Tag Archives: biotecnología

Bacterias descontaminan aguas de pozos petroleros

 
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MEDELLÍN, 26 de agosto de 2017 — Agencia de Noticias UN-

Estas bacterias se destacan por poseer un metabolismo anaeróbico, es decir que no requieren de oxígeno para la oxidación de moléculas orgánicas, sino de compuestos inorgánicos, como los nitratos y sulfatos que contienen las aguas de producción. Continue reading Bacterias descontaminan aguas de pozos petroleros

Asesoran politécnicos a agricultores de la Mixteca Oaxaqueña

 
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05 de mayo de 2017

En los municipios de Huajolotitlán y Santa María Camotlán, Oaxaca, ingenieros ambientales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) acudieron a diversos campos de cultivo con la finalidad de analizar los problemas de la siembra y asesorar a los agricultores con técnicas que les permitan mejorar su producción y utilizar fertilizantes orgánicos para eliminar las plagas. Continue reading Asesoran politécnicos a agricultores de la Mixteca Oaxaqueña

Modelo predice crecimiento de bacterias para producir solvente

 
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ciencia

06 de mayo de 2015

Bogotá D. C., May. 06 de 2015 – Agencia de Noticias UN- Un modelo matemático predice el crecimiento de la bacteria clostridium en glicerol, con la cual se puede producir el solvente Propanodiol, de gran utilidad industrial.

Dicho modelo, obtenido por Luis Miguel Serrano, estudiante del Doctorado en Biotecnología de la U.N., es denominado análisis de balance de flujo dinámico (DFBA) y permite predecir el crecimiento del microorganismo, bajo diferentes condiciones, además de la cantidad de solvente que puede producir.

El propanodiol es de gran aplicación industrial para producir politrimetilen tereftalato (PTT), un polímero biodegradable útil en el campo cosmético, farmacéutico y para la producción de plástico.

El estudiante Serrano explicó que uno de los problemas que se presenta con la obtención de biodiesel es el aumento de la producción de glicerina. Por esta razón, su investigación se enfoca en el aprovechamiento de esta sustancia para generar compuestos con valor agregado.

Uno de estos compuestos es el 123 propanodiol, que se obtiene a través de la fermentación de la glicerina con un microorganismo llamadoclostridium, bacteria anaerobia (no crece en presencia de oxígeno) que puede ser patógena o productora de solventes. 

El grupo de investigación de Bioprocesos y Bioprospección de la U.N. ha venido trabajando desde años atrás en el tema, encontrando cepas promisorias y resultados desde el punto de vista de fermentación. Sin embargo, el desarrollo del modelo se ha logrado desde el subgrupo de Microorganismos Solventogénicos.

“La novedad de mi investigación consiste en el desarrollo de un modelo que considera el comportamiento intracelular, es decir que analiza cómo entra el sustrato (glicerol) y qué reacciones involucra para que se produzca el propanodiol”, explico el estudiante de doctorado.

Las cepas analizadas fueron aisladas de cultivos tradicionales como el arroz y el tomate, las cuales se caracterizan por su alta producción de solventes.

A partir de la reconstrucción del genoma del clostridium se logró establecer la red metabólica de escala genómica. Esto significa que a través de la secuenciación del genoma, se detectó la mayor cantidad de reacciones involucradas en el metabolismo de la bacteria para su crecimiento.

El genoma es empleado por el investigador con herramientas matemáticas que permiten simular el crecimiento del microorganismo. De esta manera, se puede predecir cómo va a crecer la bacteria si se cortan ciertas reacciones, es decir, si se altera el genoma y se silencia el gen asociado a la reacción, lo que genera una encima específica.

Según el estudiante, realizar este trabajo en laboratorio es muy dispendioso, pues se tendría que hacer una mutante por cada gen y la red metabólica está compuesta por 900 reacciones.

Con la simulación se da la posibilidad de cortar las reacciones (mutaciones) por medio de computador. Ello simplifica el trabajo de laboratorio, lo que permite predecir rápidamente las reacciones y evitar el ensayo y el error.

Mediante las predicciones se puede determinar el comportamiento del microorganismo bajo otros escenarios, como la eliminación de reacciones para mejorar la producción, o el comportamiento de la bacteria o cepa mutante al cultivarla en varias conexiones de glicerina, sustancia que ellas consumen.

CAMOTE, UNA SOLUCIÓN A LA DESNUTRICIÓN

 
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camote23 de julio de 2014

En dulce, con leche, hervido, en puré, horneado o frito son algunas de las formas culinarias en las que los mexicanos consumimos el camote, raíz tuberosa cuyo valor nutritivo es capaz de disminuir la desnutrición.

Más de 1.5 millones de menores de cinco años (13.6 por ciento) en el país se encuentran en esa condición –de acuerdo al último Informe Anual de UNICEF México en 2012– y alrededor del 80 por ciento de los adultos mayores que acuden a consulta médica son diagnosticados en ese sentido, refirió Grecia Fuentes Ponce, maestra en Ciencias del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.

A partir de un programa en África llamado VITA A –en el cual alimentaron a varios países con una variedad de camote anaranjado para combatir la desnutrición–, Fuentes Ponce y su equipo desarrollaron una línea de productos nutracéuticos (benéficos para la salud) elaborados a base de esta raíz comestible, dirigidos específicamente a niños y adultos mayores.

“Para los pequeños pensamos en un batido o papilla más sólida que una comercial; para los adultos mayores en una harina, lista para hornearse, con la que pueden preparar diferentes platillos”, dijo.

Ipomoea batatas

Proveniente de Centroamérica, el camote (del género Ipomoea batatas) es reconocido por ser rico en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra; además, a la variedad blanca se le considera un alimento antidiabético, tras algunos estudios de campo con el producto llamado Caiapo, que “a las seis semanas de consumo bajó los niveles de glucosa en la sangre, el colesterol y la resistencia a la insulina”.

Su alta productividad y bajo costo han permitido el cultivo en México; Guanajuato y Michoacán son los principales productores. De igual manera, es funcional en países en vías de desarrollo como África, así como en suelos con escasos nutrientes y sin fertilizantes.

En especial, la variedad anaranjada contiene altas cantidades de vitamina A, nutriente esencial para el crecimiento óseo, el desarrollo de una buena visión y la producción de anticuerpos, entre otros, detalló.

Alimentos Camorina

Derivado de los términos camote y harina, Alimentos Camorina es un proyecto que busca incluir en el mercado nacional estos artículos, con el objetivo de disminuir la desnutrición.

Por medio de concursos de emprendimiento social y de negocios, los universitarios pretenden impulsar y buscar apoyo económico para consolidar este producto, que si bien está dirigido a los segmentos más vulnerables (infantes y adultos mayores, que requieren nutrientes en cantidades específicas), puede ser consumido por toda la población.

Fuentes Ponce y su equipo incorporan, además del camote, minerales, proteínas y mejoran el sabor. “Si podemos procesarlo sin que represente un costo elevado, por qué no agregarle otros componentes naturales que le hacen falta a la raíz por sí misma”, consideró.

“Vengo de una zona marginada con problemas de desnutrición y he podido distribuirlo ahí; aunque no hemos registrado los resultados, existen investigaciones que confirman las bondades de esta papa dulce”.

Finalmente, manifestó que es prioritario hacer esfuerzos para fomentar la explotación eficiente de las posibilidades alimenticias y económicas que ofrecen los cultivos locales como las raíces y los tubérculos, en especial el camote.

Créditos: UNAM-DGCS-424-2014

DESARROLLAN EN EL IBT DE LA UNAM PLÁSTICOS BIODEGRADABLES PRODUCIDOS POR BACTERIAS

 
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plasticobiodegradableUna nueva generación de plásticos derivados de bacterias que son biocompatibles, termoplásticos y no contaminantes, se desarrollan en la UNAM para utilizarlos a futuro como materiales para implantes, en ingeniería de tejidos y en dispositivos de liberación controlada de fármacos.

En el Departamento de Microbiología Molecular del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, Daniel Segura González y Guadalupe Espín Ocampo estudian los polihidroxialcanoatos (PHA) –una familia de poliésteres producidos por la bacteria Azotobacter vinelandii– como material de reserva de carbono y energía.

En conferencia ofrecida en el auditorio del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), Segura González explicó que esos poliésteres son semejantes a los producidos con derivados del petróleo pero, gracias a su origen natural, son biodegradables.

“En el mundo se producen más de 100 millones de toneladas de plástico y solamente en México se desechan al año más de 90 millones de botellas que, junto con otros residuos de ese material, forman el 40 por ciento de la basura doméstica”, destacó el biólogo y doctor en biotecnología.

En contraste con los derivados del petróleo, existen varios grupos de bacterias que producen poliésteres naturales a partir del consumo de nutrientes como los azúcares. Algunos ya son utilizados como bioplásticos a nivel comercial por empresas de Rusia, Brasil, Estados Unidos y China, que producen con ellos empaques, adhesivos, fibras y artículos desechables.

“Su precio ha bajado pero aún no puede competir con los derivados de la petroquímica. Ése es uno de los retos que enfrentamos en esta área”, señaló.

Modificar la maquinaria molecular

Experto en genética de bacterias, Segura González y sus colaboradores han profundizado en los mecanismos intracelulares que realiza la bacteria para sintetizar PHA, así como en los mecanismos genéticos que participan en ese proceso.

Tras estudiar las rutas bioquímicas que siguen las bacterias para producir este material de reserva, los investigadores controlaron sus condiciones ambientales en el laboratorio y apagaron ciertos genes que regulan su producción. Así lograron bacterias mutantes que producen cantidades exageradas de PHA y, en consecuencia, crecen y engordan con el material de interés.

Con la modificación de ciertas rutas metabólicas, los científicos logran extraer los poliésteres y dotarlos de diversas propiedades, como más elasticidad y resistencia.

Producción en biorreactores

En colaboración con Carlos Peña, también investigador del IBt, se han establecido estrategias eficientes de cultivo de la bacteria en biorreactores para la producción a mayor escala de PHA, con la finalidad de generar materiales que puedan ser utilizados en aplicaciones biomédicas. Así, han logrado producir entre 30 y 35 gramos de bioplástico por litro. “Si logramos triplicarlo en biorreactores podremos competir con lo que existe a nivel industrial en otros países”, consideró.

Actualmente, el IBt tiene en trámite una patente para proteger el proceso, que es una alternativa para sustituir, a futuro, el plástico de origen petroquímico.

“Aún estamos en fase experimental, pero la idea es lograr colaboraciones, como la que ya tenemos con Ángel Romo, del Instituto de Ciencias Físicas (ICF), también de la UNAM, para desarrollar dispositivos como membranas generadas por electrohilado para aplicaciones biomédicas”, finalizó.

Créditos: UNAM-DGCS-340-2014