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Desarrolla Rolando Díaz Loving modelo bio-psico-social-cultural de y para los mexicanos

 
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Desentrañar con un método riguroso y a la vez culturalmente sensible cómo son los mexicanos, cuáles son los rasgos comunes de su idiosincrasia y qué se puede modificar en lo personal y lo colectivo para desarrollarse con bienestar y plenitud, es una labor que desde hace 30 años realiza Rolando Díaz Loving, profesor e investigador en la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Desentrañar con un método riguroso y a la vez culturalmente sensible cómo son los mexicanos, cuáles son los rasgos comunes de su idiosincrasia y qué se puede modificar en lo personal y lo colectivo para desarrollarse con bienestar y plenitud, es una labor que desde hace 30 años realiza Rolando Díaz Loving, profesor e investigador en la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

7 de diciembre de 2011

• El académico de la FP de la UNAM recibió el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo Martínez 2011, en Educación e Impacto de la Ciencia en la Sociedad

Desentrañar con un método riguroso y a la vez culturalmente sensible cómo son los mexicanos, cuáles son los rasgos comunes de su idiosincrasia y qué se puede modificar en lo personal y lo colectivo para desarrollarse con bienestar y plenitud, es una labor que desde hace 30 años realiza Rolando Díaz Loving, profesor e investigador en la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Por su trayectoria en la aplicación de su modelo psicosocial, con el que ha analizado, estudiado y medido variables concernientes a la pareja, la familia, la conducta sexual de los jóvenes ante el VIH/SIDA, la violencia de género, o la personalidad, el doctor en psicología social recibió el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo Martínez 2011, en el área Educación e Impacto de la Ciencia en la Sociedad, otorgado por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal.

Su trabajo le ha permitido analizar y medir variables individuales, colectivas y de interacción en ámbitos como las parejas, las familias y los muy diversos ecosistemas, que contrastan del trópico al desierto, del campo a la ciudad, y de la opulencia a la pobreza en el amplio crisol nacional.

Herencia sociocultural

“La parte medular de nuestra aproximación al estudio de cualquier fenómeno psicológico tiene que ver con el enfoque sustraído del título de un libro que escribimos hace algunos años para honrar el legado de Rogelio Díaz Guerrero, primer investigador emérito de la FP, investigador nacional emérito del SNI y precursor de la psicología social en el país.

“Se llama Etnopsicología: Tras la huella teórica y empírica de Díaz Guerrero, porque centra la atención en la inclusión y análisis de variables socioculturales en una psicología tradicionalmente bio-evolutiva, y la posibilidad que los datos sean más aplicables y congruentes con la realidad de las muestras que trabajan los especialistas mexicanos y latinoamericanos”, explicó.

Con esa herencia intelectual, ha continuado el desarrollo de estudios adaptables a la realidad, a la problemática cotidiana y nacional, en búsqueda de respuestas a asuntos que requieren pronta solución, como saber por qué no son eficientes las campañas de uso del condón entre los jóvenes, de qué manera algunas familias favorecen que los hijos se involucren con la delincuencia, o por qué sigue la desigualdad de género, la discriminación o baja producción, entre otras situaciones.

“En la psicología, que ha avanzado de manera espectacular en los últimos 120 a 130 años, la postura fundamental es que, si podemos explicar y predecir el comportamiento de una muestra específica con mucho rigor y validez interna, entonces podemos generalizar estos hallazgos a quien sea.

“Desafortunadamente, al no incluir variables socioculturales como normas, valores, creencias, patrones y mitos, partes fundamentales en la determinación de la conducta, los programas y planes que parecen maravillosos en papel, se estrellan contra la realidad. Por ello, es esencial sumar los múltiples factores históricos, socio-culturales y ambientales, para lograr una psicología útil para nuestro contexto”, precisó.

Los instrumentos y metodologías utilizados en la Unidad de Investigaciones Psicosociales, dirigida por Díaz Loving, se enfocan a obtener datos válidos, confiables y culturalmente sensibles con base en métodos exploratorios cualitativos y confirmatorios experimentales, que incluyen entrevistas, redes semánticas y grupos focales aptos para recoger manifestaciones culturales de fenómenos psicológicos, desarrollo de pruebas psicométricas que cuantifican identidad y frecuencia de ciertos atributos, valores y actitudes encontradas en las etapas exploratorias, así como estudios de laboratorio, para finalmente obtener datos aplicables a relaciones interpersonales (de pareja o de padres e hijos) y a grupos (familiares o comunitarios).

Nuestros rasgos

Como ejemplo de las investigaciones para integrar la cultura al análisis de las relaciones interpersonales, el universitario desarrolla instrumentos de medición apropiados para nuestros grupos sociales, que analizan las normas, creencias y valores que, en interacción con las necesidades bio-psíquicas de cada individuo, y la afectación en el desarrollo de la personalidad.

“En principio, para saber cómo es el yo del mexicano, tengo que preguntar a muchos paisanos cómo son para no cometer errores intuitivos y de proyección personal como sucede en El Laberinto de la Soledad, donde Octavio Paz creyó que todos tenemos ciertas características”.

De hecho, al estudiar amplias muestras de mexicanos de diversas regiones con una aproximación sistemática y rigurosa, se ha encontrado que no son típicas, ideales, ni reales, por el contrario, el mayor porcentaje tiene características positivas en la parte socio-afiliativa. “Es amable, atento, educado, cortés, amigable, sociable, cariñoso, romántico, sentimental y conciliador”.

El yo de la mayoría acentúa las relaciones interpersonales amenas y favorables y, en general, hay más interés en el grupo que en el individuo. “Algunas normas dicen que tenemos que ser respetuosos de los adultos, resolver primero los problemas de otros y luego los nuestros”.

Congruente a las premisas de la cultura, somos solidarios y aguantadores en grupo, pero eso hace que no se permita o no sea bien visto el logro individual. Ahora bien, no todos nos apegamos a las premisas socio-culturales de la misma manera; aspectos como lo educación laica, o intereses en desarrollo personal, logran que algunos rompan con los dictados culturales y hacen la variedad entre los nacionales.

“Es parte de lo que ha sucedido con el sector femenino, que para salir adelante en el ámbito de la producción, tiene que ser mucho más individualista que el hombre, más perseverante para obtener el mismo nivel de logro personal. Esto, entre otras cosas, se traduce en mujeres responsables y trabajadoras, a la vez que tiernas y cariñosas; mientras que los varones continúan centrándose en un papel estático más tradicional”, destacó.

Estas características tienen efecto en las interacciones sociales, las relaciones económicas y políticas y en la salud, área que desde hace más de dos décadas analiza con su método, especialmente para analizar la conducta sexual y anticonceptiva, con particular énfasis en estudios de VIH/SIDA.

Actualmente, el investigador de la Facultad de Psicología continúa con sus estudios sobre aculturación, pareja y personalidad, y encabeza uno sobre la conducta sexual de varones y mujeres en 20 plazas del país, con la idea de reconocer los patrones y diferenciarlos por regiones (rural, urbano, frontera y trópico).
Créditos: unam.mx/boletin/719/2011

Depresión y fobias, principales problemas de conducta de los preadolescentes

 
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Patricia Andrade Palos, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Patricia Andrade Palos, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

29 de mayo de 2011

• Los padres minimizan los problemas de los niños y no saben identificar si se sienten solos, están tristes, o si no se perciben como populares o importantes, advirtió Patricia Andrade, de la FP de la UNAM

La depresión, y las fobias de tipo social, constituyen los principales problemas psicológicos internalizados que más presentan los preadolescentes; muchas veces son minimizados por los padres y, por ello, no son motivo de consulta, señaló Patricia Andrade Palos, académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Se trata de conductas poco conocidas y aceptadas, presentes en menores de nueve a 12 años y a las que los progenitores no ven como un inconveniente, destacó.

En cambio, los problemas externalizados -como el bullying, la rebeldía y otras actitudes desafiantes –, por lo regular son motivo de alarma, pues son comportamientos que sí se manifiestan; “incluso, considero que ha habido un sobre diagnóstico de ellos”, expresó.

La especialista en psicología social comentó que hay pocas investigaciones sistemáticas a nivel nacional que reporten realmente las dificultades por las que atraviesan niños y jóvenes en la actualidad.

Sin embargo, en el año 2000 se empezó a observar que sí existen y que no eran atendidas. “Por ejemplo, no se aceptaba la depresión en los menores, y ahora hay registro de decenas de adolescentes en hospitales psiquiátricos”, expresó.

Ante esta problemática, precisó, “en los últimos años hemos hecho estudios para conocer los factores familiares que influyen en el desarrollo de esos problemas y diseñar programas de prevención, dirigidos a los padres, que permitan consolidar habilidades de apoyo y control”.

El objetivo principal de la investigación, acotó, es determinar qué elementos de la relación padre-hijo inciden para tener las herramientas empíricas y diseñar planes adecuados.

Con ese fin, aplicamos un cuestionario a padres de alrededor de 380 niños; la respuesta de los menores fue favorable, y en muchos casos, se obtuvieron datos de ambos progenitores, en lo referente a problemas internalizados y externalizados.

Con base en ello, los especialistas se percataron que ambos padres minimizan los problemas internos de los niños y no saben identificar cuando se sienten solos, tristes, o que no se les perciba como populares o importantes. Por otra parte, muchas madres solo advierten que sus hijos tienen dificultades si son conflictivos en la escuela, si los reportan o si bajan en sus calificaciones.

En cambio, agregó, los infantes respondieron que tienen más problemas internalizados de los que sus papás piensan, y por otro lado, no ven tan graves algunas conductas externas como burlarse de algún compañero.

También, “descubrimos que el apoyo siempre es importante y que el control, además de ser necesario, tiene una parte positiva: la guía y la supervisión”. Asimismo, “determinamos que en este rubro lo importante es ver cómo guiar a los hijos sin menoscabar su autonomía, sobre todo en la etapa de la preadolescencia, en la que hay cambios sexuales, sociales y de cognición”, indicó.

Los padres deben convencerse que es necesario cambiar su manera de controlar, guiar, supervisar e, incluso, de expresar su cariño y afecto a medida que sus descendientes crecen, consideró. Aparentemente, son cuestiones simples, pero afectan la relación y pueden distanciarlos, subrayó.

Tras hacer el análisis de los datos, prosiguió, “también nos percatamos que el control psicológico ejercido por la madre es el factor de mayor peso en los niños con depresión. Es decir, si ella descalifica, si aplica mecanismos de inducción de culpa, devalúa o es chantajista, afecta de manera importante el desarrollo de los menores.

Por lo regular, las madres no se percatan de la situación, porque creen que esas acciones son correctas. Además, abundó, “hemos podido ver que en la preadolescencia, la imposición y el control psicológico afectan de manera negativa a los pequeños”.

Programa interactivo

Con base en los resultados, se diseñó un programa de cinco sesiones, cuyo objetivo es que los padres reflexionen sobre las conductas de sus hijos, informó.

No se trata de dar recetas mágicas, sino de trabajar de manera interactiva para cambiar esos comportamientos, que dañan el desarrollo de los infantes, aclaró.

Las sesiones son grupales, lo que propicia mayor dinamismo e intercambio de ideas y que lleva a mejorar la relación entre padres e hijos; además, otra ventaja del trabajo colectivo, es que los padres advierten que no son los únicos que sufren y enfrentan ese tipo de problemas, lo que reduce su estrés.
Se busca que al final del taller reconozcan sus fortalezas y debilidades; asimismo, se les pide que elijan una conducta específica que quieran cambiar con su progenitor para trabajar en ella. De esta manera, pueden ver que son capaces de aplicar los conocimientos adquiridos, precisó.

Otro aspecto importante de este tipo de programas, es que se puede evaluar su efectividad; por ello, “el siguiente paso será reunirnos nuevamente con los padres y comentar sus experiencias, para evaluar los cambios, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-317-2011/unam.mx

La psicología, indispensable para el progreso de cualquier país

 
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Isabel Reyes Lagunes, profesora emérita de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Isabel Reyes Lagunes, profesora emérita de la Facultad de Psicología de la UNAM.

19 de mayo de 2011

• Favorece el desenvolvimiento sano de la sociedad y previene el desarrollo inadecuado del hombre en su entorno, señaló Isabel Reyes Lagunes, profesora emérita de la FP de la UNAM, en ocasión del día de esta especialidad

El papel fundamental del psicólogo es ayudar a que la sociedad se desenvuelva de manera sana, contribuir al crecimiento humano y prevenir el desarrollo inadecuado del hombre en su entorno. Por ello, su profesión es indispensable para el progreso de cualquier país, opinó Isabel Reyes Lagunes, profesora emérita de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Una de las grandes aportaciones de esta disciplina es la comprensión de la cultura y del hombre dentro de ésta, así como entender que cada individuo es diferente y, por lo tanto, su comportamiento también es distinto, subrayó.

La psicología de la salud, destacó, es una de las contribuciones que han hecho los especialistas mexicanos. “Con ello, se demuestra que este campo se ha ampliado y abarca nuevas áreas de competencia, con aplicaciones útiles como información y educación sanitaria, y participación en la salubridad ambiental”.

Las ramas de la psicología

En el marco del Día del Psicólogo, este viernes 20, explicó que existen seis grandes ramas: la experimental, que se trabaja en laboratorios; la educativa, que se dedica a buscar los mejores métodos para el aprendizaje; de la salud, para prevenir los problemas de índole psicológico y físico; la social, que estudia desde el grupo familiar, hasta el universal o todo un país.

También, la laboral, encargada de observar el comportamiento humano en esta área y de las empresas, y la neuropsicología, cuya función es analizar los efectos que una lesión, daño o funcionamiento anómalo en las estructuras del sistema causa sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y del comportamiento individual.

Historia de la psicología

En 1896, recién reconocida esta materia como ciencia en el mundo, se creó una cátedra referente en la Escuela Nacional Preparatoria; posteriormente, en 1910, fecha en que se dio el carácter de Nacional a la Universidad, el encargado de dar la conferencia inaugural fue James Baldwin, importante psicólogo estadounidense, recordó Reyes Lagunes.

Para 1924, se instituyó el doctorado en Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de esta casa de estudios, y en 1930, se instauró la maestría. Así, en los años 50 inició un mayor interés por parte de los jóvenes en la materia, y a finales de esa década, el Consejo Universitario aprobó el programa de psicología como carrera.

“No fue sino hasta febrero de 1973, que el Colegio de Psicología dejó de ser parte de la FFyL para convertirse en facultad, y en ese mismo año, se reconoció como profesión”, relató.

Día del Psicólogo

Hace 30 años, a petición del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP), se realizó una investigación en la Dirección General de Profesiones para conocer la fecha en que se había otorgado la primera cédula.

Esto reveló que, en la primera época de la licenciatura, los títulos profesionales tenían una leyenda en el reverso: “cédula en trámite”, razón por la que una estudiante decidió demandar a la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Fue así que un 20 de mayo, la SEP recibió la orden de otorgarle la cédula profesional y, a partir de entonces, cada año se hace la conmemoración.
Créditos: UNAM-DGCS-294-2011/unam.mx

EL EMBARAZO EN ADOLESCENTES, UNA FUENTE IMPORTANTE DE ESTRÉS

 
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Andrómeda Valencia Ortiz, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Andrómeda Valencia Ortiz, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

• Se presenta en una etapa en la que aún no se ha completado de manera natural el desarrollo físico y emocional, advirtió Andrómeda Valencia Ortiz, de la FP de la UNAM
• La mujer no sólo tendrá cambios físicos importantes, también se ve en la necesidad de interrumpir su formación escolar o se altera su desempeño en el núcleo familiar, lo que la puede conducir a situaciones de aislamiento, incertidumbre e incluso depresión, precisó

En los adolescentes, el embarazo se presenta como una fuente importante de estrés, pues en esta etapa aún no está conformada su identidad, son inmaduros emocional y socialmente, y aún dependen económicamente de sus padres, indicó Andrómeda Valencia Ortiz, académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Además, las transformaciones físicas y emocionales que ocurren durante la gestación, se incrementarán en esta etapa, porque los jóvenes todavía no concluyen cambios inherentes al desarrollo.

Uno de ellos, acotó, es el relacionado con la parte de la responsabilidad y la toma de decisiones; si un joven pasa por un proceso de crecimiento normal, tiene tiempo para consolidar y madurar aspectos emocionales, psicológicos y sociales que le permitirán asumir responsabilidades y nuevos retos.

Una adolescente encinta no sólo tendrá cambios físicos importantes; también, en muchos casos interrumpirá su formación escolar o alterará su desempeño en el núcleo familiar, lo que puede derivar en situaciones de aislamiento, incertidumbre e, incluso, depresión.

En contraparte, el varón casi siempre puede continuar con su vida académica y/o social; su principal problema es la responsabilidad financiera.

Otra situación importante es que los jóvenes, a pesar del embarazo, no necesariamente comienzan una vida en pareja; muchos de ellos siguen dependientes de sus papás y, por ello, deben sujetarse a las reglas de casa, mencionó.

Ayuda profesional y familiar

En muchos casos, abundó, procrear resulta un desafío positivo, sobre todo si se cuenta con apoyo, pero sin él, el manejo de la situación podría generar un conflicto mayor.

Si se busca asistencia de un psicólogo para sobrellevar un embarazo en esta etapa, lo primero que debe hacer el especialista es ayudar a elaborar un nuevo plan de vida, sin perder de vista las prioridades.

Otro paso importante, añadió, es platicar con la futura madre sobre los cambios físicos y estrategias de cuidado para un recién nacido.

La prevención se relaciona con una buena educación sexual, que se refleja en el conocimiento del uso correcto de los métodos anticonceptivos, en el funcionamiento del cuerpo, y en la preparación para tomar decisiones sobre la salud reproductiva.

Asimismo, se deben reforzar las estrategias de comunicación y supervisión dentro de la familia.

En caso de embarazo, los padres de los adolescentes deben ser cautelosos y no tomarlo como una tragedia, pues en muchos casos la actitud del joven con respecto a su hijo dependerá de la que tomen sus progenitores, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-272-2011/unam.mx

EXPERIMENTAN NIÑOS, SENTIMIENTO DE ABANDONO

 
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La soledad tiene su parte positiva y negativa, y es usual que se ponga énfasis en esta última.
La soledad tiene su parte positiva y negativa, y es usual que se ponga énfasis en esta última.

6 de mayo de 2011
• Como parte de un estudio con personas en situación económica precaria, un grupo de académicos de la FP de la UNAM se percataron que los pequeños encuestados experimentan esa sensación
• Descubrieron que la realidad de los infantes y la percepción de sus madres estaban completamente disociadas, pues ellas creían que aquéllos no se sentían solos
• La soledad es resultado de carencias afectivas y puede aparecer en cualquier momento de la vida; es importante aprender a identificarla para desmitificarla y facilitar la prevención de problemas de disfunción psicológica

Como fenómeno potencialmente estresante, la soledad tiene su parte positiva y negativa, y es usual que se ponga énfasis en esta última. Si una persona afirma que nunca se ha sentido sola, se podría sospechar que disfraza o niega esa experiencia. Asimismo, dentro del contexto social, su posible reconocimiento puede sugerir una incapacidad para establecer relaciones afectivas funcionales.

“La soledad es normal; de hecho, se podría afirmar que es inescapable como parte del desarrollo humano. Por ello, es importante aprender a identificarla para desmitificarla”, dijo María Montero y López Lena, de la División de Investigación y Posgrado de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, quien en un estudio aplicado a personas en situación económica precaria, se percató que niños de entre ocho y 10 años experimentan sentimientos de abandono.

La soledad infantil

Aunque los pequeños de cinco años aún no han estructurado del todo su lenguaje y, por lo tanto, no se han adueñado del concepto o del significado de soledad, algunos estudios han demostrado que ya experimentan esa sensación, señaló.

A partir de una serie de ocho preguntas aplicadas a niños de entre ocho y 10 años y a sus madres, como parte del estudio con personas en situación económica precaria, la académica universitaria y sus colaboradores se percataron que la realidad de los pequeños y la percepción de sus progenitoras estaban completamente disociadas, pues estas últimas creían que aquéllos no se sentían solos ni abandonados.

En un rango de 0 a 4 –donde 0 significa que no se sienten en absoluto abandonados, y 4 que se sienten todo el tiempo abandonados–, los infantes alcanzaron, en promedio, un 2, que en población abierta es un sugerente para proseguir con la investigación.

“Es entendible que los menores tuvieran ese puntaje, porque es normal que lleguen a ese sentimiento. Ese es el punto, si se habla de desmitificación. El límite que se pensaría como grave sería 3 ó 4. En tanto, los niños que no padecen pobreza tienen un promedio más bajo, pues experimentan con menos frecuencia, o verbalizan menos la soledad”, puntualizó Montero.

Fenómeno estresante

Más que una emoción (en presencia de la que hay una reacción fisiológica), es un sentimiento, es decir, algo más elusivo y subjetivo. Así, alguien puede vivir solo, aislado y, sin embargo, sentirse bien; en contraste, un individuo puede estar rodeado de gente, de su familia, incluso tener relaciones extraconyugales, pero experimentar la sensación de vacío, añadió.

En 1999, se recibió como doctora en psicología, y la universitaria definió la soledad como un fenómeno potencialmente estresante, resultado de carencias afectivas reales o percibidas, y que emerge en cualquier momento del desarrollo, desde la niñez hasta la senectud.

“Puede decirse que la gente la siente si tiene conciencia de sí misma, pues entonces es capaz de identificar algún desequilibrio entre lo que, en términos afectivos, percibe como satisfactorio e insatisfactorio. Por eso, es esencialmente una percepción muy personal y subjetiva”, apuntó Montero.

Fuentes y manejo de la soledad

La académica ha identificado cuatro fuentes deficitarias de afecto que conducen a la experiencia de la soledad: la primera es la carencia de bienestar emocional, que implica la satisfacción o insatisfacción con uno mismo y con los logros alcanzados; la segunda, de amistades, que se vincula con la percepción de la lejanía afectiva o con la creencia de traición por parte de quien se consideraba amigo.

La tercera, la pareja, enfocada a cómo es la relación y cercanía sentimental, y la cuarta, los compañeros de trabajo, concerniente a qué tanto el individuo se siente apoyado o identificado con quienes labora.

En la secuencia que Montero supone viable, no para resolver la soledad, sino para manejarla, el primer paso es reconocerla. “Este sentimiento atraviesa todas las etapas de la vida y, a veces, se presenta en la transición de una edad a otra. Por eso, primero debemos enseñar a los niños, jóvenes y adultos cómo identificarla mediante ciertas preguntas: cómo se sienten, qué creen que les hace falta, por qué creen que se sienten solos.

“Después, mostrarles cómo manejarla, porque la soledad nos sirve, en alguna medida, igual que el miedo, para sobrevivir. Si conocemos y sabemos llevarla, estamos en posibilidad de reflexionar y preguntarnos qué pasa con nosotros, cuáles son nuestros recursos y cómo podemos aprovecharlos de una manera óptima”, explicó.

Entre las “estrategias” para enfrentarla están el beber alcohol, consumir drogas, gastar dinero de manera absurda o tener relaciones sexuales sin sentir deseos. De ahí que sea básico identificarla antes de cometer excesos, abundó. Asimismo, consideró, una persona que no sabe lidiar con la soledad difícilmente sabrá amar, porque ello implica una proyección. “Para amar hay que quererse a uno mismo”, concluyó.

Créditos: UNAM-DGCS-263-2011/unam.mx