas. Además, concluyeron que se puede introducir como ingrediente en la dieta de pollos con dos grandes ventajas.
La primera es su carácter antibiótico. “Estamos ayudando a los avicultores porque, dado que este alimento tiene compuestos con actividad antibiótica, van a tener que darles menos fármacos a lo largo del tiempo de desarrollo. Y esto hace que el costo de producir el pollo sea menor y la ganancia, mayor”, señala la profesora.
La segunda es su riqueza nutricional. Esta permite que los avicultores reduzcan la cantidad de suplementos de calcio y fósforo que suministran a los animales cuando los alimentan únicamente con concentrado, pues el estípite tiene muchísimo más contenido de estos minerales que cereales como el sorgo, el maíz y la soya, entre otros. Eso también reduce costos.
“Lo que encontramos corresponde a los resultados de la primera fase del estudio. La comprobación de nuestra hipótesis la dará una tesis doctoral que se adelantará en la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. En esta se evaluará el comportamiento de los pollos cuando estén recibiendo la formulación: si la pueden digerir bien, si efectivamente disminuye el consumo de antibióticos, si se tienen que suplementar menos con calcio y con fósforo, entre otros aspectos”, indica la profesora Nieto Ramírez.
También se debe establecer la cantidad del estípite que debe tener la dieta, “porque, si estamos adicionando mucho antibiótico todos los días, pueden crearse resistencias; entonces, en lugar de hacer algo bueno, estaríamos haciendo algo malo”.
El estudio
La investigación duró dos años y medio y es el resultado de una tesis de grado de la Maestría en Ciencias (línea de Química) desarrollada por la estudiante Janeth Rocío Rojas Luna.
Usando diferentes solventes, se extrajeron los metabolitos, así como los compuestos que salen en algunos de estos, y se estudiaron los que mostraban actividad antimicrobiana.
Estos fueron probados contra las bacterias que generalmente atacan a los pollos y mostraron buena actividad contra estas. Además, encontraron que no atacan a bacterias benéficas para la flora intestinal del animal, lo que la profesora califica como muy bueno.
“Nos dimos cuenta de que es tan bueno que es mucho mejor para los humanos que para los pollos. Una de las conclusiones es que deberíamos pensar más bien en utilizar ese estípite para producir galletas con alto contenido de fibra y bajo de grasa; pues esa fibra tiene actividad anticáncer y estimula el sistema inmune. Ahora que se está regresando a todo lo natural, este producto podría regular la función digestiva y evitar la incidencia del cáncer de colon”, concluye.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El estípite del shiitake puede usarse para alimentar pollos de engorde y aves en general.

El estípite del shiitake puede usarse para alimentar pollos de engorde y aves en general.

1 de Octubre 2012

Investigadores de la UN encontraron propiedades nutricionales, anticancerígenas y antimicrobianas en el estípite del hongo shiitake, que actualmente es desechado por los fungicultores.

“El estípite es lo que la gente ve como el tallo del hongo, que no lo es en realidad porque este no es una planta. Es tremendamente fibroso, pero no se consume. Así que los fungicultores lo tienen que botar y lo dejan descomponer. Y eso trae contaminación ambiental y malos olores, entre otros”, explica la profesora Ivonne Nieto Ramírez, del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias de la UN en Bogotá.

El shiitake es un hongo que se está añadiendo a los ingredientes que usan los restaurantes gourmet, y tiene un sabor más fuerte que el del champiñón. Dadas las propiedades de su estípite, los investigadores pensaron en utilizarlo como alimento de pollos de engorde y de aves en general.

La docente indica que la investigación buscó determinar si funcionaba nutricionalmente, si ayudaba a proteger la salud del animal y si contribuía a su desarrollo y crecimiento.

Así, estudiaron su actividad biológica, y encontraron que tiene propiedades antibióticas. Además, concluyeron que se puede introducir como ingrediente en la dieta de pollos con dos grandes ventajas.

La primera es su carácter antibiótico. “Estamos ayudando a los avicultores porque, dado que este alimento tiene compuestos con actividad antibiótica, van a tener que darles menos fármacos a lo largo del tiempo de desarrollo. Y esto hace que el costo de producir el pollo sea menor y la ganancia, mayor”, señala la profesora.

La segunda es su riqueza nutricional. Esta permite que los avicultores reduzcan la cantidad de suplementos de calcio y fósforo que suministran a los animales cuando los alimentan únicamente con concentrado, pues el estípite tiene muchísimo más contenido de estos minerales que cereales como el sorgo, el maíz y la soya, entre otros. Eso también reduce costos.

“Lo que encontramos corresponde a los resultados de la primera fase del estudio. La comprobación de nuestra hipótesis la dará una tesis doctoral que se adelantará en la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. En esta se evaluará el comportamiento de los pollos cuando estén recibiendo la formulación: si la pueden digerir bien, si efectivamente disminuye el consumo de antibióticos, si se tienen que suplementar menos con calcio y con fósforo, entre otros aspectos”, indica la profesora Nieto Ramírez.

También se debe establecer la cantidad del estípite que debe tener la dieta, “porque, si estamos adicionando mucho antibiótico todos los días, pueden crearse resistencias; entonces, en lugar de hacer algo bueno, estaríamos haciendo algo malo”.

El estudio

La investigación duró dos años y medio y es el resultado de una tesis de grado de la Maestría en Ciencias (línea de Química) desarrollada por la estudiante Janeth Rocío Rojas Luna.

Usando diferentes solventes, se extrajeron los metabolitos, así como los compuestos que salen en algunos de estos, y se estudiaron los que mostraban actividad antimicrobiana.

Estos fueron probados contra las bacterias que generalmente atacan a los pollos y mostraron buena actividad contra estas. Además, encontraron que no atacan a bacterias benéficas para la flora intestinal del animal, lo que la profesora califica como muy bueno.

“Nos dimos cuenta de que es tan bueno que es mucho mejor para los humanos que para los pollos. Una de las conclusiones es que deberíamos pensar más bien en utilizar ese estípite para producir galletas con alto contenido de fibra y bajo de grasa; pues esa fibra tiene actividad anticáncer y estimula el sistema inmune. Ahora que se está regresando a todo lo natural, este producto podría regular la función digestiva y evitar la incidencia del cáncer de colon”, concluye.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

La aerobiología, con gran potencial para el diagnóstico temprano en fitosanidad.

 
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La aerobiología es de gran utilidad para la detección de hongos patógenos antes de que infecten cultivos y causen pérdidas de cosechas, que en el caso de la soya, el frijol y la jícama, representan cerca de 948 mil toneladas, equivalentes a más de ocho mil 600 millones de pesos en 2011.
El hongo que ocasiona esa situación en la agricultura mexicana es Phakopsora pachyrhizi (causante de la roya asiática); tan sólo en leguminosas puede llegar a afectar al 90 por ciento de los cultivos.
Esta plaga está presente en nuestro país desde 2005, y ha dañado sembradíos en San Luis Potosí, Tamaulipas, Chiapas, Campeche y Veracruz. Además, en este último ha causado grandes mermas en jícama.
Puede atacar frijol, haba y chícharo, así como a especies utilizadas como forraje: trébol, cascabelillo, flamboyan, carrapiceo y frijol jacinto, entre otras.
Debido a que la aerobiología es fundamental en la vigilancia, alerta y monitoreo de plagas, investigadoras del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM proponen un seguimiento fitosanitario para diagnosticar la propagación y dispersión de plagas por regiones aerobiológicas.
María del Carmen Calderón Ezquerro e Hilda Adriana Guerrero Parra plantean que el monitoreo del aire se haga a través de una red de vigilancia epidemiológica fitosanitaria, apoyada en mapas de riesgo para cada plaga, y en modelos de dispersión del patógeno P. pachyrhizi, con el fin de dar la aviso sanitario a las autoridades correspondientes.
Asesorada por Calderón Ezquerro, Guerrero Parra realizó el estudio Monitoreo aerobiológico y detección de urediniosporas de Phakopsora pachyrhizi en cultivos de soya de Tamaulipas, como tesis de maestría en Ciencias.
En el auditorio Julián Adem del CCA-UNAM presentó resultados y conclusiones de su estudio de caso, cuyo monitoreo se realizó en el campo experimental Las Huastecas, municipio de Altamira, Tamaulipas, a cargo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.
El objetivo, dijo Hilda Guerrero, fue evaluar el potencial de detección de ADN específico de urediniosporas de P. pachyrhizi, en muestras colectadas del aire de cultivos de soya, mediante la prueba de PCR, y estimar su concentración en el aire durante un ciclo agrícola.
PCR y QPCR son métodos de biología molecular que, en conjunción con distintas trampas de esporas en monitoreo aerobiológico, se aplicaron con éxito para determinar la presencia (o ausencia) y cuántos de estos fitopatógenos se encontraban en el aire de los cultivos.
También, utilizó nuevos oligonucleótidos específicos, diseñados en el CCA (secuencias cortas de ADN) para mejorar la sensibilidad de la detección de P. pachyrhizi mediante PCR. Una vez estandarizada esta prueba, realizó la detección molecular en muestras de campo.
Antes, se hicieron estudios de laboratorio para determinar si bajo condiciones controladas era posible realizar el monitoreo y la detección molecular con PCR. Se estandarizó el seguimiento del cultivo de soya y se analizaron las variables ambientales del campo experimental (temperatura, precipitación y humedad). Además de colectar las urediniosporas, de hojas infectadas y de cortes de las cintas de las trampas donde quedaron impactadas.
Por primera vez en México, afirmó Guerrero Parra, se realizó con éxito y de manera eficiente la detección molecular de urediniosporas de P. pachyrhizi, y se demostró la viabilidad de esta prueba en laboratorio y campo.
Además, se determinó la sensibilidad y el límite de detección de oligonucleótidos específicos, y se encontró la presencia mínima de 4 urediniosporas/µl de muestra. Con los nuevos oligonucléotidos se incrementó la sensibilidad de detección, y se pudo detectar hasta 1 urediniospora.
“Pudimos detectar, cinco semanas antes del reporte del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, que las urediniosporas ya estaban en el aire”. Esto habla del potencial de diagnóstico temprano que ofrece la aerobiología, lo que permite tomar acciones para evitar la infección.
Guerrero Parra consideró necesario establecer una red de puntos en el país, susceptibles de desarrollar la roya asiática de la soya, y que los monitoreos de alerta se puedan subir a una página web desarrollada por la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV-SENASICA).
Al respecto, mostró como ejemplo la USDA Public PIPE Website, plataforma del Departamento de Agricultura de EU. Ahí se realiza y sube monitoreo, y los productores pueden ver las zonas con probabilidad de ser infectadas por el hongo, o que ya tienen la plaga.

Hilda Adriana Guerrero Parra realizó el estudio Monitoreo aerobiológico y detección de urediniosporas de Phakopsora pachyrhizi en cultivos de soya de Tamaulipas, como tesis de maestría en Ciencias.

Hilda Adriana Guerrero Parra realizó el estudio Monitoreo aerobiológico y detección de urediniosporas de Phakopsora pachyrhizi en cultivos de soya de Tamaulipas, como tesis de maestría en Ciencias.

3 de Septiembre del 2012

La aerobiología es de gran utilidad para la detección de hongos patógenos antes de que infecten cultivos y causen pérdidas de cosechas, que en el caso de la soya, el frijol y la jícama, representan cerca de 948 mil toneladas, equivalentes a más de ocho mil 600 millones de pesos en 2011.

El hongo que ocasiona esa situación en la agricultura mexicana es Phakopsora pachyrhizi (causante de la roya asiática); tan sólo en leguminosas puede llegar a afectar al 90 por ciento de los cultivos.

Esta plaga está presente en nuestro país desde 2005, y ha dañado sembradíos en San Luis Potosí, Tamaulipas, Chiapas, Campeche y Veracruz. Además, en este último ha causado grandes mermas en jícama.

Puede atacar frijol, haba y chícharo, así como a especies utilizadas como forraje: trébol, cascabelillo, flamboyan, carrapiceo y frijol jacinto, entre otras.

Debido a que la aerobiología es fundamental en la vigilancia, alerta y monitoreo de plagas, investigadoras del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM proponen un seguimiento fitosanitario para diagnosticar la propagación y dispersión de plagas por regiones aerobiológicas.

María del Carmen Calderón Ezquerro e Hilda Adriana Guerrero Parra plantean que el monitoreo del aire se haga a través de una red de vigilancia epidemiológica fitosanitaria, apoyada en mapas de riesgo para cada plaga, y en modelos de dispersión del patógeno P. pachyrhizi, con el fin de dar la aviso sanitario a las autoridades correspondientes.

Asesorada por Calderón Ezquerro, Guerrero Parra realizó el estudio Monitoreo aerobiológico y detección de urediniosporas de Phakopsora pachyrhizi en cultivos de soya de Tamaulipas, como tesis de maestría en Ciencias.

En el auditorio Julián Adem del CCA-UNAM presentó resultados y conclusiones de su estudio de caso, cuyo monitoreo se realizó en el campo experimental Las Huastecas, municipio de Altamira, Tamaulipas, a cargo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

El objetivo, dijo Hilda Guerrero, fue evaluar el potencial de detección de ADN específico de urediniosporas de P. pachyrhizi, en muestras colectadas del aire de cultivos de soya, mediante la prueba de PCR, y estimar su concentración en el aire durante un ciclo agrícola.

PCR y QPCR son métodos de biología molecular que, en conjunción con distintas trampas de esporas en monitoreo aerobiológico, se aplicaron con éxito para determinar la presencia (o ausencia) y cuántos de estos fitopatógenos se encontraban en el aire de los cultivos.

También, utilizó nuevos oligonucleótidos específicos, diseñados en el CCA (secuencias cortas de ADN) para mejorar la sensibilidad de la detección de P. pachyrhizi mediante PCR. Una vez estandarizada esta prueba, realizó la detección molecular en muestras de campo.

Antes, se hicieron estudios de laboratorio para determinar si bajo condiciones controladas era posible realizar el monitoreo y la detección molecular con PCR. Se estandarizó el seguimiento del cultivo de soya y se analizaron las variables ambientales del campo experimental (temperatura, precipitación y humedad). Además de colectar las urediniosporas, de hojas infectadas y de cortes de las cintas de las trampas donde quedaron impactadas.

Por primera vez en México, afirmó Guerrero Parra, se realizó con éxito y de manera eficiente la detección molecular de urediniosporas de P. pachyrhizi, y se demostró la viabilidad de esta prueba en laboratorio y campo.

Además, se determinó la sensibilidad y el límite de detección de oligonucleótidos específicos, y se encontró la presencia mínima de 4 urediniosporas/µl de muestra. Con los nuevos oligonucléotidos se incrementó la sensibilidad de detección, y se pudo detectar hasta 1 urediniospora.

“Pudimos detectar, cinco semanas antes del reporte del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, que las urediniosporas ya estaban en el aire”. Esto habla del potencial de diagnóstico temprano que ofrece la aerobiología, lo que permite tomar acciones para evitar la infección.

Guerrero Parra consideró necesario establecer una red de puntos en el país, susceptibles de desarrollar la roya asiática de la soya, y que los monitoreos de alerta se puedan subir a una página web desarrollada por la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV-SENASICA).

Al respecto, mostró como ejemplo la USDA Public PIPE Website, plataforma del Departamento de Agricultura de EU. Ahí se realiza y sube monitoreo, y los productores pueden ver las zonas con probabilidad de ser infectadas por el hongo, o que ya tienen la plaga.

Boletín UNAM-DGCS-543

Ciudad Universitaria.