Encuentran investigadores de la UAM propiedades anticarcinógenas en planta parasitaria

 
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muérdago*La especie estudiada inhibe la generación de radicales libres, responsables de causar enfermedades crónico-degenerativas, entre ellas diferentes tipos de cáncer

Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) encontraron en una de las especies del muérdago –planta parásita que crece en la copa y ramas de los árboles– una fuente natural de antioxidantes capaces de inhibir la generación de radicales libres, responsables de ocasionar padecimientos crónico-degenerativos, entre ellos diferentes tipos de cáncer.

El doctor Jorge Soriano Santos, investigador del Departamento de Biotecnología de la Unidad Iztapalapa, indicó que la amplia diseminación del muérdago se ha convertido en un problema en prácticamente todos los bosques de México, ya que su presencia pone en peligro la vida de diferentes especies arbóreas; sin embargo, los estudios realizados contribuyen a un manejo distinto de esta planta.

Con la asesoría del doctor Soriano Santos, la alumna de la Maestría en Biotecnología María José Serrano Maldonado ha estudiado la especie Cladocolea loniceroides endémica del país, en la cual se ha encontrado una fuente natural de antioxidantes.

El profesor explicó que en el mundo las familias de los muérdagos son extensas; en Europa han localizado una proteína contenida en la especie Viscum album en la que han identificado efecto terapéutico para contrarrestar el cáncer de mama.

“Siendo Cladocolea loniceroides un muérdago lo empezamos a estudiar con el fin de medir su capacidad antioxidante, pues es sabido que una de las preocupaciones en Medicina es atenuar el avance del estrés oxidativo en el organismo a consecuencia de la producción de radicales libres que rebasan las capacidades de defensa del organismo”.

Soriano Santos y Serrano Maldonado midieron esta capacidad y encontraron que con respecto a otros extractos Cladocolea presentó una alta presencia de taninos antioxidantes, por lo que decidieron pasar de las pruebas en tubo de ensayo a los sistemas biológicos.

En el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, la ingeniera en alimentos Serrano Maldonado indujo la generación de radicales libres en ratas a las que se aplicó el antioxidante para verificar si éste era capaz de inhibir la formación provocada de radicales libres.

“Se vio que sí hay un papel antioxidante potente; es decir, no se generaron más radicales libres cuando se administró el extracto de muérdago”.

El doctor Soriano Santos explicó que los compuestos de este tipo de muérdago concentran una fuente rica en polifenoles, cuya función es “secuestrar” el hierro (con el cual se induce la generación de radicales libres) impidiéndole actuar”.

Posteriormente Serrano Maldonado realizó un experimento utilizando cultivos de célula de cáncer de mama ductal humana con diferentes concentraciones de extracto de Cladocolea y corroboró la actividad citotóxica de la planta, ello significa que “en nuestra flora nacional se cuenta con materiales como el muérdago que pueden tener esos efectos y que en un futuro, tal como ocurre en Europa, se estandarizarían y utilizarían para prevenir el desarrollo de diferentes cánceres.

La alumna de la Maestría en Biotecnología advirtió que aún es aventurado decir que puede funcionar como un medicamento, pues falta efectuar estudios, tales como establecer qué sustancia da ese resultado citotóxico, “pues lo único que probamos es un extracto crudo, pero no estamos seguros de cómo actúa con las células sanas”.

Es necesario hacer pruebas en tejido sano y aislar el compuesto que da el efecto, en el caso del muérdago europeo es generado por una proteína, en tanto que en el de Cladocolea loniceroides es el contenido de polifenoles, entre ellos los taninos, lo que da la no generación de radicales libres.

El siguiente paso una vez probado el efecto en células humanas en cultivo será administrarlo en modelos biológicos que tengan cáncer de mama y ver los resultados sobre células cancerígenas y sanas. Concluida esta etapa se pasaría a pruebas clínicas con pacientes con cáncer de mama.

Tras señalar que todos los cánceres cuyo origen sea el estrés oxidativo serán objetivo para ver si la planta produce el mismo efecto, dijo que no cualquier extracto de planta da el mismo resultado, y que si bien éste es un primer paso, se abren posibilidades sobre el uso médico de este muérdago de bellas flores.

El doctor Soriano Santos resaltó que en el Distrito Federal existen diversas especies de esta planta parasitaria y que uno de sus factores principales de diseminación lo constituyen las aves que comen el fruto y lo depositan en otros árboles vía sus excretas.

Involuntariamente los seres humanos “también contribuimos a la diseminación al pisar y transportar las semillas de la planta”, elemento que también dificulta el control sobre la plaga, por lo que es necesario contar con estrategias desde el punto de vista agronómico para evitar su dispersión, concluyó.

Créditos: UAM. Dirección de Comunicación Social/uam.mx

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