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Crecimiento craneal infantil depende de la herencia y el entorno.

 
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18 de Octubre del 2012
Una investigación de la UN encontró que el crecimiento craneofacial se da en su mayor parte en los primeros seis medes de vida.
La literatura al respecto indica que de cero a un año es cuando más se da ese crecimiento y que de un año en adelante la curva es más lenta.
El estudio también evidenció que las variables que influyen más en ese crecimiento son la lactancia materna, la escolaridad de los padres y sus condiciones socioeconómicas, además de la procedencia de los abuelos.
“La tasa de crecimiento craneofacial de los niños que tienen padres con mayor escolaridad, que son alimentados con leche materna y disfrutan de buenas condiciones socioculturales y económicas es mayor, sobre todo de 0 a 6 meses”, precisa Laila Yaned González, autora de la tesis de grado de la Maestría en Odontología titulada “Biometría craneofacial en niños de 0 a 3 años, un estudio longitudinal del caso Colombia”.
El objetivo fue elaborar curvas de este crecimiento mediante un método que se llama modelo longitudinal mixto generalizado, para ver la variabilidad de los niños y caracterizar a esta población.
“Es esencial estudiar sobre todo a niños en la primera etapa porque es cuando se define el desarrollo neuromotor y funciones como la succión y la masticación; además, se puede diagnosticar tempranamente cualquier alteración”, dice González, quien destacó también la carencia en Colombia de trabajos como este en el rango de edades revisado.
La necesidad de estudiar este crecimiento radica también en identificar patrones de crecimiento, diagnosticar tempranamente anomalías y hábitos inapropiados (por ejemplo, chupar dedo, telas o cobijas o usar chupos de entretención) y monitorear el estado de salud de los niños.
La población estudiada
El estudio se efectuó con 265 niños habitantes de Bogotá, pero nacidos en cualquier zona del país con seguridad garantizada y que hubieran sido alimentados exclusivamente con leche materna hasta los seis meses.
Fue longitudinal y para medirlos se usaron metros, pesas y tallímetros cuatro veces durante un año en intervalos de tres meses.
Los niños pertenecen a la red de Jardines infantiles de la Secretaría de Integración Social de Bogotá, al Jardín Infantil de la UN, a la Clínica del Bebé Fundación HOMI Hospital de la Misericordia y a Unisalud EPS.
La investigadora explica que si un niño no presenta un crecimiento cranofacial adecuado puede suceder que el cerebro no crezca debidamente, lo que afecta su función cognitiva y el desarrollo motor.
Además, indica que, si el cráneo y la boca no crecen bien, con el tiempo se pueden ocasionar mala mordida y alteraciones de la masticación y, sobre todo, de las funciones motoras del desarrollo de los maxilares. Incluso, la respiración también puede verse afectada.
“El crecimiento craneofacial le debe permitir al niño desarrollar todas sus funciones, tanto orales como las propias de su desarrollo motor y psicomotor”, puntualiza.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
El estudio midió con metros, pesas y tallímetros a 265 niños entre los 0 y 3 años.

El estudio midió con metros, pesas y tallímetros a 265 niños entre los 0 y 3 años.

18 de Octubre del 2012

Una investigación de la UN encontró que el crecimiento craneofacial se da en su mayor parte en los primeros seis medes de vida.

La literatura al respecto indica que de cero a un año es cuando más se da ese crecimiento y que de un año en adelante la curva es más lenta.

El estudio también evidenció que las variables que influyen más en ese crecimiento son la lactancia materna, la escolaridad de los padres y sus condiciones socioeconómicas, además de la procedencia de los abuelos.

“La tasa de crecimiento craneofacial de los niños que tienen padres con mayor escolaridad, que son alimentados con leche materna y disfrutan de buenas condiciones socioculturales y económicas es mayor, sobre todo de 0 a 6 meses”, precisa Laila Yaned González, autora de la tesis de grado de la Maestría en Odontología titulada “Biometría craneofacial en niños de 0 a 3 años, un estudio longitudinal del caso Colombia”.

El objetivo fue elaborar curvas de este crecimiento mediante un método que se llama modelo longitudinal mixto generalizado, para ver la variabilidad de los niños y caracterizar a esta población.

“Es esencial estudiar sobre todo a niños en la primera etapa porque es cuando se define el desarrollo neuromotor y funciones como la succión y la masticación; además, se puede diagnosticar tempranamente cualquier alteración”, dice González, quien destacó también la carencia en Colombia de trabajos como este en el rango de edades revisado.

La necesidad de estudiar este crecimiento radica también en identificar patrones de crecimiento, diagnosticar tempranamente anomalías y hábitos inapropiados (por ejemplo, chupar dedo, telas o cobijas o usar chupos de entretención) y monitorear el estado de salud de los niños.


La población estudiada

El estudio se efectuó con 265 niños habitantes de Bogotá, pero nacidos en cualquier zona del país con seguridad garantizada y que hubieran sido alimentados exclusivamente con leche materna hasta los seis meses.

Fue longitudinal y para medirlos se usaron metros, pesas y tallímetros cuatro veces durante un año en intervalos de tres meses.

Los niños pertenecen a la red de Jardines infantiles de la Secretaría de Integración Social de Bogotá, al Jardín Infantil de la UN, a la Clínica del Bebé Fundación HOMI Hospital de la Misericordia y a Unisalud EPS.

La investigadora explica que si un niño no presenta un crecimiento cranofacial adecuado puede suceder que el cerebro no crezca debidamente, lo que afecta su función cognitiva y el desarrollo motor.

Además, indica que, si el cráneo y la boca no crecen bien, con el tiempo se pueden ocasionar mala mordida y alteraciones de la masticación y, sobre todo, de las funciones motoras del desarrollo de los maxilares. Incluso, la respiración también puede verse afectada.

“El crecimiento craneofacial le debe permitir al niño desarrollar todas sus funciones, tanto orales como las propias de su desarrollo motor y psicomotor”, puntualiza.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

Seguridad Alimentaria, en riesgo con el TLC.

 
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16 de Octubre del 2012
Con la consolidación del TLC con EE. UU., se prevé la desaparición de sectores agrarios, la dependencia de víveres importados y una creciente precariedad de la calidad de la dieta de los colombianos.
Así se desprende de un detallado análisis realizado por el Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán) de la Universidad Nacional de Colombia, en donde también se indica que la situación de avizora más crítica si se tiene en cuenta que en el campo el riesgo de desabastecimiento de alimentos ronda el 57,5%.
Según las profesoras Sara del Castillo y Marcela Gordillo Motato, el TLC encuentra al país con profundas brechas en este aspecto, algo que no fue prioridad para el actual Plan de Desarrollo, a pesar de las cifras oficiales difundidas desde 2011 y que corresponden a los resultados de la Encuesta de Nutrición en Colombia 2010 (Ensin).
Colombia cuenta con el documento Conpes 113 de 2008 y con el Decreto 2055 de 2009 del Ministerio de la Protección Social. El primero estableció la política nacional en esta materia. El segundo creó la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisán). No obstante, el país aún no tiene definido un plan de seguridad alimentaria y nutricional (SAN), ni mucho menos uno de soberanía alimentaria, concuerdan en afirmar las expertas.
En el proceso de negociación, según Luis Jorge Garay —uno de los economistas más destacados del país— se dio una asimetría a favor de EE. UU., pues se logró que el 53,7% de las importaciones que hace esa nación a Colombia quedaran desgravadas inmediatamente y el 41,1%, después de un año, lo cual corresponde a un total del 94,8% de las exportaciones.
Esto significa que las exportaciones colombianas solo serán de 63.000 toneladas, mientras que las importaciones, de 4.629.000 toneladas. Esto representa un aumento de 191 millones de dólares contra 571, respectivamente (Banco de la República, 2006).
En cuanto al acceso a los alimentos, el pequeño y mediano agricultor o campesino será el más afectado. Al comparar los datos de la Ensin en 2005 y 2010, se evidencia un mayor riesgo para la población rural, con un porcentaje del 57,5%. Es decir, 14,8 puntos porcentuales por encima de la cifra nacional y 19,1 puntos de la de los hogares urbanos.
Además, se ve claramente que las cifras más altas coinciden con zonas en las cuales hay presencia de monocultivos, ganadería extensiva, explotación de recursos o siembra de agrocombustibles, entre otros factores. Este es el caso de departamentos como Nariño, Chocó y Sucre. Allí, se esperaría que este tipo de actividades repercutieran positivamente en la calidad de vida de sus habitantes, pero lo que se constata es una situación adversa y desfavorable.
Por ejemplo, en cuanto a la calidad de la alimentación de los colombianos, los indicadores regionales de SAN (como deficiencia de micronutrientes) son muy dicientes y se manifiestan de una manera dramática, especialmente en la anemia por deficiencia de hierro que padecen los niños y niñas menores de cinco años y cuyas cifras, con respecto al total de la población, son muy altas comparadas con las de otros países de Latinoamérica.
Se observa que cerca del 30% de este grupo poblacional tiene anemia en el país, pero la situación es más crítica en territorios como Amazonas (44%), Magdalena (35%), Tolima (35%), Meta (43%) y Nariño (40%), lo que evidencia una situación de emergencia nacional.
Como lo afirma Jean Ziegler, vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el libre comercio es bueno cuando se trata de economías “de un mismo nivel de desarrollo”. De lo contrario, se convierte “en un serio peligro para la SAN”, por la quiebra de los productores locales. La experiencia muestra que, cuando hay un TLC entre países con economías asimétricas, el hambre crece siempre en el país en desventaja, en este caso: Colombia.
Sobre esta temática se hablará de forma amplia en el Congreso Internacional por el Derecho a la Seguridad y a la Soberanía Alimentaria y Nutricional, que organizan el Obsán, con el apoyo de Obusinga, FIAN y ATI, entre otras instituciones de la Plataforma de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.
El evento se desarrollará desde el próximo lunes 22 de octubre hasta el miércoles 24, en el Auditorio Virginia Gutiérrez de Pineda del Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas.
Entre los invitados internacionales se destacan José Bengoa Cabello, de Chile, quien hablará sobre Gobernanza en Seguridad Alimentaria y Nutricional; Philip Oxhorn, de la Universidad McGill de Canadá, con el tema Participación política y derecho a la alimentación; y Ana María Suárez, representante de FIAN International, con el tema Exigibilidad e Incidencia.
Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html
Del 22 al 24 de octubre se desarrollará el Congreso Internacional por el Derecho a la Seguridad y a la Soberanía Alimentaria y Nutricional.

Del 22 al 24 de octubre se desarrollará el Congreso Internacional por el Derecho a la Seguridad y a la Soberanía Alimentaria y Nutricional.

16 de Octubre del 2012

Con la consolidación del TLC con EE. UU., se prevé la desaparición de sectores agrarios, la dependencia de víveres importados y una creciente precariedad de la calidad de la dieta de los colombianos.

Así se desprende de un detallado análisis realizado por el Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán) de la Universidad Nacional de Colombia, en donde también se indica que la situación de avizora más crítica si se tiene en cuenta que en el campo el riesgo de desabastecimiento de alimentos ronda el 57,5%.

Según las profesoras Sara del Castillo y Marcela Gordillo Motato, el TLC encuentra al país con profundas brechas en este aspecto, algo que no fue prioridad para el actual Plan de Desarrollo, a pesar de las cifras oficiales difundidas desde 2011 y que corresponden a los resultados de la Encuesta de Nutrición en Colombia 2010 (Ensin).

Colombia cuenta con el documento Conpes 113 de 2008 y con el Decreto 2055 de 2009 del Ministerio de la Protección Social. El primero estableció la política nacional en esta materia. El segundo creó la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisán). No obstante, el país aún no tiene definido un plan de seguridad alimentaria y nutricional (SAN), ni mucho menos uno de soberanía alimentaria, concuerdan en afirmar las expertas.

En el proceso de negociación, según Luis Jorge Garay —uno de los economistas más destacados del país— se dio una asimetría a favor de EE. UU., pues se logró que el 53,7% de las importaciones que hace esa nación a Colombia quedaran desgravadas inmediatamente y el 41,1%, después de un año, lo cual corresponde a un total del 94,8% de las exportaciones.

Esto significa que las exportaciones colombianas solo serán de 63.000 toneladas, mientras que las importaciones, de 4.629.000 toneladas. Esto representa un aumento de 191 millones de dólares contra 571, respectivamente (Banco de la República, 2006).

En cuanto al acceso a los alimentos, el pequeño y mediano agricultor o campesino será el más afectado. Al comparar los datos de la Ensin en 2005 y 2010, se evidencia un mayor riesgo para la población rural, con un porcentaje del 57,5%. Es decir, 14,8 puntos porcentuales por encima de la cifra nacional y 19,1 puntos de la de los hogares urbanos.

Además, se ve claramente que las cifras más altas coinciden con zonas en las cuales hay presencia de monocultivos, ganadería extensiva, explotación de recursos o siembra de agrocombustibles, entre otros factores. Este es el caso de departamentos como Nariño, Chocó y Sucre. Allí, se esperaría que este tipo de actividades repercutieran positivamente en la calidad de vida de sus habitantes, pero lo que se constata es una situación adversa y desfavorable.

Por ejemplo, en cuanto a la calidad de la alimentación de los colombianos, los indicadores regionales de SAN (como deficiencia de micronutrientes) son muy dicientes y se manifiestan de una manera dramática, especialmente en la anemia por deficiencia de hierro que padecen los niños y niñas menores de cinco años y cuyas cifras, con respecto al total de la población, son muy altas comparadas con las de otros países de Latinoamérica.

Se observa que cerca del 30% de este grupo poblacional tiene anemia en el país, pero la situación es más crítica en territorios como Amazonas (44%), Magdalena (35%), Tolima (35%), Meta (43%) y Nariño (40%), lo que evidencia una situación de emergencia nacional.

Como lo afirma Jean Ziegler, vicepresidente del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el libre comercio es bueno cuando se trata de economías “de un mismo nivel de desarrollo”. De lo contrario, se convierte “en un serio peligro para la SAN”, por la quiebra de los productores locales. La experiencia muestra que, cuando hay un TLC entre países con economías asimétricas, el hambre crece siempre en el país en desventaja, en este caso: Colombia.

Sobre esta temática se hablará de forma amplia en el Congreso Internacional por el Derecho a la Seguridad y a la Soberanía Alimentaria y Nutricional, que organizan el Obsán, con el apoyo de Obusinga, FIAN y ATI, entre otras instituciones de la Plataforma de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.

El evento se desarrollará desde el próximo lunes 22 de octubre hasta el miércoles 24, en el Auditorio Virginia Gutiérrez de Pineda del Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas.

Entre los invitados internacionales se destacan José Bengoa Cabello, de Chile, quien hablará sobre Gobernanza en Seguridad Alimentaria y Nutricional; Philip Oxhorn, de la Universidad McGill de Canadá, con el tema Participación política y derecho a la alimentación; y Ana María Suárez, representante de FIAN International, con el tema Exigibilidad e Incidencia.

Créditos:http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html

UNAM y PGR firman convenio para desarrollar programas de servicio social y prácticas profesionales.

 
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El acuerdo abarca proyectos de prevención del delito y atención a la comunidad dirigidos a la población universitaria.
El acuerdo abarca proyectos de prevención del delito y atención a la comunidad dirigidos a la población universitaria.

11 de Octubre del 2012

La UNAM y la Procuraduría General de la República (PGR) firmaron un convenio de colaboración para desarrollar programas académicos, de servicio social y prácticas profesionales, así como de prevención del delito y atención a la comunidad dirigidos a la población universitaria.

El documento fue signado por el rector de esta casa de estudios, José Narro Robles, y Marisela Morales Ibáñez, procuradora general de la República, quienes externaron su disposición para el cumplimiento de las actividades contempladas en el documento.

Narro Robles dijo que “no es la primera vez que colaboramos entre instituciones y que reconfirmamos esa voluntad, porque aunque tenemos encomiendas diferentes, el objetivo es el mismo: servir al país”.

A su vez, Marisela Morales consideró que UNAM y PGR son dos entidades que al unir esfuerzos se fortalecen. “En nuestro caso, la Procuraduría se verá beneficiada con el ingreso de universitarios como prestadores de servicio social o a través de prácticas profesionales. Por otro lado, el personal de la PGR contará con capacitación por parte de docentes de esta casa de estudios, lo que nos dará buenos resultados en el corto plazo”, destacó.

Al hacer la presentación, Luis Raúl González Pérez, abogado general de la UNAM, expuso que para una instrumentación y ejecución adecuadas, ambas partes acuerdan echar a andar programas, asesorías y capacitación que faciliten la ampliación y profundización de conocimientos en las materias respectivas.

Con el convenio, la Universidad Nacional y la PGR podrán promover la participación de centros de investigación científica o tecnológica u organismos nacionales e internacionales, así como de investigadores y docentes dedicados a la formación, actualización, especialización y desarrollo humano, en temas vinculados con el objetivo del convenio.

A la firma asistieron María Leoba Castañeda Rivas, directora de la Facultad de Derecho de la UNAM; Elías Huerta Psihas, presidente de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho; Miguel Ángel Borja Tovar, presidente del Consejo Rotario de Seguridad Pública; Ruth Leticia Villanueva Castilleja, subprocuradora de Derechos Humanos, y José Cuitláhuac Salinas Martínez, subprocurador en Investigación de Delincuencia Organizada, entre otros.

Boletín UNAM-DGCS-624
Ciudad Universitaria.

Necesaria, intervención del personal en detección temprana y tratamiento del alzheimer.

 
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Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.
Es recomendable que todo individuo, al llegar a los 60 años, se realice pruebas para anticiparse a la posible aparición del deterioro cognitivo y limitar sus manifestaciones, señaló Araceli Jiménez Mendoza, académica de la ENEO.

20 de Septiembre del 2012
Todo comenzó con el olvido de las llaves. Después, el dinero desaparecía sin explicación alguna. Al transcurrir los días, recordar el nombre de las personas más cercanas, como el de su hija o nietos, se volvió una tarea titánica. A sus 65 años, Samuel fue diagnosticado con Alzheimer, en fase avanzada.

En México, más de un millón de personas padecen el mal, con repercusiones no sólo en la salud de los pacientes, sino en su entorno familiar y social. Ante el crecimiento de la población de adultos mayores en el país, es necesario establecer estrategias para su detección oportuna y tratamiento integral.

Entre las medidas, es de vital importancia la formación de recursos humanos especializados en geriatría, a todos los niveles. Ante la demanda creciente de la especialidad se requieren profesionales de la enfermería que apoyen tareas como prevención, cuidado de los pacientes diagnosticados con la enfermedad y trabajo comunitario.

Es necesario replantear el cuidado de los adultos mayores y sustentarlo en el respeto a esta población, estableció Araceli Jiménez Mendoza, de la Escuela Nacional de Enfermería (ENEO) de la UNAM, en el marco del Día Mundial del Alzheimer.

La ENEO impulsa, como una de sus líneas de investigación institucionales, el proyecto Modelo de Enfermería para la Atención Preventiva y Terapéutica en Personas con Enfermedad de Alzheimer y sus Familiares, con la finalidad de promover trabajos y actividades orientados a la detección temprana del padecimiento, canalización para el tratamiento oportuno y limitar el daño que provoca a través de acciones de estimulación, con un enfoque integral, informó.

Detección

Para detectar a tiempo, al cumplir 60 años es preciso acudir a revisiones geriátricas de manera periódica y conocer los antecedentes familiares que determinan la susceptibilidad de padecer este mal, que consiste no en olvidarlo todo, sino lo inmediato.

La memoria a corto plazo es la más deteriorada. Por ejemplo, se da en el ámbito laboral, al no recordar los nombres de los compañeros después de convivir varios años con ellos. “Se pierde la capacidad de evocar a personas o situaciones”, explicó.

Además, se pierde el juicio al manejar dinero. Una persona extravía el sentido del valor que representan un billete o una moneda; lo olvidan con facilidad o lo regalan. Esto se presta al abuso de las personas responsables de su cuidado.

Para el diagnóstico, se requieren diversos procedimientos clínicos y tecnologías muy costosas, sólo disponibles en áreas de alta especialidad, como neurología o psiquiatría. La propuesta del modelo consiste en que, entre las tareas que desempeñan los profesionales de enfermería, se incluya la detección del deterioro cognitivo de manera temprana, en personas mayores de 60 años, pues a partir de esta edad, cada lustro se incrementa la probabilidad de padecerlo.

El proyecto está orientado a validar la valoración geriátrica desde el primer nivel, el preventivo, con la finalidad de canalizar los casos positivos a profesionales de otras áreas. Esto disminuiría los costos, pues actualmente el número de especialistas resulta insuficiente para cubrir la demanda en crecimiento, ante el envejecimiento de la población en México. Además, rompe con la idea generalizada de que el adulto mayor es olvidadizo y que considera normal la pérdida de memoria conforme avanza la edad, estableció.

“Es un problema complejo. No sólo abarca a la persona que sufre el deterioro de sus capacidades, sino a los familiares cercanos y a la sociedad, por los recursos destinados a su atención”.

Jiménez Mendoza, responsable del proyecto, consideró que el Día Mundial del Alzheimer representa una oportunidad para reflexionar qué significan para la sociedad los adultos mayores. En su mayoría, son tratados como un objeto, en una época en la que todo tiene valor en función de su utilidad. Al no ser productivos, prácticamente son olvidados, expuso.

Es necesario profesionalizar la atención que se brinda a los adultos mayores en asilos, estancias, o residencias. A la par, deben establecerse normas para su cuidado dentro del hogar, en específico, a quienes sufren alguna demencia, precisó la también coordinadora de Intercambio Académico y Colaboración Interinstitucional de la ENEO.

Atención integral

Después de valorarlos en las instalaciones de la ENEO, se visita a cada paciente para dimensionar las características de su domicilio, los recursos con los que cuenta y el entorno familiar.

En el tratamiento, la familia y personas cercanas desempeñan un papel fundamental. Para limitar el daño provocado, son necesarias acciones de estimulación, como ejercicios mentales, cuidado de hábitos de sueño y disminución de estrés, entre otras.

También, tiene la finalidad de identificar cuadros de depresión, tanto en los pacientes como en sus guardianes, en su mayoría, mujeres. Son las hijas quienes se hacen cargo de su padre o madre.

La atención no debe delegarse a cualquier persona sólo por parentesco o cercanía. Se requiere un profesional en estas tareas, por el desgaste físico, emocional y psicológico que implican. “No pueden encargarse a la vecina o a un amigo, pues sin la preparación adecuada pueden llegar a maltratar”, advirtió.

Gracias al proyecto, los estudiantes de la instancia pueden realizar su servicio social a través de sesiones informativas, ponencias, organización de eventos dirigidos a adultos mayores y apoyo en atención de personas con demencia, en colaboración con la Fundación Alzheimer, Alguien con Quien Contar, y la Asociación Alzheimer, Una Esperanza de Vida, entre otras instancias.

Mediante el esquema, que conforma el programa general Nuevas Estrategias Epidemiológicas y Proteómicas en Salud Pública, desde 2006 se han realizado 650 valoraciones en personas mayores de 60 años. Del total, se da seguimiento a 98 pacientes. La experiencia ha producido más de una decena de tesis de licenciatura, una de doctorado (en proceso) y reportes de investigación.

Boletín UNAM-DGCS-576
Ciudad Universitaria.

Plantas medicinales, de la tradición popular a la ciencia.

 
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Según los expertos, en Colombia desde hace mucho tiempo las plantas medicinales has dejado de verse como un producto de "chamanería".

Según los expertos, en Colombia desde hace mucho tiempo las plantas medicinales has dejado de verse como un producto de “chamanería”.

6 de Septiembre del 2012

Reconocidos investigadores de Colombia, Chile y México destacan la relevancia que ha cobrado el estudio de la naturaleza, en donde, afirman, está la cura para muchas enfermedades del ser humano.
El conocimiento de las plantas medicinales ya no es un don que solo tienen los yerbateros. Sábila, caléndula, limoncillo, diente de león y cientos más han dejado de ser la preocupación de los conocidos también como chamanes, para convertirse en un punto de referencia de científicos del mundo que hoy en día han reconocido sus innumerables bondades.
Para la profesora Pilar Luengas, del Departamento de Farmacia de la UN en Bogotá, en Colombia, desde hace mucho tiempo, las plantas medicinales han dejado de verse como un producto de “chamanería”, pues hay una evolución que se ve reflejada en la misma población.
“Por ejemplo, a comienzos de los años noventa, considerar que un fitoterapéutico era un medicamento era todo un desafío para los industriales y académicos. En este momento, nadie duda de que posee todas las calidades necesarias”, afirma la profesora Luengas, química farmacéutica.
Un aspecto fundamental, que también destaca el profesor Horacio Olivo, de la Universidad de Iowa, es la inclinación del ser humano a acercarse a ese conocimiento empírico; lo que lo ha llevado a estudiar sus componentes.
“Por miles de años, los seres humanos hemos estado tratando de encontrarle un beneficio a las plantas. En la antigüedad, ese conocimiento se reproducía oralmente. Hoy en día investigamos sus compuestos activos mediante los avances tecnológicos de punta, muchas veces, mejorando sus mismos compuestos”, dice el profesor Olivo.
Sin embargo, según otros investigadores, como el chileno José Luis Martínez Salinas, el conocimiento de la medicina tradicional aborigen ha sido permeado por la llegada de los españoles y es una mezcla entre lo autóctono y lo moderno.
“En nuestros países latinos existe una medicina natural modificada en el sentido de que, antes de que los españoles llegaran a América, era una y, después de la Conquista, fue otra; pues los misioneros veían en estos productos prácticas de brujería y chamanería y, entonces, eliminaron a los médicos indígenas para incorporar su propia medicina”, explica.
Colombia: biodiversa, pero…
La profesora Pilar Luengas asegura que en nuestro país siempre se ha hablado de que la biodiversidad tiene un gran potencial, pero realmente es muy poco lo que se ha hecho para que este se materialice.
“El desarrollo de productos fitofarmacéuticos, fitoterapéuticos, suplementos dietarios, cosméticos, entre otros, permite crear la posibilidad real de aprovechar esa biodiversidad. Sin embargo, una de las grandes limitaciones que tenemos es tener materia prima vegetal o ingredientes naturales con cantidades y calidades uniformes, esto se deriva de que los cultivos son incipientes y están limitados a algunas especies”, dice Luengas.
Por eso, en la medida en que se tengan más cultivos y en que las mismas plantas de producción e ingredientes se tecnifiquen y vean la necesidad de tener productos con mejor calidad, “va a tenerse no solo mercado nacional, sino también colonizar mercados internacionales”.
Por su parte, el profesor José Luis Martínez indica que los problemas políticos han influido mucho en el desarrollo del sector, porque, a pesar de que Colombia sea un país muy diverso, en algunas políticas las plantas medicinales no son una prioridad.
“Siempre las preocupaciones para la Organización Panamericana de la Salud son: la biotecnología, las enfermedades tropicales, el sida y las vacunas, pero las plantas medicinales no aparecen por ningún lado. En cuanto los entes políticos empiecen a mirar a las universidades y hacia el pueblo, estas van a recuperar el terreno que han perdido”, concluye el profesor Martínez.
Estos investigadores hacen parte de los conferencistas del V Congreso Internacional de Plantas Medicinales que se desarrollará desde hoy hasta el 8 de septiembre en la UN en Palmira.

Reconocidos investigadores de Colombia, Chile y México destacan la relevancia que ha cobrado el estudio de la naturaleza, en donde, afirman, está la cura para muchas enfermedades del ser humano.

El conocimiento de las plantas medicinales ya no es un don que solo tienen los yerbateros. Sábila, caléndula, limoncillo, diente de león y cientos más han dejado de ser la preocupación de los conocidos también como chamanes, para convertirse en un punto de referencia de científicos del mundo que hoy en día han reconocido sus innumerables bondades.

Para la profesora Pilar Luengas, del Departamento de Farmacia de la UN en Bogotá, en Colombia, desde hace mucho tiempo, las plantas medicinales han dejado de verse como un producto de “chamanería”, pues hay una evolución que se ve reflejada en la misma población.

“Por ejemplo, a comienzos de los años noventa, considerar que un fitoterapéutico era un medicamento era todo un desafío para los industriales y académicos. En este momento, nadie duda de que posee todas las calidades necesarias”, afirma la profesora Luengas, química farmacéutica.

Un aspecto fundamental, que también destaca el profesor Horacio Olivo, de la Universidad de Iowa, es la inclinación del ser humano a acercarse a ese conocimiento empírico; lo que lo ha llevado a estudiar sus componentes.

“Por miles de años, los seres humanos hemos estado tratando de encontrarle un beneficio a las plantas. En la antigüedad, ese conocimiento se reproducía oralmente. Hoy en día investigamos sus compuestos activos mediante los avances tecnológicos de punta, muchas veces, mejorando sus mismos compuestos”, dice el profesor Olivo.

Sin embargo, según otros investigadores, como el chileno José Luis Martínez Salinas, el conocimiento de la medicina tradicional aborigen ha sido permeado por la llegada de los españoles y es una mezcla entre lo autóctono y lo moderno.

“En nuestros países latinos existe una medicina natural modificada en el sentido de que, antes de que los españoles llegaran a América, era una y, después de la Conquista, fue otra; pues los misioneros veían en estos productos prácticas de brujería y chamanería y, entonces, eliminaron a los médicos indígenas para incorporar su propia medicina”, explica.

Colombia: biodiversa, pero…

La profesora Pilar Luengas asegura que en nuestro país siempre se ha hablado de que la biodiversidad tiene un gran potencial, pero realmente es muy poco lo que se ha hecho para que este se materialice.

“El desarrollo de productos fitofarmacéuticos, fitoterapéuticos, suplementos dietarios, cosméticos, entre otros, permite crear la posibilidad real de aprovechar esa biodiversidad. Sin embargo, una de las grandes limitaciones que tenemos es tener materia prima vegetal o ingredientes naturales con cantidades y calidades uniformes, esto se deriva de que los cultivos son incipientes y están limitados a algunas especies”, dice Luengas.

Por eso, en la medida en que se tengan más cultivos y en que las mismas plantas de producción e ingredientes se tecnifiquen y vean la necesidad de tener productos con mejor calidad, “va a tenerse no solo mercado nacional, sino también colonizar mercados internacionales”.

Por su parte, el profesor José Luis Martínez indica que los problemas políticos han influido mucho en el desarrollo del sector, porque, a pesar de que Colombia sea un país muy diverso, en algunas políticas las plantas medicinales no son una prioridad.

“Siempre las preocupaciones para la Organización Panamericana de la Salud son: la biotecnología, las enfermedades tropicales, el sida y las vacunas, pero las plantas medicinales no aparecen por ningún lado. En cuanto los entes políticos empiecen a mirar a las universidades y hacia el pueblo, estas van a recuperar el terreno que han perdido”, concluye el profesor Martínez.

Estos investigadores hacen parte de los conferencistas del V Congreso Internacional de Plantas Medicinales que se desarrollará desde hoy hasta el 8 de septiembre en la UN en Palmira.

Créditos: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/inicio.html