



Bogotá D. C., dic. 27 de 2013 – Agencia de Noticias UN- La gigantografía de una aldea en Pucamarca, abandonada tras el asesinato de siete hombres, abre el recorrido por la exposición “Paisajes Ausentes. Memorias del pasado reciente del Perú 1980-2000”.
“Para llegar a este lugar fue necesario hacer una caminata de seis horas, hasta donde los investigadores y familiares se dirigían a exhumar los restos de los hombres ejecutados por Sendero Luminoso a finales de 1984. El punto más alto de la caminata”, cuenta el fotógrafo norteamericano Jonathan “Jonás” Moller.
Moller, quien durante varios años se ha dedicado a registrar con sus equipos fotográficos lo acontecido durante la década de los ochenta en países como Nicaragua, El Salvador y Guatemala, fue invitado por el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF) para acompañarlos en algunas exhumaciones y reconstrucciones de casos de desaparición forzada.
El resultado de ese trabajo se recogió en más de 300 fotografías, aunque para esta exposición apenas se seleccionaron 40.
Esta exposición temporal, inaugurada el pasado lunes 23 de diciembre en el Claustro de San Agustín, es el resultado del trabajo colaborativo entre el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), la Maestría en Museología y Gestión del Patrimonio y la Dirección de Museos y Patrimonio Cultural (DMPC) de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá.
A través de las imágenes se aprecia parte del ingente trabajo realizado por el EPAF para recuperar la memoria histórica de miles de peruanos, víctimas del conflicto armado que enfrentó al grupo narcoterrorista Sendero Luminoso y a las Fuerzas Militares de ese país durante dos décadas.
Las acciones emprendidas por esta organización no gubernamental ha expuesto los abusos cometidos durante el conflicto y ha ayudado a romper con la cultura de silencio que en algún momento garantizó la impunidad para los perpetradores de dichas atrocidades.
Bajo la dirección de José Pablo Baraybar, experto forense internacionalmente reconocido, EPAF ha contribuido de manera significativa con las iniciativas tomadas en materia de justicia transicional en Perú que otorgan reparación por crímenes pasados y proporcionan una honesta rendición de cuentas sobre la violencia política en todas sus formas.
“En esta muestra el tiempo pasa pero a la vez se queda inmóvil, en cada retrato se construye un símbolo de perseverancia, persistencia y desafío al tiempo: «El pasado seguirá siendo hoy hasta que no haya un futuro para mí», se siente decir a esos rostros que nos miran, que nos perforan, que nos increpan”, afirma Baraybar.
Dos elementos son los protagonistas de las imágenes capturadas por Moller desde 2008: los paisajes y las mujeres.
Las fotografías fueron tomadas en lugares como Sacsamarca, Raccaya, Ushmay o La Hoyada, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en la región de Ayacucho, fuertemente golpeada durante el conflicto que dejó más de 15.000 desapariciones forzadas y más de 60.000 peruanos muertos.
“La mayoría de las víctimas son mujeres, pues fueron los hombres, sus maridos, hijos o nietos los asesinados y desaparecidos durante el conflicto, en el que además, la violación sexual fue usada contra ellas como arma de guerra. Ellas son las liderezas de las organizaciones de víctimas que buscan no solo la reparación, sino también la reconstrucción de la memoria histórica”, afirma Moller.
“Paisajes Ausentes. Memorias del pasado reciente del Perú 1980-2000”, es una de las siete exposiciones que permanecerán abiertas durante la presente temporada de vacaciones en el Claustro de San Agustín, ubicado al lado de la Casa de Nariño, en el corazón histórico de Bogotá.
Créditos UNAL-898-2013