



Palmira, nov. 29 de 2013 – Agencia de Noticias UN- Los alimentos tienen más vitaminas, minerales y antioxidantes cuando provienen de estos sistemas que respetan el ciclo vital de las plantas.
Así lo aseguró María Dolores Raigón, profesora de la Universidad Politécnica de Valencia en España y doctora en Ingeniería Agronómica, durante el octavo Seminario de Agroecología realizado en la Universidad Nacional de Colombia en Palmira.
“Actualmente estamos observando que los alimentos, por las técnicas convencionales que se realizan en la producción agropecuaria, están perdiendo gran parte de su composición nutricional”, destaca la experta española.
Añadió que la agricultura tradicional utiliza sustancias tóxicas para la salud como son los nitratos en el material vegetal, residuos fitosanitarios que aparecen en la planta, antibióticos en la producción ganadera o la incorporación de aditivos alimentarios para la transformación de los alimentos. “Son sustancias que están ahí porque la comercialización del modelo tradicional productivo obliga a su uso”.
En ese sentido, la agroecología es un sistema de producción que mantiene los equilibrios en el ciclo vital de las frutas y verduras, lo que permite obtener, además, una mayor composición en nutracéuticos (vitaminas, minerales y sustancias de carácter antioxidante).
“A través de la agroecología se respetan mucho más los ciclos naturales de producción, esto significa que cuando un producto alcanza su estado óptimo de madurez, esa fruta o verdura alcanza también la máxima concentración de sustancias antioxidantes”, sostiene María Dolores Raigón.
Igualmente, cuando el sistema de producción es agroecológico, las sustancias de carácter polifenólico se crean en la planta como respuesta ante un determinado modelo de agresión o estrés motivado por plagas y/o enfermedades. Así, la experta precisa, “las sustancias antioxidantes son las defensas que crea la planta y en este modelo se consideran estas maneras de producir”.
No obstante, en el mundo predomina el uso de fertilizantes y agro insumos químicos que no solo son perjudiciales para la salud humana, sino para el medioambiente, lo que causa pérdida de biodiversidad, degradación y salinización de suelos, entre otros efectos negativos.
“Nosotros tenemos la voluntad de ejercer la soberanía alimentaria a través de la realización o no de una determinada compra convencional o agroecológica. Los Gobiernos no van a hacer mucho, porque son muchos los intereses económicos creados alrededor de la agroindustria y ahí es donde el consumidor juega un papel fundamental en propender por estos modelos que pueden contribuir a la soberanía alimentaria, a conservar y preservar los productos y minimizar impactos ambientales”, concluye.
La profesora María Dolores Raigón fue invitada al Seminario Agroecológico mediante el Grupo de Investigación en Agroecología de la U.N. en Palmira.
Créditos: UNAL-721-2013