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Designan a Marcos Mazari, nuevo director de la facultad de arquitectura.

 
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19 de Febrero del 2013
La Junta de Gobierno de la UNAM designó como director de la Facultad de Arquitectura (FA) a Marcos Mazari Hiriart, para el periodo 2013-2017.
Al darle posesión del cargo, el secretario General de esta casa de estudios, Eduardo Bárzana García, felicitó a la comunidad de esa entidad por su participación en el proceso de selección, y externó el apoyo de la administración central a la nueva gestión.
Por su parte, Mazari Hiriart comentó que asume el cargo con responsabilidad y entusiasmo, e instó a la comunidad a trabajar en sintonía para mantener el liderazgo académico.
Al referirse a su plan de trabajo, destacó que contempla el desarrollo de proyectos multidisciplinarios, que consoliden la integración de las cuatro licenciaturas que se imparten en la FA.
Asimismo, impulsará el fortalecimiento de los programas de posgrado y la inclusión de nuevas tecnologías en la docencia e investigación, con el objetivo de formar a los mejores profesionales del país en la disciplina.
Trayectoria
Mazari Hiriart es egresado de la licenciatura en Arquitectura, de la que se graduó con mención honorífica. Cuenta con estudios de maestría en arquitectura y restauración por la División de Estudios de Posgrado de la FA. Realizó una especialización en planeación y diseño ambiental en la Universidad de Aston, en Birmingham, Inglaterra.
Es profesor de asignatura A, con 30 años de trabajo docente en la UNAM, fundador de la licenciatura de Arquitectura de Paisaje y fungió como director y asesor de diversas tesis de licenciatura.
En la Facultad ha ocupado diversos cargos académico-administrativos, como jefe de la División de Educación Continua y coordinador de Intercambio Académico, integrante de la Comisión para el Programa de Movilidad Estudiantil y coordinador de la Unidad Académica de Arquitectura de Paisaje.
Ha participado como coordinador de cuatro proyectos para la Coordinación de Vinculación y Proyectos Especiales de la Facultad: Proyecto Plan Maestro de Manejo Integral y Aprovechamiento Sustentable de la Cuenca del Río Magdalena, DF; Pre-diagnóstico del Proyecto de Plan Maestro del Predio Denominado Distrito de Riego; Proyecto Tiro con Arco, y Proyecto Campus Juriquilla, Plan Maestro.
Coordinó la exposición de trabajos estudiantiles de Arquitectura en la Muestra de Escuelas de Arquitectura de México en la Universidad de Tongji, Shanghái, en 2006, y fue asesor del taller internacional de verano, realizado entre la Facultad de Arquitectura y la Universidad de Texas en San Antonio, Estados Unidos, en1998.
Es académico de número de la Academia Nacional de Arquitectura. Obtuvo el lugar de honor en la Primera Bienal de Arquitectura de Paisaje en México, organizada por la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México y la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas, por el proyecto Rescate del Río Magdalena.
Asimismo, el Premio al Servicio Social Doctor Gustavo Baz Prada, como asesor del Programa Rescate de Río Magdalena, y el Premio por Servicio de la Association of Collegiate Schools of Architecture, en la Conferencia Internacional Encounters/Encuentros/Recontres, en 2005.
Boletín UNAM-DGCS-111
Ciudad Universitaria.
La Junta de Gobierno lo nombró para ocupar el cargo en el periodo 2013-2017.

La Junta de Gobierno lo nombró para ocupar el cargo en el periodo 2013-2017.

19 de Febrero del 2013

La Junta de Gobierno de la UNAM designó como director de la Facultad de Arquitectura (FA) a Marcos Mazari Hiriart, para el periodo 2013-2017.

Al darle posesión del cargo, el secretario General de esta casa de estudios, Eduardo Bárzana García, felicitó a la comunidad de esa entidad por su participación en el proceso de selección, y externó el apoyo de la administración central a la nueva gestión.

Por su parte, Mazari Hiriart comentó que asume el cargo con responsabilidad y entusiasmo, e instó a la comunidad a trabajar en sintonía para mantener el liderazgo académico.

Al referirse a su plan de trabajo, destacó que contempla el desarrollo de proyectos multidisciplinarios, que consoliden la integración de las cuatro licenciaturas que se imparten en la FA.

Asimismo, impulsará el fortalecimiento de los programas de posgrado y la inclusión de nuevas tecnologías en la docencia e investigación, con el objetivo de formar a los mejores profesionales del país en la disciplina.


Trayectoria

Mazari Hiriart es egresado de la licenciatura en Arquitectura, de la que se graduó con mención honorífica. Cuenta con estudios de maestría en arquitectura y restauración por la División de Estudios de Posgrado de la FA. Realizó una especialización en planeación y diseño ambiental en la Universidad de Aston, en Birmingham, Inglaterra.

Es profesor de asignatura A, con 30 años de trabajo docente en la UNAM, fundador de la licenciatura de Arquitectura de Paisaje y fungió como director y asesor de diversas tesis de licenciatura.

En la Facultad ha ocupado diversos cargos académico-administrativos, como jefe de la División de Educación Continua y coordinador de Intercambio Académico, integrante de la Comisión para el Programa de Movilidad Estudiantil y coordinador de la Unidad Académica de Arquitectura de Paisaje.

Ha participado como coordinador de cuatro proyectos para la Coordinación de Vinculación y Proyectos Especiales de la Facultad: Proyecto Plan Maestro de Manejo Integral y Aprovechamiento Sustentable de la Cuenca del Río Magdalena, DF; Pre-diagnóstico del Proyecto de Plan Maestro del Predio Denominado Distrito de Riego; Proyecto Tiro con Arco, y Proyecto Campus Juriquilla, Plan Maestro.

Coordinó la exposición de trabajos estudiantiles de Arquitectura en la Muestra de Escuelas de Arquitectura de México en la Universidad de Tongji, Shanghái, en 2006, y fue asesor del taller internacional de verano, realizado entre la Facultad de Arquitectura y la Universidad de Texas en San Antonio, Estados Unidos en1998.

Es académico de número de la Academia Nacional de Arquitectura. Obtuvo el lugar de honor en la Primera Bienal de Arquitectura de Paisaje en México, organizada por la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México y la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas, por el proyecto Rescate del Río Magdalena.

Asimismo, el Premio al Servicio Social Doctor Gustavo Baz Prada, como asesor del Programa Rescate de Río Magdalena, y el Premio por Servicio de la Association of Collegiate Schools of Architecture, en la Conferencia Internacional Encounters/Encuentros/Recontres, en 2005.

Boletín UNAM-DGCS-111

Ciudad Universitaria.

Alumna del posgrado de la facultad de Odontología de la UNAM, gana premio Nacional de investigación.

 
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Araceli Acevedo Contreras es alumna de la especialidad de Materiales Dentales, impartida en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la FO.

Araceli Acevedo Contreras es alumna de la especialidad de Materiales Dentales, impartida en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la FO.

28 de Enero del 2013

La Facultad de Odontología (FO) de la UNAM obtuvo el lugar de honor en el Primer Concurso Nacional de Investigación Odontológica, por el trabajo Comportamiento de nanopartículas antimicrobianas y de refuerzo agregadas a un alginato experimental, en la modalidad Investigación Básica.

El certamen, organizado por la revista Dental abstracts en español y avalado por la Federación Mexicana de Facultades y Escuelas de Odontología (FMFEO), promueve el desarrollo de nuevos trabajos y galardona contribuciones relevantes en el campo de la investigación.

El estudio fue desarrollado por Araceli Acevedo Contreras, alumna de la especialidad de Materiales Dentales, impartida en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la FO —con asesoría de Carlos Alberto Morales Zavala, coordinador de la especialidad, y Laura Susana Acosta Torres, coordinadora de la licenciatura en Odontología de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León. Además, contó con apoyo técnico de Genoveva Hernández Padrón, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA), campus Juriquilla.

El trabajo deriva de la línea de investigación Antifungal effect of impression materials reinforced with nanoparticles and triclosan (efecto antifúngico de nanopartículas y triclosán en materiales de impresión), galardonada con el 2012 IADR/Heraeus Travel Award, premio otorgado por la Asociación Internacional de Investigación Dental (IADR, por sus siglas en inglés), en colaboración con la empresa Heraeus.

Innovación

El asesor del proyecto, Carlos Alberto Morales Zavala explicó que el objetivo es mejorar la calidad de recursos de uso común en los consultorios dentales y abaratar sus costos.

“El material en cuestión, el alginato, es utilizado por los cirujanos dentistas, pero tiene el problema de que resulta un excelente medio de cultivo natural —lo que facilita el cruce de infecciones al estar en contacto con la boca— y limita la precisión de las impresiones dentales”.

Al producto se le agregaron nanopartículas de óxido de silicio para dar mayor resistencia y aumentar su exactitud, y nanopartículas de óxido de plata como agente antimicrobiano, para limitar la propagación de bacterias y otros agentes infecciosos”, detalló.

El nuevo material es desarrollado en su totalidad en el Laboratorio de Materiales Dentales de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de Odontología, y representa beneficios económicos para los pacientes, explicó.
Al respecto, resaltó que el trabajo constituye punta de lanza en nuevas áreas del conocimiento, como la nanotecnología, y un impulso a la multidisciplina para desarrollar líneas de investigación e ideas para diseñar aplicaciones en campos relacionados.

“El premio incentiva a los jóvenes a incursionar en nuevas propuestas y demuestra la necesidad de promover la colaboración interdisciplinaria entre entidades universitarias”, señaló.

El trabajo galardonado contó con el respaldo del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPITT), de la UNAM.

Dental abstracts en español es una publicación bimestral que ofrece resúmenes de artículos especializados en odontología e información sobre novedades y avances de la disciplina. Es publicada en los países de habla hispana.

Boletín UNAM-DGCS-061
Ciudad Universitaria.

Obtiene facultad de ingeniería de la UNAM primer lugar en la olimpiada de geotecnia.

 
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16 de Enero del 2013
“Representamos a nuestra Universidad, para ponerla en lo más alto, donde siempre ha estado. Como estudiante, es lo mejor que he hecho”, aseguró Jesús Espinoza, uno de los cinco alumnos de la Facultad de Ingeniería (FI) que obtuvieron oro en la Primera Olimpiada de Geotecnia, realizada en el marco de la XVII Reunión Nacional de Profesores de Mecánica de Suelos e Ingeniería Geotécnica, convocada por la Sociedad Mexicana de la especialidad (SMIG).
El equipo, integrado también por Miguel Ángel Mánica Malcom, Miguel Gallardo Contreras, Wilfrido Martínez Alonso y Etienne González Domínguez, venció a integrantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán; de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, del Instituto Politécnico Nacional (IPN); de la Universidad de las Américas (UDLA), de Puebla; de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), y de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Previo a esta primera edición, y después de ser seleccionados por el Departamento de Geotecnia de la FI, cada universitario se especializó en temas específicos, como comportamiento de suelos, mecánica de rocas y cimentaciones. “La Universidad nos preparó bien. El conocimiento adquirido fue suficiente para competir”, refirió Wilfrido, del séptimo semestre de Ingeniería Civil.
Representar a la UNAM y a la FI, y haber ganado, nos brinda oportunidades de investigación o para estudiar una maestría. El concurso nos abrió las puertas, dijo Miguel, del noveno semestre de la licenciatura en Ingeniería Geomática.
“Teníamos la obligación de triunfar y poner a la UNAM en alto. Nuestros profesores merecen parte del reconocimiento, pues han aportado a nuestra preparación”, compartió Miguel Ángel, del Posgrado de Ingeniería.
Táctica y estrategia
El 30 de marzo de 1964, un programa de concurso acaparó la atención de los televidentes de Estados Unidos, Jeopardy!, creado por Mey Griffin. Después de 48 años, aún es un suceso de rating.
El formato de la Olimpiada recordó el de la emisión. Los participantes podían elegir de entre 64 preguntas, con valor de 100, 200 y 400 puntos por acierto, y asignarla a equipos contrarios.
Si el competidor no respondía, la oportunidad de sumar pasaba a quien había seleccionado el cuestionamiento. De no solucionarlo, pasaba a otra escuadra, hasta ser resuelto, y agregar la puntuación respectiva.
Al pasar las rondas, ningún contendiente asignaba preguntas a la FI, por ser el rival más fuerte. Los universitarios asumieron un riesgo: tomar las cuatro oportunidades que ofrecían las reglas de la competencia de responder sin “pasar”, y eligieron las de mayor valor. De fallar, perdían todos los puntos obtenidos. Sólo erraron una vez.
Después de una hora, los jóvenes superaron a sus contendientes. En total, sumaron dos mil 600 tantos, 500 más que su competidor más cercano, el IPN. La UAQ terminaría en el tercer puesto, con mil 900.
En el artículo La enseñanza de la geotecnia en el siglo XXI, Alberto Jaime Paredes, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, explicó que prácticamente todas las obras civiles están relacionadas con el suelo, como material de construcción, elemento de soporte o ambos.
A nivel profesional, la geotecnia ofrece buenas perspectivas, porque ante el crecimiento de las zonas urbanas se requiere construir viviendas en terrenos complicados.
La mecánica de suelos es relevante para garantizar la seguridad de las edificaciones ante fenómenos naturales, como sismos, añadió Jesús, quien trabaja en un proyecto de geotecnia ambiental.
Wilfrido, que desarrolla una tesis relacionada con cimentaciones en roca, subrayó que en México, los profesionales de la disciplina son de la mayor calidad. “Por ejemplo, antes de la construcción del Metro las autoridades del DF acudieron con ingenieros franceses, quienes rechazaron la viabilidad del proyecto. Los mexicanos asumieron el reto y ahora tenemos 12 líneas”, expuso.
“El triunfo nos abrió las posibilidades y expertos se acercaron a invitarnos a sus grupos de trabajo ante el número reducido de interesados en esta rama”, compartió Miguel Gallardo, quien, al obtener el primer lugar, realizará su tesis en la Universidad Politécnica de Madrid.
Boletín UNAM-DGCS-032
Ciudad Universitaria.
Para vencer, cada integrante de la escuadra universitaria se especializó en un tema diferente.

Para vencer, cada integrante de la escuadra universitaria se especializó en un tema diferente.

16 de Enero del 2013

“Representamos a nuestra Universidad, para ponerla en lo más alto, donde siempre ha estado. Como estudiante, es lo mejor que he hecho”, aseguró Jesús Espinoza, uno de los cinco alumnos de la Facultad de Ingeniería (FI) que obtuvieron oro en la Primera Olimpiada de Geotecnia, realizada en el marco de la XVII Reunión Nacional de Profesores de Mecánica de Suelos e Ingeniería Geotécnica, convocada por la Sociedad Mexicana de la especialidad (SMIG).

El equipo, integrado también por Miguel Ángel Mánica Malcom, Miguel Gallardo Contreras, Wilfrido Martínez Alonso y Etienne González Domínguez, venció a integrantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán; de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, del Instituto Politécnico Nacional (IPN); de la Universidad de las Américas (UDLA), de Puebla; de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), y de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Previo a esta primera edición, y después de ser seleccionados por el Departamento de Geotecnia de la FI, cada universitario se especializó en temas específicos, como comportamiento de suelos, mecánica de rocas y cimentaciones. “La Universidad nos preparó bien. El conocimiento adquirido fue suficiente para competir”, refirió Wilfrido, del séptimo semestre de Ingeniería Civil.

Representar a la UNAM y a la FI, y haber ganado, nos brinda oportunidades de investigación o para estudiar una maestría. El concurso nos abrió las puertas, dijo Miguel, del noveno semestre de la licenciatura en Ingeniería Geomática.

“Teníamos la obligación de triunfar y poner a la UNAM en alto. Nuestros profesores merecen parte del reconocimiento, pues han aportado a nuestra preparación”, compartió Miguel Ángel, del Posgrado de Ingeniería.


Táctica y estrategia

El 30 de marzo de 1964, un programa de concurso acaparó la atención de los televidentes de Estados Unidos, Jeopardy!, creado por Mey Griffin. Después de 48 años, aún es un suceso de rating.

El formato de la Olimpiada recordó el de la emisión. Los participantes podían elegir de entre 64 preguntas, con valor de 100, 200 y 400 puntos por acierto, y asignarla a equipos contrarios.

Si el competidor no respondía, la oportunidad de sumar pasaba a quien había seleccionado el cuestionamiento. De no solucionarlo, pasaba a otra escuadra, hasta ser resuelto, y agregar la puntuación respectiva.

Al pasar las rondas, ningún contendiente asignaba preguntas a la FI, por ser el rival más fuerte. Los universitarios asumieron un riesgo: tomar las cuatro oportunidades que ofrecían las reglas de la competencia de responder sin “pasar”, y eligieron las de mayor valor. De fallar, perdían todos los puntos obtenidos. Sólo erraron una vez.

Después de una hora, los jóvenes superaron a sus contendientes. En total, sumaron dos mil 600 tantos, 500 más que su competidor más cercano, el IPN. La UAQ terminaría en el tercer puesto, con mil 900.

En el artículo La enseñanza de la geotecnia en el siglo XXI, Alberto Jaime Paredes, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, explicó que prácticamente todas las obras civiles están relacionadas con el suelo, como material de construcción, elemento de soporte o ambos.

A nivel profesional, la geotecnia ofrece buenas perspectivas, porque ante el crecimiento de las zonas urbanas se requiere construir viviendas en terrenos complicados.

La mecánica de suelos es relevante para garantizar la seguridad de las edificaciones ante fenómenos naturales, como sismos, añadió Jesús, quien trabaja en un proyecto de geotecnia ambiental.

Wilfrido, que desarrolla una tesis relacionada con cimentaciones en roca, subrayó que en México, los profesionales de la disciplina son de la mayor calidad. “Por ejemplo, antes de la construcción del Metro las autoridades del DF acudieron con ingenieros franceses, quienes rechazaron la viabilidad del proyecto. Los mexicanos asumieron el reto y ahora tenemos 12 líneas”, expuso.

“El triunfo nos abrió las posibilidades y expertos se acercaron a invitarnos a sus grupos de trabajo ante el número reducido de interesados en esta rama”, compartió Miguel Gallardo, quien, al obtener el primer lugar, realizará su tesis en la Universidad Politécnica de Madrid.

Boletín UNAM-DGCS-032

Ciudad Universitaria.

Dos laboratorios de la UN recibieron acreditación de calidad.

 
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Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas (LARP), de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia.

Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas (LARP), de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia.

18 de Diciembre del 2012

Dos laboratorios de la UN sede Bogotá recibieron certificados de acreditación por parte del Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (ONAC).

Se trata del Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas (LARP), de la Facultad de Ciencias y del Laboratorio de Ensayos Eléctricos e Industriales (LABE), de la Facultad de Ingeniería, a los cuales les fue otorgada la certificación internacional ISO/IEC 17025.

La vicerrectora de la Sede Bogotá, María Clemencia Vargas, hizo entrega de los certificados y los diplomas de acreditación este lunes 17 de diciembre.

“Este tipo de reconocimientos fortalece el apoyo que brinda la Universidad al sector productivo, que requiere de laboratorios acreditados bajo la norma ISO/IEC 17025 para demostrar que las materias primas, productos y servicios cumplen con parámetros internacionales de calidad, aspecto estratégico para que Colombia sea competitiva en los mercados que se abren con los tratados de libre comercio con los que cuenta nuestro país”, manifestaron en la Dirección de Laboratorios de sede.

La acreditación es un reconocimiento a la competencia de los laboratorios, es una garantía de que allí se hacen procesos de calidad y  es una exigencia internacional.

Por su parte, el Laboratorio de Ingeniería Ambiental está acreditado y los de Identificación en Genética, Extensión y Asesorías de Química, Ingeniería Química, y Aguas y Suelos están adelantando este proceso.

La Universidad inició los procesos de acreditación desde 2004, como un esfuerzo conjunto de la Sede y de algunos laboratorios del campus, cuyos frutos se están materializando hoy.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Autorizan laboratorio de la UNAM, que detecta y cuantifica transgénicos en alimentos.

 
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La Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, expidió un certificado al grupo formado por Amanda Gálvez, Maricarmen Quirasco, Carolina Peña y Cindy Estrada, de la Facultad de Química.

La Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, expidió un certificado al grupo formado por Amanda Gálvez, Maricarmen Quirasco, Carolina Peña y Cindy Estrada, de la Facultad de Química.

13 de Diciembre del 2012
Obtener de un totopo industrializado el material genético (ADN) del maíz con el que fue elaborado, para saber si es o no transgénico, es una labor casi detectivesca de alto grado de dificultad científica, pero llega a buen término en el Laboratorio de Biotecnología de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, uno de los 14 del país que fue autorizado para detectar y cuantificar organismos genéticamente modificados (OGM).
Recientemente, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), expidió el certificado que autoriza a la instancia universitaria a detectar y cuantificar transgénicos en alimentos. Con esta acción, la instalación se integra a la Red Nacional de Laboratorios de Detección de Organismos Genéticamente Modificados (RNLD-OGM), formado por 14 grupos de expertos autorizados.
A cargo de Amanda Gálvez Mariscal, Maricarmen Quirasco Baruch, Carolina Peña Montes (doctoras en ciencias) y Cindy Estrada Hernández (química de alimentos), el laboratorio forma parte del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la FQ, área precursora en bioseguridad a nivel nacional.
La CIBIOGEM está integrada por las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); de Salud (SS); de Educación Pública (SEP); de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Economía (SE), así como del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Además, la autorización para la detección cuenta con el aval del Centro Nacional de Metrología (CENAM), que vigila la correcta aplicación de metodologías especializadas, con las que se realizan estos diagnósticos.
“Comenzamos con este tipo de trabajo en el año 2000, momento en que vimos la necesidad de implementar métodos de biología molecular, no para producir transgénicos, sino para detectarlos y cuantificarlos en alimentos, que es nuestra especialidad”, explicó Gálvez Mariscal, en entrevista.
En tanto, Quirasco Baruch destacó que el reconocimiento al laboratorio de la FQ dentro de la Red Nacional, significa el trabajo de muchos años en el desarrollo de métodos propios para abrir brecha en la bioseguridad.
“Este esfuerzo lo inició Amanda Gálvez al involucrarse con la bioseguridad. Llevó muchos años conseguir este anillo de laboratorios, y el nuestro fue de los primeros que ofreció información al gobierno, especialmente a la Sagarpa y Semarnat, a través de proyectos de investigación.
Fundador y de referencia
El documento de autorización de la CIBIOGEM reconoce al laboratorio de la FQ como fundador, pues fue ahí donde se comenzaron a desarrollar las técnicas para esta detección, y donde se han formado muchos de los profesionales que hoy realizan este trabajo en el gobierno y empresas del ramo.
“El sector gubernamental se vio en la necesidad de implementar las metodologías en sus propios laboratorios. Entonces, se tomó al de Química como referencia. Durante años dimos asesoría de qué equipos comprar y qué metodologías usar”, relató.
Tras años de “picar piedra” para desarrollar las metodologías, CIBIOGEM las puso en marcha. “Por eso se reconoce a la FQ como Laboratorio Fundador. También se reconoció a instalaciones semejantes del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Asimismo, prosiguió, al del Centro de Biotecnología Genómica del IPN; al del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY); al de la Universidad de Colima (UC); al de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y al del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), entre otros, hasta conformar la Red de 14”.
Gálvez explicó que “el producto del transgen es una proteína, y ésas son las que causan las características distintas en un transgénico. Muchas veces en un alimento el OGM ya no es viable, porque ya no es un granito de maíz que pueda germinar, está machacado, nixtamalizado, pero aún así es posible detectarlo. Las proteínas, es decir, los productos de los transgenes, son las que podrían tener un impacto en la salud humana”.
A las científicas les interesa develar qué tanto permanece y es detectable un transgénico dentro de un alimento y, eventualmente, saber qué pasa con las proteínas heterólogas que se encuentran en él.
En su trabajo, se realizan dos grandes pruebas: detección de ADN exógeno y de proteínas. Para llegar a ellas, se hacen muchos experimentos, desde la extracción, controles y curvas de calibración para conocer cantidades.
“Las extracciones a veces tienen muchos problemas, hay que obtener el ADN limpio y entero, no dañarlo más de lo que podría estar; además, debemos separarlo de otros componentes de los alimentos. Estos últimos contienen gomas, colorantes y otros compuestos que interfieren con la reacción. Ahí entramos como químicas para saber cómo separar el ADN y amplificarlo para detectar su origen”, indicó.
Además de apoyar al gobierno en la parte técnica con el desarrollo de metodologías, las investigadoras de la FQ también han capacitado por años a profesionales, y han formado cuadros de recursos humanos especializados.
“Tenemos ex alumnos en puestos importantes, tanto del gobierno como de las agrobiotecnológicas”, concluyó Gálvez.
Boletín UNAM-DGCS-767
Ciudad Universitaria.

13 de Diciembre del 2012

Obtener de un totopo industrializado el material genético (ADN) del maíz con el que fue elaborado, para saber si es o no transgénico, es una labor casi detectivesca de alto grado de dificultad científica, pero llega a buen término en el Laboratorio de Biotecnología de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, uno de los 14 del país que fue autorizado para detectar y cuantificar organismos genéticamente modificados (OGM).

Recientemente, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM), expidió el certificado que autoriza a la instancia universitaria a detectar y cuantificar transgénicos en alimentos. Con esta acción, la instalación se integra a la Red Nacional de Laboratorios de Detección de Organismos Genéticamente Modificados (RNLD-OGM), formado por 14 grupos de expertos autorizados.

A cargo de Amanda Gálvez Mariscal, Maricarmen Quirasco Baruch, Carolina Peña Montes (doctoras en ciencias) y Cindy Estrada Hernández (química de alimentos), el laboratorio forma parte del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la FQ, área precursora en bioseguridad a nivel nacional.

La CIBIOGEM está integrada por las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); de Salud (SS); de Educación Pública (SEP); de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Economía (SE), así como del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Además, la autorización para la detección cuenta con el aval del Centro Nacional de Metrología (CENAM), que vigila la correcta aplicación de metodologías especializadas, con las que se realizan estos diagnósticos.

“Comenzamos con este tipo de trabajo en el año 2000, momento en que vimos la necesidad de implementar métodos de biología molecular, no para producir transgénicos, sino para detectarlos y cuantificarlos en alimentos, que es nuestra especialidad”, explicó Gálvez Mariscal, en entrevista.

En tanto, Quirasco Baruch destacó que el reconocimiento al laboratorio de la FQ dentro de la Red Nacional, significa el trabajo de muchos años en el desarrollo de métodos propios para abrir brecha en la bioseguridad.

“Este esfuerzo lo inició Amanda Gálvez al involucrarse con la bioseguridad. Llevó muchos años conseguir este anillo de laboratorios, y el nuestro fue de los primeros que ofreció información al gobierno, especialmente a la Sagarpa y Semarnat, a través de proyectos de investigación.


Fundador y de referencia

El documento de autorización de la CIBIOGEM reconoce al laboratorio de la FQ como fundador, pues fue ahí donde se comenzaron a desarrollar las técnicas para esta detección, y donde se han formado muchos de los profesionales que hoy realizan este trabajo en el gobierno y empresas del ramo.

“El sector gubernamental se vio en la necesidad de implementar las metodologías en sus propios laboratorios. Entonces, se tomó al de Química como referencia. Durante años dimos asesoría de qué equipos comprar y qué metodologías usar”, relató.

Tras años de “picar piedra” para desarrollar las metodologías, CIBIOGEM las puso en marcha. “Por eso se reconoce a la FQ como Laboratorio Fundador. También se reconoció a instalaciones semejantes del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Asimismo, prosiguió, al del Centro de Biotecnología Genómica del IPN; al del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY); al de la Universidad de Colima (UC); al de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), y al del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), entre otros, hasta conformar la Red de 14”.

Gálvez explicó que “el producto del transgen es una proteína, y ésas son las que causan las características distintas en un transgénico. Muchas veces en un alimento el OGM ya no es viable, porque ya no es un granito de maíz que pueda germinar, está machacado, nixtamalizado, pero aún así es posible detectarlo. Las proteínas, es decir, los productos de los transgenes, son las que podrían tener un impacto en la salud humana”.

A las científicas les interesa develar qué tanto permanece y es detectable un transgénico dentro de un alimento y, eventualmente, saber qué pasa con las proteínas heterólogas que se encuentran en él.

En su trabajo, se realizan dos grandes pruebas: detección de ADN exógeno y de proteínas. Para llegar a ellas, se hacen muchos experimentos, desde la extracción, controles y curvas de calibración para conocer cantidades.

“Las extracciones a veces tienen muchos problemas, hay que obtener el ADN limpio y entero, no dañarlo más de lo que podría estar; además, debemos separarlo de otros componentes de los alimentos. Estos últimos contienen gomas, colorantes y otros compuestos que interfieren con la reacción. Ahí entramos como químicas para saber cómo separar el ADN y amplificarlo para detectar su origen”, indicó.

Además de apoyar al gobierno en la parte técnica con el desarrollo de metodologías, las investigadoras de la FQ también han capacitado por años a profesionales, y han formado cuadros de recursos humanos especializados.

“Tenemos ex alumnos en puestos importantes, tanto del gobierno como de las agrobiotecnológicas”, concluyó Gálvez.

Boletín UNAM-DGCS-767

Ciudad Universitaria.