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Pluma de mar, coral con potencial farmacéutico.

 
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22 de Enero del 2013
Los octocorales (organismos coloniales formados por pequeños pólipos con ocho tentáculos cada uno) muestran un sorprendente repertorio de compuestos químicos capaces de combatir problemas de salud.
El más representativo es el Pseudopterogorgia elisabethae, el segundo más abundante en los arrecifes coralinos de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico.
En la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, varias investigaciones, mediante ensayos in vivo e in vitro, han estudiado la actividad biológica de este organismo (conocido como pluma de mar) y han descubierto propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antibacterianas, antifouling (que impiden que se formen películas o se adhieran microorganismos en las embarcaciones) y citotóxicas sobre varias líneas tumorales cancerígenas.
Esta tarea está a cargo del grupo de Estudio y Aprovechamiento de Productos Naturales Marinos y Frutas de Colombia, del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias. Sus investigadores han estudiado por cerca de diez años poblaciones de P. elisabethae del Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Pero los análisis van más allá. El grupo de Farmacogenética del Departamento de Farmacia decidió ponerse la escafandra y sumergirse en el profundo universo marino de las plumas de mar, con el objeto de caracterizar su metagenoma (el genoma de una comunidad de organismos determinada) y su ecosistema coralino.
El objetivo es encontrar genes y perfiles metabólicos secundarios (relacionados con el normal funcionamiento del metabolismo animal) que proporcionen candidatos cuya bioprospección farmacéutica y cosmética sea positiva, así como entender la biodiversidad de la comunidad a nivel genómico y organísmico.
Bioinformática
El profesor Fabio Aristizábal, director del Instituto de Biotecnología de la UN y cabeza de esta investigación, cuenta que aislaron el ADN total (metagenoma) de un amplio grupo de microorganismos y lo secuenciaron para analizar sus materiales genéticos.
“Empleamos herramientas moleculares y bioinformáticas de última generación para ejecutar varios procesos: remover los datos no informativos o defectuosos; organizar las secuencias, según la coincidencia entre ellas, para ensamblar segmentos adyacentes; y reconstruir parte de los genomas presentes en la muestra”, explica.
Así, pudieron determinar que la cantidad de información presente en la muestra es realmente colosal, por lo cual no es plausible reconstruir genomas completos. Sin embargo, identificaron materiales genéticos de al menos dos tipos de eucariotas (células con núcleo definido): un alga y un coral.
“Los análisis muestran que los dos organismos viven en una relación de simbiosis –en la cual ambos se benefician– que involucra moléculas sujetas a respuestas ambientales, con especial atención a la protección de la radiación ultravioleta e inmunidad innata, toda vez que parecen requerir uno del otro al tener rutas metabólicas complementarias”, afirma.
A este respecto, destaca que es imprescindible usar tecnologías de última generación que pueden evaluar información genómica total –pues procesan millones de datos–, para detectar capacidades de producir, a nivel biológico, sustancias con un potencial uso biotecnológico en medicamentos, alimentos y cosméticos. “Tal vez los más interesantes son los que permiten la producción de moléculas potencialmente fotoprotectoras”, asegura.
Ingeniería metabólica
Este trabajo científico es financiado por Colciencias, y en él también participan los investigadores Guillermo G. Torres, del Instituto de Biotecnología; Daniela Díaz y Nicolás Salcedo, del Departamento de Biología; y Carmenza Duque, del Departamento de Química, quien es la experta principal.
“Aproximaciones de este tipo permitirán el desarrollo futuro de la ingeniería metabólica hasta obtener sistemas que permitan producir metabolitos de interés en cantidades suficientes para estudiarlas y utilizarlas sin dañar los organismos. Si se hiciese de la fuente natural, llevaría muy posiblemente a la devastación del material biológico”, señala el profesor Aristizábal.
Si bien los científicos reconocen que es difícil calcular los costos de estos adelantos, creen que son mucho más bajos que los de las metodologías clásicas de bioprospección. Además, este tipo de aproximaciones tienen menores impactos ambientales y permiten hacer análisis amplios del potencial bioquímico presente en una comunidad biológica ambiental.
La investigación ya entregó resultados preliminares sobre el primer borrador del metagenoma de la comunidad coralina de pluma de mar del Caribe colombiano, cuya información proporciona las bases para futuros estudios en esta área.
Por su innovación científica, este trabajo obtuvo el premio internacional del XV Congreso de la Federación Farmacéutica Suramericana (2012) a la investigación científica.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Son varios los compuestos orgánicos encontrados en corales blandos, como el P. elisabethae, que tienen potencial farmacéutico y cosmético.

Son varios los compuestos orgánicos encontrados en corales blandos, como el P. elisabethae, que tienen potencial farmacéutico y cosmético.

22 de Enero del 2013

Los octocorales (organismos coloniales formados por pequeños pólipos con ocho tentáculos cada uno) muestran un sorprendente repertorio de compuestos químicos capaces de combatir problemas de salud.

El más representativo es el Pseudopterogorgia elisabethae, el segundo más abundante en los arrecifes coralinos de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico.

En la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, varias investigaciones, mediante ensayos in vivo e in vitro, han estudiado la actividad biológica de este organismo (conocido como pluma de mar) y han descubierto propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antibacterianas, antifouling (que impiden que se formen películas o se adhieran microorganismos en las embarcaciones) y citotóxicas sobre varias líneas tumorales cancerígenas.

Esta tarea está a cargo del grupo de Estudio y Aprovechamiento de Productos Naturales Marinos y Frutas de Colombia, del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias. Sus investigadores han estudiado por cerca de diez años poblaciones de P. elisabethae del Archipiélago de San Andrés y Providencia.

Pero los análisis van más allá. El grupo de Farmacogenética del Departamento de Farmacia decidió ponerse la escafandra y sumergirse en el profundo universo marino de las plumas de mar, con el objeto de caracterizar su metagenoma (el genoma de una comunidad de organismos determinada) y su ecosistema coralino.

El objetivo es encontrar genes y perfiles metabólicos secundarios (relacionados con el normal funcionamiento del metabolismo animal) que proporcionen candidatos cuya bioprospección farmacéutica y cosmética sea positiva, así como entender la biodiversidad de la comunidad a nivel genómico y organísmico.


Bioinformática

El profesor Fabio Aristizábal, director del Instituto de Biotecnología de la UN y cabeza de esta investigación, cuenta que aislaron el ADN total (metagenoma) de un amplio grupo de microorganismos y lo secuenciaron para analizar sus materiales genéticos.

“Empleamos herramientas moleculares y bioinformáticas de última generación para ejecutar varios procesos: remover los datos no informativos o defectuosos; organizar las secuencias, según la coincidencia entre ellas, para ensamblar segmentos adyacentes; y reconstruir parte de los genomas presentes en la muestra”, explica.

Así, pudieron determinar que la cantidad de información presente en la muestra es realmente colosal, por lo cual no es plausible reconstruir genomas completos. Sin embargo, identificaron materiales genéticos de al menos dos tipos de eucariotas (células con núcleo definido): un alga y un coral.

“Los análisis muestran que los dos organismos viven en una relación de simbiosis –en la cual ambos se benefician– que involucra moléculas sujetas a respuestas ambientales, con especial atención a la protección de la radiación ultravioleta e inmunidad innata, toda vez que parecen requerir uno del otro al tener rutas metabólicas complementarias”, afirma.

A este respecto, destaca que es imprescindible usar tecnologías de última generación que pueden evaluar información genómica total –pues procesan millones de datos–, para detectar capacidades de producir, a nivel biológico, sustancias con un potencial uso biotecnológico en medicamentos, alimentos y cosméticos. “Tal vez los más interesantes son los que permiten la producción de moléculas potencialmente fotoprotectoras”, asegura.


Ingeniería metabólica

Este trabajo científico es financiado por Colciencias, y en él también participan los investigadores Guillermo G. Torres, del Instituto de Biotecnología; Daniela Díaz y Nicolás Salcedo, del Departamento de Biología; y Carmenza Duque, del Departamento de Química, quien es la experta principal.

“Aproximaciones de este tipo permitirán el desarrollo futuro de la ingeniería metabólica hasta obtener sistemas que permitan producir metabolitos de interés en cantidades suficientes para estudiarlas y utilizarlas sin dañar los organismos. Si se hiciese de la fuente natural, llevaría muy posiblemente a la devastación del material biológico”, señala el profesor Aristizábal.

Si bien los científicos reconocen que es difícil calcular los costos de estos adelantos, creen que son mucho más bajos que los de las metodologías clásicas de bioprospección. Además, este tipo de aproximaciones tienen menores impactos ambientales y permiten hacer análisis amplios del potencial bioquímico presente en una comunidad biológica ambiental.

La investigación ya entregó resultados preliminares sobre el primer borrador del metagenoma de la comunidad coralina de pluma de mar del Caribe colombiano, cuya información proporciona las bases para futuros estudios en esta área.

Por su innovación científica, este trabajo obtuvo el premio internacional del XV Congreso de la Federación Farmacéutica Suramericana (2012) a la investigación científica.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Fenómeno de El Niño afecta productividad primaria en el Pacífico.

 
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21 de Enero del 2013
Un estudio de la UN en Palmira encontró que la ocurrencia de estos eventos afecta la productividad primaria en esta zona colombiana, debido al impacto en las condiciones meteorológicas y las variables oceánicas.
Según el Informe de pesca y acuicultura de la Corporación Colombia Internacional y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), durante el año 2009 la captura desembarcada en los puntos de toma de información de dichas entidades fue de 36.685,79 toneladas, mostrando una disminución de un 41,7% con respecto al 2008.
La carduma y los atunes fueron las especies que determinaron este descenso, ya que redujeron los volúmenes desembarcados en un 75% y 15%, respectivamente, en contraste con el 2008; estas pesquerías posiblemente se pudieron haber visto afectadas por el fenómeno de El Niño registrado en el 2009, según lo señala el informe.
Para el profesor John Josephraj Selvaraj, profesor de la UN en Palmira, “el Fenómeno de El Niño Oscilación del Sur es un evento de variabilidad climática de gran importancia en el Océano Pacífico ecuatorial oriental y central, que tiene efectos en las condiciones meteorológicas y en variables oceánicas como temperatura superficial del mar, clorofila y productividad primaria”.
Esta última, según el investigador, hace referencia a la conversión biológica de dióxido de carbono en compuestos de carbono orgánico ricos en energía, que hace parte del balance carbono en los ecosistemas. Entre otros aspectos, se ha demostrado que está relacionada con la producción pesquera.
Por ello, la investigadora Karold Viviana Coronado, joven investigadora de Colciencias y estudiante de la Maestría en Ingeniería Ambiental, bajo la dirección del profesor Selvaraj, realizaron un estudio con el objetivo de identificar el impacto del fenómeno de El Niño en la variación de la productividad primaria en la Zona de Exclusividad Económica (ZEE) del Pacífico colombiano, durante el período 2003–2011.
El área de estudio fue dividida en zona costera y zona oceánica, calculando la productividad primaria a través del algoritmo de Platt y Sathyendranath, que plantea que dicha productividad está determinada por la irradiancia incidente y la concentración de pigmentos fotosintéticos.
“Se realizaron análisis de correlación entre la productividad primaria y las anomalías de temperatura superficial del mar en la región Niño 3.4. obtenidas de la National Oceanic and Atmospheric Administration, usando un programa informático avanzado”, afirma Karold Viviana Coronado.
La variación de la producción primaria (PP) mostró diferencias en las dos zonas del área de estudio. La zona costera presentó un rango de valores y dispersión más alto que los datos de la zona oceánica. Se trata de una diferencia que, según la investigadora, puede ser ocasionada por la influencia de las descargas de los ríos a lo largo de la costa Pacífica colombiana.
“La serie de tiempo de productividad primaria en el período de estudio, muestra que en la zona oceánica los valores presentan un comportamiento cíclico, siendo mayor en los meses de febrero, marzo y abril para todos los años de estudio”, dice Coronado.
El profesor John Selvaraj concluye, que de acuerdo con los resultados obtenidos, se puede inferir que “la ocurrencia de eventos Niño afectan la productividad primaria en esta zona del Pacífico; sin embargo, dicha productividad podría estar influenciada en mayor proporción por otras circunstancias como desembocaduras de ríos, vientos y diferencias en la altura sobre el  nivel del mar”.
Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Se ha demostrado que la productividad primaria oceánica está relacionada con la producción pesquera.

Se ha demostrado que la productividad primaria oceánica está relacionada con la producción pesquera.

21 de Enero del 2013

Un estudio de la UN en Palmira encontró que la ocurrencia de estos eventos afecta la productividad primaria en esta zona colombiana, debido al impacto en las condiciones meteorológicas y las variables oceánicas.

Según el Informe de pesca y acuicultura de la Corporación Colombia Internacional y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), durante el año 2009 la captura desembarcada en los puntos de toma de información de dichas entidades fue de 36.685,79 toneladas, mostrando una disminución de un 41,7% con respecto al 2008.

La carduma y los atunes fueron las especies que determinaron este descenso, ya que redujeron los volúmenes desembarcados en un 75% y 15%, respectivamente, en contraste con el 2008; estas pesquerías posiblemente se pudieron haber visto afectadas por el fenómeno de El Niño registrado en el 2009, según lo señala el informe.

Para el profesor John Josephraj Selvaraj, profesor de la UN en Palmira, “el Fenómeno de El Niño Oscilación del Sur es un evento de variabilidad climática de gran importancia en el Océano Pacífico ecuatorial oriental y central, que tiene efectos en las condiciones meteorológicas y en variables oceánicas como temperatura superficial del mar, clorofila y productividad primaria”.

Esta última, según el investigador, hace referencia a la conversión biológica de dióxido de carbono en compuestos de carbono orgánico ricos en energía, que hace parte del balance carbono en los ecosistemas. Entre otros aspectos, se ha demostrado que está relacionada con la producción pesquera.

Por ello, la investigadora Karold Viviana Coronado, joven investigadora de Colciencias y estudiante de la Maestría en Ingeniería Ambiental, bajo la dirección del profesor Selvaraj, realizaron un estudio con el objetivo de identificar el impacto del fenómeno de El Niño en la variación de la productividad primaria en la Zona de Exclusividad Económica (ZEE) del Pacífico colombiano, durante el período 2003–2011.

El área de estudio fue dividida en zona costera y zona oceánica, calculando la productividad primaria a través del algoritmo de Platt y Sathyendranath, que plantea que dicha productividad está determinada por la irradiancia incidente y la concentración de pigmentos fotosintéticos.

“Se realizaron análisis de correlación entre la productividad primaria y las anomalías de temperatura superficial del mar en la región Niño 3.4. obtenidas de la National Oceanic and Atmospheric Administration, usando un programa informático avanzado”, afirma Karold Viviana Coronado.

La variación de la producción primaria (PP) mostró diferencias en las dos zonas del área de estudio. La zona costera presentó un rango de valores y dispersión más alto que los datos de la zona oceánica. Se trata de una diferencia que, según la investigadora, puede ser ocasionada por la influencia de las descargas de los ríos a lo largo de la costa Pacífica colombiana.

“La serie de tiempo de productividad primaria en el período de estudio, muestra que en la zona oceánica los valores presentan un comportamiento cíclico, siendo mayor en los meses de febrero, marzo y abril para todos los años de estudio”, dice Coronado.

El profesor John Selvaraj concluye, que de acuerdo con los resultados obtenidos, se puede inferir que “la ocurrencia de eventos Niño afectan la productividad primaria en esta zona del Pacífico; sin embargo, dicha productividad podría estar influenciada en mayor proporción por otras circunstancias como desembocaduras de ríos, vientos y diferencias en la altura sobre el  nivel del mar”.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

“Microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”.

 
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13 de Noviembre del 2012
Según Javier Vanegas Guerrero, existe la posibilidad de aprovechar que los microorganismos pueden formar consorcios bacterianos eficientes y funcionales para la actividad biotecnológica.
La biotecnología involucra la participación de varias disciplinas como la biología, la química, la ingeniería y otras, con el fin de aprovechar organismos o compuestos vivos para el desarrollo de productos que mejoren las condiciones de vida de los seres humanos. Es aplicable en los campos de la agricultura, la medicina, los alimentos, la industria farmacéutica y medioambiente, entre otros.
En su visita a la Sede Medellín, el investigador –que es doctor en Biotecnología de la UN en Bogotá– expresó que por largo tiempo los trabajos en microbiología del suelo, se han centrado en el aislamiento y caracterización de cultivos puros de microorganismos, pero que en la  naturaleza estos casi nunca actúan individualmente, sino que viven en sistemas ecológicos complejos, con altos niveles de interacción.
“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros para cooperar y trabajar en conjunto, no hay que buscar la mejor cepa para promover el crecimiento vegetal, ni para biorremediar (proceso de recuperación del medioambiente contaminado)”, explicó.
Relató que, por ejemplo, “para los procesos de biodegradación se busca un microrganismo que sea capaz de degradar un compuesto muy complejo, cuando realmente existen muchos otros con una amplia diversidad metabólica que tienen las enzimas que podrían hacerlo de forma eficiente”.
Así, la idea es que con nuevas investigaciones se pueda llegar al desarrollo de productos que aporten soluciones a la microbiología del suelo con aplicaciones biotecnológicas. “La idea es continuar evaluando microorganismos para ver cuáles son las condiciones óptimas de funcionalidad y hacer estudios en parcelas experimentales y campo”, precisó Vanegas Guerrero.
El académico fue invitado a la Institución por la Dirección de Investigaciones de la Sede (Dime) y la Dirección de Extensión Universitaria.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”, dijo experto.

“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros”, dijo experto.

13 de Noviembre del 2012

Según Javier Vanegas Guerrero, existe la posibilidad de aprovechar que los microorganismos pueden formar consorcios bacterianos eficientes y funcionales para la actividad biotecnológica.

La biotecnología involucra la participación de varias disciplinas como la biología, la química, la ingeniería y otras, con el fin de aprovechar organismos o compuestos vivos para el desarrollo de productos que mejoren las condiciones de vida de los seres humanos. Es aplicable en los campos de la agricultura, la medicina, los alimentos, la industria farmacéutica y medioambiente, entre otros.

En su visita a la Sede Medellín, el investigador –que es doctor en Biotecnología de la UN en Bogotá– expresó que por largo tiempo los trabajos en microbiología del suelo, se han centrado en el aislamiento y caracterización de cultivos puros de microorganismos, pero que en la  naturaleza estos casi nunca actúan individualmente, sino que viven en sistemas ecológicos complejos, con altos niveles de interacción.

“Los microorganismos no actúan solos, tienen compañeros para cooperar y trabajar en conjunto, no hay que buscar la mejor cepa para promover el crecimiento vegetal, ni para biorremediar (proceso de recuperación del medioambiente contaminado)”, explicó.

Relató que, por ejemplo, “para los procesos de biodegradación se busca un microrganismo que sea capaz de degradar un compuesto muy complejo, cuando realmente existen muchos otros con una amplia diversidad metabólica que tienen las enzimas que podrían hacerlo de forma eficiente”.

Así, la idea es que con nuevas investigaciones se pueda llegar al desarrollo de productos que aporten soluciones a la microbiología del suelo con aplicaciones biotecnológicas. “La idea es continuar evaluando microorganismos para ver cuáles son las condiciones óptimas de funcionalidad y hacer estudios en parcelas experimentales y campo”, precisó Vanegas Guerrero.

El académico fue invitado a la Institución por la Dirección de Investigaciones de la Sede (Dime) y la Dirección de Extensión Universitaria.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html