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BUSCAN EN UN CINTURÓN VOLCÁNICO SUBMARINO EL ORIGEN DE LA CORTEZA CONTINENTAL

 
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cinturonvolcanico22 de septiembre de 2014

En busca de pistas para conocer cómo se formó la corteza continental de la Tierra, un grupo internacional de científicos realizó una expedición al arco de Izu-Bonin-Marianas, una cadena de volcanes activos localizada en el Mar de Filipinas, al sur de Japón. La tarea fue organizada por el Integrated Ocean Drilling Program (IODP), un consorcio internacional dedicado a la exploración de las rocas y sedimentos del fondo marino.

En el viaje participó Michelangelo Martini, investigador del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM, único científico que asistió por parte de México.

La expedición, realizada durante dos meses a bordo de un buque de investigación con bandera japonesa, permitió a los expertos perforar un registro estratigráfico continuo asociado con las erupciones de esta cadena de volcanes submarinos. Por medio de la infraestructura con que cuenta el buque, durante los dos meses de la expedición fueron colectados datos petrográficos, geoquímicos, geofísicos y paleontológicos de este registro estratigráfico.

“El barco es un laboratorio flotante en donde pudimos hacer algunos análisis, aunque otras muestras las trajimos a los laboratorios de las instituciones de procedencia de cada participante. Una parte del trabajo es colectivo y otra responde a estudios particulares de cada investigador”, explicó.

El objetivo grupal es entender cómo se originó la corteza continental de la Tierra, la cual conforma la gran mayoría de las regiones emergidas de nuestro planeta. “En los libros de texto se señala que se crea en las zonas donde hay vulcanismo activo y en los arcos intraoceánicos como Izu-Bonin-Marianas, pero hoy se sabe que eso puede ser incorrecto, pues se ha comparado la composición química de las rocas volcánicas generadas en los arcos y en la corteza continental, y aunque la abundancia de muchos elementos es parecida, la de otros es totalmente distinta”, detalló.

Sin embargo, el arco Izu-Bonin-Marianas tiene perfiles sísmicos y datos geofísicos reveladores. “Indican que en su parte trasera la velocidad con que se transmiten las ondas sísmicas es parecida a la observada en la corteza continental”, dijo.

Entre los objetivos colectivos de la expedición está indagar si la actividad magmática de la parte trasera de un arco volcánico intraoceánico pudiera dar origen a la corteza continental. “El resultado lo publicaremos posteriormente en un artículo científico conjunto”, precisó.

Estudio comparativo

Martini también realiza un estudio propio, en el que compara el arco referido con uno submarino antiguo, que colisionó con el núcleo continental de Norteamérica durante el final del Cretácico Inferior y se encuentra expuesto actualmente a lo largo de la costa pacífica de México.

Por varios años, el geólogo italiano ha trabajado en nuestro país con arcos intraocéanicos antiguos del Jurásico-Cretácico, de edades entre 160 y 130 millones de años, que actualmente están expuestos en la costa del Pacífico, desde Guerrero, Michoacán y Colima, hasta Baja California.

“Éstos ya se han acrecionado al continente y están completamente exhumados. Eso ocurre por el movimiento de las placas tectónicas, que causa la interacción y colisión entre bloques litosféricos oceánicos y continentales, y la consecuente exhumación de las rocas involucradas en la colisión que forma cinturones orogénicos”, apuntó.

México es una región sísmica, especialmente en el Pacífico. Bajo su superficie tiene zonas de subducción que producen movimientos laterales de las placas tectónicas, que al chocar comienzan a moverse hasta aflorar en la superficie.

“El arco volcánico que hoy está en la costa mexicana se desarrolló en el Jurásico-Cretácico, en una posición que actualmente corresponde con el Océano Pacífico oriental. Desde que empezó a colisionar, hace 120 o 115 millones de años, ya es parte del continente”, abundó.

Para los geólogos es difícil entender el origen y evolución de los arcos volcánicos que ya han sido acrecionados a las márgenes continentales. Por esta razón, es importante emprender estudios sobre arcos volcánicos actuales, que aún no hayan sido afectados por cambios petrológicos y estructurales permanentes que obliteran parte de la información sobre su origen y desarrollo.

“Ahora vamos a ver si estos dos arcos submarinos (el de Izu-Bonin-Marianas, que es mucho más joven y activo, y el del Pacífico mexicano, antiguo y extinto) se parecen en algo, y si pueden ser sitios de origen de la corteza continental de nuestro planeta”, destacó.

Placas tectónicas, dinamismo planetario

Las placas tectónicas dan dinamismo al planeta. Muchas de sus colisiones dan forma a ciertas áreas de la corteza y generan eventos como sismos y volcanes.

“Lo interesante es que la margen pacífica de México ha sufrido una historia de subducción continua por más de 100 millones de años. Esta subducción produjo la generación y colisión de arcos volcánicos, así como el desarrollo de cinturones orogénicos que han forjado la geometría y morfología de la margen continental del país”, añadió Martini, interesado en entender a detalle cómo funciona la dinámica de estos procesos tectónicos.

En este contexto, el estudio de los arcos de Izu-Bonin-Marianas y de la costa pacífica representan elementos claves para el entendimiento de los procesos que actúan a lo largo de las zonas de subducción y que determinan la configuración actual de las márgenes continentales, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-548-2014

REALIZA LA UNAM 2º ENCUENTRO CON LA TIERRA

 
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encuentrotierraCon una historia en la que han ocurrido acontecimientos en el transcurso de los tiempos geológicos, nuestro planeta, en su estado actual, no es más que consecuencia de todos esos sucesos encadenados en el tiempo.

Las rocas, que formaron los continentes, las placas tectónicas, fósiles, minerales, agua, sismos, volcanes y demás fenómenos que ocurren en el orbe –genuinos documentos históricos del pasado–, fueron abordados desde el punto de vista humanístico, científico y artístico en el 2º Encuentro con la Tierra, organizado por la UNAM y la Delegación Cuauhtémoc.

En la inauguración, realizada en el contexto del 72° Encuentro de Ciencias, Artes y Humanidades –programa académico-cultural de la Coordinación de la Investigación Científica de esta casa de estudios–, Elena Centeno, directora del Instituto de Geología, explicó que el objetivo es llevar al público en general, conocimientos sobre los fenómenos que ocurren en el planeta, tanto el origen de los diversos materiales, como minerales, agua, fenómenos geológicos y ambientales.

Asimismo, dijo, las actividades están encaminadas a interesar a los jóvenes en cursar alguna de las carreras en el área. Las ciencias de la tierra constituyen una profesión con muchas perspectivas para los jóvenes.

Sin embargo, poco se conoce de ellas, son áreas con carencia de profesionales. En México hay campo abierto de trabajo en el sector energético, en las industrias petrolera y minera, la hidrogeología y geología, entre otros ámbitos.

También resaltó la necesidad de conocer cómo funciona el orbe, la población debe estar preparada ante cualquier peligro o riesgo geológico, “pero también debemos animar a los jóvenes que deseen ser aventureros y quieran ser geólogos”.

Por su parte, Alejandro Fernández Ramírez, delegado en Cuauhtémoc, resaltó que la UNAM nos enseña a pensar y tomar conciencia social, “cada uno de nosotros tenemos una identidad propia, pero la Universidad Nacional nos muestra la diferencia en el proceso de vida”.

En una clase de astronomía en esta casa de estudios escuchó que los grandes hombres y mujeres “son como el Sol, se consumen a sí mismos para darnos su luz, eso es la UNAM, ese es este encuentro con la Tierra. Somos un momento en el fugaz tiempo de la historia de este planeta, debemos agradecer a la vida que hoy nos permite estar aquí”, finalizó.

En la jornada científica, cultural y artística, desarrollada en el Museo de Geología y en la Alameda de Santa María la Ribera (Kiosco Morisco), se efectuaron talleres, conferencias, exposiciones y charlas sobre los procesos terrestres y sus recursos naturales, impartidos por académicos universitarios. Además, una serie de actividades artísticas y culturales como la obra de teatro El Monólogo de Einstein y la exposición de carteles Animales en peligro de extinción a cargo de la Facultad de Artes y Diseño.

Créditos:UNAM-DGCS-288-2014

INGRESA BOLETÍN DE LA SOCIEDAD GEOLÓGICA MEXICANA AL SCIENCE CITATION INDEX

 
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boletinsociedadLa revista científica Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, que edita el Instituto de Geología (IGL) de la UNAM, logró su ingreso al Science Citation Index (SCI), uno de los indicadores más importantes del mundo para publicaciones científicas.

“Con esto buscamos ganar más prestigio y visibilidad internacional y esperamos atraer más contribuciones de manera espontánea”, dijo su editor, Antoni Camprubí Cano, investigador del IGL y responsable de la publicación cuatrimestral desde finales de 2005.

Con su inclusión, suma un nuevo indicador, pues ya pertenece a otros de alcance mundial, regional y nacional, como Elsevier Bibliographic Databases (Scopus), Scientific Electronic Library Online (SciELO), Geoscience e-Journals, GeoRef, Directory of Open Access Journals (DOAJ), el Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal (Latindex) y el Índice de Revistas Mexicanas de Investigación Científica y Tecnológica del Conacyt (Irmicyt), entre otros.

Con 110 años de existencia, que celebrará en diciembre, es una de las revistas de su especialidad más antiguas y activas del país. Surgió en 1904, junto con la Sociedad Geológica Mexicana y desde entonces ha abordado temas generales de su especialidad, como la geología regional, los suelos nacionales y su relación con la minería y la agricultura.

“Aunque es más antigua que otras, no es una revista tradicional, pues nos interesa ampliar el abanico temático con trabajos de paleontología, geología urbana, geoarqueología, paleoclima, métodos de conservación de minerales y geología marina, entre otros menos tratados y de gran interés entre los estudiantes del área”, destacó.

De acceso libre (http://boletinsgm.igeolcu.unam.mx/) y con artículos en español e inglés, difunde de 30 a 35 artículos al año y cuenta con autores de hasta 22 países, mayoritariamente de México y América Latina, pero también de Europa y Asia. Con ediciones en abril, agosto y diciembre, en el número de este mes ya verá reflejada su inclusión en el SCI.

Espacio propio

Después de una etapa complicada, en la que decayó frente a otras publicaciones nacionales de su especialidad, a partir de 2005 el Boletín vive una nueva era, en la que ha buscado explorar áreas de investigación con la divulgación de atractivos trabajos que van de tópicos locales, a otros de colaboración internacional.

Más que competir con otras revistas de la especialidad, como la Mexicana de Ciencias Geológicas y Geofísica Internacional, Camprubí y sus colaboradores exploran un espacio propio para complementar los artículos científicos que ya existen.

Actualmente, el Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana es una publicación consolidada, netamente electrónica desde 2006 y de acceso libre, especialmente pensada en los estudiantes del área, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-256-2014

POZO DE SAN LORENZO TEZONCO, OPORTUNIDAD PARA CONOCER EL SUBSUELO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

 
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pozosanlorenzoEl estudio del pozo de agua potable San Lorenzo Tezonco, en la delegación Iztapalapa, es una oportunidad para conocer el subsuelo de la Ciudad de México. Sin embargo, las formaciones encontradas –a profundidades entre mil y dos mil metros– no resolverán el problema de abasto del recurso, pues es un asunto cuya solución requiere una visión integral, planteó Eric Morales Casique, del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.

En la conferencia Investigaciones Hidrogeológicas en la Cuenca de México. ¿Qué aprendemos del pozo San Lorenzo Tezonco?, organizada por el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), el investigador presentó resultados de la estratigrafía (estudio de los estratos), del análisis del registro geofísico (que brindan la posibilidad de definir unidades hidrogeológicas), de pruebas hidráulicas y las características químicas e isotópicas que permiten estimar la edad del líquido extraído.

“El estudio permitió conocer características geológicas del subsuelo, encontramos una secuencia de materiales volcánicos que hablan de edades antiguas, de 20 millones de años, cuya datación se hizo con isótopos de 40Ar/39Ar”. La datación por Carbono 14 del agua extraída del pozo permite estimar una edad o tiempo de residencia de poco más de 14 mil años, detalló el especialista en hidrología.

El pozo que fue perforado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), alcanzó dos mil ocho metros de profundidad y proporcionó información nueva sobre el funcionamiento del sistema hidrogeológico de la Cuenca de México.

Morales Casique mencionó que, como en otras grandes urbes del mundo, la principal fuente de abasto de la zona metropolitana es subterránea (45 por ciento). Sin embargo, “importamos agua de la cuenca del Río Cutzamala (29 por ciento), del Río Lerma (13 por ciento) y el resto proviene de fuentes más pequeñas”.

Estas fuentes externas se han buscado debido a los problemas que representa la extracción excesiva dentro de la cuenca, un volumen superior a la cantidad de líquido que se renueva, indicó el universitario.

Probablemente, la tarifa que se paga por surtir de agua a los habitantes de la Ciudad de México no sólo debería incluir los gastos de extracción, conducción y mantenimiento de infraestructura, sino también los del tratamiento para regresarla al ecosistema. Desde esa visión, el consumo de agua está subsidiado en buena proporción, dijo.

La extracción intensiva produce efectos como la eliminación del flujo base en ríos, agotamiento de manantiales, desaparición de humedales y, adicionalmente, de acuerdo con las características del subsuelo, puede presentarse subsidencia del terreno, uno de los problemas más fuertes de la metrópoli, pues buena parte de ésta se encuentra sobre lo que fue un sistema lacustre con sedimentos arcillosos altamente compresibles.

La subsidencia ocurre porque el agua del acuífero se extrae de manera excesiva; esto causa la despresurización de los sedimentos lacustres superficiales y produce la consolidación de las arcillas, explicó.

“El pozo Tezonco aportó información valiosa, pero se requieren más exploraciones en pozos adicionales y sobre todo pruebas hidráulicas antes de evaluar posibles impactos en el acuífero superior debido a la eventual explotación de acuíferos profundos”, acotó.

Por último, planteó que la productividad del pozo es buena, pero no puede hablarse de que se trata de un recurso grande, “pues no tenemos idea de cuánto es la recarga que recibe, incluso, desconocemos el volumen almacenado”.

Créditos: UNAM-DGCS-255-2014