Tag Archives: frijol

PARTICIPA UNIVERSITARIA EN PROYECTO NACIONAL DE MEJORAMIENTO DE FRIJOL

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

mejoradelfrijol28 de junio de 2014

México es una de las principales regiones de origen, domesticación y diversificación de plantas de importancia agrícola mundial como el frijol común (Phaseolus vugaris L.). Nuestro país constituye un sitio trascendente para ampliar el conocimiento de los sistemas de conservación de esta leguminosa.

Por su trascendencia económica y social, es un producto estratégico en el desarrollo rural de la nación, pues ocupa el segundo lugar en superficie sembrada y representa, además, la segunda actividad agrícola más importante en el territorio por el número de productores dedicados a su cultivo.

Rosa Navarrete Maya, especialista de la Unidad de Investigación en Granos y Semillas (Unigras) de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, realiza estudios de patología vegetal encaminados a determinar variedades resistentes a enfermedades, como parte del proyecto “Desarrollo de variedades de frijol de alto rendimiento, tolerantes a sequía, resistentes a patógenos y con la calidad que demanda el consumidor”.

Es este proyecto, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que participan la UNAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), entre otras instituciones, Navarrete Maya colabora en el estudio para generar variedades mejoradas y de calidad comercial.

Experta en fitopatología de esa especie y reconocida autoridad en la patología de semillas en México, la universitaria explicó que su responsabilidad es evaluar la presencia de diferentes patógenos, hongos o bacterias asociados.

“Nos hemos enfocado en dos bacterias ligadas a esta leguminosa, la causante del tizón de halo (Pseudomonas syringae pv. phaseolicola) y la del tizón común (Xanthomonas campestris pv. phaseoli), que han coevolucionado con el frijol. La mayoría de las bacterias fitopatógenas se transmite a partir de semillas”.

Múltiples variedades

El estudio partió de 55 variedades mejoradas, producidas en diferentes estados del país, proporcionadas por el INIFAP, semillas que fueron sembradas –en medios especiales– para determinar si contenían hongos o bacterias.

En el Laboratorio de Patología de la Unigras se realizaron pruebas de sanidad y germinación. “Junto con un grupo de estudiantes desarrollamos las técnicas para analizar si las semillas venían limpias o tenían bacterias, lamentablemente la generalidad salió positiva a bacterias”.

Además, las 55 variedades se cultivaron en un invernadero y se inocularon por separado con cada una de las bacterias mencionadas, bajo condiciones favorables para el desarrollo de las enfermedades. Lo anterior con la finalidad de simular las condiciones en campo y verificar su tolerancia o resistencia a los tizones. Posteriormente, las mejores variedades se utilizaron como progenitores élite para la generación de nuevas variedades, actividad que desempeñan los mejoradores de INIFAP.

La investigación es relevante, pues se movilizan simientes de una región a otra. “La importancia de evaluar su calidad es para evitar que lleven patógenos a otros sitios, es una parte fundamental porque de ahí surgirán plantas sanas o enfermas”. Se sabe que una semilla infectada en 10 mil es suficiente para iniciar una epidemia si existen las condiciones ambientales favorables y plantas susceptibles.

Lamentablemente estos patógenos también atacan especies que no son Phaseolus vulgaris (frijol común), “lo hemos encontrado en Phaseolus coccineus (ayocote), aunque en menor medida, así como en P. lunatus (frijol Comba) y en Phaseolus acutifolius Gray (frijol Tepari)”.

La universitaria indicó que Pseudomonas syringae pv. phaseolicola ocasiona pérdidas de consideración al atacar los cultivos en algunas zonas de México. La ineficacia del control de esta enfermedad a través de medios químicos hace necesario obtener variedades resistentes.

En la actualidad, abundó, se habla de nuevas razas de esa bacteria en el mundo, por lo que Navarrete Maya, junto con sus colaboradores, realiza pruebas para detectar las que están presentes en México.

Antes se tenía la idea de contar con una variedad que se pudiera sembrar desde Tijuana hasta Chiapas, pero en realidad México es tan grande y con tantos microclimas y ambientes, que no puede ser así.

El objetivo es contar con variedades que puedan recomendarse para sitios específicos y que se obtengan cosechas de calidad, acordes a las exigencias de productores y consumidores.

Por otra parte, la universitaria dijo que muchas variedades de frijol han acumulado sustancias nutracéuticas, es decir, se les considera un superalimento por las cualidades nutricionales intrínsecas que posee, pero también porque algunas tienen alta capacidad de proteger contra cáncer de colon.

No obstante, hemos perdido la costumbre de consumir esta leguminosa, “una de las principales fuentes de proteína que en combinación con la tortilla nos proporciona nutrimentos esenciales”.

Es necesario hacer una serie de cambios en nuestra dieta, el frijol es un cultivo noble que aporta proteínas, vitaminas y minerales, lo podemos consumir en vaina tierna (ejotes) o como semilla, incluso en algunas regiones del país se preparan dulces a partir de él.

Créditos: UNAM-DGCS-369-2014

Eliminan contaminación por mercurio con fríjol y girasol.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
12 de Diciembre del 2012
Aunque muchos vegetales poseen la capacidad de descontaminar suelos, estudiantes de la UN evaluaron estas especies y obtuvieron buenos resultados.
De esa manera, Alejandro Martínez Osorio y Fredy José Genes Arrieta, estudiantes de Ingeniería Agronómica de la UN en Medellín, pusieron a prueba el fríjol y el girasol en diferentes tipos de suelos que sufren de contaminación por mercurio debida a la minería artesanal.
Para hacer el análisis de la capacidad descontaminante de las plantas, eligieron tres tipos de suelos: el polvillo de residuo de la roca que queda luego de la extracción de oro; el de minería aluvial; y una muestra sin contaminación para hacer diferentes tipos de evaluación.
Para cada muestra de suelos se utilizaron catorce plantas. Las ubicadas en suelos con mercurio presentaron una disminución de su crecimiento: alcanzaron una altura promedio de catorce centímetros, mientras que las plantas evaluadas en suelos sin contaminación llegaron a medir hasta cuarenta.
Genes Arrieta explica: “las plantas incorporan el mercurio y no es tóxico para ellas; pero, si algún animal las consume, puede padecer enfermedades graves o intoxicación”.
Por eso, destaca que la alternativa puede ser utilizada solo para recuperar zonas y, posteriormente, darlas a generación boscosa y de fauna.
El estudio, que solo se encuentra en etapa de análisis cualitativo, ha demostrado que el fríjol y el girasol son buenos vegetales fitoextractores, es decir, recuperadores de mercurio; pero no fitorremediadores, por cuanto su crecimiento es poco y su consumo puede afectar a los animales.
Los estudiantes consideran que estos planes de mitigación ambiental deberían ser tenidos en cuenta y apoyados por todas las compañías que ejerzan la minería y usen mercurio.
Dicen también que la explotación minera con madera podría ser una práctica alternativa viable, pues con esos mismos insumos se podrían elaborar otros materiales (como sillas y mesas) y así se evitarían daños colaterales.
El trabajo hace parte de uno de los proyectos del curso Manejo y Conservación de Suelos del pregrado en Ingeniería Agronómica. Y, según sus autores, podría convertirse en una opción respetable en este campo, siempre y cuando haya apoyo.
Créditos: Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Las muestras de suelos contaminados fueron de minería de socavón y de aluvión traído de El Bagre (Antioquia).

Las muestras de suelos contaminados fueron de minería de socavón y de aluvión traído de El Bagre (Antioquia).

12 de Diciembre del 2012

Aunque muchos vegetales poseen la capacidad de descontaminar suelos, estudiantes de la UN evaluaron estas especies y obtuvieron buenos resultados.

De esa manera, Alejandro Martínez Osorio y Fredy José Genes Arrieta, estudiantes de Ingeniería Agronómica de la UN en Medellín, pusieron a prueba el fríjol y el girasol en diferentes tipos de suelos que sufren de contaminación por mercurio debida a la minería artesanal.

Para hacer el análisis de la capacidad descontaminante de las plantas, eligieron tres tipos de suelos: el polvillo de residuo de la roca que queda luego de la extracción de oro; el de minería aluvial; y una muestra sin contaminación para hacer diferentes tipos de evaluación.

Para cada muestra de suelos se utilizaron catorce plantas. Las ubicadas en suelos con mercurio presentaron una disminución de su crecimiento: alcanzaron una altura promedio de catorce centímetros, mientras que las plantas evaluadas en suelos sin contaminación llegaron a medir hasta cuarenta.

Genes Arrieta explica: “las plantas incorporan el mercurio y no es tóxico para ellas; pero, si algún animal las consume, puede padecer enfermedades graves o intoxicación”.

Por eso, destaca que la alternativa puede ser utilizada solo para recuperar zonas y, posteriormente, darlas a generación boscosa y de fauna.

El estudio, que solo se encuentra en etapa de análisis cualitativo, ha demostrado que el fríjol y el girasol son buenos vegetales fitoextractores, es decir, recuperadores de mercurio; pero no fitorremediadores, por cuanto su crecimiento es poco y su consumo puede afectar a los animales.

Los estudiantes consideran que estos planes de mitigación ambiental deberían ser tenidos en cuenta y apoyados por todas las compañías que ejerzan la minería y usen mercurio.

Dicen también que la explotación minera con madera podría ser una práctica alternativa viable, pues con esos mismos insumos se podrían elaborar otros materiales (como sillas y mesas) y así se evitarían daños colaterales.

El trabajo hace parte de uno de los proyectos del curso Manejo y Conservación de Suelos del pregrado en Ingeniería Agronómica. Y, según sus autores, podría convertirse en una opción respetable en este campo, siempre y cuando haya apoyo.

Créditos: Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

En la Dieta Tradicional Mexicana, elementos para una buena alimentación y nutrición.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

En nuestro país, el consumo de frijol ha disminuido en los últimos 15 años, refirió Amanda Gálvez Mariscal, coordinadora del Programa Universitario de Alimentos y profesora de la Facultad de Química de la UNAM.
En nuestro país, el consumo de frijol ha disminuido en los últimos 15 años, refirió Amanda Gálvez Mariscal, coordinadora del Programa Universitario de Alimentos y profesora de la Facultad de Química de la UNAM.

28 de Agosto del 2012

El frijol es una fuente importante de proteína vegetal y, combinado con la tortilla, ancestralmente ha sido clave en la dieta de México por milenios. No obstante, en los últimos 15 años ha sido notable la disminución en el consumo de esta leguminosa, refirió Amanda Gálvez Mariscal al presentar “pequeños avances” de una investigación realizada por científicos de la UNAM y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

Al participar en el Seminario Alimentos Funcionales, realizado en la Facultad de Química (FQ), la coordinadora del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) señaló que el consumo de este producto disminuyó de 19 a nueve kilogramos por persona al año (datos de 2009).

“Lo mismo pasó con la tortilla, que tiene más fibra que el pan blanco”, agregó Gálvez Mariscal al impartir la charla Aislados proteínicos como alimentos funcionales.

Esta merma se debe a cambios en los hábitos de alimentación, lo que ha llevado a la prevalencia actual de diabetes y obesidad entre los mexicanos. Hoy se registra mayor disponibilidad de alimentos procesados ricos en hidratos de carbono y en grasas, incluso en las poblaciones rurales, añadió.

Ante eso, Gálvez Mariscal, académica de la FQ, consideró prioritario revalorar algunos comestibles tradicionales que forman parte de la dieta, que hemos abandonado y que contribuyen a tener buena salud.

Como parte de las investigaciones desarrolladas en la FQ, se emprendió el aislamiento de proteínas de una de las leguminosas más consumida en México, el frijol negro (aunque este grupo es mucho más amplio y comprende garbanzos, habas y lentejas, entre otras). También se estudian otras proteínas vegetales.

En el estudio realizado en conjunto con el INCMNSZ, se buscó entender, mediante la observación de animales de laboratorio, cómo funcionan ciertos factores de transcripción, es decir, las señales metabólicas de la lipogénesis. Se trabajó con aislados proteínicos de frijol, soya y caseína.

Entre los resultados, se observó que las proteínas de los dos primeros productos tienen comportamientos similares. El control para comparar los resultados fue la proteína láctea caseína, que promueve el aumento de peso de animales un poco mejor que las leguminosas. La glucosa en el suero se incrementa lentamente tanto con frijol como con soya, al igual que las concentraciones de insulina.

Gálvez Mariscal dijo que las proteínas del frijol eran importantes en la dieta mexicana hasta hace 15 años, momento en que empezó a declinar su consumo, pese a que la tradicional fomenta una buena alimentación y, por ende, una nutrición adecuada para nuestra población.

Para finalizar, la coordinadora del PUAL señaló que como tecnólogos de alimentos “perfilamos un modelo proteínico de frijol con ventajas para mejorar formulaciones alimenticias”.

Carencias en la legislación

A diferencia de Japón, Estados Unidos y Europa, en México no existe una definición de lo que es un alimento funcional en la legislación de salud, señaló Carolina Peña Montes, ex alumna del DAAD (siglas en alemán para Servicio Alemán de Intercambio Académico), al impartir la ponencia Introducción a los alimentos funcionales.

La académica de la FQ habló de los nutracéuticos (palabra acuñada en 1989, formada por las voces ‘nutrimento’ y ‘farmacéutico’). Algunos de ellos se venden en forma de suplementos. “En México, hay un vacío legal al respecto porque no son considerados alimentos ni medicamentos”.

Los compuestos bioactivos contenidos en los comestibles tienen propiedades que mejoran la salud, ya sea al prevenir enfermedades o reducir el riesgo de adquirirlas, de ahí la tendencia a aislar y concentrar las sustancias benéficas. Ya se han identificado muchas, pero no todas las reivindicaciones de salud han sido formales, expuso.

En Japón, indicó, hay una amplia variedad de alimentos específicos para ciertos aspectos físicos, conocidos como FOSHU (Foods for Specific Health Use). De 1993 a la fecha, en ese país se han aprobado 69. En la nación asiática el consumidor tiene plena confianza de que han sido validados científicamente y llevan una etiqueta que los avala.

En Estados Unidos también hay alimentos funcionales regulados por la FDA, cuyos componentes se han probado científicamente. Se sabe, por ejemplo, que el betaglucano, presente en la avena, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En México, por el contrario, la legislación de salud no considera a los alimentos funcionales ni a los nutracéuticos. Existen los suplementos, definidos como un producto cuyo uso incrementa la ingesta dietética total y se presenta en forma farmacéutica.

Las otras dos figuras previstas en la ley de salud son: medicamento herbolario y remedio herbolario: el primero tiene un fin terapéutico comprobado científicamente y, el segundo, alivia síntomas según conocimiento tradicional o popular.

Por eso, para Peña Montes, es fundamental generar mayor conocimiento sobre los componentes bioactivos de los alimentos, específicamente de los nutracéuticos, desde las perspectivas de la nutrigenética o la nutrigenómica, para eventualmente alcanzar una nutrición personalizada.

Con esto no se pretende curar enfermedades, sino desacelerar factores que las disparan, puntualizó, y advirtió que “no cualquier compuesto benéfico se puede comprar en píldoras, no todos los extractos están estandarizados ni tampoco cada compuesto es puro”.

Boletín UNAM-DGCS-528
Ciudad Universitaria.

Producen carne vegetariana a base frijol

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Además del frijol, los estudiantes quieren proyectar su iniciativa empresarial con otras leguminosas y vegetales.
Además del frijol, los estudiantes quieren proyectar su iniciativa empresarial con otras leguminosas y vegetales.

19 de febrero de 2012
Deliciosa, nutritiva y natural. Así define un grupo de estudiantes de la UN la proteína a base de frijol que producen como solución nutricional y novedosa para el mercado.

En los vegetales se pueden conseguir diferentes tipos de proteínas provenientes de lentejas, soya o trigo –como el gluten–. Un grupo de estudiantes de la Facultad de Minas pensó en “carne” vegetariana 100% orgánica y sin componentes químicos, como alternativa de innovación alimenticia.

“Lo novedoso es que sí existen tortillas vegetarianas, pero no a base de frijol y el plus está en el contenido nutricional, además no tiene aditivos ni colorantes”, aseguró Ángela María Ardila, de Ingeniería Industrial.

El proceso que utilizan los estudiantes de la UN consiste en una fase inicial de lavado para pasar los vegetales a un recipiente de remojo, luego a un proceso de trituración y, finalmente, introducir el insumo a un tanque mezclador donde se le adicionan los aliños; también se hace el moldeo de las tortillas, la cocción y el empaque de las unidades de aproximadamente 40 gramos, las cuales suplen la cantidad de proteína que requiere una persona para su alimentación.

Para lograr que el producto final cumpla con las expectativas orgánicas, los creadores de la propuesta se están aliando con cultivos en el municipio de Marinilla (Antioquia), a fin de garantizar la cosecha y que el frijol sea netamente orgánico.

Luz Eugenia Tamayo, estudiante de Ingeniería Geológica, explicó que el producto no sólo está dirigido a personas vegetarianas, pues hicieron “una prueba piloto con 50 personas fuera de la Universidad, quienes probaron el producto sin tener conocimiento de que era vegetariano, y quedaron convencidas de que era carne, debido a que su sabor es muy similar al que se usa para las hamburguesas”.

La propuesta, que tiene como nombre “Vurguer Bean”, hace parte de un proyecto empresarial con la marca orgánica Alternativas Nutricionales y fue presentada en las Jornadas Académicas de la Facultad de Minas.

Sus creadores proyectan llevar al mercado otro tipo de embutidos bajo el mismo concepto orgánico con especies de salchichas, salchichones y jamonetas, con diversos vegetales y leguminosas.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Producen politécnicos cereal para niños con una mezcla de maíz y frijol

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

frijol y maiz

29 de marzo de 2011

•El cereal elaborado por investigadores del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Durango,  contiene 38 por ciento más proteínas y 138 por ciento más fibra que los cereales comerciales

Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) recurrieron al maíz y frijol para elaborar un cereal nutritivo para niños en edad escolar, el cual es reducido en azúcares, contiene 38 por ciento más proteínas y 138 más fibra que los cereales comerciales.

El titular del proyecto de investigación que se realiza en el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Durango, Oscar Velasco González, señaló que mediante los productos que han desarrollado a lo largo de una década de investigación, además de contribuir a mejorar la nutrición de los pequeños, le dieron un valor agregado al maíz y al frijol, éste último es el principal producto agrícola del estado de Durango.

Señaló que el cereal, que se recomienda para el desayuno de los niños, se elaboró atendiendo a las nuevas tendencias del mercado y a partir de la mezcla de maíz y frijol se fabricaron dos variedades, al primero de ellos se le agregó azúcar como edulcorante, y al otro, miel e inulina, con el propósito de reducir el consumo de azúcares.

Velasco González precisó que el interés por incrementar el aprovechamiento del frijol se debe a que éste es el principal producto agrícola del estado. “Desde hace casi diez años pensamos en desarrollar tecnologías para incrementar el valor agregado de este grano, inicialmente encaminadas para obtener ganancias adicionales”.

Explicó que una encuesta aplicada en la ciudad de Durango (2002), arrojó que el consumidor está dispuesto a pagar hasta un 30 por ciento más de sobreprecio si se le garantiza un frijol suave, por lo que “desarrollamos la tecnología para separar más de 14 variedades de frijol que se producen en Durango, y permitir de esta manera que el productor tenga acceso a este 30 por ciento adicional”.

Posteriormente, dijo, el CIIDIR Unidad Durango inició investigaciones para desarrollar alimentos nutritivos para niños en edad escolar, en sustitución de los denominados “productos chatarra”. Así fue como elaboraron algunas botanas nutritivas con la mezcla maíz-frijol para cumplir con el perfil de aminoácidos recomendados por la Comisión Mixta FAO-OMS (Food and Agriculture Organization y la Organización Mundial de la Salud).

Refirió que las botanas preparadas mediante el proceso de extrusión-cocción se condimentaron con tres sabores diferentes: queso-chile, chile-limón y chile jalapeño, y las pruebas de aceptación se realizaron con buenos resultados en escuelas primarias de la ciudad de Durango. “Es importante mencionar que el valor biológico de estas botanas fue evaluado en ratas en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, del IPN, presentando un valor biológico semejante a la caseína de la leche, de manera tal, que el consumo de una bolsa de 35 gramos corresponde en valor nutritivo a un vaso con leche de 115 mililitros”.

El investigador politécnico mencionó que otros productos que se han elaborado para contribuir a enriquecer la alimentación de los escolares son: palitos de maíz-frijol extrudido, cubiertos de chocolate, mismos que se dirigieron a un nicho de mercado distinto, y las características de este producto tenían semejanza con los dulces tipo galleta recubiertos de chocolate.

Velasco González refirió que como producto de las investigaciones, el CIIDIR Unidad Durango cuenta con tecnología innovadora para elaborar frijoles en polvo, naturales o condimentados, los cuales se preparan al instante luego de agregar agua en ebullición. “También se han desarrollado atoles y sopas con las mismas características nutricionales descritas anteriormente”, acotó.

Además de desarrollar alimentos infantiles, el investigador politécnico también ha utilizado la granza de frijol, que es un subproducto del cribado del grano, constituido por frijol quebrado y de baja densidad, para desarrollar alimento para cerdos.

“El costo para producir carne de cerdo alimentando a los animales con cochi-frijolina fue menor al costo de producción con el alimento convencional; además observamos que el consumo del alimento elaborado en el CIIDIR Unidad Durango, proporciona a los cerdos mayor resistencia a las enfermedades, ya que durante el experimento el lote de cerdos alimentados con nuestro producto se enfermó menos que los alimentados de forma tradicional”, afirmó.

El maestro Velasco González comentó que cuentan con la tecnología para continuar el proyecto de cereales de maíz-frijol, adicionados de Inulina (para disminuir el consumo de azúcar), y agregarán bacterias lácticas, como probióticos, con el objetivo de ofrecer a los pequeños en edad escolar productos nutritivos con un menor aporte de azúcar, alto contenido de fibra soluble e insoluble, así como lactobacilos, que impacten de manera importante en su salud.

Destacó que para el aprovechamiento óptimo del frijol en el estado de Durango, el grupo de investigación que dirige ha elaborado un Esquema de Comercialización del Frijol, el cual integra etapas en las que el producto ya no se puede vender por su dureza, pero sí moler y recibir acondicionamiento para el consumo humano y animal, a través de alimentos funcionales.

Créditos: Comunicación Social/IPN/ Comunicado: 082
Imagen: direccioneszac.com