



- La molécula es el primer paso para llegar, en un futuro, a una cura contra el cáncer de próstata.
20 de enero de 2012
El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte entre los hombres en Colombia. Debido a esto, dos estudiantes de Farmacia desarrollaron una molécula en búsqueda de una futura cura contra este mal.
Ana María Garzón y Juana Quevedo, de la Universidad Nacional de Colombia, partieron de la poca atención que la salud pública le presta a este tipo de cáncer, así como a la hiperplasia prostática benigna.
Se calcula que para este año habrá cerca de 6.500 nuevos casos de cáncer de próstata en Colombia y que alrededor de 3.000 hombres morirán por esta causa. El índice de mortalidad por esta afección está aumentando en Colombia y se ha triplicado en los últimos 30 años.
En cuanto a la hiperplasia prostática benigna –engrosamiento de la próstata alrededor de la uretra, que produce dificultad para orinar–, no existen cifras oficiales en Colombia; pero aunque es benigna no significa que sea inofensiva, porque la retención de orina en la vejiga puede traer complicaciones como infecciones o alteraciones serias del funcionamiento de los riñones.
A partir de estas situaciones, las estudiantes sintetizaron tres moléculas en el laboratorio, las caracterizaron y después les hicieron el estudio conocido como coeficiente de reparto, para saber si en el ser humano se absorbe o no el medicamento.
“Ese es el primer paso que hay que dar cuando se trata de un medicamento que se absorbe en el organismo, para que llegue al sitio indicado y, así mismo, pueda tratarse la enfermedad. Después de realizar todos estos análisis se llegó a la conclusión de que los tres compuestos desarrollados se caracterizan por una muy alta permeabilidad al paso a través de las membranas de la célula, por lo cual tienen biodisponibilidad oral; eso quiere decir que pueden estar en el organismo fácilmente, atravesar las membranas y llegar al sitio indicado para ejercer su acción farmacológica”, explicó Quevedo.
Después de haber llegado a esta instancia, las estudiantes aseguran que hasta ahora es el inicio de un largo camino. “Para llegar a la molécula final hay que hacer ensayos in vitro y en vivo que permitan demostrar la actividad biológica. Hasta ahora hicimos el inicio del estudio, porque la creación de un medicamento dura como unos diez años; este sería el primer paso, la idea es seguir con esto en una maestría y en un doctorado, con el fin de ensayarlo en animales y, posiblemente, en personas, para mirar su actividad anticancerígena”, concluyó Garzón.
Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co