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Por las heladas, México requiere importar tres millones de toneladas de alimentos

 
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Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

27 de febrero de 2011

• Son necesarias para cubrir el déficit interno, advirtió Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

México tendrá que importar alrededor de tres millones de toneladas de alimentos para cubrir el déficit interno, derivado de los estragos provocados por las heladas ocurridas en el norte del país. “Las pérdidas se calculan en más de 30 mil millones de pesos y afectaron a 200 mil jornaleros que perdieron su empleo”, señaló Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

En total, apuntó, se registran daños en 600 mil hectáreas de maíz, 300 mil de sorgo y 200 mil de frijol, repartidas entre los estados de Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Durango.

En Sinaloa, ejemplificó, se afectó el 60 por ciento de las hortalizas y el 90 por ciento del maíz; “la producción estatal de este grano representa la cuarta parte de la cosecha nacional”. Otros productos dañados fueron tomate, ejote, calabaza y chile, dijo.

Las organizaciones de grandes productores, abundó, fueron las más beneficiadas por las facilidades fiscales incluidas en las medidas de recuperación, pero no ayudan a los pequeños productores y a los campesinos, “ellos quedan fuera de estos esquemas”.

En general, se toman medidas de corto plazo para enfrentar las contingencias, en ocasiones tardías e insuficientes, por lo tanto “se replantea la urgencia de revalorar el sector agroalimentario nacional para combatir la pobreza, el desempleo y la migración”, señaló.

Es necesario, prosiguió, establecer políticas de crédito, otorgar asistencia técnica, rescatar canales de comercialización y garantizar precios para estimular los cultivos; “tendríamos muchas regiones del país que, en emergencias, compensarían las pérdidas”.

Debido a las heladas en el noreste del país, se registran estragos en 600 mil hectáreas de maíz, 300 mil de sorgo y 200 mil de frijol, repartidas entre Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Durango
Debido a las heladas en el noreste del país, se registran estragos en 600 mil hectáreas de maíz, 300 mil de sorgo y 200 mil de frijol, repartidas entre Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y Durango

Repercusiones de las heladas

Analistas, agrupaciones campesinas y de la industria de la tortilla y el nixtamal, advierten acaparamiento, lo que explica incrementos injustificados en los precios. “Por ejemplo, antes de las heladas la tonelada de maíz costaba tres mil 100 pesos, ahora se vende en cuatro mil 750, cuando las cosechas dañadas se levantarían en mayo”, indicó.

México enfrentará en los próximos meses un aumento en el costo de los artículos de primera necesidad, lo que afectará las condiciones alimenticias entre los sectores de la población menos favorecidos. A corto plazo, el gobierno estará obligado a subsidiar esos productos, particularmente maíz y frijol, añadió.

“Actualmente hay 20 millones de pobres alimentarios, es decir, aquellos cuyos ingresos les impiden tener acceso a la canasta básica”; además, las circunstancias climáticas dejaron sin cultivos a los productores de autoconsumo de zonas marginadas de Oaxaca, Guerrero e Hidalgo quienes, “si no son apoyados, inevitablemente padecerán hambruna”, concluyó.
Créditos: UNAM-DGCS-118-2011/unam.mx

Abandono del campo, causa de la crisis alimentaria

 
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17 de febrero de 2011

Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

• México tiene el potencial territorial, recursos y fuerza de trabajo para abatir la dependencia en ese rubro, afirmó Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM
• De cada 100 kilogramos de maíz que requerimos, 33 los tenemos que importar

La crisis alimentaria en México es producto del abandono del campo, advirtió Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, y propuso revisar la política agropecuaria, impulsar la producción, otorgar créditos, reforzar subsidios, impartir asistencia técnica y rescatar los mecanismos de comercialización, para tener un sector agrícola que responda a la demanda en el país.

“México tiene potencial territorial, recursos y fuerza de trabajo para abatir al 100 por ciento la dependencia alimentaria, por ejemplo, en maíz”, afirmó.

A partir de la década de los 80, recordó, se invirtió en exportaciones ganaderas, cultivo de hortalizas, frutas, productos tropicales y orgánicos, en detrimento de las cosechas de granos básicos, por recomendaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Las tasas de crecimiento del sector agroexportador, precisó, no alcanzan a compensar las compras masivas de alimentos “ante la destrucción de la economía campesina, en la que descansaba la autosuficiencia en la materia”.

Tenemos en maíz una dependencia del 33 por ciento, “de cada 100 kilogramos que requerimos, 33 los tenemos que comprar”. En trigo, las importaciones ascienden al 55 por ciento; soya, 95 por ciento, y arroz, 32 por ciento.

Hasta 1980, recordó, México no adquiría más del cinco por ciento de sus necesidades alimentarias, “era un país que garantizaba su autosuficiencia”. Hoy, el porcentaje asciende, en promedio, al 50 por ciento. En 2009, el monto total de importaciones de productos agrícolas, agroindustriales, alimentos, bebidas y tabaco, alcanzó los 18 mil 943 millones de dólares.

Crisis global alimentaria

Entre 2007 y 2008, dijo, se registraron, a nivel mundial, alzas significativas en los precios de granos básicos y alimentos, lo que provocó una crisis alimentaria en las regiones más pobres del mundo, seguida de inestabilidad política y disturbios sociales en varias naciones. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, alertó, en 2008, que unas 100 millones de personas “pueden verse seriamente en riesgo por la crisis”.

“En ese periodo, el promedio del aumento internacional de precios fue del 45 por ciento; destacaron los cereales, con 62 por ciento; aceites vegetales, 85 por ciento, y productos lácteos, 69 por ciento”, refirió el universitario.

Romero Polanco advirtió que el detonante de esta crisis fue la decisión tomada en 2007, por la administración de George W. Bush, de fomentar la producción de etanol a partir del maíz.

“Estados Unidos es el primer productor y exportador mundial del grano, y en lugar de venderlo como alimento en el mercado internacional, lo transforma en combustible para el consumo interno y así aminorar la dependencia que tiene del petróleo”. En la actualidad, precisó, la fabricación del biocombustible acapara casi 40 por ciento del maíz originado en aquella nación.

El precio actual y futuro de los productos agrícolas, señaló, se incrementó en las últimas semanas, ante la frecuencia creciente de fenómenos naturales asociados al cambio climático; “mientras no se controle el calentamiento global, existirán condiciones muy inciertas, como huracanes, inundaciones, sequías y plagas”, aseguró.

Otro factor fundamental a considerar, agregó, son las maniobras financieras de inversionistas que, en la crisis de 2007, retiraron sus recursos del sector inmobiliario y los colocaron en el mercado de futuros de Chicago, con todo tipo de granos. “Especulan con el hambre de los pueblos”.

Respecto a la introducción de semillas transgénicas en los cultivos, admitió que hay un gran debate, pero está demostrado que el incremento en la productividad, al utilizarlas, “no es tan significativo”. En México, afirmó, inquieta la posibilidad de que se vulnere la biodiversidad de los maíces locales, en detrimento de la seguridad alimentaria del país.

En 2011, mencionó el investigador, ese rubro ya rebasó el mayor incremento en sus precios, “todas las organizaciones internacionales, así como las grandes empresas agroalimentarias y analistas señalan que, por lo menos en los próximos 10 años, el mundo seguirá con esta problemática”.
Créditos: UNAM-DGCS-100-2011/unam.mx