Tag Archives: ents

En México las personas con discapacidad, marginadas del uso de las TIC

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

multimedia

  • México requiere de un programa integral de penetración de las tecnologías de la información y la comunicación
    • A la Universidad Nacional llegan jóvenes en esa condición, principalmente con problemas visuales, motrices y auditivos, expuso Elia Lázaro Jiménez, de la ENTS de la UNAM
    • Este 17 de mayo se festeja el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información

Continue reading En México las personas con discapacidad, marginadas del uso de las TIC

PROYECTO UNIVERSITARIO SENSIBILIZA A DUEÑOS DE ANIMALES DE COMPAÑÍA, EN UNIDAD HABITACIONAL

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
Con el proyecto universitario Responsabilidad social en la tenencia de animales de compañía, residentes de un conjunto habitacional en avenida del Imán se han sensibilizado con el problema que representan las heces de los perros que ahí cohabitan. Ese aspecto, junto con la presencia de fauna silvestre, coloca a los vecinos en riesgo de zoonosis (enfermedades transmisibles de animales a humanos).
Blanca Lilia Gaspar del Angel, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) y Bertha Guadalupe Sánchez Dorantes, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM), trabajan en este plan desde el 2008.
Una de las primeras acciones en la unidad habitacional, dijo la investigadora de la ENTS, fue la elaboración de un mapa para detectar los riesgos ambientales percibidos por los habitantes, como residuos sólidos, heces de canes, gatos y ardillas, así como otro tipo de contaminantes como pilas y automóviles abandonados.
Asimismo, levantaron un censo en mil departamentos para saber cuántos animales de compañía había; 280 reportaron tener al menos uno (preferentemente razas pequeñas), pero sólo cuatro estar al día con vacunas antirrábicas, esterilización y desparasitación.
Los perros sin esquema de vacunación posiblemente tengan parásitos que eliminan al defecar; esas heces se pulverizan al secarse y pueden ser respiradas por los humanos, lo que da lugar a diversas afecciones. El Distrito Federal presenta problemas de zoonosis por fecalismo canino; su manejo inadecuado origina 620 toneladas de excrementos cada día, indicó Gaspar del Angel.
Resultados
Aunque la participación de los residentes no se ha incrementado, muchas personas, más que al inicio del proyecto, recolectan los desechos de sus animales, no obstante, “trabajar ahí, en ese aspecto, no ha sido fácil”, admitió.
Si bien es cierto que el problema no desapareció, sí disminuyó la cantidad de heces, en comparación con el comienzo de esta labor, en 2008, entre otros motivos porque la población se informó y cobró conciencia. Además, se espera que las autoridades delegacionales proporcionen infraestructura que favorezcan cambios de comportamiento.
Con los años se han observado modificaciones en el conocimiento de los animales de compañía, en el trato hacia ellos y en el comportamiento de los dueños, particularmente al levantar las heces. Además, la población de la unidad ha demandado la colocación de contenedores para depositar esos desechos, destacó.
En una siguiente fase del proyecto, que se aplicará a mediados del 2014, las universitarias verificarán qué acciones han tomado los residentes ante las autoridades locales.
Intervenciones educativas ambientales
En el área, que las investigadoras seleccionaron por el nivel educativo y la condición socioeconómica, factores que, supusieron, harían más responsables a los dueños, llevan a cabo intervenciones educativas como talleres. Con ello, los participantes se enteran de los riesgos de no vacunar, esterilizar y desparasitar a sus animales de compañía.
Además, recurrieron a otro medio: el sensorama, una cabina en la que, mediante estímulos visuales, auditivos y táctiles, los vecinos son informados sobre la tenencia, salud pública y animal, así como responsabilidad social y legal.
Las intervenciones y talleres informativos fueron posibles con recursos propios de las investigadoras, que se apoyaron en grupos de prácticas de la ENTS, específicamente de la asignatura de Prácticas, que se imparte en el sexto y séptimo semestres.
Fauna silvestre
Gaspar del Angel habló de la fauna silvestre en la unidad habitacional, que colinda con Ciudad Universitaria y resaltó el exceso de ardillas, cucarachas, alacranes y ratas.
“Los tlacuaches que viven en CU se van a la unidad habitacional porque es su sitio natural, pero por su apariencia son sacrificados y para ello utilizan rifles de diábolos”, comentó.
Caso contrario ocurre con las ardillas, que son protegidas y alimentadas; en consecuencia, su número va a la alza. “Sin el tlacuache, su predador natural, la población de ardillas supera la esperada y provoca, entre otras cosas, riesgo de zoonosis, además de transmisión de pulgas y garrapatas”.
Finalmente, enfatizó que esta investigación conjunta con Sánchez Dorantes se centra en el aspecto social, hábitos y comportamientos de salud relacionados a factores de riesgo por la presencia de zoonosis, problemática que ocurre porque el ser humano invade las áreas naturales.
La Ley de Cultura Cívica del DF indica que deben responsabilizarse de inocularlos, desparasitarlos, pasearlos con cadena y con su respectiva placa de identificación, así como tener a la mano el carnet de salud. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, si los ciudadanos cumplen con esos deberes, mejoran los índices de salud pública.
Créditos: UNAM-DGCS-005-2014

mascotaendepartamentoCon el proyecto universitario Responsabilidad social en la tenencia de animales de compañía, residentes de un conjunto habitacional en avenida del Imán se han sensibilizado con el problema que representan las heces de los perros que ahí cohabitan. Ese aspecto, junto con la presencia de fauna silvestre, coloca a los vecinos en riesgo de zoonosis (enfermedades transmisibles de animales a humanos).

Blanca Lilia Gaspar del Angel, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) y Bertha Guadalupe Sánchez Dorantes, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM), trabajan en este plan desde el 2008.

Una de las primeras acciones en la unidad habitacional, dijo la investigadora de la ENTS, fue la elaboración de un mapa para detectar los riesgos ambientales percibidos por los habitantes, como residuos sólidos, heces de canes, gatos y ardillas, así como otro tipo de contaminantes como pilas y automóviles abandonados.

Asimismo, levantaron un censo en mil departamentos para saber cuántos animales de compañía había; 280 reportaron tener al menos uno (preferentemente razas pequeñas), pero sólo cuatro estar al día con vacunas antirrábicas, esterilización y desparasitación.

Los perros sin esquema de vacunación posiblemente tengan parásitos que eliminan al defecar; esas heces se pulverizan al secarse y pueden ser respiradas por los humanos, lo que da lugar a diversas afecciones. El Distrito Federal presenta problemas de zoonosis por fecalismo canino; su manejo inadecuado origina 620 toneladas de excrementos cada día, indicó Gaspar del Angel.

Resultados

Aunque la participación de los residentes no se ha incrementado, muchas personas, más que al inicio del proyecto, recolectan los desechos de sus animales, no obstante, “trabajar ahí, en ese aspecto, no ha sido fácil”, admitió.

Si bien es cierto que el problema no desapareció, sí disminuyó la cantidad de heces, en comparación con el comienzo de esta labor, en 2008, entre otros motivos porque la población se informó y cobró conciencia. Además, se espera que las autoridades delegacionales proporcionen infraestructura que favorezcan cambios de comportamiento.

Con los años se han observado modificaciones en el conocimiento de los animales de compañía, en el trato hacia ellos y en el comportamiento de los dueños, particularmente al levantar las heces. Además, la población de la unidad ha demandado la colocación de contenedores para depositar esos desechos, destacó.

En una siguiente fase del proyecto, que se aplicará a mediados del 2014, las universitarias verificarán qué acciones han tomado los residentes ante las autoridades locales.

Intervenciones educativas ambientales

En el área, que las investigadoras seleccionaron por el nivel educativo y la condición socioeconómica, factores que, supusieron, harían más responsables a los dueños, llevan a cabo intervenciones educativas como talleres. Con ello, los participantes se enteran de los riesgos de no vacunar, esterilizar y desparasitar a sus animales de compañía.

Además, recurrieron a otro medio: el sensorama, una cabina en la que, mediante estímulos visuales, auditivos y táctiles, los vecinos son informados sobre la tenencia, salud pública y animal, así como responsabilidad social y legal.

Las intervenciones y talleres informativos fueron posibles con recursos propios de las investigadoras, que se apoyaron en grupos de prácticas de la ENTS, específicamente de la asignatura de Prácticas, que se imparte en el sexto y séptimo semestres.

Fauna silvestre

Gaspar del Angel habló de la fauna silvestre en la unidad habitacional, que colinda con Ciudad Universitaria y resaltó el exceso de ardillas, cucarachas, alacranes y ratas.

“Los tlacuaches que viven en CU se van a la unidad habitacional porque es su sitio natural, pero por su apariencia son sacrificados y para ello utilizan rifles de diábolos”, comentó.

Caso contrario ocurre con las ardillas, que son protegidas y alimentadas; en consecuencia, su número va a la alza. “Sin el tlacuache, su predador natural, la población de ardillas supera la esperada y provoca, entre otras cosas, riesgo de zoonosis, además de transmisión de pulgas y garrapatas”.

Finalmente, enfatizó que esta investigación conjunta con Sánchez Dorantes se centra en el aspecto social, hábitos y comportamientos de salud relacionados a factores de riesgo por la presencia de zoonosis, problemática que ocurre porque el ser humano invade las áreas naturales.

La Ley de Cultura Cívica del DF indica que deben responsabilizarse de inocularlos, desparasitarlos, pasearlos con cadena y con su respectiva placa de identificación, así como tener a la mano el carnet de salud. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, si los ciudadanos cumplen con esos deberes, mejoran los índices de salud pública.

Créditos: UNAM-DGCS-005-2014

Rema la primera canoísta universitaria entre el deporte y el trabajo social.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
12 de noviembre de 2013

Ella es el motor a contracorriente de un deporte presuntamente para varones.
Es el motor a contracorriente de un deporte presuntamente para varones.

• Wendy Alexis Mendoza Calixto, alumna de la ENTS, quebrantó la idea de que el canotaje es una disciplina sólo para varones. Acudirá a su tercera Olimpiada Nacional y tiene en la mira Brasil 2016

Wendy Mendoza navega entre aulas y pasillos universitarios con gesto de trabajadora social en ciernes, sonríe sin provocación y procura hacer anónima su faceta deportiva, pero la ondulación en sus tríceps la delata, ahí acumula los rastros de las extensas jornadas con la pala y la canoa. Ella es el motor a contracorriente de un deporte presuntamente para varones.

“No sabía que existía el canotaje, nunca me había dado cuenta, fue hasta que uno de mis chambelanes llegó con su corcho y le pregunté ¿qué es eso?, y respondió que era para poner la rodilla sobre la canoa, que practicaba un deporte que se llama canotaje, ‘deberías de ir’ sugirió, ‘porque es muy completo, haces gimnasio, corres y aparte remas’. Después nos invitó a verlo competir en la Regata Puma, que es el clasificatorio para la Olimpiada Nacional y de ahí surgió todo”, recordó.

Tras una estadía de dos años en la modalidad de kayak, hubo apertura en la rama femenil de canotaje, lo que la convirtió (el 10 de noviembre de 2009) en la primera canoísta universitaria; obtuvo el lugar de honor en la categoría de novatos, sin embargo, algo pretendió astillar su orgullo.

“Al principio me caía mucho de la canoa, porque me desesperaba y me tiraba al agua, entonces me subí a unos muelles, me caí, me volví a levantar y en ese momento alguien dijo: ‘¡aaay, ¿qué este deporte no es para hombres?!’. Fue una de mis últimas caídas, les voy a demostrar que a pesar de cualquier obstáculo, puedo hacerlo”.

De esta manera, en 2012, en su primera Olimpiada Nacional, ganó la medalla de oro en 500 metros y dos de plata en 200 y 1000 metros, además, obtuvo el Reconocimiento al Mejor Deportista de la Asociación de Canotaje de la UNAM. Recientemente logró el bronce en 200 metros en la Olimpiada Nacional 2013 y ya se prepara la edición 2014 a celebrarse en Tuxpan, Veracruz.

“Me gustaría seguir los pasos de Andrés Sotelo, el mejor canoísta de la Universidad Nacional. Algún día representar no sólo a ésta, sino a México, pero ya en un mundial y con la facilidad de estar aquí, darme la oportunidad de imprimirle prioridad al deporte y entrenar, pero en mi familia hay un lema, ‘primero la escuela, después el deporte’, aunque sí existe una gran oportunidad, sí la pienso tomar, porque sé que en el 2016 estaré en Brasil”, aseguró.

Wendy cursa el primer semestre de Trabajo Social y ríe al preguntarle sobre el bachillerato. “Era del Politécnico, iba en la Vocacional 11, pero mi objetivo siempre fue ingresar a la UNAM, después de tres años lo logré”.

Ahora, no sólo busca vincular en la praxis el trabajo social, el canotaje y el remo, sino integrarlos en un estudio académico para apoyarlos y hacerlos notar como otras disciplinas deportivas.

“En la carrera existe la especialización en deporte y pues qué mejor. Me siento solidaria, humanitaria, me gusta ayudar a la gente; mis padres me dijeron ‘tienes cara de trabajadora social’, por ejemplo, los niños me sensibilizan aún más, creo que esa es mi debilidad, también trabajaré por ellos”.

Xochimilcas

Emblemático transporte de la otrora ciudad lacustre, ícono idiosincrático de la capital, de la ciudad de flores, ejidos, riberas y chinampas, la canoa reniega de la urbanización. Al abordaje, Wendy rema gallarda aún en medio de la anegación de asfalto. “Soy orgullosamente xochimilca, vivo como a media hora de la Pista de Canotaje de Cuemanco, entonces me queda muy cerca y nunca la había conocido, no sé por qué”.

En charla soliloquial con su abuela y raíz, Wendy atestigua cómo la canoa se vuelve de roble. “Hace como un año falleció mi abuela. Ella nos esperaba en la meta cada vez que terminábamos de competir, así llegáramos en último o primer lugar; decía que debíamos ser guerreras, que compitiéramos contra nosotras mismas”.

¿Por qué en plural?, porque existe otra tripulante, su hermana Lucero de 15 años de la Preparatoria 2, pero esa es otra historia.

Créditos: UNAM-DGCS-673

Alumnos de la ENTS colaborarán en proyecto del Instituto de Neurobiología

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

Los jóvenes apoyarán a que niños con este padecimiento reciban la atención necesaria y a que los padres sean constantes con el tratamiento.
Los jóvenes apoyarán a que niños con este padecimiento reciban la atención necesaria y a que los padres sean constantes con el tratamiento.

23 de Agosto de 2012

Alumnos de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM colaborarán como prestadores de servicio social en el proyecto Atención Integral para Reducir Daños que Produce la Discapacidad, en la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Instituto de Neurobiología (INB), con el propósito de ofrecer diagnóstico y neurohabilitación temprana en recién nacidos expuestos a factores de riesgo de daño cerebral en la etapa prenatal y perinatal.

Su participación consistirá en trabajo de campo para recuperar a los pacientes que desertan, así como animar a los padres para que continúen con la atención de sus niños y lograr adherencia al tratamiento.

En el acto de apertura de esta actividad, realizado en el campus Juriquilla (Querétaro) de la UNAM, Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica, afirmó que “colaboraciones como ésta, dan idea de la riqueza de una institución como la nuestra. Asimismo, podemos constatar las fortalezas de nuestra casa de estudios para sumar esfuerzos y visiones alrededor de proyectos no sólo pertinentes, sino trascendentes para dar solución a un problema de salud importante. De hecho, alrededor de una quinta parte de las discapacidades en el país se originan en las etapas prenatal y perinatal”.

Por ello, es importante que al trabajo científico del INB se sumen los esfuerzos de los profesionales en el campo referido. “Su colaboración será importante para consolidar el proyecto no sólo con miras a dar una visión de futuro, sino para tener mayor impacto”, enfatizó.

A su vez, Leticia Cano Soriano, directora de la ENTS, destacó que en este esfuerzo conjunto se cuenta con el apoyo del Instituto Mexicano de la Juventud, que otorgó becas a los prestadores de servicio social, y de la Dirección General de Orientación y Servicios Educativos de la UNAM.

Esta colaboración, aseveró, rompe paradigmas, pues vinculamos un trabajo de alta especialidad de investigación científica con aspectos sociales desde los propios entornos de la población usuaria de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo.

Lo aquí realizado es distinto no sólo porque se realizará los fines de semana, sino porque estará apoyado por académicos con gran compromiso social y porque contribuirá a recuperar la dinámica sociofamiliar, enfatizó.

La experiencia será enriquecedora para los 18 alumnos que realizarán trabajo de campo y los tres que harán labor de gabinete, es decir, los encargados de analizar y sistematizar la información obtenida, apuntó.

En su oportunidad, Raúl Paredes Guerrero, director del INB, consideró que las actividades que realizarán los universitarios tendrán impacto social importante y repercutirán en la labor del instituto.

Al presentar el proyecto, Thalía Harmony Baillet, jefa de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo, señaló que su labor consiste en estudiar a recién nacidos con factores de riesgo de daño cerebral desde el parto, “pero queremos llegar hasta los ocho años de edad, porque la afectación pocas veces tiene secuelas de parálisis, pero sí implica problemas relacionados con la actividad cognoscitiva, como trastornos de lenguaje, aprendizaje y atención”.

Una vez que nuestros pacientes han logrado un desarrollo psicomotor adecuado, necesitamos conocer qué pasa con su evolución cognoscitiva; desgraciadamente, muchos de los padres, por diversas causas, desertan del proyecto y nuestra investigación se ve truncada, explicó.

Por eso, una de las tareas de los jóvenes será recuperar a los niños que hemos perdido y hacer conciencia en las nuevas mamás y papás de la importancia del tratamiento y de continuar con nosotros hasta los ocho años, recalcó.

También, buscamos ser autosuficientes y, en ese sentido, el segundo planteamiento del proyecto es realizar un estudio socioeconómico de las distintas familias para tener una aproximación adecuada de en cuánto podrían contribuir con nosotros para seguir con este trabajo, mencionó.

Por su parte, Juliana Ramírez Pacheco, jefa del Departamento de Servicio Social de la ENTS, indicó que los prestadores estudiarán la dinámica sociofamiliar de los usuarios de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo, tanto de los que han desertado como de los constantes.

Asimismo, buscarán sensibilizar a los padres para que se sientan corresponsables y copartícipes en la atención de sus hijos. Se abrirá la posibilidad de lograr dos o tres sesiones de trabajo con el propósito de intercambiar ideas o asesorías, subrayó.

Los alumnos de la ENTS realizarán el servicio social en Juriquilla los fines de semana del 18 de agosto al 15 de diciembre.

Al término de la ceremonia, se entregaron constancias de participación y becas a los prestadores de servicio social y los jóvenes hicieron un recorrido por las instalaciones de la unidad.

Boletín UNAM-DGCS-516
Juriquilla, Querétaro.

Hacinamiento en viviendas podría expulsar a jóvenes a la calle

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

La vivienda es un derecho social que debe garantizarse a la población y reunir condiciones de seguridad, confort, ventilación, privacidad e iluminación; aunque recientemente se ha difundido la falsa creencia de que una familia puede vivir en un espacio de 40 metros cuadrados.
La vivienda es un derecho social que debe garantizarse a la población y reunir condiciones de seguridad, confort, ventilación, privacidad e iluminación; aunque recientemente se ha difundido la falsa creencia de que una familia puede vivir en un espacio de 40 metros cuadrados.

13 de noviembre de 2011

• A esta conclusión llegó Leticia Cano Soriano, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, en un estudio aplicado a universitarios

“Las condiciones de hacinamiento y pobreza podrían expulsar a muchos jóvenes a la calle y, por consiguiente, originar un riesgo social”, advirtió Leticia Cano Soriano, profesora de carrera de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.

Al presentar el estudio El hacinamiento en la vivienda: un problema social para los jóvenes universitarios, realizado con alumnos que habitan en las delegaciones de Iztapalapa y Gustavo A. Madero, aseguró que la morada no es sólo asunto de muros y techos, sino del espacio vital de convivencia, crecimiento y desarrollo familiar, donde, con los elementos necesarios, las relaciones socio-familiares se pueden armonizar y mejorar.

Según datos dados a conocer en julio de este año por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 52 por ciento de la población mexicana se encuentra en situación de pobreza y 11.7 millones de personas viven en esa condición extrema.

“Este escenario es alarmante y desalentador, y nos debe poner en constante alerta en relación con varias dimensiones de la vida, sobre todo, con la que se refiere a los jóvenes”, consideró.

La vivienda es un derecho social que debe garantizarse a la población, y es indispensable que reúna condiciones de seguridad, confort, ventilación, privacidad e iluminación, entre otros servicios, aunque recientemente se ha difundido la falsa creencia de que una familia puede vivir en un espacio de 40 metros cuadrados.

“Por ello, resulta necesario recordar que el hacinamiento es un problema social vinculado, por lo general, a la pobreza; se presenta si más de dos personas comparten un solo cuarto (en primera instancia, el dormitorio); pero este fenómeno puede extenderse al espacio físico total, lo que impide que la familia realice adecuadamente sus actividades”, dijo Cano Soriano.

Reducción de espacios

El conflicto sociofamiliar puede surgir también si se reducen los espacios, pues los servicios deficientes que se derivan disminuyen las posibilidades de una convivencia adecuada.

Uno de los problemas interpersonales acotados por el estudio de Cano fue el de la privacidad, que afecta de manera preocupante a los jóvenes (individuos de 15 a 29 años, según la UNICEF); si se pretende que tengan rendimiento académico óptimo, requieren condiciones apropiadas, internas y externas.

Al situar su estudio en el espacio, indicó que Iztapalapa y Gustavo A Madero son demarcaciones donde aún hay precariedad, hacinamiento y déficit de vivienda.

“Iztapalapa es la demarcación de la Ciudad de México con más habitantes: más de un millón 800 mil, y Gustavo A. Madero tiene más de un millón. Se habla, entonces, de una densidad poblacional impresionante, en la que los problemas sociales y de servicios son tan diversos y complejos que pueden convertirse en detonantes adversos para el desarrollo de los jóvenes.”

Las preguntas formuladas se referían a si el hacinamiento influye en los universitarios para que pasen más tiempo fuera de su hogar.

En el análisis, buscó determinar cuánto tiempo permanecen en las moradas, no por la cantidad, sino por la calidad de esas horas.

Los resultados preliminares demostraron que, en 48 por ciento de los casos, la respuesta a la pregunta sobre su preferencia de estar más tiempo se ubicó en las opciones: fuera de ella, me da lo mismo y no lo he pensado.

“Dentro de la muestra, si bien en un porcentaje menor, hay quienes salen de su vivienda a las 5:30 de la mañana para ir a la escuela y regresan a las 8 ó 10 de la noche”.

Así, el fenómeno se ubica en una perspectiva multidimensional, porque al referirse a la precariedad, asociada también al deterioro físico del entorno y a la pobreza, se potencia la vulnerabilidad.

Atención urgente

Se consideraron también los recursos para las labores académicas, situación socio-económica y convivencia familiar.

Al respecto, se comprobó que la gran mayoría de los 99 encuestados que estudian en el turno matutino son solteros, e identificó que 30 por ciento vive en espacios de menos de 40 metros cuadrados y de hasta 60, como máximo.

“No obstante, la mayoría habita en unifamiliares y 70 por ciento tiene una propia; el resto (30 por ciento) reside en prestadas, rentadas o compartidas. Por otro lado, 18 por ciento afirmaron que su dormitorio es ocupado por tres, cinco o más personas”.

Las conclusiones preliminares de este estudio darán paso a la elaboración de un diagnóstico situacional en el que Cano Soriano incorporará algunas recomendaciones relacionadas con el rubro socio-escolar.
Créditos: unam.mx/boletin/670/2011