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EL HUMANO, RESPONSABLE DE LA SEXTA EXTINCIÓN MASIVA DEL PLANETA

 
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extinción25 de agosto de 2014

Con la persistente destrucción de ecosistemas naturales, la conversión de selvas y bosques en zonas ganaderas, agrícolas y urbanas, la consecuente deforestación y cacería de múltiples especies animales, el ser humano es responsable de la sexta extinción masiva del planeta, causante de la desaparición de 322 especies de vertebrados terrestres en los últimos 500 años y del declive de hasta 45 por ciento de las poblaciones de invertebrados, revela un grupo internacional de ecólogos en un artículo publicado en la revista Science.

“Los vertebrados que se han extinguido en el último siglo deberían haberlo hecho en periodos de dos mil a ocho mil años, según lo ocurrido en otros tiempos geológicos”, indicó Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM y coautor del estudio “Defaunación en el Antropoceno”, cuyo primer autor es el mexicano Rodolfo Dirzo, egresado de esta casa de estudios, ex investigador del IE y profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Stanford, Estados Unidos.

La agresiva extinción masiva causada por el ser humano contrasta con las cinco anteriores, ocurridas a lo largo de 600 millones de años de vida animal por eventos naturales como la caída de un meteorito en la zona de Chicxulub, Yucatán (que derivó en la extinción del 80 por ciento de las especies del planeta, entre ellas los dinosaurios), o la conformación del supercontinente Pangea.

Además de la extinción de 322 especies de vertebrados en 500 años, las poblaciones sobrevivientes se han reducido en un promedio de 25 por ciento, alerta el estudio.

Defaunación, reducción poblacional y extinción

Junto con sus colegas Hillary S. Young, de la Universidad de California en Santa Bárbara; Mauro Galetti, de la Universidad Estatal Paulista de Brasil; Nick J.B. Isaac, del Natural Environment Research Council de Oxfordshire, Gran Bretaña; y Ben Collen, del University College de Londres, Dirzo y Ceballos han acuñado el término defaunación para describir al devastador fenómeno de extinción animal, análogo a la deforestación vegetal, que también considera el declive de poblaciones locales y la reducción del número de individuos en cada población, así como los cambios en la composición de especies en una comunidad.

En el artículo, refieren al Antropoceno como una era en la que el ser humano destaca como el gran depredador de especies animales, vegetales y ecosistemas completos; afecta poblaciones locales y provoca desequilibrios en cascada que dañan desde grandes mamíferos hasta insectos y microorganismos ocultos en los suelos.

“Actualmente la extinción es rapidísima a causa de actividades humanas como la destrucción de ecosistemas, la cacería y la deforestación; nos encontramos, sin lugar a dudas, en la sexta extinción masiva”, enfatizó Ceballos.

El ecólogo alertó que si perdemos los elefantes o los jaguares por explotación directa o de su hábitat, como en Calakmul, Campeche, o en Veracruz, también se perderán decenas de miles de otras especies, entre plantas, animales y microorganismos.

Se estima que entre 16 y 33 por ciento de todas las especies vivas de vertebrados están amenazadas o en peligro a escala global.

Grandes animales como los elefantes han reducido sus poblaciones en 28 por ciento en promedio y podrían extinguirse a mediano plazo si mantienen a ese ritmo la reducción de sus poblaciones.

Jaguares, orangutanes, rinocerontes y otras grandes especies también mantienen una tasa de declinación poblacional, sintomática del daño que el humano causa a escala global.

Créditos: UNAM-DGCS-488-2014

COMPASIÓN POR LOS ANIMALES, PARTE DEL PROGRESO INTELECTUAL, CULTURAL Y ÉTICO DE UN PAÍS: MOSTERÍN

 
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compacionporanimalesLas iniciativas para erradicar tradiciones crueles contra los animales son necesarias para el progreso intelectual, cultural, moral y ético de un país. Los intereses y corrupción de unos cuantos no deben pararlas, porque en el mundo actual no representa prestigio mantener prácticas de maltrato, planteó el filósofo español Jesús Mosterín.

México tiene una tradición “bronca” de violencia que ha impedido el desarrollo de una relación de simpatía y compasión con las criaturas que sufren. El conocimiento es fundamental para cambiar la mentalidad de la población, en un esfuerzo para ser más sabios, compasivos y no infligir padecimientos a otras especies, aseveró en rueda de medios previa a un amplio programa de conferencias que ofrecerá en la UNAM.

El espacio brindado por la Universidad para esta reflexión es fundamental y una contribución necesaria para erradicar la crueldad, subrayó el profesor del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

“Aristóteles, considerado el filósofo clásico más influyente de todos los tiempos, escribió más páginas acerca de los animales que de lógica, ética, metafísica o estética. Nos interesamos por los animales porque somos animales”, subrayó.

Compadecerse de su sufrimiento significa padecerlo con ellos, ponerse en su lugar. Los perros no son capaces de hablar, realizar ejercicios matemáticos o componer una sinfonía, pero experimentan el mismo dolor que una persona al recibir un golpe o agresión, ejemplificó el experto, quien ha colaborado con Peter Singer en la promoción de los derechos legales para los homínidos no humanos.

Mosterín, quien formó parte del debate que condujo a la abolición en 2010 de las corridas de toros en la ciudad de Cataluña, expuso que estas “bolsas de crueldad” permanecen en España y algunos países de América Latina. Se trata de prácticas prohibidas desde hace 200 años en Chile y que han desaparecido en Argentina, Brasil y Panamá. En México no es así, pero la mayoría de las personas las deploran.

Llamar la atención por ser carentes de compasión y permitir el maltrato animal en espectáculos públicos o circos va contra el progreso de un país en todos los órdenes, recalcó.

Entre todos debemos reflexionar y dar rienda suelta a nuestra curiosidad, compasión y simpatía, que es espontánea si no es aplastada e impedida por tradiciones de la crueldad. Si bien permanecen en algunos sitios, el mundo registra un gran progreso.

En tanto, Paulina Rivero Weber, catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, refirió que el también matemático participará en distintas actividades y talleres a partir del esfuerzo de esa entidad, la Facultad de Derecho (FD) y el Programa Universitario de Bioética.

Alfonso Ochoa, académico de la FD, señaló que Mosterín también aborda cuestiones sobre el sentido de la nacionalidad en países globalizados y la idea de la cultura, debates necesarios en la actualidad.

Las actividades del filósofo ibérico comenzaron hoy con la conferencia ¿Qué somos los animales? Introducción a la ontología. Mañana ofrecerá la charla El reino de los animales. Introducción a la epistemología; el jueves abordará el tema de El triunfo de la compasión. Introducción a la ética, que da título a su más reciente libro y el viernes se referirá a Sintonizar con la naturaleza.Introducción a la sabiduría, en el Aula Magna de la FFyL.

Este miércoles y el lunes 28, en el Aula Jacinto Pallares de la FD, hablará de Sentido o sinsentido de la nación en un mundo globalizado y Natura y cultura, respectivamente.

Créditos:UNAM-DGCS-234-2014

UTILIZAN ADN PARA COMBATIR TRÁFICO ILEGAL DE PLANTAS Y ANIMALES AMENAZADOS EN MÉXICO

 
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Sobreexplotados por los humanos debido a su belleza como organismos vivos, por la calidad de algunas sustancias de importancia alimenticia o medicinal y por partes de su cuerpo como pieles, plumas, huesos, flores o semillas, miles de plantas y animales sobreviven en el planeta en diversas categorías de riesgo y en ocasiones son rebasados por la extinción.
En países megadiversos como México, que ocupa el primer lugar mundial en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas, el tráfico ilegal de especies es intenso, sobre todo por su variedad, que incluye organismos endémicos o exclusivos de alguna región del territorio.
Para identificar a especies amenazadas y ayudar a ubicar las rutas de contrabando que las afectan, el Instituto de Biología (IB) de la UNAM participa, junto con otras instituciones nacionales, en el Proyecto de Códigos de Barras de la Vida Silvestre (Barcode of Wildlife Project), que utiliza ADN para identificar plantas y animales en riesgo.
En la iniciativa colaboran la investigadora del IB, Virginia León Régagnon (coordinadora nacional del proyecto); Guadalupe Velarde Aguilar y Gilda Andrade Michel, administradora y responsable de difusión en México, respectivamente, así como un grupo de especialistas en distintos grupos de organismos.
Además de esta casa de estudios, en México participan expertos de El Colegio de la Frontera Sur, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
También, autoridades de la Procuraduría General de la República encargadas de perseguir los delitos ambientales y la División Científica de la Policía Federal, que aporta su experiencia en el uso del ADN para la identificación de restos humanos.
A nivel mundial contribuyen México, Sudáfrica, Kenia y Nigeria; este año se unirán dos naciones por definir de Asia y Sudamérica.
En 2013, Google otorgó uno de sus premios Global Impact Awards a esta iniciativa mundial para utilizar los códigos de barras genéticos encaminados a combatir el tráfico ilegal de especies.
El proyecto incluye la creación de una biblioteca de códigos de especies amenazadas y sujetas a tráfico internacional, que las autoridades puedan utilizar como herramienta de identificación rápida y eficaz de ejemplares o productos derivados y que fortalezcan las evidencias en los juicios.
Como en el supermercado
Así, se emula a los sistemas empleados en los supermercados para identificar cada producto, pero la diferencia es que éste es genético y recurre al ADN individual, una huella que permanece inalterada a través del desarrollo y es única para cada ser vivo.
Desde hace años, el ADN ha sido usado por los científicos para identificar organismos a partir de pequeños fragmentos de sangre, pelo, hojas o raíces.
En el Proyecto de Códigos de Barras de la Vida Silvestre se utiliza un pequeño fragmento de ADN para ese fin; actualmente, en todo el mundo se obtienen códigos de cientos de seres vivos y se espera que algún día todos tengan el suyo.
De manera conjunta, científicos y gobierno laboran para generar protocolos adecuados para que esos códigos se empleen de manera rutinaria en casos donde la identidad esté en duda, así como para construir un marco legal para que la huella de ADN sea válida en juicios y procedimientos administrativos.
Actualmente, se cuenta con una lista de 200 especies prioritarias, a partir de las cuales se obtendrán códigos de barras genéticos que constituirán la biblioteca de referencia, junto con los códigos de especies similares con las que se podrían confundir.
Mayor información del proyecto y sus avances en las páginas www.barcodeofwildlife.org y http://bwp-mex.blogspot.mx/.
Créditos: UNAM-DGCS-024-2014

adnmemoriaSobreexplotados por los humanos debido a su belleza como organismos vivos, por la calidad de algunas sustancias de importancia alimenticia o medicinal y por partes de su cuerpo como pieles, plumas, huesos, flores o semillas, miles de plantas y animales sobreviven en el planeta en diversas categorías de riesgo y en ocasiones son rebasados por la extinción.

En países megadiversos como México, que ocupa el primer lugar mundial en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas, el tráfico ilegal de especies es intenso, sobre todo por su variedad, que incluye organismos endémicos o exclusivos de alguna región del territorio.

Para identificar a especies amenazadas y ayudar a ubicar las rutas de contrabando que las afectan, el Instituto de Biología (IB) de la UNAM participa, junto con otras instituciones nacionales, en el Proyecto de Códigos de Barras de la Vida Silvestre (Barcode of Wildlife Project), que utiliza ADN para identificar plantas y animales en riesgo.

En la iniciativa colaboran la investigadora del IB, Virginia León Régagnon (coordinadora nacional del proyecto); Guadalupe Velarde Aguilar y Gilda Andrade Michel, administradora y responsable de difusión en México, respectivamente, así como un grupo de especialistas en distintos grupos de organismos.

Además de esta casa de estudios, en México participan expertos de El Colegio de la Frontera Sur, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

También, autoridades de la Procuraduría General de la República encargadas de perseguir los delitos ambientales y la División Científica de la Policía Federal, que aporta su experiencia en el uso del ADN para la identificación de restos humanos.

A nivel mundial contribuyen México, Sudáfrica, Kenia y Nigeria; este año se unirán dos naciones por definir de Asia y Sudamérica.

En 2013, Google otorgó uno de sus premios Global Impact Awards a esta iniciativa mundial para utilizar los códigos de barras genéticos encaminados a combatir el tráfico ilegal de especies.

El proyecto incluye la creación de una biblioteca de códigos de especies amenazadas y sujetas a tráfico internacional, que las autoridades puedan utilizar como herramienta de identificación rápida y eficaz de ejemplares o productos derivados y que fortalezcan las evidencias en los juicios.

Como en el supermercado

Así, se emula a los sistemas empleados en los supermercados para identificar cada producto, pero la diferencia es que éste es genético y recurre al ADN individual, una huella que permanece inalterada a través del desarrollo y es única para cada ser vivo.

Desde hace años, el ADN ha sido usado por los científicos para identificar organismos a partir de pequeños fragmentos de sangre, pelo, hojas o raíces.

En el Proyecto de Códigos de Barras de la Vida Silvestre se utiliza un pequeño fragmento de ADN para ese fin; actualmente, en todo el mundo se obtienen códigos de cientos de seres vivos y se espera que algún día todos tengan el suyo.

De manera conjunta, científicos y gobierno laboran para generar protocolos adecuados para que esos códigos se empleen de manera rutinaria en casos donde la identidad esté en duda, así como para construir un marco legal para que la huella de ADN sea válida en juicios y procedimientos administrativos.

Actualmente, se cuenta con una lista de 200 especies prioritarias, a partir de las cuales se obtendrán códigos de barras genéticos que constituirán la biblioteca de referencia, junto con los códigos de especies similares con las que se podrían confundir.

Mayor información del proyecto y sus avances en las páginas www.barcodeofwildlife.org y http://bwp-mex.blogspot.mx/.

Créditos: UNAM-DGCS-024-2014

Aíslan y monitorean en la UNAM nuevos virus de influenza en cerdos.

 
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7 de Enero del 2013
En temporada invernal, los casos de gripa entre la población de cerdos aumentan. En la UNAM han logrado aislar y monitorean nuevos virus de influenza en estos animales que, potencialmente, pudieran infectar a los seres humanos, señaló José Iván Sánchez Betancourt, jefe del Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).
El universitario explicó que en la instancia a su cargo se obtienen muestras de diferentes entidades de la República, como Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Morelos y Distrito Federal, entre otros, para identificar, mediante las técnicas de aislamiento viral y biología molecular, si hay virus en circulación y detectar posibles mutaciones en éstos, o recombinaciones entre los diferentes subtipos reportados en otras especies.
De 2009 a la fecha, han encontrado virus en cerdos, que tienen ciertos genes del de la influenza humana, y algunos otros que provienen de aves, lo que se ha detectado ya en otros países, como Estados Unidos.
Uno de los principales problemas es que aves acuáticas migratorias, como patos o garzas que van de Canadá a la Unión Americana, y llegan a lagunas mexicanas, son los principales portadores de la mayoría de los subtipos reportados.
“Actualmente circulan en cerdos tres subtipos virales: H1N1, H3N2 y la recombinación de esos dos, que es la hemaglutinina 1, con la neuraminidasa 2 (H1N2), un tercer subtipo viral. Algunos de los que circulan tienen nuevas mutaciones de un aminoácido, en el gen neuraminidasa, que los hace resistentes al antiviral empleado en la pandemia del 2009”, relató.
Los virus con alteraciones existen entre la población porcina, pero si llegarán a mutar con otros subtipos, podrían tener la capacidad de infectar a los humanos, y los antivirales disponibles no funcionarían por la tolerancia a los fármacos, recalcó.
Tres postulados
Para que ocurra una pandemia, como la que azotó a varias partes del mundo en 2009, deben cumplirse tres postulados: “Que el virus nunca haya infectado a humanos, de tal manera que éstos no tengan defensas (anticuerpos); que tenga la capacidad de replicarse, y que cuente con el potencial de dispersarse entre esta población”.
En la instancia universitaria cuentan con aislamientos de los nuevos virus en cerdos, para identificar la probabilidad de que se transmitan a nuestra especie; es importante averiguar si tenemos anticuerpos, pues existen genes virales que comparten los subtipos del cerdo y el humano.
Las aves acuáticas pueden tener más de 100 subtipos virales, con riesgo potencial para las otras especies, incluso la nuestra. Hay uno que infecta a las de corral, el H5N1, que en 1997 circuló en Hong Kong, y contagió a 17 personas, indicó el investigador.
En 2009 y 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que el mismo virus empezó a propagarse en Vietnam, el puerto chino de Shanghái, Hong Kong y Corea. No obstante, el mayor riesgo es su alta patogenicidad en aves, pues mata al 100 por ciento si las infecta, dijo.
Uno de los objetivos de la instancia universitaria es informar oportunamente a las autoridades sanitarias de México para evitar posibles brotes. De 2009 a la fecha, han colectado más de mil 200 muestras de diferentes estados del país, para detectar nuevos virus con potencial de transmisión a otras especies, concluyó.
Boletín UNAM-DGCS-013
Ciudad Universitaria.
En el Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos de la FMVZ, se obtienen muestras de diferentes estados para identificar si hay virus en circulación, y detectar posibles mutaciones en éstos, o recombinaciones entre los diferentes subtipos virales.

En el Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos de la FMVZ, se obtienen muestras de diferentes estados para identificar si hay virus en circulación, y detectar posibles mutaciones en éstos, o recombinaciones entre los diferentes subtipos virales.

7 de Enero del 2013

En temporada invernal, los casos de gripa entre la población de cerdos aumentan. En la UNAM han logrado aislar y monitorean nuevos virus de influenza en estos animales que, potencialmente, pudieran infectar a los seres humanos, señaló José Iván Sánchez Betancourt, jefe del Departamento de Medicina y Zootecnia de Cerdos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).

El universitario explicó que en la instancia a su cargo se obtienen muestras de diferentes entidades de la República, como Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, Morelos y Distrito Federal, entre otros, para identificar, mediante las técnicas de aislamiento viral y biología molecular, si hay virus en circulación y detectar posibles mutaciones en éstos, o recombinaciones entre los diferentes subtipos reportados en otras especies.

De 2009 a la fecha, han encontrado virus en cerdos, que tienen ciertos genes del de la influenza humana, y algunos otros que provienen de aves, lo que se ha detectado ya en otros países, como Estados Unidos.

Uno de los principales problemas es que aves acuáticas migratorias, como patos o garzas que van de Canadá a la Unión Americana, y llegan a lagunas mexicanas, son los principales portadores de la mayoría de los subtipos reportados.

“Actualmente circulan en cerdos tres subtipos virales: H1N1, H3N2 y la recombinación de esos dos, que es la hemaglutinina 1, con la neuraminidasa 2 (H1N2), un tercer subtipo viral. Algunos de los que circulan tienen nuevas mutaciones de un aminoácido, en el gen neuraminidasa, que los hace resistentes al antiviral empleado en la pandemia del 2009”, relató.

Los virus con alteraciones existen entre la población porcina, pero si llegarán a mutar con otros subtipos, podrían tener la capacidad de infectar a los humanos, y los antivirales disponibles no funcionarían por la tolerancia a los fármacos, recalcó.


Tres postulados

Para que ocurra una pandemia, como la que azotó a varias partes del mundo en 2009, deben cumplirse tres postulados: “Que el virus nunca haya infectado a humanos, de tal manera que éstos no tengan defensas (anticuerpos); que tenga la capacidad de replicarse, y que cuente con el potencial de dispersarse entre esta población”.

En la instancia universitaria cuentan con aislamientos de los nuevos virus en cerdos, para identificar la probabilidad de que se transmitan a nuestra especie; es importante averiguar si tenemos anticuerpos, pues existen genes virales que comparten los subtipos del cerdo y el humano.

Las aves acuáticas pueden tener más de 100 subtipos virales, con riesgo potencial para las otras especies, incluso la nuestra. Hay uno que infecta a las de corral, el H5N1, que en 1997 circuló en Hong Kong, y contagió a 17 personas, indicó el investigador.

En 2009 y 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que el mismo virus empezó a propagarse en Vietnam, el puerto chino de Shanghái, Hong Kong y Corea. No obstante, el mayor riesgo es su alta patogenicidad en aves, pues mata al 100 por ciento si las infecta, dijo.

Uno de los objetivos de la instancia universitaria es informar oportunamente a las autoridades sanitarias de México para evitar posibles brotes. De 2009 a la fecha, han colectado más de mil 200 muestras de diferentes estados del país, para detectar nuevos virus con potencial de transmisión a otras especies, concluyó.

Boletín UNAM-DGCS-013

Ciudad Universitaria.

Desarrollan en la UNAM pomada de propóleos para combatir micosis en animales.

 
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20 de Diciembre del 2012
Un producto de interés para la medicina y la industria farmacéutica es el propóleos, resina natural elaborada por las abejas, cuya función es recubrir las fisuras que se producen en sus panales; se le atribuyen efectos antiinflamatorios, inmunoestimulantes, hepatoprotectores, carcinoestáticos, antibacterianos, antivirales, anestésicos, de regeneración tisular y antifúngicos, principalmente.
En esta última propiedad centran sus estudios investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, encabezados por Tonatiuh Cruz y Amparo Londoño, que han desarrollado una pomada que, en combinación con otros productos, también elaborados con la sustancia (jabón sólido o líquido y champú), eliminan hongos causantes de enfermedades en la piel de algunas especies animales.
Además, el ungüento ha sido probado con éxito en humanos, por lo que los universitarios, basados en evidencias científicas, trabajan en el registro de su desarrollo como medicamento, y no sólo como un producto natural.
El propóleos es considerado uno de los mejores antibióticos naturales contra bacterias y parásitos como tricomonas vaginales, candida y estafilococo, así como en aquellos hongos causantes de tiñas. En laboratorio, los investigadores observaron que al colocar una dilución de la resina en las micosis en estudio, se deformó su pared y membrana celular.
Para eliminarla en piel de animales, la pomada se elaboró a base de las concentraciones que Amparo Londoño obtuvo del estudio con cepas micóticas, y en las formulaciones sugeridas por Liborio Carrillo, otro de los investigadores de esa unidad multidisciplinaria que participan en el proyecto.
El desarrollo ha sido probado con resultados positivos sobre Staphylococcus aureus (causante de mastitis) en bovinos, así como en dermatofitos (tiñas) en perros y caballos. Estos últimos fueron sometidos a protocolos de investigación y se les realizaron evaluaciones antes y después de higienizar la zona afectada con un jabón comercial a base de la misma sustancia natural, para posteriormente aplicar, por vía tópica, la pomada elaborada por los universitarios, con recuperación total.
El propósito de esta indagación, explicó Tonatiuh Cruz, es tratar y prevenir ese padecimiento en bovinos, cánidos y equinos, principalmente; pero también prueban el uso en enfermedades que afectan a conejos, ovinos, cerdos y especies silvestres como ajolotes afectados por Saprolegnia, “hongo que provoca que se enlamen y mueran”.
“Esta enfermedad afecta a 50 por ciento de los ajolotes, los tratamientos que les dan son de violeta de genciana o naranja de acridina, o algún antimicótico en pomada, lo que provoca que se irriten y mueran”, indicó.
En las pruebas de laboratorio se evaluó la actividad del propóleos y del itraconazol, antimicótico para ese hongo, y se observó que el primero lo inhibió en mayor medida.
Londoño es la encargada del estudio químico para determinar los componentes de la resina natural, producida en apiarios de la FES Cuautitlán, así como de los estados de Puebla, Guanajuato, Querétaro y Veracruz.
Como parte de esos análisis, los investigadores determinaron que por sus componentes, el producido en la entidad universitaria tiene buena actividad antifúngica, entre otras propiedades.
Se ha observado que el tratamiento tópico, previo lavado de la zona afectada con un jabón a base de esa resina natural, por un lapso de entre dos o tres semanas, permite que los animales se curen. “También, hemos manejado heridas y lesiones cutáneas en personas, que se han recuperado totalmente”.
Cruz apuntó que este producto también tiene un factor de crecimiento, demostrado en pollos, conejos, becerros y cerdos. Si se administra constantemente en dosis pequeñas, podrían desarrollarse mejor y se evitaría el suministro de hormonas y vitaminas para acelerar ese proceso.
En el país, la producción de propóleos, a diferencia de la miel, no es muy grande, por lo que con este proyecto se pretende estimular su obtención y uso, “pero también generarlo químicamente a través de los extractos de plantas que sirven de alimento a las abejas”, añadió.
Por último, detalló que el plus de la pomada elaborada por los universitarios son los estudios de control microbiológico y de estabilidad a los que se somete, que se aplicarán al jabón sólido y liquido, así como al champú, que aún se encuentran en fase de prototipo para estar en posibilidades de ofrecer productos de calidad, respaldados por esta casa de estudios.
Boletín UNAM-DGCS-782
Ciudad Universitaria.
Basados en evidencias científicas, los universitarios trabajan en su registro como medicamento, y no sólo como un producto natural.

Basados en evidencias científicas, los universitarios trabajan en su registro como medicamento, y no sólo como un producto natural.

20 de Diciembre del 2012

Un producto de interés para la medicina y la industria farmacéutica es el propóleos, resina natural elaborada por las abejas, cuya función es recubrir las fisuras que se producen en sus panales; se le atribuyen efectos antiinflamatorios, inmunoestimulantes, hepatoprotectores, carcinoestáticos, antibacterianos, antivirales, anestésicos, de regeneración tisular y antifúngicos, principalmente.

En esta última propiedad centran sus estudios investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, encabezados por Tonatiuh Cruz y Amparo Londoño, que han desarrollado una pomada que, en combinación con otros productos, también elaborados con la sustancia (jabón sólido o líquido y champú), eliminan hongos causantes de enfermedades en la piel de algunas especies animales.

Además, el ungüento ha sido probado con éxito en humanos, por lo que los universitarios, basados en evidencias científicas, trabajan en el registro de su desarrollo como medicamento, y no sólo como un producto natural.

El propóleos es considerado uno de los mejores antibióticos naturales contra bacterias y parásitos como tricomonas vaginales, candida y estafilococo, así como en aquellos hongos causantes de tiñas. En laboratorio, los investigadores observaron que al colocar una dilución de la resina en las micosis en estudio, se deformó su pared y membrana celular.

Para eliminarla en piel de animales, la pomada se elaboró a base de las concentraciones que Amparo Londoño obtuvo del estudio con cepas micóticas, y en las formulaciones sugeridas por Liborio Carrillo, otro de los investigadores de esa unidad multidisciplinaria que participan en el proyecto.

El desarrollo ha sido probado con resultados positivos sobre Staphylococcus aureus (causante de mastitis) en bovinos, así como en dermatofitos (tiñas) en perros y caballos. Estos últimos fueron sometidos a protocolos de investigación y se les realizaron evaluaciones antes y después de higienizar la zona afectada con un jabón comercial a base de la misma sustancia natural, para posteriormente aplicar, por vía tópica, la pomada elaborada por los universitarios, con recuperación total.

El propósito de esta indagación, explicó Tonatiuh Cruz, es tratar y prevenir ese padecimiento en bovinos, cánidos y equinos, principalmente; pero también prueban el uso en enfermedades que afectan a conejos, ovinos, cerdos y especies silvestres como ajolotes afectados por Saprolegnia, “hongo que provoca que se enlamen y mueran”.

“Esta enfermedad afecta a 50 por ciento de los ajolotes, los tratamientos que les dan son de violeta de genciana o naranja de acridina, o algún antimicótico en pomada, lo que provoca que se irriten y mueran”, indicó.

En las pruebas de laboratorio se evaluó la actividad del propóleos y del itraconazol, antimicótico para ese hongo, y se observó que el primero lo inhibió en mayor medida.

Londoño es la encargada del estudio químico para determinar los componentes de la resina natural, producida en apiarios de la FES Cuautitlán, así como de los estados de Puebla, Guanajuato, Querétaro y Veracruz.

Como parte de esos análisis, los investigadores determinaron que por sus componentes, el producido en la entidad universitaria tiene buena actividad antifúngica, entre otras propiedades.

Se ha observado que el tratamiento tópico, previo lavado de la zona afectada con un jabón a base de esa resina natural, por un lapso de entre dos o tres semanas, permite que los animales se curen. “También, hemos manejado heridas y lesiones cutáneas en personas, que se han recuperado totalmente”.

Cruz apuntó que este producto también tiene un factor de crecimiento, demostrado en pollos, conejos, becerros y cerdos. Si se administra constantemente en dosis pequeñas, podrían desarrollarse mejor y se evitaría el suministro de hormonas y vitaminas para acelerar ese proceso.

En el país, la producción de propóleos, a diferencia de la miel, no es muy grande, por lo que con este proyecto se pretende estimular su obtención y uso, “pero también generarlo químicamente a través de los extractos de plantas que sirven de alimento a las abejas”, añadió.

Por último, detalló que el plus de la pomada elaborada por los universitarios son los estudios de control microbiológico y de estabilidad a los que se somete, que se aplicarán al jabón sólido y liquido, así como al champú, que aún se encuentran en fase de prototipo para estar en posibilidades de ofrecer productos de calidad, respaldados por esta casa de estudios.

Boletín UNAM-DGCS-782

Ciudad Universitaria.