



15 de octubre de 2014
•Esta enfermedad se considera endémica de África, sin embargo, el virus ya produjo brotes en Europa y recientemente llegó a América, indicó Susana López Charretón, investigadora del IBt de la UNAM
•Los casos recientes detectados en nuestro continente demandan medidas sanitarias de control y prevención, como se hace con el dengue
Los casos recientes de fiebre chikungunya detectados en América, demandan medidas sanitarias de control y prevención, como se hace con el dengue, consideró Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), al 26 de septiembre pasado se reportaron más de 10 mil infectados por el virus que provoca la fiebre chikungunya y 118 muertos por esta causa en el mundo. Se trata de una enfermedad emergente transmitida por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, mismas especies involucradas en la expansión del dengue.
La población sabe que debe cuidarse de los mosquitos, porque podrían transmitir el dengue, pero no la fiebre chikungunya. Esta afección es considerada endémica de África, pero el virus ha producido brotes en Europa y ya llegó a varios países de nuestro continente.
Hasta hace unos años, los principales vectores sólo se encontraban en África, pero la movilidad territorial permitió la adaptación del virus a otro tipo de mosco, abundante en América; en consecuencia, se registró la aparición de casos de la enfermedad en estos territorios.
“En junio pasado se detectó en México el primer caso de fiebre chikungunya; se desconoce si se trataba de alguien que viajó a África o si se infectó en el país. El asunto es que este virus ya está en el continente, pero aún no existen vacunas para prevenir la infección y, por lo tanto, si una persona se contagia sólo se le pueden brindar analgésicos para disminuir los fuertes dolores musculares y la fiebre”, reconoció.
Lo que sí está en nuestras manos es cuidarnos de las picaduras de los mosquitos e implementar medidas para controlarlos, como evitar almacenar cacharros, macetas y llantas viejas en jardines y patios, pues en éstos, después de las lluvias, quedan charcos donde incuban esos insectos. Además, se recomienda usar repelentes, vestir prendas de manga larga y dormir en camas cubiertas con pabellón mosquitero, entre otras acciones, recomendó.
“Ahora se sabe que tanto los mosquitos Aedes aegypti como Aedes albopictus transmiten dengue y chikungunya, y si nos contagiamos con alguno de estos virus, no implica que ya no nos infectará el otro. Ambos son distintos, pero comparten el hecho de que son transmitidas por el mismo vector”, apuntó.
Finalmente, López Charretón remarcó que los síntomas de esta infección viral son fiebre, dolor en músculos y articulaciones y, en algunos casos, erupciones y comezón en la piel, principalmente en el torso, que se prolongan por aproximadamente cinco días. Estas señales pueden aparecer entre los dos y 12 días después de la picadura del mosco.
No existe un tratamiento específico ni una vacuna de prevención, el único medio efectivo consiste en proteger a los individuos contra las picaduras, en particular a la población más vulnerable, como bebés, enfermos y adultos mayores, concluyó.
Créditos: dgcs/UNAM/595/14