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Helados de hígado, solo para perros

 
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perro

29 de mayo de 2015

Bogotá D. C., may. 29 de 2015 – Agencia de Noticias UN- Las personas que salen a practicar deporte con sus perros suelen darles helado para que se refresquen, pero este no es apropiado para las mascotas. Por ello, se creó el primer producto de este tipo, exclusivo para canes.

Tiene un costo de 1.000 pesos y por ahora se comercializa en el municipio de Soacha. Próximamente su distribución se realizará en otras zonas de Cundinamarca.

La propuesta es de César Ruíz, zootecnista de la U.N., y surgió al ver que las personas que transitan por la ciclovía los domingos sacan a sus perros, pero no tienen la facilidad de hidratarlos de manera adecuada. Continue reading Helados de hígado, solo para perros

CLEMBUTEROL, CONTROLADO EN MÉXICO

 
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controlclembuterolEl proceso de producción de cárnicos en el país ha sido cuestionado en varias ocasiones, porque en él podría estar involucrado el clembuterol, medicamento cuyo uso pecuario se ha prohibido y representa un delito penal.

Al respecto, Héctor Sumano López, investigador del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, indicó que existen suficientes evidencias científicas y sanitarias para demostrar el buen control de este fármaco en México y la inviabilidad económica para los productores si lo emplearan negligente o subrepticiamente en la engorda de ganado.

“Actúa sobre unos receptores adrenérgicos específicos llamados ß2, que se localizan en los bronquios y causan, a nivel vascular, vasodilatación, que a su vez provoca hipotensión (no hipertensión, como se afirma), que pudiera derivar eventualmente en taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca), además, induce nerviosismo, temblores y náuseas”.

Se utiliza en individuos asmáticos y con problemas de bronco-constricción (en dosis de 20 a 40 microgramos), porque relaja el músculo bronquial y, por consiguiente, mejora la ventilación pulmonar, también, se emplea en algunas afecciones que cursen con atrofia muscular y, en algunos países, en el control de los partos.

Prohibido

Diversos estudios científicos señalan que el clembuterol no es genotóxico, esto es, no induce cambios conducentes a cáncer ni de ninguna otra índole en el genoma, animal o humano; tampoco es estimulante del sistema nervioso central ni abortivo. No obstante, fue prohibido en los procesos de producción de carne en países de la comunidad europea.

En cambio, el zilpaterol y la ractopamina, que actúan en los mismos receptores ß2 y son de eliminación rápida, sí están aprobados en muchas naciones, incluida México.

Estos fármacos inducen un fenómeno conocido como “repartición”, en el que los nutrientes y la energía se depositan en los tejidos como músculo, en vez de hacerlo como grasa.

“Lo común es que, por ejemplo, se suministre zilpaterol a bovinos y ractopamina a cerdos durante el mes final de su engorda, para que tengan más carne que grasa. Estos medicamentos se eliminan de manera rápida y llegan a concentraciones mínimas en los tejidos en un periodo de 24 a 48 horas, son dos mil veces menos potentes que el clembuterol para inducir hipotensión”, explicó Sumano López.

En hígado y retina

Se conoce que el clembuterol se concentra en el hígado y órganos cromafines, como la retina. Pero, al contrario de lo que se piensa, su fijación al músculo (carne) es baja en cantidad, aunque prolongada (deben pasar 21 días, en promedio, antes de llegar a concentraciones virtualmente indetectables).

Por ello, para que represente un riesgo, la gente tendría que comer carne con residuos de él en cantidades absurdamente grandes y a diario. Ahora bien, el consumo de una pequeña cantidad de hígado de res o de cerdo contaminado podría ocasionar problemas a la salud.

“Otro factor que influyó para prohibirlo en Europa fue la vigencia de un concepto conocido como ‘bienestar animal’; es decir, los animales deben ser tratados bien por razones humanitarias y para que aporten carne confiable. Aunque se ha desviado su uso para mejorar el rendimiento en canales de rastro, no hay reportes de que este medicamento haya ocasionado decesos entre los humanos”, indicó el investigador universitario.

Útil en aplicaciones médicas

En relación con la comercialización de carne, Sumano López tiene la certeza de que criadores y rastros están certificados mediante un procedimiento denominado Tipo Inspección Federal (TIF) y de que operan mediante un seguimiento estrecho por parte de sus clientes.

En el caso de los bovinos, durante aproximadamente cuatro meses reciben el mejor alimento y cuidados veterinarios (antiparasitarios y vacunas) para que tengan ganancias de peso. A menudo se les trata con zilpaterol, que no tiene nada que ver con el clembuterol, a excepción de su efecto sobre los receptores ß2.

“Los ganaderos ya cuentan con canales de distribución, por lo que es dudoso que se atrevan a recurrir al clembuterol; sí utilizan zilpaterol en bovinos y ractopamina en cerdos, que están aprobados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). Y, a diferencia de lo que sucede con el clembuterol, estos medicamentos son económicamente viables y sólo es necesario de 24 a 48 horas para que el organismo animal los elimine”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-050-2014

ESTUDIAN EN LA UNAM BIOMATERIALES PARA REGENERACIÓN DE HÍGADO

 
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El hígado es considerado la fábrica química del organismo, pues realiza funciones que proporcionan al cuerpo las condiciones indispensables para vivir, estar alertas y saludables, sin embargo, las enfermedades hepáticas figuran entre las principales causas de mortalidad en México (tercera en hombres y séptima en mujeres), refirió Gabriela Gutiérrez Reyes.
La hepatitis C, en conjunto con el consumo excesivo de alcohol, derivan en una de las etapas terminales de esas afecciones: la cirrosis hepática, para la que no hay tratamiento farmacéutico eficaz, sólo trasplantes. “La desventaja es que existen pocos donadores de órganos”, apuntó la responsable del Laboratorio de Hígado, Páncreas y Motilidad de la Unidad de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina (FM), ubicada en el Hospital General de México.
En cuanto a las afecciones de tipo viral, como la hepatitis C, muchos enfermos son diagnosticados en fases avanzadas y sólo 50 por ciento responde al tratamiento.
Ante esa perspectiva, un grupo de científicos universitarios, encabezados por Gabriela Gutiérrez, estudian el uso de biomateriales, como los andamios celulares de cóndilo de bovino, los cuales son producidos y diseñados por el equipo de María Cristina Piña, del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, para favorecer la recuperación funcional y estructural de un tejido dañado, en este caso el hígado.
Andamios celulares
“Hemos encontrado la funcionalidad de esos materiales en uretras de perros y, en el caso del hígado, en ratas. En ambos se colocaron fragmentos del andamio y se observó que sí había invasión de las células hepáticas al tejido. Es decir, este último creció sobre el andamio, por lo que consideramos que podría ser un buen modelo para utilizarse como implantes en medicina regenerativa”, indicó.
En cuanto a la uretra, en un estudio que realiza Christian Acevedo García, urólogo, bajo la dirección de Gabriela Gutiérrez, se retiró un fragmento de ese conducto (por el que pasa la orina) en perros sanos y en otros a quienes se les indujo estenosis (estrechamiento del conducto), se les colocó el andamio celular en forma de tubo y se observó que conforme avanzaba el tiempo la cantidad de material colocado fue reemplazado por tejido sano, es decir, la uretra se regeneró.
Esta línea de investigación surgió del contacto de Acevedo García con integrantes del IIM, quienes desarrollaron una matriz de colágena con cualidades mecánicas y de composición que le permiten funcionar como andamio en diferentes tejidos. El material ha sido probado con éxito en áreas como ortopedia, cirugía maxilofacial y odontología, no así en tejidos blandos.
Gabriela Gutiérrez recordó que a Christian “le interesaba ver si este andamio podría sustituir el tejido dañado y reemplazar la uretra. En tanto, nosotros queremos determinar si esto también puede favorecer la regeneración hepática”.
En el primer caso, al hacer los cortes histopatológicos se observó crecimiento celular y el biomaterial se reabsorbió. “Entonces, consideramos que estos resultados permiten generar una nueva línea de investigación en regeneración tisular en nuestro laboratorio, aunque nos dedicamos al hígado; en la parte básica hacemos una conexión entre investigadores clínicos y básicos con la intensión de encontrar nuevas herramientas que pudieran funcionar en la sustitución de órganos o de fragmentos dañados, para el tratamiento de enfermedades crónico degenerativas”.
La colágena tipo I del andamio celular tiene un tamaño de poro de alrededor de hasta 200 micras, característica que le permite la migración celular y formar el nuevo tejido, explicó.
“En ratas hemos observado resultados positivos; se les colocó un fragmento del material del andamio y se observó la migración e implantación de células en el biomaterial. Esto lo vimos mediante cortes histopatológicos y ahí hemos medido proteínas que nos dan esa información de qué tipos de células se implantaron”, dijo.
Podría ser una esperanza de vida para pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, de ahí la importancia del vínculo que hay en la medicina traslacional (el de la ciencia básica y el de las aplicaciones clínicas). “Toda la información clínica que manejan los médicos es útil para quienes hacemos ciencia básica y viceversa; esa unión que hemos desarrollado nos permitiría avanzar más rápido en el hallazgo de una nueva opción terapéutica que permita a los pacientes contar con una mejor calidad de vida”, concluyó.
Créditos: UNAM-DGCS-007-2014

regeneracionhigadoEl hígado es considerado la fábrica química del organismo, pues realiza funciones que proporcionan al cuerpo las condiciones indispensables para vivir, estar alertas y saludables, sin embargo, las enfermedades hepáticas figuran entre las principales causas de mortalidad en México (tercera en hombres y séptima en mujeres), refirió Gabriela Gutiérrez Reyes.

La hepatitis C, en conjunto con el consumo excesivo de alcohol, derivan en una de las etapas terminales de esas afecciones: la cirrosis hepática, para la que no hay tratamiento farmacéutico eficaz, sólo trasplantes. “La desventaja es que existen pocos donadores de órganos”, apuntó la responsable del Laboratorio de Hígado, Páncreas y Motilidad de la Unidad de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina (FM), ubicada en el Hospital General de México.

En cuanto a las afecciones de tipo viral, como la hepatitis C, muchos enfermos son diagnosticados en fases avanzadas y sólo 50 por ciento responde al tratamiento.

Ante esa perspectiva, un grupo de científicos universitarios, encabezados por Gabriela Gutiérrez, estudian el uso de biomateriales, como los andamios celulares de cóndilo de bovino, los cuales son producidos y diseñados por el equipo de María Cristina Piña, del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, para favorecer la recuperación funcional y estructural de un tejido dañado, en este caso el hígado.

Andamios celulares

“Hemos encontrado la funcionalidad de esos materiales en uretras de perros y, en el caso del hígado, en ratas. En ambos se colocaron fragmentos del andamio y se observó que sí había invasión de las células hepáticas al tejido. Es decir, este último creció sobre el andamio, por lo que consideramos que podría ser un buen modelo para utilizarse como implantes en medicina regenerativa”, indicó.

En cuanto a la uretra, en un estudio que realiza Christian Acevedo García, urólogo, bajo la dirección de Gabriela Gutiérrez, se retiró un fragmento de ese conducto (por el que pasa la orina) en perros sanos y en otros a quienes se les indujo estenosis (estrechamiento del conducto), se les colocó el andamio celular en forma de tubo y se observó que conforme avanzaba el tiempo la cantidad de material colocado fue reemplazado por tejido sano, es decir, la uretra se regeneró.

Esta línea de investigación surgió del contacto de Acevedo García con integrantes del IIM, quienes desarrollaron una matriz de colágena con cualidades mecánicas y de composición que le permiten funcionar como andamio en diferentes tejidos. El material ha sido probado con éxito en áreas como ortopedia, cirugía maxilofacial y odontología, no así en tejidos blandos.

Gabriela Gutiérrez recordó que a Christian “le interesaba ver si este andamio podría sustituir el tejido dañado y reemplazar la uretra. En tanto, nosotros queremos determinar si esto también puede favorecer la regeneración hepática”.

En el primer caso, al hacer los cortes histopatológicos se observó crecimiento celular y el biomaterial se reabsorbió. “Entonces, consideramos que estos resultados permiten generar una nueva línea de investigación en regeneración tisular en nuestro laboratorio, aunque nos dedicamos al hígado; en la parte básica hacemos una conexión entre investigadores clínicos y básicos con la intensión de encontrar nuevas herramientas que pudieran funcionar en la sustitución de órganos o de fragmentos dañados, para el tratamiento de enfermedades crónico degenerativas”.

La colágena tipo I del andamio celular tiene un tamaño de poro de alrededor de hasta 200 micras, característica que le permite la migración celular y formar el nuevo tejido, explicó.

“En ratas hemos observado resultados positivos; se les colocó un fragmento del material del andamio y se observó la migración e implantación de células en el biomaterial. Esto lo vimos mediante cortes histopatológicos y ahí hemos medido proteínas que nos dan esa información de qué tipos de células se implantaron”, dijo.

Podría ser una esperanza de vida para pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, de ahí la importancia del vínculo que hay en la medicina traslacional (el de la ciencia básica y el de las aplicaciones clínicas). “Toda la información clínica que manejan los médicos es útil para quienes hacemos ciencia básica y viceversa; esa unión que hemos desarrollado nos permitiría avanzar más rápido en el hallazgo de una nueva opción terapéutica que permita a los pacientes contar con una mejor calidad de vida”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-007-2014

Enfermedades Hepáticas 5ª Causa de Muerte en México: Investigadora de la UAM

 
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03 Agosto 2011

“Las enfermedades hepáticas representan un problema de salud pública a nivel mundial; en nuestro país son la quinta causa de muerte en adultos”, explicó la doctora Concepción Gutiérrez Ruíz, profesora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y vicepresidenta del Comité Académico de la Fundación Mexicana para la Salud (FunHepa), a propósito del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra el 28 de julio.

“Actualmente, una de cada 12 personas en el mundo padece hepatitis B o C, muchas de ellas sin saberlo, y esta enfermedad hepática se puede convertir en enfermedad crónica, y por tanto, tener consecuencias fatales, por ello el día mundial de la hepatitis, coordinado por la World Hepatitis Alliance (Alianza Mundial contra la Hepatitis), organización no Gubernamental mundial que representa a grupos de pacientes con hepatitis B y C, tiene como fin fomentar la salud preventiva mediante la detección oportuna, así como generar conciencia de los riesgos de contraer algún virus hepático”, explicó la investigadora de la Unidad Iztapalapa.

El hígado juega un papel central en la regulación del metabolismo de todo el organismo, es biotransformador de gran cantidad de compuestos como los fármacos, algunos tóxicos como el alcohol, o sustancias que contaminan el ambiente, entre otros; es considerado “la fábrica química del organismo” por realizar más de cinco mil funciones indispensables para mantenernos saludables; eso mismo lo convierte en un órgano muy vulnerable, según refirió la profesora del Departamento de Ciencias de la Salud de la citada unidad.

El daño en el hígado puede ser de tipo agudo, el cual generalmente no deja secuelas, o bien un daño crónico progresivo que inicia con inflamación, posteriormente fibrosis, y puede llegar a la cirrosis y hasta hepatocarcinoma; esto sucede de forma muy lenta –generalmente varios años– sin que el paciente presente síntomas que indiquen un daño hepático.

La experta informó que actualmente se conocen los virus de la hepatitis A, B, C, D y E. El virus de la hepatitis A se transmite por la ingestión de comida o bien por el agua contaminada con el virus, y se caracteriza por una inflamación aguda del hígado, generalmente es la que se presenta en la infancia y no deja secuelas. La hepatitis A es prevenible mediante una vacuna.

El virus de la hepatitis E es un virus de transmisión entérica, es decir, por la ingesta de alimentos o aguas contaminadas con materia fecal, similar al virus de la hepatitis A, pero es más frecuente en adultos.

La hepatitis B se transmite por contacto con sangre o fluidos corporales contaminados, relaciones sexuales sin protección, transfusiones sanguíneas, transmisión perinatal, el uso de agujas contaminadas, la realización de tatuajes y perforaciones con instrumentos contaminados con el virus. La mayoría de las personas que adquieren el virus se recuperan sin consecuencias, sin embargo, un porcentaje de ellos no logra erradicar el virus, el cual genera un daño progresivo con posibilidad de desarrollar cirrosis y cáncer hepático. Es posible prevenir la infección con este virus, ya que hay una vacuna muy efectiva y segura contra el virus de la hepatitis B.

En ocasiones, debido a la presencia de este mismo patógeno se presenta la hepatitis D, por tratarse de un virus que requiere la presencia del virus de la hepatitis B para replicarse. La hepatitis C se contrae principalmente por transfusión de sangre contaminada, compartir agujas para inyectarse drogas, compartir artículos de higiene personal como cepillos dentales o rastrillos, o bien hacerse tatuajes o perforaciones con instrumentos contaminados. Actualmente no existe vacuna contra el virus de la hepatitis C

http://www.uamero.uam.mx/