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UBICAN CON NUEVO MÉTODO DOS GALAXIAS PRIMIGENIAS FORMADAS HACE 13 MIL MILLONES DE AÑOS

 
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galaxiasCon un método innovador para escudriñar las etapas más antiguas del Universo, dos científicos de la UNAM participan en un grupo con colegas de España y Venezuela para buscar galaxias primigenias.

En la primera aplicación de su método, que mezcla observaciones con el Gran Telescopio Canarias –el equipo óptico/cercano infrarrojo más grande del mundo, con 10.4 metros de diámetro en su espejo principal– y el uso de filtros sintonizables en cinco longitudes de onda, que detectan detalles del cosmos en franjas específicas del espectro electromagnético, José Antonio de Diego Onsurbe, investigador del Instituto de Astronomía (IA) y Mario de Leo Winkler, su alumno de doctorado, lograron ubicar siete candidatos de galaxias antiguas, pertenecientes a varias etapas, dos de ellas de 13 mil millones de años.

“Se trata de cuerpos lejanos, que son el germen o la semilla de galaxias posteriores y contienen estrellas tempranas, muy masivas y brillantes, formadas básicamente de hidrógeno y helio”, explicó De Diego Onsurbe.

En su búsqueda, los astrónomos aprovechan un fenómeno llamado lente gravitatoria que les ayuda a amplificar entre 10 y 15 por ciento el objeto que detectan en el telescopio.

“La idea es utilizar cúmulos de galaxias que desvían la luz a su alrededor y actúan como lentes. Eso nos permite observar otras galaxias más lejanas, situadas detrás del cúmulo, que actúan como un telescopio natural. Es el efecto llamado lente gravitatorio”, dijo.

Hasta ahora, de las siete galaxias encontradas dos se sitúan a 13 mil millones de años luz de distancia (una es una espiral temprana) y cuatro están a distancias intermedias, abundó.

Estos resultados, con el detalle de su método, fueron publicados en la revista científica The Astronomical Journal.

“Esas galaxias antiguas son de 10 a 20 veces más pequeñas que la nuestra, la Vía Láctea, pero aún desconocemos su distribución. Todas son interesantes para estudiar porque nos ayudará a tener criterios para buscar otras”, añadió.

Las galaxias originarias son pequeñas en comparación con las actuales, que han sumado material. “No sabemos qué queda de aquellas originarias; al menos algunas han agregado material y son cada vez mayores en tamaño. En general, evolucionan y crecen”.

Filtros y emisiones de luz

La principal novedad del método del universitario consiste en el uso de filtros sintonizables acoplados al Gran Telescopio Canarias.

Al respecto, De Leo Winkler, quien realiza esta investigación como tesis doctoral, señaló que en casi todos los telescopios se usan filtros para ver en colores (del ultravioleta al infrarrojo) una parte del espectro electromagnético; estos filtros sintonizables permiten cambiar las distancias entre componentes instrumentales para observar rangos pequeños del espectro. “Para hacer una analogía, con ellos podemos mirar no sólo el azul, sino una cierta tonalidad de azul”.

Las galaxias primigenias generan una emisión de hidrógeno particular llamada “Lyman Alfa” (LAEs, por sus siglas en inglés), que ocurre luego de que los átomos del gas de la galaxia pierden electrones (se fotoionizan) por la presencia de estrellas muy calientes que emiten luz muy energética en el ultravioleta. Al recombinarse, los átomos emiten en la línea de Lyman Alfa a una longitud de onda que los científicos pueden identificar.

“Con el uso de los filtros sintonizables es posible elegir partes pequeñas del espectro y buscar esa emisión. Según la distancia a la que se encuentren los objetos celestes y qué tan corridos estén al rojo, barremos esa área, y si detectamos la emisión, sabemos con alta precisión a qué distancia están las galaxias”, expuso.

Al utilizar por primera vez este método a esas distancias, los científicos ubicaron algunas antiguas, que contienen conglomerados de estrellas muy calientes tipo O y B. “Usamos ese instrumento por primera vez en una búsqueda piloto para ver cómo funcionaban estos filtros y los resultados fueron positivos”, acotó el estudiante.

Hasta ahora, los análisis de galaxias antiguas se han hecho con otros métodos que sólo detectan las más brillantes. “Con nuestro método pretendemos llegar a aquellas más débiles”, agregó De Diego.

Estudios de formación estelar

Estudiar las galaxias antiguas ayuda a conocer la formación de estrellas jóvenes, a obtener tasas de formación estelar y analizar la composición química, así como a hacer estudios de evolución estelar.

“Es uno de los temas más interesantes. Una pregunta abierta es cuándo se formaron las primeras estrellas y dónde están hoy en día. Las primeras son de hidrógeno y helio, no tienen elementos más pesados. En nuestra galaxia son astros difíciles de localizar, pero en las galaxias antiguas son las principales”, puntualizó.

Los estudios ayudan a saber cómo ha sido la evolución galáctica, lo que implica saber cuándo se formaron esos objetos, cuántos son, cuál es su densidad en el Universo primitivo y compararlos con el Universo actual para saber cómo han evolucionado.

“Si vemos a esas distancias podemos ver un cosmos diferente, con galaxias más jóvenes, pequeñas, brillantes y numerosas. La nuestra no empezó de una manera diferente, debió ser un conglomerado pequeño de varios millones de estrellas y creció conforme captó material”, detalló el investigador.

Para su alumno, llegar a esas distancias se siente como romper barreras. “Siempre estamos a merced de qué vamos a encontrar. Aprendimos mucho de este estudio, de cómo podemos utilizar la técnica para buscar y cómo mejorarla”, secundó De Leo.

Ahora, los astrónomos aumentarán de cinco a 24 los filtros sintonizables, que resultaron útiles para encontrar las antiguas; así pretenden barrer volúmenes más grandes, lo que requerirá mayor tiempo de observación con el Gran Telescopio Canarias.

“Llevamos la tecnología al límite. Dentro de 15 o 20 años se podrán hacer estos estudios con telescopios de 20 a 30 metros de diámetro, que ya se planean, pero con las lentes gravitacionales avanzamos en ese campo. Es como si tuviéramos dos telescopios acoplados”, finalizó De Diego.

Créditos: UNAM-DGCS-180-2014

Aprueban la construcción del instrumento FRIDA para el Gran Telescopio Canarias

 
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Gran Telescopio Canarias (GTC), en La Palma, Islas Canarias, España, donde se incorporará el instrumento infrarrojo FRIDA que generará imágenes inéditas del Universo. El proyecto estará bajo la conducción de investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Gran Telescopio Canarias (GTC), en La Palma, Islas Canarias, España, donde se incorporará el instrumento infrarrojo FRIDA que generará imágenes inéditas del Universo. El proyecto estará bajo la conducción de investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM.

11 de febrero de 2012

• Por primera vez en su historia, México lidera un proyecto instrumental internacional de gran envergadura y que estará bajo la conducción del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM

Un consorcio internacional formado por revisores de Estados Unidos, Holanda, España y Francia, evaluó y aprobó la construcción definitiva del instrumento infrarrojo FRIDA (acrónimo de inFrared Imager and Dissector for the Adaptive optics system), que se desarrolla en México bajo el liderazgo de investigadores del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Por primera vez en su historia, México lidera en todos los sentidos un proyecto instrumental astronómico internacional de gran envergadura y sorprendente: FRIDA. Lo hará desde la fase de la proyección técnica hasta la del estudio científico, con una tecnología nunca antes diseñada y que, posteriormente, fue autorizada su fabricación.

El equipo, que generará imágenes inéditas del Universo en el infrarrojo cercano, forma parte de la segunda generación de tecnologías del Gran Telescopio Canarias (GTC), uno de los más grandes del mundo en su tipo, con un diámetro de 10.4 metros en su óptica principal, y que funciona desde 2009, en La Palma, Islas Canarias, España.

Tras aplicar criterios semejantes a los utilizados para definir la instrumentación de satélites en las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA) y Europa (ESA), los revisores dieron luz verde para que comience la fabricación definitiva del instrumento en nuestro país, una labor que ocupará al grupo universitario en los próximos cuatro años.

El investigador principal de FRIDA es José Alberto López y Alan Watson contribuye en la definición del instrumento y el área de ciencia; la gestión del proyecto está a cargo de Beatriz Sánchez; el diseño óptico es de Salvador Cuevas; la integración y validación es responsabilidad de Carlos Espejo; el control de subsistemas depende de Rubén Flores, mientras la definición del instrumento y el área de ciencia corre a cargo de Alan Watson. En el grupo también participan Óscar Chapa, Luis Carlos Álvarez, Gerardo Lara y Carolina Keiman, todos del Instituto de Astronomía de la UNAM.

La fase de prueba en laboratorio está programada para 2014 y el instrumento se entregará al Gran Telescopio Canarias para su puesta en marcha y operación en 2015.

Se trata de la tercera colaboración de astrónomos e ingenieros del Instituto de Astronomía con el GTC, quienes en la primera etapa participaron con colegas españoles en el diseño, construcción y puesta en marcha del instrumento OSIRIS, que funciona con éxito en el equipo canario.

En el proyecto, también participan especialistas mexicanos del Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), así como científicos españoles y estadounidenses de las universidades Autónoma de Madrid (UAM) y de Florida (UF), así como el Instituto de Astrofísica de Canarias.

Óptica adaptativa

FRIDA es uno de los dos instrumentos que formará parte de la llamada “segunda generación” del GTC. Trabajará en el rango de luz infrarroja y podrá alcanzar, desde la Tierra, un poder de resolución comparable al de los telescopios espaciales.

Utilizará un método denominado óptica adaptativa, que corrige en tiempo real las deformaciones producidas por la turbulencia atmosférica. Cuanto más la atmósfera presenta esta última característica, las trayectorias de los rayos de luz provenientes de los astros se hacen más erráticas, generan imágenes menos definidas y limitan la capacidad de distinguir objetos muy juntos.

Dentro del GTC, el instrumento podrá generar imágenes de muy alta resolución, inigualables hasta ahora, y espectros con los que se podrán estudiar las composiciones químicas y las propiedades físicas de los materiales constituyentes del Cosmos.

Por sus características únicas, permitirá a los científicos realizar estudios cinemáticos y físicos de regiones tan pequeñas como las contenidas en áreas del cielo menores a un segundo de arco cuadrado rebanadas en 30 secciones. La cámara tomará imágenes con una resolución de decenas de milisegundos de arco, capaz de distinguir una moneda de un peso a más de 100 kilómetros de distancia.

La observación de un Universo frío

Pero ¿qué pretenden estudiar los astrónomos con FRIDA? El instrumento captará la luz del Universo relativamente fría: el infrarrojo cercano. Su gran secreto es su inigualable resolución tanto para tomar imágenes del Universo como para estudiar mediante espectros la composición química y las propiedades físicas de los cuerpos celestes.

Estas características abren ampliamente las posibilidades de estudio, que observará desde los astros del sistema solar hasta las galaxias más lejanas. Las imágenes tomadas trazarán el mapa y estudiarán cráteres y volcanes de los planetas y lunas del sistema solar.

Las frías enanas marrones serán también objeto de análisis, así como las regiones donde se están formando estrellas, como la conocida nebulosa de Orión, que se encuentra en la constelación del mismo nombre. Su resolución espacial distinguirá compañeras binarias cercanas una a la otra, discos protoestelares: el estadio más primigenio de una estrella.

Además, la capacidad de medir la velocidad del gas con precisiones que aún no alcanzan, permitirá estudiar los chorros de gas que emergen de algunas estrellas y del centro de algunas galaxias que albergan agujeros negros supermasivos en sus centros. También, se analizarán las estrellas en sus últimas etapas.

Muchos serán los programas científicos en los que trabajará FRIDA, como las galaxias con una peculiar e intensa formación estelar y que son denominadas Starbursts, o aquéllas activas con agujeros negros supermasivos, las interacciones y las propiedades y evolución de los cúmulos que pueblan el Universo.

Siete años de trabajo

Desde hace siete años, el Instituto de Astronomía de la UNAM ha encabezado todas las fases de planeación, diseño, construcción, verificación y desarrollo científico de FRIDA.

En 2005, el consorcio del Gran Telescopio Canarias aceptó el diseño conceptual de FRIDA. Entocnes, científicos e ingenieros del IA
comenzaron a trabajar en la proyección óptica y mecánica del instrumento.

Dos años después, se realizó la primera revisión general del diseño que incluyó, además de las partes óptica y mecánica, el sistema de control, detectores, espectrógrafo y un sistema de criogenia, sistema de enfriamiento que permite mantener el sistema optomecánico al vacío y a temperaturas de 190 grados Celsius bajo cero.

Desde la revisión y evaluación del 2007, los especialistas de FRIDA han perfilado y construido tres prototipos de los mecanismos más críticos del proyecto.

Créditos: unam.mx/boletin/084/2012