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PROPONEN APROVECHAR GASES DE ESCAPE EN PLANTAS DE CANTARELL PARA REDUCIR EMISIONES A LA ATMÓSFERA

 
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emisiondegases09 de agosto de 2014

El calor de los gases de efecto invernadero emitidos en Cantarell por las plantas de comprensión de gas natural (empleado como combustible en la industria, el comercio y el hogar) es energía desperdiciada, pero de aprovecharse optimizaría el funcionamiento de las turbinas en las plantas del complejo petrolero mexicano.

Diana María Escolástico Hernández, estudiante de posgrado de la UNAM, desarrolló dos propuestas para mejorar la eficiencia en las plataformas Akal, en cuyas plantas de compresión de gas natural amargo (extraído de pozos de petróleo o de gas natural en mar abierto antes de ser enviado al deshidratado para ser comprimido a alta presión) sólo se aprovecha el 32 por ciento.

Las emanaciones de escape de las turbinas acopladas a los módulos donde se realiza este proceso, por operar en ciclo abierto, son enviadas a la atmósfera a altas temperaturas sin obtener un beneficio de ellas. “Un 70 por ciento se desperdicia (estas pérdidas son llamadas irreversibilidades). Del 32.2 de lo convertido en electricidad, en las turbinas queda un calor residual en los gases de chimenea de 13 mil 35.88 kW”, explicó.

Una de las propuestas de Escolástico Hernández para mejorar la eficiencia del proceso global (turbina-compresión de gas) y el aprovechamiento del combustible es la recuperación de calor en un proceso de ciclo combinado.

Consiste en aprovechar los gases de combustión expulsados a una temperatura de más de 500 grados centígrados para calentar agua, vaporizarla e introducirla a una turbina para generar electricidad.

En la segunda propuesta, además de usar este recurso en un ciclo combinado para generar electricidad, en vez de aire se utilizaría líquido marino para retirar el calor de las corrientes gaseosas en los enfriadores de los módulos de compresión de gas natural.

“Con ambas propuestas se incrementa la eficiencia del proceso, según simulaciones hechas con el software Thermoflex, empleado para conocer las propiedades termodinámicas de las corrientes y hacer una aproximación de la mejora”.

El ciclo de operación de la turbina (quema de combustible y generación de potencia) apenas aprovecha una tercera parte. No obstante, si utilizáramos vapor y mar como agua de enfriamiento, la eficiencia se elevaría a la mitad y con la otra propuesta, basada en un ciclo combinado para generar electricidad, los niveles llegarían al 70 por ciento, aseguró.

Con esta energía se pueden satisfacer necesidades de las plataformas, como el calentamiento de corrientes para llevar a cabo otros procesos del gas natural, como la deshidratación y el endulzamiento (retirar el ácido sulfúrico, principalmente, para que no sea corrosivo).

Mucho del calentamiento de corrientes se hace a fuego directo (quema de gas) o con medios eléctricos, por lo que con este aprovechamiento se generaría, ahorraría y evitaría el desperdicio (de electricidad y térmico) y se reducirían costos en la operación de las plataformas.

De obtener una eficiencia del 70 por ciento disminuirían las emisiones de gases de efecto invernadero de manera importante. Escolástico Hernández aún no tiene números exactos, pero sabe que la emisión por turbina es de mil 191.61 toneladas de CO2 equivalente por mes (se le llama así porque es la cuantificación de gases de metano, óxidos de nitrógeno y el mismo dióxido de carbono dispersados a la atmósfera).

Para determinar la viabilidad de las propuestas, es necesario hacer un análisis económico, porque los proyectos pueden ser favorables, pero lo que determinará si son rentables es establecer cuál de los dos otorga el menor tiempo de retorno de la inversión.

El último concepto resultará clave, porque en Cantarell, donde las plataformas están en aguas abiertas, los costos se elevan por el transporte de equipos y material a kilómetros mar adentro. Por eso, uno de los objetivos de su tesis de maestría es hacer un estudio económico para saber si sus propuestas son rentables.

Actualmente, Escolástico Hernández aplica la metodología Pinch en las plantas de compresión de gas natural para detectar en qué equipos o partes del proceso hay mayores pérdidas para así proponer recuperaciones de calor o aumento de eficiencia.

Una contribución ecológica de este proyecto sería la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en las plataformas de compresión de gas amargo. “Si optimizamos nuestros sistemas y utilizamos menos combustible, el impacto será menor”.

Diana María Escolástico realiza su tesis sobre el análisis Pinch para el uso eficiente de la energía en plantas de compresión de gas natural del activo integral Cantarell. Su tutor es Arturo Palacio Pérez, de la Coordinación de Procesos Industriales y Ambientales del Instituto de Ingeniería (II), entidad de la UNAM que, en vinculación con Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), realiza proyectos para mejorar el ambiente.

Créditos: UNAM-DGCS-454-2014

Algoritmo para calcular distribución de calor en materiales

 
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Algoritmo para conocer la distribución de la temperatura en materiales conductores de calor.
Algoritmo para conocer la distribución de la temperatura en materiales conductores de calor.

11 de marzo de 2012

Un algoritmo que permite conocer la distribución de la temperatura en diferentes materiales como hierro, acero y aluminio, entre otros, está siendo desarrollado por estudiante de la UN.

Podría implementarse en industrias metalúrgicas o de la construcción para calcular y controlar la distribución de la temperatura en materiales de uso continuo en estos sectores, lo que mejoraría las condiciones de su manejo.

Cada material posee propiedades distintas que se introducen al algoritmo como datos constantes, con los cuales se construye una ecuación que permite conocer la distribución de calor que presenta cada material.

“Para solucionar este tipo de ecuación tomamos dos condiciones de frontera: la temperatura de cada extremo del material y la magnitud inicial del calor. Con estos datos podemos empezar a construir el algoritmo para calcular el comportamiento de la temperatura”, explicó Néstor Jaime Ríos Zuluaga, estudiante de la Maestría en Ciencias (Matemática Aplicada).

Para ello se toma la longitud total del material, se la divide en pequeños fragmentos y, sobre estos, se trazan polinomios de grado uno, es  decir, líneas rectas en forma de cruz o equis (funciones techo), que sirven para construir pequeñas ecuaciones con las cuales se calcula la solución aproximada de la distribución de la temperatura en el material.

Al término del procedimiento, es necesario efectuar una validación o análisis de error, lo cual se hace comparando el resultado con una ecuación de la cual se conozca su solución exacta, en este caso se efectúa con el modelo de la ecuación del calor.

“El resultado de esta operación debe ser aproximado al de la ecuación anterior para que pueda afirmarse que el algoritmo es correcto. De lo contrario, es necesario hacer una nueva partición con más puntos para encontrar el error o crear nuevas funciones. Pero esto último no es lo ideal, pues el costo computacional se torna mayor (demora para obtener el resultado)”, afirmó el investigador.

Actualmente, se está validando la convergencia del algoritmo. Después se modelarán más ejemplos, cambiando variables de los materiales, para así certificar su validez.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co

Proponen incremento en la investigación y vigilancia del Sol ante el inminente aumento de su actividad

 
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Las tormentas solares o geomagnéticas se originan en el Sol, en el momento en que éste produce una “eyección de masa coronal” (EMC) que se compone principalmente de partículas de alta energía que tardan en llegar a nuestro mundo de tres a cuatro días (según su velocidad).
Las tormentas solares o geomagnéticas se originan en el Sol, en el momento en que éste produce una “eyección de masa coronal” (EMC) que se compone principalmente de partículas de alta energía que tardan en llegar a nuestro mundo de tres a cuatro días (según su velocidad).

4 de marzo de 2012
• Con el inicio del ciclo solar 24 se esperan tormentas energéticas que podrían afectar severamente satélites, equipos de comunicaciones y de navegación aérea y marítima, alertó Esteban Hernández Quintero, del IGf de la UNAM
• Sugirió aumentar el monitoreo científico del astro y considerar el replanteamiento del blindaje de transformadores eléctricos como una posible medida preventiva de protección de los instrumentos tecnológicos

Una tormenta solar muy energética, ocurrida los días 23 y 24 de enero, dio muestra del ciclo solar número 24, que comenzó a fines del año pasado y suma, hasta ahora, una decena de eventos caracterizados por la emisión de partículas cargadas, generadas en el Sol y recibidas en la Tierra.

En una época en la que los satélites que orbitan el planeta son indispensables para que recibamos servicios cotidianos como electricidad, telefonía, Internet, sistemas de posicionamiento global (GPS) y rutas aéreas o marítimas, la probabilidad de un daño a esos equipos por la actividad solar es preocupante, consideró Esteban Hernández Quintero, académico del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Ante este panorama, el ingeniero geofísico y maestro en ciencias de la Tierra propuso aumentar la indagación científica y la vigilancia de ese fenómeno, con la consolidación de proyectos científicos como el Laboratorio Virtual Sol-Tierra (VESO, por las siglas en inglés de Virtual Earth-Sun Observatory), un conjunto de cuatro observatorios con el que especialistas del IGf monitorean la actividad solar y sus efectos en nuestro planeta (Clima Espacial).

“Un mayor estudio nos ayuda a conocer mejor los orígenes y efectos de eventos como las tormentas geomagnéticas o solares, y es útil para saber qué hacer si éstos se aproximan a la Tierra; por ejemplo, dar recomendaciones a los tomadores de decisiones y proteger equipos que pueden afectarse”, consideró.

Entre otras medidas para salvaguardar esas tecnologías en órbita, está la interrupción parcial de su operación. En el caso de la superficie terrestre, se propone reforzar las estaciones, subestaciones y transformadores eléctricos que alimentan a las ciudades de electricidad; con ello, se evitarían los apagones generalizados, como el de Quebec ocurrido el 13 marzo de 1989.

Tormentas solares o geomagnéticas

Las tormentas solares o geomagnéticas se originan en el Sol, en el momento en que éste produce una “eyección de masa coronal” (EMC) que se compone principalmente de partículas de alta energía, que tardan en llegar a nuestro mundo de tres a cuatro días (según su velocidad).

Esas emisiones llegan a las capas más exteriores que rodean al planeta: la magnetósfera, la ionósfera y la zona de los cinturones de radiación.

“Por el carácter neutro de nuestra atmósfera, los efectos no llegan directamente a la superficie terrestre. La energía que traen consigo se diluye parcialmente, pero tiende a inducir grandes corrientes eléctricas sobre la superficie en forma inusual, y es claro que las instalaciones tecnológicas que tienen los países en ciertas latitudes –como satélites, cables submarinos interoceánicos, sistemas de navegación en aeronaves, transformadores y tuberías, entre otras— se ven repentinamente sobrecargadas; no tenemos suficiente información para saber el alcance de los efectos sobre la vida cotidiana y la tecnología”, señaló.

Estropicios en la Tierra

El académico universitario, que desde 2005 es responsable del Servicio Magnético de la UNAM, y de la Red de Estaciones Magnéticas de Repetición de la República Mexicana, aclaró que una tormenta solar no tiene los efectos devastadores de un terremoto, pero en contraste, su alcance es global y afecta a todo el planeta, especialmente a las tecnologías basadas en plataformas electromagnéticas.

“Nunca se han reportado personas muertas o heridas por una tormenta solar, pero sus efectos pueden influir en el quehacer humano en campos que no conocemos con detalle, como lo son la energía y trayectoria de un huracán, el comportamiento de un tsunami o la ocurrencia de una erupción volcánica”, destacó.

Algunos daños causados por estos fenómenos sucedieron el 29 de octubre de 2003, momento en que una (durante el ciclo número 23 del astro) causó pérdidas millonarias (de hasta 450 millones de dólares) por la descompostura del satélite Midori-2, así como el erróneo funcionamiento de varios sistemas de comunicación vía satélite y por cable interoceánico.

“En esa ocasión se observaron auroras boreales en latitudes inusuales, como en Austria, Florida y Yucatán”, recordó.

VESO, Laboratorio Virtual Sol-Tierra

Hernández Quintero explicó que, desde 2007 (Primer Año Heliofísico Internacional), el IGf realiza un esfuerzo para coordinar y mejorar los diversos equipos de vigilancia de la actividad solar.

El más desarrollado, consideró, es el VESO, que cuenta con cuatro equipos: un Radio Interferómetro Solar (ubicado en la azotea del propio Instituto); un Observatorio de Centelleo Interplanetario (con sede en Coeneo, Michoacán); una Estación de Rayos Cósmicos (junto a la Facultad de Medicina Veterinaria, también en Ciudad Universitaria), y un Observatorio Geomagnético (en Teoloyucan, Estado de México).

El académico propuso combinar esta infraestructura con tecnología internacional, desarrollada principalmente en el espacio extraterrestre, para hacer frente al ciclo solar número 24, que ya está en marcha y durará aproximadamente 11 años.

Créditos: unam.mx/boletin/137/2012

Lluvia y calor contribuyen a la proliferación de bacterias

 
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30 de mayo de 2011

Las condiciones climáticas actuales como la lluvia o el calor son propicias para el incremento de enfermedades gastrointestinales, debido a que miles de bacterias toman fuerza y se esparcen, afectando prácticamente a todos los seres humanos, afirmó Antonio Cruz López, Profesor e investigador del Departamento de Agentes Microbiológicos de la Facultad de Medicina de la BUAP.

En el mundo se presentan hasta cien mil millones de eventos diarreicos en un año, situación que afecta principalmente a los pueblos pobres que no tienen acceso a servicios médicos o medicamentos costosos.

En entrevista, el especialista informó que tan sólo del género salmonella hay mil especies reconocidas que se esparcen junto con otras bacterias, al acarrear el agua de las lluvias la materia fecal de humanos y animales.

“La Salmonella tiene mil especies conocidas, el tipo más reconocido es la tifoidea que se encuentra en la sangre y sólo parasita al humano, en tanto que las otras 999 especies se alojan en el intestino de hombres y animales”, informó.

Cruz López explicó que al trasmitirse la salmonella por el agua y el suelo, contamina los alimentos que se riegan o elaboran con agua contaminada, que al consumirse causan diarrea, que es un proceso inflamatorio que se presenta en el organismo para eliminar el agente causal, por lo que recomendó a quien la padece, no frenarla para evitar complicar el cuadro y si acudir al médico.

Agregó que otro tipo de bacteria es el staphylococcus aureus, que parasita a humanos y animales; se encuentra en la piel y a través de una herida puede llegar al torrente sanguíneo, además de que produce toxicidad en alimentos fríos, provocando una diarrea casi inmediata a quien los consume.

Otros agentes bacteriológicos son la Shigella, que puede provocar disentería, es decir fiebre, diarrea con moco y sangre; la Entamoeba colli y la Giardia lambia que ocasiona una severa desnutrición en los niños.

Las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días, como sucede comúnmente en épocas de calor, aceleran la descomposición de los alimentos y con ello el incremento de diarreas.

El epidemiólogo reiteró que la presencia constante de este tipo de bacterias en nuestro cuerpo, al igual que las diarreas, generan desnutrición y debilidad, por lo que es necesario tener siempre presente hábitos básicos de higiene, no comer alimentos en la calle, desinfectar frutas y verduras, y lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.

Créditos: BUAP/Comunicación Institucional/buap.mx

Mayo es el mes más caluroso en la ciudad de Puebla

 
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Domingo 9 de Mayo de 2010

Mayo es considerado el mes más caluroso del año en la ciudad de Puebla, por lo que los altos niveles de temperatura que se han registrado hasta el momento, están dentro del rango de lo normal, informó Lluvia Sofía Gómez Texon, Meteoróloga del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales de la BUAP.

Explicó que el calor es la transferencia de energía entre diferentes zonas de un mismo organismo, que se encuentran a distintas temperaturas, este flujo siempre ocurre desde la zona de mayor temperatura hacia la menor, y cuando se mezclan ocurre un equilibrio térmico.

De acuerdo a datos de la estación meteorológica instalada en el Departamento de Investigaciones Arquitectónicas y Urbanísticas (DIAU) de la BUAP, el 7 de mayo de 2009 se registró la temperatura más alta que fue de de 31.5 grados centígrados; en este 2010 la máxima hasta el momento ha sido de 30 grados centígrados.

Recordó que algunas de las consecuencias de este cambio climático y las altas temperaturas y falta de lluvia, son los incendios forestales sobre todo cuando toda el área está seca, pero principalmente si las personas que acuden a las zonas boscosas no tienen todo el cuidado para apagar fogatas o arrojan colillas de cigarro encendidas.

Gómez Texón resaltó que debemos tomar en cuenta que los rayos que actualmente llegan, son de forma más directa, por lo que es recomendable que la gente no se exponga demasiado tiempo al sol, sobre todo en las horas de temperatura máxima que es alrededor de las dos de la tarde y que consuma líquidos.

La meteoróloga comentó que “se ha generado una gran polémica acerca de los calores que hemos tenido, ya que las personas consideran que en este año han sido más intensos, sin embargo los registros demuestran que hasta el momento están en el rango normal.

El valor máximo histórico que presentan los datos del registro de la estación meteorológica del DIAU, fue el 21 de mayo de 1983 donde se registró una temperatura de 32.5 grados centígrados en la ciudad de Puebla.

Créditos: BUAP/Comunicación Institucional/buap.mx