Tag Archives: Astrofísica

“El Sol no es una amenaza para el clima de la Tierra”.

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
7 de Enero del 2013
Algunos científicos niegan que el calentamiento global sea producido por las emisiones de CO2 y las actividades humanas, y lo atribuyen a que el Sol está cambiando de tal manera que afecta el clima terrestre.
Sin embargo, según el físico Hugh Hudson, uno de los estudiosos del Sol más importantes del mundo, –en entrevista con la Agencia de Noticias UN– en este gran debate sobre el clima, los “negadores del calentamiento global” no tienen razón, pues el astro rey no altera el comportamiento climático terrestre. “Lo que hace es proporcionarnos la energía que disfrutamos y es esencial para la vida”.
En cuanto a las erupciones solares que podrían esperarse para el pico máximo solar, que se dice será en el 2013, el científico afirma que lo que sí podría verse afectado son las comunicaciones satelitales y las misiones espaciales. En el anterior grupo de manchas solares, se presentaron “muchas erupciones medianas, pero ninguna gigante. Y esto nos hace pensar que este ciclo es diferente y que la variabilidad del Sol tiene propiedades que se extienden por más de once años”, dice.
En cuanto a las comunicaciones satelitales, Hudson comenta que “la vida de un satélite depende del dinero invertido, pues al diseñarlo lo pueden hacer muy seguro a las radiaciones o no tanto”. Y afirma que “existen muchos casos de satélites que han sido destruidos por la actividad solar”.
Con respecto a las misiones espaciales, el físico menciona que, por ejemplo, en el caso de un viaje a Marte, en el que los astronautas tardarían más o menos un año para llegar allí, podría haber “un riesgo serio de que durante ese tiempo haya una erupción y la salud de los astronautas se vea afectada”, pues “ellos no podrían sobrevivir a una emisión de este tipo”.
Los efectos de las partículas magnéticas solares pueden persistir varios días, según explica Hudson: “una erupción llena la heliósfera, o sea la cavidad que el Sol le hace al espacio sideral. Esta cavidad se llena de partículas que se pueden detectar durante algunos días después de la emisión”. Y agrega que “esta es una de las razones por las cuales los astronautas tendrían problemas en su viaje a Marte”.
De hecho, el mayor misterio que encierra el astro rey, para este científico, es la naturaleza de las erupciones solares, porque las radiaciones solares no son estables. “Se pueden hacer teorías sobre una estrella que pueden ser aparentemente satisfactorias. Sin embargo, no lo son para una esfera de gas caliente. El campo magnético tiene unas propiedades muy extrañas y una de esas es que acumula energía en la corona de una manera muy lenta y continua y, de pronto, hay una explosión. Por qué y cómo sucede aún no lo entendemos. Y algunas veces estas explosiones envían materia hacia el espacio”, expresa.
Al preguntarle por la estructura de la atmósfera solar y sus campos magnéticos, responde: “en su nivel más simple, la atmósfera del Sol es parecida a la de la Tierra. Hay gravedad, y esta la hala hacia el interior y, como consecuencia, forma capas estratificadas que se denominan fotósfera, cromósfera, región de transición y corona. El campo magnético es muy fuerte. En una mancha solar, es casi como la fuerza de un imán de nevera y se siente, pero el imán es pequeño, mientras que la mancha es más grande que Colombia. Se trata de una inmensa cantidad de energía que puede perturbar la atmósfera y reestructurarla. Una mancha solar es una estructura muy complicada”.
El estudio y las predicciones sobre el Sol
Así, la predictibilidad es un asunto científico y técnico muy importante, “por cuanto hay erupciones solares, eyecciones de masa coronal y perturbaciones que se propagan hacia la Tierra y causan cosas malas; por ejemplo, complicaciones de las comunicaciones mundiales, daños en los sistemas de distribución eléctrica y otros efectos en la ionósfera”.
El científico menciona que hay un gran interés en predecir este comportamiento. “Esta una de las mayores razones que nos estimulan a estudiar el Sol. Hasta cierto punto podemos hacer algunas predicciones, pero aún hay muchas cosas que no entendemos. Parte del problema es que su actividad comienza en su interior y se desplaza hacia el exterior, donde la podemos apreciar. Una vez en la superficie, de pronto, podemos entender eso que algunos llaman «surgimiento» del flujo solar, pero que aún no comprendemos del todo, pues la información sobre su interior es mucho más débil que la de su exterior”, dice.
Por ello, comenta, “hay varios satélites haciendo observaciones astronómicas, pero el RHESSI (Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager) es el único que lo hace con rayos X intensos, es decir, rayos de 10 a 20 kilovoltios. Además, rota sobre su eje en línea directa hacia el Sol, lo cual es una configuración inusual para un satélite y nos otorga muchas ventajas. Sin embargo, ya tiene diez años y se está acabando, los satélites normalmente no duran tanto. Esperamos que siga funcionando a lo largo de este máximo solar, para poder seguir estudiando las erupciones”.
Retos actuales de la Astrofísica Solar
En cuanto a los desafíos científicos que existen en este campo, Hugh Hudson dice que el Sol está muy lejos y sus estructuras son muy complicadas. “No podemos hacer teorías si no las conocemos. Por eso, conseguir imágenes de alta calidad es clave”. Aunque esto se consigue de cierta manera desde el espacio, también se requieren instrumentos de alta resolución desde la superficie terrestre.
Explica que en Chile se encuentra el radiotelescopio ALMA, que comenzó a operar recientemente, y que hay otro telescopio inmenso que será instalado en Hawái (el ATST, Advanced Technology Solar Telescope), “el más grande en años para ver el Sol (tiene cuatro metros de diámetro). Y la razón para construirlo es conseguir la mejor resolución posible”.
Finalmente, el experto manifiesta que el astro está lejos, pero no tanto. “Por eso podemos colocar satélites en órbita a su alrededor. Ahora hay dos módulos lunares que están produciendo imágenes estereoscópicas para la Tierra. Son muy importantes porque nos dan la posibilidad de ver su estructura tridimensional como ningún otro instrumento astronómico. Pero esperamos poder verla también con otros satélites y otras longitudes de onda”.
Hugh Hudson
Observar el astro rey es más que una pasión para este físico. Examinar las erupciones solares, emocionarse –como Galileo– con la precisión de los datos que arrojan satélites como el RHESSI o el SDO y contribuir al descubrimiento de “nuevas pequeñas cosas” es parte de su trabajo.
Hugh Hudson se educó en la Universidad de Rice, en Houston (Texas), y luego en la Universidad de California, en Berkeley (UCB), y en la de San Diego (UCSD). Después de diez años en Japón, regresó brevemente a la UCB y ahora está en Glasgow (Escocia), pensando en retirarse. Actualmente, se considera un estudiante de las propiedades globales del Sol, a partir de las mediciones precisas que ahora se pueden efectuar.
En la actualidad, se encuentra trabajando con los nuevos datos del satélite SDO (Solar Dynamic Observatory), un instrumento nuevo que se ha usado poco (fue lanzado por la NASA en el año 2010). “Con estos datos pude detectar el cambio del efecto Doppler del satélite, una cosa realmente menor, pero muy gratificante para mí, porque me mostró qué tan precisos son. Fue uno de esos momentos emocionantes, como le pasó a Galileo, pues tuve la oportunidad de ver cómo se mueven los satélites”, expresa.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Las comunicaciones satelitales y las misiones espaciales sí pueden verse afectadas por las erupciones solares, pero el comportamiento climático de la Tierra no, según Hugh Hudson.

Las comunicaciones satelitales y las misiones espaciales sí pueden verse afectadas por las erupciones solares, pero el comportamiento climático de la Tierra no, según Hugh Hudson.

7 de Enero del 2013

Algunos científicos niegan que el calentamiento global sea producido por las emisiones de CO2 y las actividades humanas, y lo atribuyen a que el Sol está cambiando de tal manera que afecta el clima terrestre.

Sin embargo, según el físico Hugh Hudson, uno de los estudiosos del Sol más importantes del mundo, –en entrevista con la Agencia de Noticias UN– en este gran debate sobre el clima, los “negadores del calentamiento global” no tienen razón, pues el astro rey no altera el comportamiento climático terrestre. “Lo que hace es proporcionarnos la energía que disfrutamos y es esencial para la vida”.

En cuanto a las erupciones solares que podrían esperarse para el pico máximo solar, que se dice será en el 2013, el científico afirma que lo que sí podría verse afectado son las comunicaciones satelitales y las misiones espaciales. En el anterior grupo de manchas solares, se presentaron “muchas erupciones medianas, pero ninguna gigante. Y esto nos hace pensar que este ciclo es diferente y que la variabilidad del Sol tiene propiedades que se extienden por más de once años”, dice.

En cuanto a las comunicaciones satelitales, Hudson comenta que “la vida de un satélite depende del dinero invertido, pues al diseñarlo lo pueden hacer muy seguro a las radiaciones o no tanto”. Y afirma que “existen muchos casos de satélites que han sido destruidos por la actividad solar”.

Con respecto a las misiones espaciales, el físico menciona que, por ejemplo, en el caso de un viaje a Marte, en el que los astronautas tardarían más o menos un año para llegar allí, podría haber “un riesgo serio de que durante ese tiempo haya una erupción y la salud de los astronautas se vea afectada”, pues “ellos no podrían sobrevivir a una emisión de este tipo”.

Los efectos de las partículas magnéticas solares pueden persistir varios días, según explica Hudson: “una erupción llena la heliósfera, o sea la cavidad que el Sol le hace al espacio sideral. Esta cavidad se llena de partículas que se pueden detectar durante algunos días después de la emisión”. Y agrega que “esta es una de las razones por las cuales los astronautas tendrían problemas en su viaje a Marte”.

De hecho, el mayor misterio que encierra el astro rey, para este científico, es la naturaleza de las erupciones solares, porque las radiaciones solares no son estables. “Se pueden hacer teorías sobre una estrella que pueden ser aparentemente satisfactorias. Sin embargo, no lo son para una esfera de gas caliente. El campo magnético tiene unas propiedades muy extrañas y una de esas es que acumula energía en la corona de una manera muy lenta y continua y, de pronto, hay una explosión. Por qué y cómo sucede aún no lo entendemos. Y algunas veces estas explosiones envían materia hacia el espacio”, expresa.

Al preguntarle por la estructura de la atmósfera solar y sus campos magnéticos, responde: “en su nivel más simple, la atmósfera del Sol es parecida a la de la Tierra. Hay gravedad, y esta la hala hacia el interior y, como consecuencia, forma capas estratificadas que se denominan fotósfera, cromósfera, región de transición y corona. El campo magnético es muy fuerte. En una mancha solar, es casi como la fuerza de un imán de nevera y se siente, pero el imán es pequeño, mientras que la mancha es más grande que Colombia. Se trata de una inmensa cantidad de energía que puede perturbar la atmósfera y reestructurarla. Una mancha solar es una estructura muy complicada”.


El estudio y las predicciones sobre el Sol

Así, la predictibilidad es un asunto científico y técnico muy importante, “por cuanto hay erupciones solares, eyecciones de masa coronal y perturbaciones que se propagan hacia la Tierra y causan cosas malas; por ejemplo, complicaciones de las comunicaciones mundiales, daños en los sistemas de distribución eléctrica y otros efectos en la ionósfera”.

El científico menciona que hay un gran interés en predecir este comportamiento. “Esta una de las mayores razones que nos estimulan a estudiar el Sol. Hasta cierto punto podemos hacer algunas predicciones, pero aún hay muchas cosas que no entendemos. Parte del problema es que su actividad comienza en su interior y se desplaza hacia el exterior, donde la podemos apreciar. Una vez en la superficie, de pronto, podemos entender eso que algunos llaman «surgimiento» del flujo solar, pero que aún no comprendemos del todo, pues la información sobre su interior es mucho más débil que la de su exterior”, dice.

Por ello, comenta, “hay varios satélites haciendo observaciones astronómicas, pero el RHESSI (Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager) es el único que lo hace con rayos X intensos, es decir, rayos de 10 a 20 kilovoltios. Además, rota sobre su eje en línea directa hacia el Sol, lo cual es una configuración inusual para un satélite y nos otorga muchas ventajas. Sin embargo, ya tiene diez años y se está acabando, los satélites normalmente no duran tanto. Esperamos que siga funcionando a lo largo de este máximo solar, para poder seguir estudiando las erupciones”.


Retos actuales de la Astrofísica Solar

En cuanto a los desafíos científicos que existen en este campo, Hugh Hudson dice que el Sol está muy lejos y sus estructuras son muy complicadas. “No podemos hacer teorías si no las conocemos. Por eso, conseguir imágenes de alta calidad es clave”. Aunque esto se consigue de cierta manera desde el espacio, también se requieren instrumentos de alta resolución desde la superficie terrestre.

Explica que en Chile se encuentra el radiotelescopio ALMA, que comenzó a operar recientemente, y que hay otro telescopio inmenso que será instalado en Hawái (el ATST, Advanced Technology Solar Telescope), “el más grande en años para ver el Sol (tiene cuatro metros de diámetro). Y la razón para construirlo es conseguir la mejor resolución posible”.

Finalmente, el experto manifiesta que el astro está lejos, pero no tanto. “Por eso podemos colocar satélites en órbita a su alrededor. Ahora hay dos módulos lunares que están produciendo imágenes estereoscópicas para la Tierra. Son muy importantes porque nos dan la posibilidad de ver su estructura tridimensional como ningún otro instrumento astronómico. Pero esperamos poder verla también con otros satélites y otras longitudes de onda”.


Hugh Hudson

Observar el astro rey es más que una pasión para este físico. Examinar las erupciones solares, emocionarse –como Galileo– con la precisión de los datos que arrojan satélites como el RHESSI o el SDO y contribuir al descubrimiento de “nuevas pequeñas cosas” es parte de su trabajo.

Hugh Hudson se educó en la Universidad de Rice, en Houston (Texas), y luego en la Universidad de California, en Berkeley (UCB), y en la de San Diego (UCSD). Después de diez años en Japón, regresó brevemente a la UCB y ahora está en Glasgow (Escocia), pensando en retirarse. Actualmente, se considera un estudiante de las propiedades globales del Sol, a partir de las mediciones precisas que ahora se pueden efectuar.

En la actualidad, se encuentra trabajando con los nuevos datos del satélite SDO (Solar Dynamic Observatory), un instrumento nuevo que se ha usado poco (fue lanzado por la NASA en el año 2010). “Con estos datos pude detectar el cambio del efecto Doppler del satélite, una cosa realmente menor, pero muy gratificante para mí, porque me mostró qué tan precisos son. Fue uno de esos momentos emocionantes, como le pasó a Galileo, pues tuve la oportunidad de ver cómo se mueven los satélites”, expresa.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Colaboran universitarios en los primeros resultados del gran arreglo milimétrico de Atacama

 
Facebooktwittergoogle_plusmail

El radiotelescopio ALMA, en construcción en el desierto de Atacama en Chile
El radiotelescopio ALMA, en construcción en el desierto de Atacama en Chile

25 de Julio de 2012

Astrónomos de la UNAM colaboraron en las primeras observaciones hechas a través del Gran Arreglo de Atacama (ALMA, por sus siglas en inglés), que pese a no estar aún terminado, será el radiotelescopio más poderoso del mundo en su género.

Participaron en la investigación realizada por un grupo mexicano y alemán, encabezado por Luis Zapata, del Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA) de esta casa de estudios, campus Morelia.

El instrumento se construye en el desierto de Atacama, al norte de Chile, y se estima que alcanzará su última etapa a finales del 2013. Contará con un total de 66 antenas parabólicas, pero desde que tuvo 16, se iniciaron las observaciones para poner a prueba los sistemas de adquisición de datos.

En esta fase de verificación científica se estudiaron, entre otros aspectos, cuerpos cósmicos en una región de formación estelar en la constelación de Orión, que los astrónomos mexicanos han investigado intensivamente a través del tiempo.

Esta zona del cielo, conocida como la región de Orión KL, sufrió un fenómeno explosivo de características excepcionales. Los estudios detallados de varios grupos indican que hace aproximadamente 500 años un cúmulo muy compacto de estrellas jóvenes tuvo interacciones gravitacionales entre sus componentes, que llevaron a su desintegración.

De esta región se observa gas que se expande a gran velocidad y tres estrellas que se alejan del centro de la desintegración, la más interesante es la llamada Fuente I.

En el análisis realizado por Zapata y colaboradores, se encontró que de esta fuente se expulsa gas con una morfología que recuerda las alas de una mariposa; ello se estableció con el estudio de emisiones de la molécula del monóxido de silicio.

La cinemática de este gas muestra características diferentes a la del más alejado de la estrella, que se había investigado con anterioridad por diversos grupos, lo que sugiere que la Fuente I ha experimentado cambios importantes con el tiempo.

Es uno de los primeros resultados publicados de ALMA, y se divulgará en breve en la revista The Astrophysical Journal Letters, con coautores del CRyA, y del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, así como por el Instituto de Radioastronomía Max Planck en Bonn, Alemania.

El radiotelescopio ALMA es construido por un consorcio internacional a un costo de mil 300 millones de dólares. Una vez concluido, proporcionará a los astrónomos de todo el mundo la posibilidad de estudiar con sensitividad y detalle los fenómenos de formación de galaxias, estrellas, y planetas.

Créditos: http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_459.html

Boletín UNAM-DGCS-459
Ciudad Universitaria.

Estudiar la Física Solar hace parte de nuestro vecindario

 
Facebooktwittergoogle_plusmail
Stuart D. Bale y Säm Krucker, científicos del Space Sciences Laboratory de la Universidad de California (Berkeley)
Stuart D. Bale y Säm Krucker, científicos del Space Sciences Laboratory de la Universidad de California (Berkeley)

25 de Julio de 2012

Stuart Bale, científico del Space Sciences Laboratory de la Universidad de California (Berkeley), dijo además que “contamos con una estrella en la que podemos hacer mediciones y tener detalles”.

Así lo indicó en el marco de la Escuela Internacional de Astrofísica Solar, organizada por el Observatorio Astronómico Nacional y realizada en la ciudad universitaria. Mencionó también que está interesado en la Física del Sol, “porque además de ser parte de la comunidad, es un prototipo para otros problemas astrofísicos”.

Por su parte, el físico Säm Krucker, de la misma institución, destacó la importancia del Sol como fuente de vida en la Tierra. Y dijo que hay mucho que aprender de este astro para resolver problemas de energía, dado que se trata de una fuente de energía activa.

El experto explicó que la energía proviene del centro, del núcleo del Sol, y se debe a la fusión de hidrógeno y helio. Esta es transportada a través de radiación a la zona de capas de convección y, posteriormente, se transforma en calor. “El campo magnético empieza a ser generado en las zonas que están más afuera del Sol”, dijo.

Al hablar de los diagramas de Hertzsprung-Russell, el profesor Bale los definió como una manera de clasificar las estrellas y su evolución, con los que se puede comparar la luminosidad y la masa. “Es un principio de organización para entender las estrellas”, dijo, y reconoció que es una herramienta que usa poco. “Por el hecho de ser científicos solares, solo estudiamos el Sol”.

Astronomía, Astrofísica y Cosmología

Stuart D. Bale hizo una diferencia entre la Astronomía, la Astrofísica y la Cosmología. Explicó que la primera hace mediciones de fotones ópticos usando telescopios. La segunda es más amplia y compone el rango de emisiones electromagnéticas, en el que se incluyen bajas frecuencias de radio, pero principalmente fotones. Y la tercera, que es el estudio del origen de universo y su evolución; esta última recae en la Astrofísica y la Astronomía usándolas como herramientas.

“La Cosmología también tiene suficiente precisión para entender y estudiar lo fundamental de la naturaleza, como la gravedad, entre otros aspectos. Se ha convertido en herramienta de estudio de lo fundamental de la investigación en Física. Es parte de la Astrofísica, pero en los últimos diez años se ha convertido en una ciencia de precisión. Mi sentimiento es que, desafortunadamente, la Cosmología se ha estado separando de la Astrofísica”, expresó.

Descubrimientos y trabajo

Stuart Bale señala que los descubrimientos siempre dependen de la escala en la que se quiera verlos. Aunque pequeños y de cosas nuevas, ellos sí los han hecho, pero no se encuentran a la vista del público en general sino en libros especializados. “Hemos hecho, por ejemplo, las primeras mediciones de radiación del fondo de la atmósfera”, aseguró.
Por otro lado, destacó la construcción de un instrumento nuevo, denominado Solar Pro, trabajo que actualmente desarrollan. Su objetivo es que este satélite vuele hasta la corona para poder hacer mediciones sobre plasma, temperaturas y densidades, entre otras. Igualmente, se ha pensado, en una misión complementaria, efectuar el diseño de un satélite para estar cerca del Sol con el fin de obtener imágenes con mayor resolución.

Los físicos Bale y Krucker concluyen que, tras un sinnúmero de estudios acerca del Sol, se puede decir que hay muchos campos, pues mientras más observaciones se hacen, más cosas se pueden decir y entender. “Cada vez hacemos mejores mediciones. Mientras más aprendo del Sol entiendo que es más simple de lo que la gente piensa y que es mas unificado cada vez. Puedes ver cosas muy complejas, pero tal vez es por la manera como tomas por ejemplo una fotografía, puede que como lo haces no era la forma correcta”, asegura Bale.

Créditos: agenciadenoticias.unal.edu.co