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Con algoritmos hallan los puntos del cerebro donde se desarrolla la epilepsia

 
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Manizales, dic. 13 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Una investigación de doctorado de la U.N. propone el estudio de focos epilépticos a partir de algoritmos matemáticos, lo que permite encontrar con mayor rapidez y certeza los puntos del cerebro donde se desarrolla la epilepsia.
El trabajo, que fue iniciado por el estudiante Eduardo Giraldo Suárez durante su maestría y presentado como tesis del Doctorado en Ingeniería – Línea de Investigación Automática en la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, recibió “Mención Meritoria” por la rigurosidad metodológica, su potencial aplicación clínica y su meticulosidad en el desarrollo y ejecución.
“Con los algoritmos que se perfeccionaron y que se propusieron dentro de la tesis doctoral, lo que se hace es mejorar las posibilidades de reducir los efectos colaterales asociados a una operación de epilepsia, durante la etapa de diagnóstico médico. El trabajo fue muy matemático en la parte del desarrollo de los algoritmos, pero la mención meritoria fue dada específicamente por la rigurosidad y la potencial aplicación en la parte clínica”, argumentó Giraldo Suárez.
En el análisis, donde se implementó una técnica conocida como problema inverso diverso, se ofrece una herramienta menos invasiva  para reducir el tamaño del fragmento que se va a extraer en un procedimiento quirúrgico, evitando que se elimine una gran porción.
De esta forma, se minimiza la posibilidad de que se presenten efectos secundarios en el individuo, como disminución de la memoria a corto plazo, problemas en el habla y limitación en los movimientos.
“Esa mención me da ánimo para no dejar en la parte teórica todos esos algoritmos que se desarrollaron, sino que pueda avanzar en muchas aplicaciones. La idea es que, a través de los proyectos de investigación con los que se sigue trabajando en la U.N. y con los convenios que se manejan con centros médicos, se pueda llevar una aplicación más tangible alrededor del proyecto matemático que se hizo en la tesis doctoral”, agregó el investigador de la Sede Manizales.
La investigación fue realizada por el futuro doctor en Ingeniería, bajo la dirección de César Germán Castellanos Domínguez, profesor de la U.N. y coordinador del grupo de Control en Procesamiento Digital de Señales.
Además, hace parte de un convenio interinstitucional entre el grupo de investigación de la Sede Manizales, el grupo en Control e Instrumentación de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y el Instituto de Epilepsia y Párkinson del Eje Cafetero (Neurocentro).
Créditos: UNAL-848-2013

ALGORITMOSDEEPILEPSIAManizales, dic. 13 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Una investigación de doctorado de la U.N. propone el estudio de focos epilépticos a partir de algoritmos matemáticos, lo que permite encontrar con mayor rapidez y certeza los puntos del cerebro donde se desarrolla la epilepsia.

El trabajo, que fue iniciado por el estudiante Eduardo Giraldo Suárez durante su maestría y presentado como tesis del Doctorado en Ingeniería – Línea de Investigación Automática en la Universidad Nacional de Colombia en Manizales, recibió “Mención Meritoria” por la rigurosidad metodológica, su potencial aplicación clínica y su meticulosidad en el desarrollo y ejecución.

“Con los algoritmos que se perfeccionaron y que se propusieron dentro de la tesis doctoral, lo que se hace es mejorar las posibilidades de reducir los efectos colaterales asociados a una operación de epilepsia, durante la etapa de diagnóstico médico. El trabajo fue muy matemático en la parte del desarrollo de los algoritmos, pero la mención meritoria fue dada específicamente por la rigurosidad y la potencial aplicación en la parte clínica”, argumentó Giraldo Suárez.

En el análisis, donde se implementó una técnica conocida como problema inverso diverso, se ofrece una herramienta menos invasiva  para reducir el tamaño del fragmento que se va a extraer en un procedimiento quirúrgico, evitando que se elimine una gran porción.

De esta forma, se minimiza la posibilidad de que se presenten efectos secundarios en el individuo, como disminución de la memoria a corto plazo, problemas en el habla y limitación en los movimientos.

“Esa mención me da ánimo para no dejar en la parte teórica todos esos algoritmos que se desarrollaron, sino que pueda avanzar en muchas aplicaciones. La idea es que, a través de los proyectos de investigación con los que se sigue trabajando en la U.N. y con los convenios que se manejan con centros médicos, se pueda llevar una aplicación más tangible alrededor del proyecto matemático que se hizo en la tesis doctoral”, agregó el investigador de la Sede Manizales.

La investigación fue realizada por el futuro doctor en Ingeniería, bajo la dirección de César Germán Castellanos Domínguez, profesor de la U.N. y coordinador del grupo de Control en Procesamiento Digital de Señales.

Además, hace parte de un convenio interinstitucional entre el grupo de investigación de la Sede Manizales, el grupo en Control e Instrumentación de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y el Instituto de Epilepsia y Párkinson del Eje Cafetero (Neurocentro).

Créditos: UNAL-848-2013

Desarrolla universitario método para detectar contaminantes en sangre de recién nacidos

 
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Sergio Robles Obregón, de la Facultad de Química de la UNAM, desarrolla su tesis de licenciatura Determinación de presencia de hidrocarburos aromáticos polinucleares en sangre, con la finalidad de usarla en el tamiz neonatal
Sergio Robles Obregón, de la Facultad de Química de la UNAM, desarrolla su tesis de licenciatura Determinación de presencia de hidrocarburos aromáticos polinucleares en sangre, con la finalidad de usarla en el tamiz neonatal.

15 de Agosto de 2012

El tamiz neonatal es el estudio preventivo aplicado para detectar, desde el nacimiento, casos de hipotiroidismo y fenilcetonuria, padecimientos manifestados tardíamente, causa de retraso mental, epilepsia, ceguera y otros trastornos graves.

Logra la detección antes del daño orgánico, lo que permite un tratamiento oportuno. El examen se realiza a los recién nacidos y consiste en analizar la sangre extraída del cordón umbilical o del talón para encontrar factores de alteración que indiquen trastornos metabólicos que deben corroborarse a través de otros estudios.

Sergio Robles Obregón, de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM desarrolla su tesis de licenciatura Análisis de hidrocarburos aromáticos polinucleares mediante las técnicas de microextracción en fase líquida y cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas para utilizarla en los remanentes del tamiz neonatal.

Con asesoría de Francisco Rojo Callejas, del Departamento de Química Analítica de la FQ, el universitario explicó que el objetivo de la investigación es desarrollar un método analítico rápido, económico, confiable y preciso para identificar y cuantificar los contaminantes en la prueba.

Se aplicaría sobre todo en zonas del país con fábricas de ladrillos, pues ahí se registran los mayores índices de contaminación por hidrocarburos aromáticos polinucleares, adelantó. “Tiene por finalidad detectar tempranamente estos compuestos mediante un método rápido y eficiente para garantizar un diagnóstico oportuno”.

Rojo Callejas informó que a través de un convenio con el Instituto Nacional de Pediatría (INP) se aprovechan los remanentes de pruebas aplicadas para lograr un mejor control de la exposición temprana.

Personas expuestas a procesos de combustión incompleta, causados por hornos poco eficientes como los de las ladrilleras, motores de automóviles sin mantenimiento y humo del cigarro, corren el riesgo de inhalar partículas de hidrocarburos aromáticos polinucleares, compuestos mutagénicos y carcinógenos, explicó Robles Obregón.

El método final consiste en tomar la prueba del tamiz, tratarla y concentrarla con técnicas de microextracción. Se utilizan jeringas de cromatografía a las que se coloca una fibra hueca de polipropileno en la punta, luego se rellena con disolvente y se coloca en un recipiente con la muestra de sangre ya preparada para extraer los hidrocarburos policíclicos. Después, se analiza en un cromatógrafo de gases acoplado a un espectrómetro de masas.

En este paso se identifican y cuantifican los hidrocarburos presentes para determinar si están a niveles muy altos o por debajo de los límites aceptados por las normas respectivas, subrayó.

Rojo Callejas estableció que la química analítica es un área aplicada para desarrollar técnicas, instrumentos y métodos de medición, para identificar y cuantificar diversos compuestos, con aplicaciones en todas las áreas de actividad humana.

“Es una herramienta básica utilizada en diversas industrias y el sector salud para controlar la calidad de sus productos. Uno de los rubros más importantes es el de métodos de separación. En el laboratorio utilizamos la cromatografía de gases y la espectrometría de masas para responder tanto a las necesidades del país respecto a la formación de recursos humanos, como al desarrollo de líneas de investigación”, finalizó.

Boletín UNAM-DGCS-500
Ciudad Universitaria.

Epilepsia y aprendizaje, desafío para los niños

 
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Las personas con epilepsia primaria generalizada presentan mayores trastornos para aprender que la población general. A esta conclusión llegó un estudio galardonado en 2011.
En el trabajo, que recibió el Premio Nacional de Epilepsia 2011, se determinó que de un grupo de 32 pacientes valorados el 34,38% tiene dificultades en ese sentido y el 40,62%, problemas de atención.
“Doctora, ¡quiero estudiar, pero no me dejan!”. Esta fue la queja de Catalina*, una niña con epilepsia que dejó de ir a clase porque la profesora le recomendó volver después de asistir a un tratamiento para superar la enfermedad.
Lina Marcela Tavera Saldaña, neuropediatra de la Universidad Nacional de Colombia, en su trabajo de investigación sobre la relación entre epilepsia y aprendizaje encontró un patrón similar: docentes y padres no saben cómo proceder con los niños y adolescentes epilépticos que presentan bajo rendimiento escolar.
Aunque no sucede en todos los casos, muchos terminan desescolarizados por la discriminación y la estigmatización. Un porcentaje significativo también abandona el estudio por posibles limitaciones de su destreza cognitiva.
Comúnmente, la epilepsia no se asociaba con el bajo desempeño académico. Sin embargo, observaciones científicas recientes en varios países evidencian que tiene efectos negativos sobre este que dependen del tipo de crisis, la frecuencia de las convulsiones, el origen del trastorno, los medicamentos utilizados y la relación con otras enfermedades (a esto último se le denomina comorbilidad).
En nuestra población
En Colombia, Lina Marcela es la primera en adelantar un estudio para determinar la relación entre la epilepsia primaria generalizada (EPG) y los trastornos específicos del aprendizaje (TEA). Para esto, valoró a 32 personas, entre los 7 y 17 años de edad.
La EPG se refiere a los casos en los que se desconoce el origen de la enfermedad. En contraste, está la epilepsia sintomática, producto de lesiones neuronales ocasionadas por golpes en el cerebro, meningitis, tumores o predisposición de origen genético.
La neuropediatra determinó que el 34,38% de los evaluados presentaban problemas de aprendizaje y el 40,63%, dificultades de atención. En los niños sanos la prevalencia de TEA varía entre el 5% y 15%, mientras que el déficit de atención, entre el 5% y 17%.
“Los niños y jóvenes estudiados reportan el doble de lo que se registra en la población general”, expresa la investigadora y agrega que los factores ambientales (familia, educación, entorno social…) también contribuyen a la aparición de este tipo de problemas cognitivos.
Mejorar la atención
Los diagnosticados con TEA se caracterizan por tener una velocidad de procesamiento de información baja y una memoria de trabajo más vulnerable, entre otros factores, lo que altera su desempeño en lectura, escritura y cálculo. Cuando se suma la afectación por epilepsia, el asunto se complica.
“Es vital entender que, en estos casos, existe una alta comorbilidad, lo que agudiza la elevada tasa de fracaso y deserción escolar. Estudios anteriores demuestran que los cambios neuropsicológicos observados en los niños con epilepsia determinan sus logros académicos”, dice la experta.
Una inadecuada atención de los padres –que pueden estresarse por la situación de sus hijos–, la falta de capacitación de los profesores para guiar el aprendizaje y las características de la epilepsia que padece el niño son factores que acentúan el problema. De ahí la necesidad de una adecuada estrategia de atención. No obstante, se evidencia que es pequeño el porcentaje de niños que es redirigido a un sistema de educación especial.
La neuropediatra añade que los afectados con epilepsias sintomáticas son aun más propensos a padecer trastornos específicos del aprendizaje. Estudios en otras latitudes ya habían reportado que cerca del 50% de los niños con este mal tienen dificultades en sus colegios.
La tarea
Tavera reconoce que los médicos generales solo indagan sobre las crisis epilépticas, pero no sobre las dificultades secundarias que afrontan los niños en su vida diaria. Por eso, su investigación, que recibió el Premio Nacional de Epilepsia en 2011, plantea recomendaciones concretas al respecto.
“Se les sugiere a los especialistas que, además de preguntar por el rendimiento académico, hagan evaluaciones neuropsicológicas, para establecer si es necesario recurrir a medicamentos para tratar el déficit de atención o a medidas no farmacológicas, tales como apoyo psicológico, neuropsicología o terapias de lenguaje”, afirma.
Finalmente, precisa que, si estos trastornos se deben a que no hay un buen control de las convulsiones, es necesario ajustar los tratamientos para controlar mejor la enfermedad. Una adecuada atención le permitirá al niño mejorar su calidad de vida y continuar con sus estudios.
* Nombre ficticio dado por solicitud de la persona.
Lea el artículo completo en UN Periódico: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/epilepsia-y-aprendizaje-desafio-para-los-ninos.html.

Muchos pacientes epilépticos pueden tener subdiagnosticados sus trastornos específicos del aprendizaje
Muchos pacientes epilépticos pueden tener subdiagnosticados sus trastornos específicos del aprendizaje

6 de Agosto de 2012

Las personas con epilepsia primaria generalizada presentan mayores trastornos para aprender que la población general. A esta conclusión llegó un estudio galardonado en 2011.

En el trabajo, que recibió el Premio Nacional de Epilepsia 2011, se determinó que de un grupo de 32 pacientes valorados el 34,38% tiene dificultades en ese sentido y el 40,62%, problemas de atención.

“Doctora, ¡quiero estudiar, pero no me dejan!”. Esta fue la queja de Catalina*, una niña con epilepsia que dejó de ir a clase porque la profesora le recomendó volver después de asistir a un tratamiento para superar la enfermedad.

Lina Marcela Tavera Saldaña, neuropediatra de la Universidad Nacional de Colombia, en su trabajo de investigación sobre la relación entre epilepsia y aprendizaje encontró un patrón similar: docentes y padres no saben cómo proceder con los niños y adolescentes epilépticos que presentan bajo rendimiento escolar.

Aunque no sucede en todos los casos, muchos terminan desescolarizados por la discriminación y la estigmatización. Un porcentaje significativo también abandona el estudio por posibles limitaciones de su destreza cognitiva.

Comúnmente, la epilepsia no se asociaba con el bajo desempeño académico. Sin embargo, observaciones científicas recientes en varios países evidencian que tiene efectos negativos sobre este que dependen del tipo de crisis, la frecuencia de las convulsiones, el origen del trastorno, los medicamentos utilizados y la relación con otras enfermedades (a esto último se le denomina comorbilidad).

En nuestra población

En Colombia, Lina Marcela es la primera en adelantar un estudio para determinar la relación entre la epilepsia primaria generalizada (EPG) y los trastornos específicos del aprendizaje (TEA). Para esto, valoró a 32 personas, entre los 7 y 17 años de edad.

La EPG se refiere a los casos en los que se desconoce el origen de la enfermedad. En contraste, está la epilepsia sintomática, producto de lesiones neuronales ocasionadas por golpes en el cerebro, meningitis, tumores o predisposición de origen genético.

La neuropediatra determinó que el 34,38% de los evaluados presentaban problemas de aprendizaje y el 40,63%, dificultades de atención. En los niños sanos la prevalencia de TEA varía entre el 5% y 15%, mientras que el déficit de atención, entre el 5% y 17%.

“Los niños y jóvenes estudiados reportan el doble de lo que se registra en la población general”, expresa la investigadora y agrega que los factores ambientales (familia, educación, entorno social…) también contribuyen a la aparición de este tipo de problemas cognitivos.

Mejorar la atención

Los diagnosticados con TEA se caracterizan por tener una velocidad de procesamiento de información baja y una memoria de trabajo más vulnerable, entre otros factores, lo que altera su desempeño en lectura, escritura y cálculo. Cuando se suma la afectación por epilepsia, el asunto se complica.

“Es vital entender que, en estos casos, existe una alta comorbilidad, lo que agudiza la elevada tasa de fracaso y deserción escolar. Estudios anteriores demuestran que los cambios neuropsicológicos observados en los niños con epilepsia determinan sus logros académicos”, dice la experta.

Una inadecuada atención de los padres –que pueden estresarse por la situación de sus hijos–, la falta de capacitación de los profesores para guiar el aprendizaje y las características de la epilepsia que padece el niño son factores que acentúan el problema. De ahí la necesidad de una adecuada estrategia de atención. No obstante, se evidencia que es pequeño el porcentaje de niños que es redirigido a un sistema de educación especial.

La neuropediatra añade que los afectados con epilepsias sintomáticas son aun más propensos a padecer trastornos específicos del aprendizaje. Estudios en otras latitudes ya habían reportado que cerca del 50% de los niños con este mal tienen dificultades en sus colegios.

La tarea

Tavera reconoce que los médicos generales solo indagan sobre las crisis epilépticas, pero no sobre las dificultades secundarias que afrontan los niños en su vida diaria. Por eso, su investigación, que recibió el Premio Nacional de Epilepsia en 2011, plantea recomendaciones concretas al respecto.

“Se les sugiere a los especialistas que, además de preguntar por el rendimiento académico, hagan evaluaciones neuropsicológicas, para establecer si es necesario recurrir a medicamentos para tratar el déficit de atención o a medidas no farmacológicas, tales como apoyo psicológico, neuropsicología o terapias de lenguaje”, afirma.

Finalmente, precisa que, si estos trastornos se deben a que no hay un buen control de las convulsiones, es necesario ajustar los tratamientos para controlar mejor la enfermedad. Una adecuada atención le permitirá al niño mejorar su calidad de vida y continuar con sus estudios.

Lea el artículo completo en UN Periódico: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/epilepsia-y-aprendizaje-desafio-para-los-ninos.html.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Medicamento para la epilepsia, en observación

 
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En la investigación, la doctora Rodríguez encontró problemas en toda la cadena de suministro de la carbamazepina.
En la investigación, la doctora Rodríguez encontró problemas en toda la cadena de suministro de la carbamazepina.

28 de marzo de 2012
El 77% de los pacientes pediátricos que sufren epilepsia y que son tratados con carbamazepina tienen problemas con su suministro, lo que los hace vulnerables a una crisis de la enfermedad.

A esta conclusión llegó Blanca Doris Rodríguez Clavijo, neuropediatra de la UN. En su trabajo de grado efectuó una farmacovigilancia intensiva para identificar, evaluar y proponer soluciones a los problemas de eficacia y seguridad que se presentan entre los pacientes pediátricos tratados con este fármaco antiepiléptico.

“En el estudio se evaluaron 181 pacientes con epilepsia focal. Se encontró que el 77% de los evaluados tuvo problemas con el suministro del medicamento: un 62% necesitó interponer tutela para que se lo entregaran; el 55% tuvo problemas con la fórmula médica; y un 50% no reclamó los medicamentos por enfermedad”, revela la médica. Asimismo, durante su práctica del ejercicio médico en Urgencias de la Liga Central Contra la Epilepsia, identificó que el motivo de consulta más frecuente era la solicitud del cambio de los medicamentos.

Por esta inquietud, la neuropediatra realizó la investigación, que arrojó que el 61,3% de los pacientes interfiere la toma de la dosis por problemas de uso como falta de adherencia, olvido o dificultad para cumplir los horarios. La médica agrega que el 49,7% consume los medicamentos de forma adecuada y un 9% los guarda o transporta de manera inadecuada, lo que puede afectar la eficiencia de la droga.

“Al evaluar cómo les iba a estos niños con la carbamazepina (con la prescripción, la dosis y el uso racional de esta), se encuentra que los pacientes no le dicen toda la verdad al médico y que el corto tiempo de consulta no le permite al galeno preguntarles tampoco”, manifiesta. Y añade que en la investigación se encontraron problemas con el suministro del medicamento en toda la cadena.

De los evaluados en el estudio, el 71% de los pacientes corresponde al régimen de beneficiarios, mientras que un 14% no tienen ningún tipo de vinculación con el sistema de seguridad social. “Por su condición socioeconómica, quienes tienen dificultad para el acceso a los beneficios de la seguridad social son más vulnerables a un descontrol de la enfermedad”, anota la médica.

Estado de crisis

En el estudio se evaluó el control de crisis desde el comienzo del tratamiento con carbamazepina: 8 pacientes presentaron un 60% de control de crisis;  53 pacientes, un 70%; 43 pacientes, un 80%; 37 pacientes, un 90%; y 40 pacientes, un 100%.

Respecto de las reacciones adversas al medicamento (RAM), según la investigación, el 18% de los evaluados presentaron erupción cutánea (que puede modificar el color o textura de la piel). “Esta cifra, aunque aparentemente baja, puede ser preocupante porque la aparición de erupción cutánea (rash) asociada a la carbamazepina está entre un 5% y un 8% de los pacientes y, en raros casos, esta podría progresar a una dermatitis exfoliativa o reacción diseminada”, precisa la neuropediatra.

Recomendaciones

Rodríguez Clavijo destaca la necesidad de que las empresas farmacéuticas no cambien la presentación de los medicamentos, pues esto puede significar un riesgo de crisis: “Se les debe plantear a las instituciones, a las farmacias y a los médicos especialistas tratantes la necesidad de mantener una misma marca comercial, por lo menos durante un año, para evitar el descontrol de la enfermedad por cambios en la biodisponibilidad”.

Para contrarrestar estos resultados y lograr un cambio significativo en toda la cadena del medicamento, la neuropediatra resalta que, en cuanto a los aspectos sociales, se debe hacer algo ante la falta de grupos de investigación, la desmotivación por razones económicas y la necesidad de interponer tutela para que el medicamento sea entregado.

“Proponemos crear un programa de educación de epilepsia que contribuya a aumentar significativamente el conocimiento sobre la enfermedad, así como las actitudes positivas, del grupo de intervención. Asimismo, proponemos una adecuada orientación en el suministro, uso y detección temprana de problemas farmacológicos”, afirma la neuropediatra.

Resalta, además, la importancia de hacer seguimiento a los medicamentos, para evaluar su efectividad, adherencia y efectos  secundarios y, de ese modo, contribuir a mejorar la calidad de vida de la población pediátrica con epilepsia. “El seguimiento farmacoterapéutico permite identificar, prevenir y resolver los problemas que se pueden presentar en toda la cadena del medicamento, así como proponer estrategias de solución individuales”, concluye la médica, que en la investigación contó con la dirección de Julián López, docente de Farmacia de la UN.

Otras cifras

Los problemas de suministro se identificaron en el 75% de los pacientes entrevistados: un 22% tiene problemas porque alguna enfermedad diagnosticada no tiene tratamiento farmacológico; un 35% afirma que tiene que interponer tutela para que le entreguen el medicamento; el 1% de los pacientes no tenía dinero para movilizarse a reclamar los medicamentos; el 24% estaba enfermo y no había quién se los reclamara; un 27% no dispone de tiempo para ir a reclamar los medicamentos; a un 12% no le entregaron los medicamentos por problemas en la fórmula médica; un 28% no encontró el medicamento en la farmacia; y un 18,2% tuvo problemas con la entrega completa y oportuna de la droga.

Los principales problemas con el uso de la carbamazepina son su falta de adherencia (60%), el que ocasionan alguna RAM (que desmotiva al paciente), el incumplimiento de los horarios y problemas sentimentales, familiares o económicos.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Estudian en modelos experimentales sustancias que previenen la muerte de neuronas

 
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Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

4 de diciembre de 2011

• Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del IFC, fue ganador del Premio Ciudad Capital Heberto Castillo 2011, en la categoría de Científico consagrado, en el área de Ciencias Básicas

La sobrexcitación de las neuronas, como la que se registra en un episodio de epilepsia, produce su muerte; este fenómeno también puede dañar a las motoras de la médula espinal y producir parálisis del cuerpo, en la enfermedad conocida como esclerosis lateral amiotrófica.

Ricardo Tapia Ibargüengoytia, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, y ganador del Premio Ciudad Capital Heberto Castillo 2011, en la categoría de Científico consagrado, en el área de Ciencias Básicas, busca entender cómo se produce ese deceso y encontrar sustancias que las protejan.

Se ha descubierto que algunos compuestos derivados del metabolismo de la glucosa pueden proteger a las motoneuronas, porque ayudan al funcionamiento de las mitocondrias, organelos intracelulares encargados de producir energía. Resultan efectivos tanto en la médula espinal, como en el cerebro en los modelos experimentales en ratas.

Empero, estos sustratos ya se han probado en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica y no funcionan. Por ello, Tapia y su grupo continúan en la búsqueda. “Hemos encontrado que otras moléculas más grandes y complejas, entre las que se encuentra un factor trófico que participa en el crecimiento de los vasos sanguíneos, ha resultado muy efectivo para proteger a las motoneuronas de la médula espinal de la rata en nuestros modelos de neurodegeneración”.

También, investigan la mejor manera de administrar los compuestos protectores, pues son efectivos si se suministran directamente en el cerebro o la médula, pero no necesariamente si es por vía intramuscular o intravenosa, debido a la presencia de la barrera hematoencefálica. “Debemos resolver el problema de trasladar los efectos positivos de las sustancias por vías menos agresivas”, indicó.

El primer doctor en Bioquímica por la UNAM (1969), ha dedicado sus investigaciones al estudio de los neurotransmisores, encargados de permitir la comunicación entre las neuronas, de la que depende el funcionamiento del cerebro.

Se sabe, explicó, que en el momento que la sobrexcitación se produce por el incremento de la comunicación, mediada por un neurotransmisor llamado ácido glutámico o glutamato, ocurre su deceso.

En los últimos 10 años decidimos analizar si este mecanismo de muerte podría participar en el daño de las neuronas motoras de la médula espinal, que resulta en parálisis, lo que sucede en la esclerosis lateral amiotrófica, padecimiento devastador, cuyas causas se desconocen, señaló.

Con la administración en la médula de sustancias que producen la sobrexcitación mediada por el ácido glutámico, “hemos encontrado que, efectivamente, sucumben las neuronas motoras, y las patas posteriores de la rata quedan paralizadas; es decir, simulamos la enfermedad”.

También hallaron que durante la sobrexcitación por exceso de glutamato, aumenta la concentración de calcio dentro de las neuronas de manera no controlada, y que este incremento daña las mitocondrias, maquinaria energética de todas las células.

Estos hallazgos son fruto del trabajo de varios estudiantes, y han constituido parte de su tesis de posgrado.

Trayectoria

Tapia Ibargüengoytia es egresado de Medicina y doctor en Bioquímica por la UNAM. Decidió estudiar esa carrera porque le gustaba, y porque su padre y abuelo –ambos llamados Ricardo-, fueron destacados médicos y miembros de la Academia Nacional de Medicina.

Nunca tuvo duda en su profesión, pero en el segundo año, en la asignatura de Fisiología que impartía Alberto Guevara Rojas, tuvo un mayor acercamiento con la investigación. “Hasta entonces no sabía mucho del asunto, y me empezó a interesar más que la clínica”.

Le cautivaron los mecanismos celulares y cómo funciona el organismo. Desde el tercer año de su instrucción, empezó a asistir al Departamento de Fisiología en la facultad, en donde persistió aún en los cursos clínicos en hospitales.

En la actualidad, también le interesa saber por qué en ciertas enfermedades se mueren determinados grupos de neuronas. En la esclerosis lateral amiotrófica desaparecen casi exclusivamente las que mueven los músculos, pero el resto de circuitos queda intacto.

En cambio, en el Alzheimer hay movilidad, pero se afecta la memoria. “Los mecanismos de muerte cerebral pueden ser semejantes, pero por qué sucumbe uno u otro grupo es un misterio, uno de los grandes problemas a resolver. Trabajamos en ello”.

En cuanto al Premio Heberto Castillo, recordó que el año pasado lo obtuvo en la misma categoría que él, el astrónomo universitario Manuel Peimbert, “y me dio gusto ser su sucesor. Es un reconocimiento satisfactorio”, finalizó.
Créditos: unam.mx/boletin/712/2011